Euskal Erbesteen Kultura – La Cultura de los Exilios Vascos

Biografías

Hamaika Bide parte en sus trabajos de unos planteamientos al margen de partidos políticos o de encasillamientos ideológicos. De esta manera aborda el estudio de exiliados y exiliadas de cualquier condición o posicionamiento político entendiendo que todos ellos han realizado una aportación valiosa a la cultura del pueblo vasco. Por lo tanto en esta sección se irán intergrando biografías de personalidades vascas sin más nexo entre sí que el haber compartido un destino común: el exilio.

A B C D E F G H I J L M O P R S T U Z

Aguirre Lekube, José Antonio

Fotografía de José Antonio Aguirre Lekube
(Bilbao, 1904 – París, 1960)

BIOGRAFÍA

Abogado y político vizcaíno, nacido en Bilbao el 6 de marzo de 1904. Pertenecía a una importante familia vizcaína que pronto implantaría en su industria avanzadas mejoras sociales. Cursa sus primeros estudios en el colegio de los PP. Jesuitas de Orduña y los prosigue en la Universidad de Deusto. Se establece como abogado en 1929. Formado en el ambiente católico y social que caracterizaba a su hogar y su empresa familiar, se inicia en la vida pública como presidente de las Juventudes Católicas de Vizcaya y luego como miembro del Consejo Supremo de la “A. C. E.” y propulsor de inquietudes vasquistas y católico-sociales. En 1931, a los 27 años, es elegido concejal y alcalde de Getxo (Bizkaia). El 28 de junio, después de proclamarse la segunda república, es elegido diputado a las Cortes Constituyentes, simultáneamente por Bizkaia, P. N. V., y por Navarra, conjunción católico-fuerista. En las Cortes fue secretario de la minoría Vasco-Navarra de la que era presidente Joaquín Beunza. En sus brillantes intervenciones del periodo constituyente se destacó como un notable tribuno, pidió la derogación de la Ley de 1839, defendió la libertad de enseñanza y se opuso a la Ley de Congregaciones que implicaba la disolución de los Jesuitas. José Antonio de Aguirre y Lekube en calidad de alcalde de Getxo presidió la comisión de alcaldes del país en pro de la aprobación de Estatutos de Autonomía como fórmulas jurídicas de integración estatal. Desde 1931 su personalidad se impuso como la más destacada del “P. N. V.”. La trayectoria política de esta agrupación durante el periodo republicano se explica en su obra Entre la libertad y la revolución, 1930-1935; La verdad de un lustro en el País Vasco. Bilbao, 1935. El 19 de noviembre de 1932 fue elegido nuevamente diputado a Cortes por Bizkaia por el P. N. V. En las últimas elecciones de la República, el 18 de febrero de 1936, es elegido por tercera vez diputado. Durante la guerra de 1936, el día 1. de octubre, las Cortes aprueban el Estatuto de Autonomía del País Vasco. Y el día 7 de octubre del mismo año, los alcaldes, reunidos en Gernika, lo eligen presidente (Lehendakari) del Gobierno autónomo. Al frente de su gobierno reforzó la unión política con sus aliados, reestableció el orden público, mantuvo el culto en su jurisdicción y organizó a los gudaris y milicias. En la última fase de la lucha en Bizkaia tomó personalmente el mando de las fuerzas armadas. En el breve periodo de su mandato creó la Universidad Vasca o Ikastola Nagusi, que empezó a funcionar en Bilbao. También se imprimieron moneda divisionaria, billetes y sobres de correo aéreo. Con la caída de Bilbao, el 19 de junio de 1937 se traslada a París y el mes de agosto de 1937 se instala en Barcelona. En enero de 1939 se traslada a Francia y Bélgica con sus colaboradores. La Segunda Guerra Mundial le sorprende en Bélgica, donde una hermana suya muere en un bombardeo alemán. Perseguido por el nacismo se oculta en Berlín. Las más dramáticas vicisitudes por las que atraviesa para trasladarse a América las relata en su libro De Guernica a Nueva York pasando por Berlín. En 1941 ocupa el cargo de profesor de Historia Contemporánea de España, en la Universidad de Columbia, en Nueva York. En 1945, antes de terminar la Segunda Guerra Mundial, vuelve a París, donde continúa como presidente del Gobierno Vasco autónomo, hasta que fallece el 22 de marzo de 1960. Su cuerpo fue trasladado a Laburdi, al cementerio de San Juan de Luz. Sus discursos ante las Cortes de Madrid y en diversas Cámaras americanas han sido publicados en varios idiomas, lo mismo que sus mensajes de Gabón o Nochebuena. En 1944 se publica en Buenos Aires un volumen recogiendo: “Cinco conferencias pronunciadas en un viaje por América”: Mis impresiones sobre Alemania; El sentido histórico de la dignidad humana y de la libertad entre los vascos; La posición de un creyente ante la crisis de la caridad; El Padre Vitoria visto por un vasco y El sentido democrático, el sentido nacional y el de la libertad de los pueblos en los momentos actuales (Editorial Ekin). Le sorprende la muerte cuando escribía una Historia del País Vasco. Bajo el título de Fin de la Dinastía Pirenaica. Reinado de Sancho el Fuerte

Albizu, Balendiñe

Fotografía de Balendiñe Albizu
(Zumaia, 1914 – Zumaia, 2002)

Estudios:
Profesión preferente:
Actividades culturales: Escritora.
Exilio: 1937-1995.
Lugares y fechas del exilio:
1.- Francia: 1937-1940.
2.- Venezuela: 1940-1995.

BIOGRAFÍA
Nacióen Zumaia (Gipuzkoa) el 18 de septiembre de 1914. Poeta y abertzale, con catorce años comenzó a posar para el escultor Julio Beobide, llegando a ser una de sus más conocidas modelo. Colaboró también en el grupo de teatro del batzoki (centro del PNV), dirigido por Joxe Etxabe. Comprometida con su tiempo, Balendiñe se sumó enseguida a la causa del nacionalismo. Con el estallido de la guerra civil y la entrada de los fascistas en Donostia, Balendiñe dejó Zumaia y se dirigió a Santander. Allí contrajo matrimonio con Juan Manuel Bilbao. Juntos marcharon a Iparralde, donde nació su primer hijo, Josu, en 1939. En ese tiempo, Balendiñe perdió a dos de sus hermanos, muertos en el frente. Al terminar la guerra, y ante el temor de ser encarcelada y represaliada, la familia se embarcó en Marsella, el 13 de marzo de 1940, en dirección a Venezuela. En Caracas, tres años después, nació su segundo hijo, Imanol. Ciudad Bolívar fue su ciudad de residencia hasta su vuelta a Caracas en 1957. En Venezuela se divorció y contrajo su segundo matrimonio con Rafael Calvo Leturia. Su actividad literaria y su labor política en la Resistencia se prolongó durante todo su exilio en Venezuela. Allí publicó la mayor parte de sus poemas en distintas revistas como Euzkadi, Euzko Gaztedi, Sabindarra, Irrintzi. También en Venezuela colaboró en la emisión radiofónica de Euzkadi Irradia. El compromiso político de Balendiñe se evidenció asimismo en los inicios de ETA, dando cobijo y ayuda a los primeros exiliados y refugiados del grupo, aunque luego se distanció del mismo por no estar de acuerdo con la violencia. Muerto Franco, Balendiñe vivió entre Euskal Herria y Venezuela, trasladándose definitivamente a Zumaia en 1995. Sus dos únicos libros aparecieron en la península, Nere olerki txorta, en 1972, y Olerkiak, en 1984. Falleció en Zumaia, el 20 de septiembre de 2002.
De ideología nacionalista, Balendiñe Albizu escribe impulsada por los acontecimientos, los mismos que la llevan hacia posicionamientos más progresistas y de izquierdas, ideología que se trasluce en muchos de sus poemas que ensalzan el compromiso político hacia su pueblo. Es la suya una poesía directa, emocional, cargada de compromiso abertzale y euskaltzale, en la que importa más el contenido que la forma. En Balendiñe Albizu encontramos a una temprana pionera de mujer escritora y comprometida en la literatura vasca, una literatura en la que la presencia femenina no se ha hecho notar prácticamente hasta hace muy pocos años.

DATOS BIBLIOGRÁFICOS
Obra
Nere olerki txorta (Colección de mis poemas). Editorial Itxaropena, Zarautz, 1972. [P]
Olerkiak (Poemas). Edición de Santiago Onaindia. Bilbo, 1984. [P]
Bibliografía sobre Balendiñe Albizu
-GARMENDIA LASA, Elixabete: Balendiñe Albizu. Colección “Bidegileak”. Gobierno Vasco, Gazteiz, 1998.
-GARMENDIA LASA, Elixabete: “Polixene eta Balendiñe” en José Ramón Zabala (coord.): Non zeuden emakumeak? La mujer vasca en el exilio de 1936. Editorial Saturraran, Donostia, 2007.
-UGALDE, Mercedes. Mujeres y nacionalismo vasco. Génesis y desarrollo de Emakume Abertzale Batza (1906-1936). Servicio de Publicaciones de la Universidad del País Vasco, Bilbao, 1993.

Autor: José Ramón Zabala

Altube y Lertxundi, Severo Miguel de

Fotografía de Severo Miguel de Altube y Lertxundi

Estudios: Autodidacta.
Profesión preferente: Músico.
Actividades culturales: Linguista, músico, escritor
Exilio: 1936-1958.
Lugares y fechas del exilio:
1.- Argentina: 1936-?
2.- Francia: Pau, ?-1958

BIOGRAFÍA
Severo Altube, en euskara Seber Altube, es sin duda uno de los grandes intelectuales que impulsó el renacer de la lengua vasca a lo largo del pasado siglo. De ideas nacionalistas, fue autor de un gran número de obras especializadas en el estudio de distintos aspectos de la lengua vasca, así como de una pequeña pero interesantísima novela-testimonio, Laztantxu eta Betargi, en la que recogió algunos aspectos de la represión franquista en su localidad natal, Arrasate, en concreto la detención y fusilamiento de las dos personas que dan título al libro. A todo ello hay que unir su labor como compositor y dinamizador de diferentes iniciativas musicales.

Altube nació, como hemos dicho, en Arrasate-Mondragón (Gipuzkoa), el 8 de noviembre de 1879, segundo de cinco hermanos, de dos matrimonios, ya que su padre, Juan Alejandro Altube, contrajo de nuevo matrimonio tras fallecer su primera esposa. A este respecto hay que señalar que el padre de Severo Altube era una persona violenta que generaba situaciones muy tensas en el núcleo familiar y que marcó su infancia. La formación del futuro intelectual fue en gran medida autodidacta, sobre todo en lo que se refiere a la lingüística; en este campo trató de encontrar respuestas a muchos de los problemas que se planteaban en el futuro de la lengua vasca en obras de autores extranjeros, preferentemente franceses cuya lengua llegó a dominar. No obstante, fue la música el campo en el que destacó durante su juventud: a los quince años empezó a tocar en la Banda de Música de Arrasate, de la que fue director en 1900. Asimismo, con dos de sus hermanos constituyó un grupo de dulzaineros que actuaba de pueblo en pueblo. En 1901, se trasladó a Gernika donde había ganado una oposición para crear una banda de música municipal. También en esta localidad dirigió el Orfeón Guerniqués e impulsó la Academia de Música. En 1916, Altube abandono gran parte de estas actividades al incorporarse como gerente en la empresa de armas Alkartasuna, hasta que la misma quebró en 1922. En Gernika conoció a Gregoria Gangoiti con quien contrajo matrimonio en 1918; la pareja no tuvo descendencia pero adoptó como si se tratase de una hija propia a Elixabete Altube, hija de un hermano del músico; años más tarde Elixabete contrajo matrimonio en el exilio francés con Ramón J. Sénder. A partir de 1919 empezó a colaborar en distintas publicaciones de contenido vasquista como Euskal Esnalea, Euskal Erriaren Alde (En Defensa de Euskal Herria) y Euskera. En estos medios publicaría primero narraciones infantiles y, luego, numerosos artículos centrados en la gramática y la sintaxis vasca; posteriormente publicó muchos de estos textos en forma de libro. La fama de Altube en estos campos de estudio justificó plenamente su incorporación en 1920 a la Real Academia de la Lengua Vasca, en sustitución del escritor Domingo de Agirre. En 1922 tomó parte como orador en la asamblea de Eusko Ikaskuntzak-Sociedad de Estudios Vascos celebrada en Gernika; en la misma participaron los más importantes vascologos europeos. En 1930 impulsó junto con Segundo Olaeta el grupo de danzas Elai Alai. Este grupo fue reorganizado en el País Vasco francés, en 1936, dentro de la estrategia de propaganda del Gobierno Vasco para tratar de divulgar la causa vasca y su defensa de la república en Europa. Ideológicamente Severo Altube militaba en el PNV aunque su labor se centró sobre todo en el terreno cultural. No obstante, en 1931 fue nombrado alcalde de Gernika; su mandato se prolongó hasta 1935, año en el que dimitió como consecuencia de sus desavenencias con el gobernador civil.

Iniciada la guerra civil y visto el cariz que tomaban los acontecimientos, en septiembre de 1936 el matrimonio Altube decidió exiliarse, trasladándose a Argentina, de donde era originaria la esposa, descendiente de emigrantes vascos. Posteriormente retornaron a Europa, estableciéndose en Pau (Francia) hasta 1958. En 1957 se publicaba en Baiona su única novela, la ya mencionada Laztantxu eta Betargi. No fueron fáciles aquellos años; las experiencias vividas le llevaron a escribir un ensayo filosófico en francés, La fonction de la douleur (1958), sobre la razón del sufirimiento en el ser humano, obra en que se reflejan sus lecturas de Schopenhauer así como las experiencias vividas durante la guerra y el exilio. Durante aquellos años Altube siguió colaborando en distintas publicaciones como Euzko Gogoa*, Gernika*, Eusko Jakintza*…, utilizando en ocasiones el seudónimo de A. Lertxundi. En 1958 retornó a Gernika, con la salud gravemente dañada sobre todo por el largo exilio. En 1961 falleció su esposa, Gregoria. El fallecimiento de Altube se produjo el el 27 de agosto de 1963.

Como ya se ha señalado, la labor más destacada de este intelectual mondragonés fue la que le vinculó a la defensa y modernización de la lengua vasca, reivindicando desde sus comienzos la necesidad de su unificación literaria. En el campo del léxico mantuvo una postura superadora del purismo sabiniano; en relación con la lengua técnica defendía la introducción del léxico grecolatino. Por otra parte, subrayó la preocupación de utilizar una sintaxis vasca por encima de las preocupaciones más léxicas que se habían defendido hasta entonces. En este campo se le ha criticado el haber encorsetado la lengua vasca con una sintaxis excesivamente ordenada y rigida que tuvo una gran aceptación en el mundo literario vasco. Por otra parte, defendió como tarea fundamental el promocionar el uso hablado de la lengua como premisa básica de su supervivencia. En todos estos aspectos la huella de Altube en el actual euskara unificado ha sido muy importante. En el campo literario, a pesar de la brevedad de su única novela, constituye una de las pocas referencias narrativas en lengua vasca durante los años cincuenta, lo que da un valor incotestable a dicha obra, además de como testimonio de unos hechos que el franquismo trató de ocultar a pesar de todas las evidencias, y que Altube presentó disimulados algunos nombres y la propia localidad de Arrasate que aparece en el libro como Arrasturi. El estilo narrativo de Altube es tradicional, cronológico, con un esquema argumental muy marcado por el simbolismo religioso. En numerosas ocasiones no duda en disertar ideológicamente sobre los hechos ocurridos, dando a esta obra un carácter más testimonial que literario.

A pesar de la importancia de su obra y de sus aportaciónes en el campo de la lingüística, hay que confesar que la figura de Altube no ha sido valorada en toda su dimensión y que, en los últimos años, ha caído en un cierto olvido.

DATOS BIBLIOGRÁFICOS:

Libros:
Erderismos. Publicado en Euskera en 1929. 1ª edición en formato libro, Bermeo: 1930. Reeditada en Bilbao: La Gran Enciclopedia Vasca, 1974.
La vida del euskara. Bilbao: Eusko Argitaldaria, 1934.
Observaciones al tratado de “Morfología Vasca” de Azkue. Publicado en Euskera en 1934. 1ª edición en formato libro, Bermeo: Gaubeka, 1934 (231 pp.).
Notas sobre el santoral vasco o “Deun ixendegi euzkotarra” de Arana Goiri´tar Sabin. Bilbao: La Gran Enciclopedia Vasca, 1933 (46 pp.).
El acento vasco en la prosa y en el verso. Publicado en Euskera en 1932. 1ª edición en formato libro en Bermeo: Gaubeka, 1934 (329 pp).
La fonction de la douleur. Pau: 1958 (119pp) (E).
Laztantxu eta Betargi. Baiona: Alderdi, 1957. Reeditado en Donostia: Hordago, 1979 (N) 119 pp.

Artículos:
A continuación recogemos algunos de los numerosos articulos y cuentos breves publicados por Altube en diferentes publicaicones.
-“Esakera politak”. Euskal Esnalea, año I, nº4, 28-II-1911 (58-60).
-“Euskerazko itzak”. Euskal Esnalea, año I, nº6, 30-III-1911 (90-91).
-“¡Ama!”. Euskal Esnalea, año II, nº34, 30-V-1912 (127-128).
-“Betargichu”. Euskal Esnalea, año II, nº43-44, 15-X-1912 (243-247).
-“Los sufijos “z” , “zaz” y sus variantes: cuestiones gramaticales”. Euskal Esnalea, año III, nº52, 55 y 59, febrero, abril y julio de 1913 respectivamente (49-54, 100-101, 172).
-“El compás del zortziko”. Euskalerriaren Alde, año 6, nº122, 1916 (56-57).
-“Txandor zintzo: mutiltxuentzat”. Euskal Esnalea, año VII, nº148, 28-II-1917 (42-45).
-“Euskera-gayak, al ¿noiz?”. Euskal Esnalea, año XI, nº212, agosto de 1921 (153-155).
-“De sintaxis euskérica”. Euskal Esnalea, año IX, del número 182 al 192, febrero-diciembre de 1919 (28-35, 51-55, 74-83, 99-106, 119-128, 140-144, 159-163, 177-183, 195-204, 218-226, 250-264 respectivamente).
-“Euskerearen joskerea dala-ta”. Euskal Esnalea, año XII, nº221, mayo de 1922 (105).
-“La unificación del euskera literario”. Eusko Jakintza. Revista de Estudios Vascos, volumen III, Baiona, 1949 (181-204).
-“Fonética y etimología euskéricas”. Eusko Jakintza. Revista de Estudios Vascos, volumen IV, Baiona, 1950 (74-80).
-“Erbesteratuek erbesteratuei”, Euzko Gogoa, año I, número 1, enero de 1950 (p.8).
-“Erderakadarik txarrenak”, Euzko Gogoa, año III, número 11-12, noviembre-diciembre de 1952 (7-10 pp.).
-“Olabide ta giza soina”, Euzko Gogoa, año IX, número 5-6, septiembre-diciembre de 1958 (507-508 pp.).

Bibliografía sobre Severo Altube:
-AAVV: Gizonak. Los forjadores de Euskal Herria. Tomo IV. Donostia: Kriselu, 1991 (191-193).
-ALTUNA, Patxi: “Altube eta euskal azentua”. Euskera, nº24, 1979 (619-621).
-ALTUNA, Patxi: “Atarikoa” en VELEZ DE MENDIZABAL, Josemari: Sebero Altube. Donostia: Sociedad Gipuzcoana de Ediciones y Publicaciones, 1979.
-ALTZOLA, N.: “Altubetar Sever (G.B)”. Egan, 1963 (194-196).
-ONAINDIA, Santiago: Euskal Literatura IV. Donostia: Etor liburuak, 1975 (47-54).
-ORMETXEA “Orixe”, Nicolas: “Altube iunari”, Euzko Gogoa, año V, número 1-2, enero-febrero de 1954 (42-43 pp.).
-SAN MARTÍN, Juan: “Hitzaurre gisa” en ALTUBE, Seber: Laztantxu eta Betargi. Donostia: Hordago, 1979 (7-12).
-VELEZ DE MENDIZABAL, Josemari: Sebero Altube. Donostia: Sociedad Gipuzcoana de Ediciones y Publicaciones, 1979.
-VELEZ DE MENDIZABAL, Josemari: Sebero Altube (1879-1963). Colección “Bidegileak”. Gasteiz: Gobierno Vasco, diciembre de 2000 (24 pp.).

Autor: José Ramón ZABALA

Alvarez Arregui, Federico

Fotografía de Federico Alvarez Arregui

Estudios: Filosofía y Letras

Profesión preferente: Profesor universitario y ensayista.

Actividades culturales: Profesor universitario, ensayista, periodista, editorialista.

Exilio: 1940

Lugares de exilio: Cuba (1940-1947); México (1947-1965); Cuba (1965-1971); México (1971-2018)

Federico Álvarez Arregui nació en San Sebastián el 19 de febrero de 1927. Su padre, uno de los fundadores de Izquierda Republicana en la capital guipuzcoana, asumió una postura activa en la época republicana y durante la Guerra Civil, a cuya conclusión tuvo que exiliarse a La Habana. Sin embargo, Federico Álvarez permaneció en San Sebastián con sus abuelos, realizando los estudios de bachiller en el Colegio de los Marianistas y viviendo una posguerra llena de carencias emocionales y penurias. Reclamado por sus padres, marchó a La Habana en agosto de 1940. En la capital cubana concluyó el bachillerato e inició la carrera de ingeniería en la Universidad de La Habana. En 1947 se trasladó con su familia a México D. F. y allí continuó la carrera de ingeniería hasta que su arraigada vocación literaria le hizo cambiar estos estudios por las disciplinas de Filosofía y Letras. En junio de 1954 contrajo matrimonio con Elena Aub Barjau, hija del escritor Max Aub, como él exiliados en México; en agosto de 1955 nacería su primer hijo, Federico David (Güero), y en 1958, su hija Teresa (Terete). Entre 1959 y 1961, el matrimonio forma parte del Movimiento Español (ME/59), con la idea de llenar el exilio de contenido ideológico mediante la búsqueda de una unidad de acción con la resistencia antifranquista del interior. Al tiempo, mientras completaba su formación universitaria, Federico Álvarez fue contratado por la UNAM para impartir clases de literatura española y colaboró como crítico literario en diversas publicaciones mexicanas como Diorama de la Cultura (Excelsior), La Cultura en México (Novedades) y México en la Cultura (Siempre) y Revista de la Universidad de la UNAM. Entre 1964 y 1965 fue miembro del consejo editorial de La Revista Mexicana de Literatura. Se licenció en Letras en 1965 y ese mismo año regresó a Cuba contratado como profesor de Investigaciones Literarias por la Universidad de La Habana, institución en la que permaneció hasta 1971. Durante este periodo desarrolló en Cuba una actividad cultural incansable y de plena identificación con las ideas revolucionarias cubanas. Fue consejero y editor del Instituto Cubano del Libro y colaborador de La Casa de las Américas. Regresó a España en 1971 e inicialmente trabajó en las editoriales Santillana y Altea. Debido a sus conocimientos y a su experiencia en el mundo del libro fue contratado como director del Fondo de Cultura Económica con el fin de relanzar la editorial en España. Durante toda su estancia en Madrid (1972-1981) fue profesor en el Instituto Internacional Williams Collage y Pomona Collage, Academic Year in Spain. En 1982 volvió definitivamente a México. En la UNAM hizo sus estudios de postgrado y se tituló como maestro en Letras Hispanoamericanas y como doctor en Filosofía. En México se ha dedicado también a labores editoriales (Director editorial de la editorial Gustavo Pili y asesor editorial de Siglo XXI Ediciones) y periodísticas (colaborador semanal en el diario Excélsior; director de La Revista de Bellas Artes del Centro de Bellas Artes, de México en el Arte y de Revista de Literatura Mexicana del Centro de Estudios Literarios del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM). Ha sido profesor y conferenciante en diversas universidades americanas y españolas, y colaborador en distintas publicaciones de América y Europa, llegando a ser autor de un importante número de artículos y estudios críticos. Es igualmente significativa su labor traductora de grandes figuras de la cultura como Todorov, Lukacs, Legendre, etc. En el año 2003 recibió el Premio Universidad Nacional en el área de Docencia en Humanidades; en 2004 el Consejo de Estado de la República de Cuba le impuso la "Medalla de la Amistad entre los Pueblos" y en el 2006 la distinción "Por la Cultura Nacional".

Federico Álvarez falleció el 18 de mayo de 2018, en Ciudad de México.

CREACIÓN
LIBROS
-Álvarez, Federico: Una vida. Infancia y juventud. Edición de Manuel Aznar Soler. Editorial Renacimiento, 2019.

ARTÍCULOS Y COLABORACIONES
-“¿Romanticismo en Hispanoamérica?” en AA. VV.: Actas del Tercer Congreso Internacional de Hispanistas (Edición de Carlos H. Magis). México D. F.: El Colegio de México, 1970, pp. 67-76.
-“Larra en España y en América” en AA. VV.: Mariano José de Larra (Edición de Rubén Benítez). Madrid: Editorial Taurus, 1979, pp. 310-315.
Periodista Andres Bello. Caracas: La Casa Bello, 1981.
-“El debate del Nuevo Mundo” en AA. VV.: América Latina: Palavra, Literatura e Cultura. (Vol. II): Emancipacao do Discurso (Edición de Ana Pizarro). Sao Paulo: Universidad de Campinas, 1994, pp. 35-66.
-“Los otros libros, la otra literatura” en AA. VV.: La lengua española y los medios de comunicación: Primer Congreso Internacional de la Lengua Española, 7-VI-97 (Edición de Luis Cortés Bargalló, Carlos Mapes y Carlos García Tort). Zacatecas-México D. F., Siglo XXI, 1998, vol. 1, pp. 179-185.
-Federico Álvarez et al.: Los nombres sin tumba (Edición de Mariana Masera). México D. F., Praxis, 2000.
-“Vida y regreso del exilio” en AA. VV.: La cultura del exilio vasco: Euskal erbesteratuen cultura. San Sebastián, Editorial Saturraran, 2000, vol. 1, pp. 167-176.
-“Cincuenta años después” en AA. VV. Eugenio Imaz: asedio a un filósofo. (Edición de José Ángel Ascunce y José Ramón Zabala). San Sebastián: Editorial Saturraran, 2002, pp. 89-106.
-”La respuesta imposible:eclecticismo, marxismo y transmodernidad”. México D. F., Siglo XXI, 2002.
-”Identidad y exilio” en Los hijos del exilio vasco: arraigo o desarraigo (Edición de José Ángel Ascunce y María Luisa San Miguel). San Sebastián: Editorial Saturraran, 2004, pp.37-48.

PRÓLOGOS
-Cela, Camilo José: La familia de Pascual Duarte. La Habana: Editorial Instituto del Libro, 1968.
-Unamuno, Miguel de: Niebla. México D. F., Lectorum 1999.
Sánchez, Vázquez, Adolfo, Incursiones literarias. Sevilla: Renacimiento (Biblioteca del Exilio), 2008, 536 pp. Edición, estudio introductorio y notas de Manuel Aznar Soler. Presentación de Federico Álvarez Arregui.

EDICIONES
Voces españolas de hoy. (Edición de Federico Álvarez y Manuel Durán bajo la supervisión general de Robert G. Mead). Nueva Cork: Harcourt Brace & World, 1965.
-Aub, Max: Conversaciones con Luis Buñuel. Seguidas de 45 entrevistas con familiares, amigos y colaboradores del cineasta aragonés. Madrid: Editorial Aguilar, 1984.
-Sánchez Vázquez, Adolfo: Los trabajos y los días (Semblanzas y entrevistas). México D. F., Editorial Universidad Nacional Autónoma de México, 1995.

TRADUCCIONES
Lukács, György Szegedi, Significación actual del realismo critico. México D. F., Era (Biblioteca Era), Traducción de María Teresa Toral y Federico Álvarez.

Todorov, Tzvetan, Frente al límite. México D. F.: Siglo XXI, 1991.

BIBLIOGRAFÍA
-Ascunce Arrieta, José Ángel: “Federico Álvarez: La conciencia de un desexilio”. El Diario Vasco. San Sebastián, 2 de julio de 1992, p. 54.
-Sueiro Rodríguez, María Victoria: “Federico Álvarez Arregui: sus trabajos y sus días en Cuba”. Exilio y Universidad (1936-1955). Presencias y realidades (Ed. J. A. Ascunce, M. Jato y M. L. San Miguel). Vol. II. San Sebastián: Editorial Saturraran, 2008, pp. 477-497.

Autora: María Luisa San Miguel

Amezaga Aresti, Vicente

Fotografía de Vicente Amezaga Aresti

Vicente Amezaga Aresti
Fecha de nacimiento: 1901
Lugar de nacimiento: Algorta
Estudios:Ingeniero Técnico Mercantil, Derecho
Lugares de exilio:
1.París: 1938-1940
2.Buenos Aires: 1942-1943
3.Montevideo: 1943 a 1955
4. Caracas: 1955-1969
Lugar de fallecimiento: 1969
Fecha de fallecimiento: Caracas (Venezuela)

Biografía
Vicente de Paúl Laureano Amezaga (1901-1969) nació en Algorta (Bizkaia), el cuatro de julio de 1901, en la casa solariega de Iturrieta , situada en la avenida Basagoiti. Su padre, Pedro Amezaga Abaroa (1852-1919), era un rico industrial y abogado de Algorta. Su madre, María Aresti Sustatxa (1862-1945), había contraído matrimonio con Pedro tras quedar éste viudo de su primera esposa, Antonia Aresti Sustatxa, hermana mayor de María. Era Vicente el menor de siete hermanos. Estudió en el colegio San Bernardo de Algorta sobresaliendo desde muy temprano por su gran capacidad intelectual. Pedro Amezaga entabló amistad con Sabino Arana, debido a ello, entre los terrenos que donó Pedro al ayuntamiento de Getxo se encontraban precisamente aquellos sobre los que se construyó el Batzoki de Algorta, muy cerca de la casa natal de Iturrieta. Dicha amistad impulsó a Amezaga desde muy joven a completar su formación en euskera y a entrar en las filas del PNV.

Con 16 años comienza a publicar sus primeros trabajos en diversas revistas y periódicos del país, Euzkadi, periódico del PNV, y Euskal Esnalea. Paralelamente, fundaba junto a su amigo José Olivares Larrondo, “Tellagorri”, la revista de la que su hermano Ramón fuera editor y administrador. Amezaga es considerado por la revista Euzko Gogoa de Guatemala uno de los poetas de la Generación de Aitzol, con anterioridad al estallido de la guerra civil su obra poética tanto en lengua castellana como en euskera es muy extensa. Presentó diversos poemas en euskera en los certámenes promovidos por el padre José de Ariztimuño, “Aitzol”, entre los años 1933 y 1934, siendo premiado en más de una ocasión.

La llamada gripe española gripe de 1918 causó la muerte de de su padre, Pedro, el trece de octubre de 1919, y de sus dos hermanas Blanca y María a principios de 1920. Cursó los estudios de Ingeniero Técnico Mercantil en Bilbao, título que obtiene en 1921, para hacerse cargo de la dirección de los negocios de la familia. En 1924 ingresa por libre en la facultad de Derecho de la Universidad de Valladolid, obteniendo el título de licenciatura tres años más tarde.

Ante la victoria electoral de la coalición republicana en las elecciones del 12 de abril de 1931, José Antonio Aguirre y Vicente Amezaga proclaman, desde el balcón del Ayuntamiento de Getxo, la caída de la dictadura de Primo de Rivera y la instauración de la Segunda República. Con el advenimiento de la república es elegido Juez de Paz de la anteiglesia de Getxo, cargo que ejercerá durante tres años (1932-1935). Tras el estallido de la guerra, es nombrado Director General de Primera Enseñanza del Gobierno de Euskadi, el 12 de noviembre de 1936. Escasos días más tarde de este nombramiento, el 4 de diciembre, ordena la creación de la primera Ikastola, al amparo del Estatuto del 36. Meses más tarde, ante la inminente caída de Bilbao, Amezaga hubo de afrontar la tarea de desmantelar estas Ikastolas y proceder a la evacuación de los niños que, o bien habían perdido todo contacto con sus familias, o bien eran familiares de personas perseguidas que tomaban el camino del exilio o estaban en prisión.
En 1937 Amezaga es condenado a muerte y se cursa la orden de embargo de todos sus bienes por ser uno de los causantes de la ruina de Vizcaya. A las tres de la mañana del 18 de junio de 1937 contrae matrimonio con Mercedes Iribarren Gorostegi, hija menor del industrial guipuzcoano radicado en Las Arenas, Inocencio Iribarren Egaña (1864-1943), en la parroquia de las Arenas.

Como Director General de Primera Enseñanza se le encarga la dirección de la Colonia de los 500 niños vascos de Donibane Garazi por lo que ha de dirigirse camino de Santander la noche del 18 de junio. Desde Santander embarca Amezaga unos días más tarde, el 22 de junio, hacia Donibane Lohitzune, a bordo del carbonero Plous Vazlanec. La instalación, organización y supervisión de las colonias de niños vascos fue la ocupación fundamental de Amezaga durante los primeros tres años de exilio. En líneas generales se trataba de Ikastolas en el exilio y en este sentido tal era su organización. Además de la seguridad de los niños, uno de los objetivos fundamentales de las colonias, como lo había sido el de las efímeras ikastolas de 1936-1937, fue el de conservar y difundir el uso del euskera, que no sólo se impartía como una asignatura más, o se utilizaba para ser vehículo de expresión en el estudio de otras materias, sino que su practica pretendía ser su signo más característico y definidor de un pueblo que se había visto obligado a salir de su territorio a causa de la guerra. Por eso, una preocupación de los maestros fue el procurar el uso del euskera en la vida diaria de los niños .

En diciembre 1937 se dirige a Barcelona reclamado por el Gobierno de Euskadi, donde es nombrado secretario del departamento de justicia e inspector de las colonias de niños vascos. En abril de 1938 se dirige a París donde residirá hasta junio de 1940. Allí nació su primera hija, Mirentxu, el siete de mayo de 1938, al mes escaso de llegar a la ciudad de la luz. Tras la caída de París, con los alemanes en Iparralde y sin conocimiento cierto sobre su destino, el matrimonio decide dejar a sus dos hijas a cargo de la familia de Mercedes y encaminarse rumbo a Marsella donde finalmente embarcaran en el Alsina, el 15 de enero de 1941, rumbo a América. No volverán a ver a su hija Mirentxu hasta cumplidos 9 años. Nunca, hasta unos días antes de morir, volverá Amezaga a ver a su hija Begoña. Tras resolver infinidad de problemas, llegaba el matrimonio a Buenos Aires el 15 de abril de 1942.

América brinda a Amezaga la oportunidad de reemprender su labor intelectual de divulgación de la lengua y cultura vascas interrumpida por los acontecimientos desde 1936 a 1942. Durante este período escribe el autor la primera de sus seis obras poéticas titulada Guerra y Destierro . 1942 y 1943 son años de incansable actividad. 1943 comenzó bendecido con el nacimiento en enero de su tercera hija, Arantzazu. A mediados de año, el 20 de julio de 1943, el proyecto de fundar un Instituto Americano de Estudios Vascos según el modelo de Eusko Ikaskuntza de 1918, es ya un hecho. A principios de año había recibido el encargo de ingresar en el comité para la organización de la Semana Cultural Vasca de Montevideo para lo cual hubo de trasladarse a esta ciudad al otro lado del Plata y de la cual se enamoraría, hasta el punto de que, el 2 de septiembre de 1943, se trasladaba la familia a la capital uruguaya donde residirían durante doce años. La Semana Cultural Vasca constituyó un primer saludo de la comunidad vasca a Uruguay y al conjunto de América, parte integrante de la vida cultural, política, intelectual y social del nuevo continente. Se encomendó a Amezaga -junto a otros- la labor de contactar con las personalidades políticas y la prensa uruguayas e impulsar, meses antes de la celebración de la Semana Vasca y como preludio a la misma, todo un ciclo de artículos en torno a la naturaleza, historia y vida, de los vascos en América, por aquel entonces ciertamente poco conocida.

Pero 1943 daría mucho mas de sí. Tras una serie de contactos a raíz de la Semana Vasca con el rector de la facultad de humanidades de la Universidad de Montevideo y catedrático de derecho constitucional de la misma, Dr. Jiminez de Aretxaga, acuerdan la creación de una cátedra de Cultura Vasca en la facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad de Montevideo. Era ésta la primera experiencia de este tipo que se realizaba en América y, muy posiblemente, la primera cátedra universitaria de estudios vascos posterior a 1936. Paralelamente organiza Amezaga, con la colaboración de José Claudio William, director de estudios del Instituto de Estudios Superiores de Montevideo, un Curso de Lengua y Literatura Vascas desde entonces adscrito a dicha institución. Ambas responsabilidades quedarían a cargo de Amezaga a todo lo largo de su exilio uruguayo, de 1943 a 1955. La paralela formación de la Academia de las Letras de Uruguay este mismo año y la creación a principios de 1944 de la Comisión de Arte y Cultura en el Euskal Erria de la que sería Amezaga precursor junto a Gortari, primer presidente de la misma, abrió las puertas a un profuso dialogo intelectual entre las culturas vasca y americana.

El 18 de abril de 1945 nacía su cuarto hijo y primer varón al que pusieron el nombre del padre, Bingen. En agosto vería la luz el primer número de Galeuzca en Buenos Aires, revista mensual que se imprimiría en la capital argentina, hasta julio de 1946. La colaboración de Amezaga en esta publicación no fue muy intensa, si bien a través de su amistad con Tellagorri, participó en charlas y cubrió en la prensa de Montevideo las actividades que tuvieron lugar el verano de 1945. Se creaba asimismo el Consejo Gallego constituido por varios diputados residentes en el continente americano y encabezado por Alfonso R. Castelao con quien Amezaga entablaría amistad.

A finales de 1951 emprende Amezaga la traducción del Hamlet de Shakespeare al euskera y, a mediados de 1952 envía el original a Andrés Irujo, quien lo publicaría en la editorial Ekin a finales de ese mismo año. En 1953 emprende asimismo Amezaga la traducción del Platero y Yo, obra del poeta Juan Ramón Jiménez (1881-1958).

Pero los días del exilio uruguayo daban a su fin. La espléndida democracia parlamentaria, que a imitación del modelo suizo había constituido el Consejo Nacional en 1952, comenzaba ahora a tambalearse debido a la fuerte depresión económica de mediados de los años cincuenta. La marcha fue forzada y muy dolorosa, volvían a la mente del matrimonio los días del Quanza, del Alsina y del destierro sin rumbo.

Llega Amezaga a Caracas el 14 de julio de 1955. Al mes escaso de su llegada es nombrado secretario cultural del Centro Vasco de la capital venezolana con la misión expresa de aportar a dicho centro una nueva inyección de cultura e intelectualidad. Allí se encontraría con su amigo José Antonio Aguirre, recién llegado a Caracas, el cual le expone el proyecto sobre la creación de un Centro de Cultura Vasca en Donibane Lohitzune. Este proyecto abre en Amezaga nuevas perspectivas e inicia una serie de ciclos culturales y lingüísticos sobre las medidas administrativas a adoptar para evitar la pérdida del euskera, durante el exilio y a la hora del retorno. En un artículo titulado Pro-Resurgimiento del Euskera, expone el autor las líneas maestras de una política en este sentido. Dentro de las líneas marcadas por Pro-Resurgimiento del Euskera, se impulsan las clases de euskera en el Centro Vasco para adultos al tiempo que se planifica la formación de la Ikastola Euzkadi, en la que se formaron, durante los años de pre-escolar, gran cantidad de niños del Centro, entre ellos el autor de estas líneas. En este mismo sentido, el 10 de mayo de 1962 daba comienzo el Curso de Cultura Vasca que, dentro del ambicioso proyecto de Universidad Vasca en el exilio, había impulsado Amezaga desde la secretaría del Centro Vasco, junto a otros miembros de la junta del centro y la colaboración del grupo Eusko Gaztedi (EGI) de Caracas.

Paralelamente a estas actividades fundamentales, a las que acompañaba la traducción y preparación de material educativo, se procuró dar en el Centro un impulso a todos los aspectos relacionados con la divulgación del euskera y la cultura vasca a través de conferencias, coloquios, certámenes, competiciones deportivas y realización de tareas de investigación, tal como la investigación sobre etimología de apellidos vascos en Venezuela. Por esta labor y una vida dedicada al euskera, fue nombrado miembro correspondiente de Euskaltzaindia, el 26 de septiembre de 1957.

En 1957 comenzó a trabajar como investigador de documentos históricos venezolanos en el Archivo General de la Nacisn. Allm entablarma amistad con las personas más destacadas de la vida cultural venezolana del momento, Pedro Grases, Manuel Pérez Vila y Mario Briceño, director a la sazón del Archivo Nacional. En su calidad de investigador no tarda en publicar sus primeros artículos y ensayos en el Boletín de la Academia de la Historia, en las publicaciones de la Fundación Eugenio Mendoza, en la revista de la Sociedad Bolivariana de Venezuela, en la Revista del Archivo General de la Nación, en las Ediciones del Cuatricentenario de Caracas, en el Boletín Histórico de la Fundación John Bulton, en la Revista Nacional de Cultura y en el Índice Literario del diario caraqueño El Universal. Además de su obra de carácter histórico continuará con su ingente labor periodística, colaborando fundamentalmente en los diarios El Nacional, El Universal y El Farol, los tres periódicos con mayor tirada del momento. Y, paralelamente a la participación en la prensa y publicaciones periódicas venezolanas, continúa Amezaga colaborando estrechamente con las publicaciones vascas, Euzko Deya, Euzko Gogoa, Egan, Gudari, Euzko Gaztedi, la Revista del Centro Vasco de Caracas y Zeruko Argia de Donostia .

En 1960 entra a trabajar en el equipo de investigación de la Fundación John Bulton, en la cual colaboraba asimismo el profesor Pedro Grases. Sus años en la Fundación le brindarían la oportunidad de investigar la huella vasca en Venezuela y ofreciéndole la mayor de las gratificaciones de su vida como investigador. En los cinco años de investigación publica cuatro libros y cerca de cincuenta artículos dedicados a la investigación del elemento vasco y su influencia en la sociedad venezolana desde el siglo XVIII hasta nuestros días. Con motivo del cuarto centenario de la fundación de Caracas publicaría dos libros más, El elemento vasco en el siglo XVIII venezolano y Vicente Antonio de Icuza, comandante de corsarios.

A principios de 1969 ingresa en el Hospital Central de Venezuela, donde será atendido por su hijo Bingen, aquejado de un cáncer de hígado. Así, rodeado de sus seres queridos, muere demasiado lejos de Euskal Herria, un 4 de febrero de 1969.

Xabier IRUJO

Amilibia Machimbarrena, Miguel de

Fotografía de Miguel de Amilibia Machimbarrena
(Donostia, 1901 – Donostia, 1982)

Estudios: Derecho

Profesión preferente: letrado, periodista

Actividades culturales: escritor, activista, traductor

Pseudónimos: Juan de Urgull, Joaquín Lasarte, J. Arrasain

Exilio: 1938-1977

Lugares y fechas de exilio:

1.- Francia, Argelia, Marruecos, México, Cuba

2.- Buenos Aires, desde 1942

 

Miguel de Amilibia es uno de los grandes periodistas olvidados del exilio vasco, Militante socialista, autor y traductor de decenas de libros, es la suya una biografía compleja, a veces contradictoria, pero plena de experiencias y dignidad. Nace Miguel de Amilibia en Donostia (Gipuzkoa) el 15 de noviembre de 1901. La suya es una familia de gran raigambre en la capital guipuzcoana; por ejemplo, merece destacar la figura de su bisabuelo, Eustasio Amilibia, alcalde de la ciudad durante muchos años, que protagonizó la transformación de la pequeña población amurallada en la ciudad de moda en que devino a finales del siglo XIX. Segundo de seis hermanos, educado inicialmente en un colegio de monjas francesas, Colegio Notre-Dame de Ategorrieta, pasó luego a los Marianistas. Estudio Derecho por libre (no existía universidad en Gipuzkoa), y ya era abogado a los dieciocho años. En Madrid inició los estudios de Doctorado que no llegó a terminar. En 1932 obtuvo la plaza de Subdirector Letrado de la Caja de Ahorros Provincial de Gipuzkoa. En 1933 contraía matrimonio con Alejandra Soroa Gfeller, hija de la diaspora que había nacido en Rosario de Santa Fe (Argentina). En 1934 se afilió al PSOE, asumiendo, en compañia de su hermano Eustasio, la defensa de numerosos procesados por los sucesos generados en Gipuzkoa a partir del levantamiento de octubre de ese año. Son momentos difíciles que llevan a numerosos dirigentes socialistas al exilio. El 16 de febrero de 1936 es elegido Diputado por el Frente Popular, formando parte de la Comisión de Estatutos junto con José Antonio Agirre. Asimismo, fue asesor jurídico del Departamento de Trabajo del Gobierno Vasco hasta su dimisión el 8 de marzo de 1937. También en 1937 es elegido Secretario del Comite Central Socialista de Gipuzkoa. En estos años Miguel de Amilibia empieza a defender la necesidad de un partido socialista vasco autónomo del PSOE. Dentro de ese partido permaneció fiel a los postulados de Negrín.

Tras la caída del País Vasco (fue el último diputado vasco en abandonar Donostia y Bilbao) Amilibia se traslada a Cataluña y, a finales de 1938, a Francia. Se inicia así un largo exilio en el que conocerá además de Francia, Argelia, Marruecos, México, Cuba, pasando por campos de concentración y prisiones. Periplo similar sufrirá el resto de la familia Amilibia cuyos hijos varones participaron activamente en el conflicto y, posteriormente, tuvieron que huir junto con la hemrana y la madre, esta última fallecida en Burdeos, el 27 de enero de 1938. En abril de 1942 Miguel de Amilibia llega a Buenos Aires donde inicia sus labores de periodista, de traductor de obras al español y de escritor de ensayos de matiz político. Redactor de las agencias informativas The Associated Press y Reuter, es además editorialista del periódico El Mundo. Asimismo colabora en distintas publicaciones de izquierdas. Por su trabajo, Amilibia va a ser un escritor que conozca a fondo la realidad contemporánea, conocimientos que recogerá en distintas obras como La guerra civil española, La segunda guerra mundial en cuatro tomos, biografías de distintos líderes internacionales, entre ellas la del propio dictador Franco, monografías sobre distintos temas de actualidad (El marcartismo, La guerra fría, etc.). de todas estas obras el periodista destacó siempre un libro, Los dos Robinsones, obra en la que se recoge su pensamiento.

Muerto el dictador, Amilibia retornó a Donostia donde, una vez amnistiado, se instaló y recuperó su plaza de letrado en la Caja de Ahorros. Aqui publica Los batallones vascos, donde se recogen muchos de sus recuerdos de la guerra civil. No son años fáciles; la desgracia vuelve a tocar de cerca al escritor con el suicidio de su hijo. En este periodo Amilibia se incorpora a la incipiente Herri Batasuna, formando parte de su Mesa Nacional. Poco después fallecía en Donostia, el 6 de octubre de 1982.

 

CREACIÓN

Esta bibliografía no es más que una primera aproximación a la obra de Miguel de Amilibia. Faltan muchísimos títulos.

LIBROS

-. La guerra civil española. Colección Biblioteca Fundamental del Hombre Moderno. Buenos Aires: Centro Editor de América Latina, 1951 (156pp). [E]

-. La guerra fría. Buenos Aires: Centro Editor de América Latina, 1972. [E]

-. Los dos robinsones. Un ensayo sobre el valor de cambio. Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 1970 (153pp). [E]

-. Cuatro etapas de la segunda guerra mundial. Aparecida inicialmente en cuatro tomos. Buenos Aires: Centro Editor de América Latina, 1972 (544 pp.) [E].

-. De Versalles a Hiroshima. 1918-1945. Tafalla: Txalaparta, 1987 (111pp.). [E]

-. Los batallones de Euskadi. Colección Ipar Haizea. Editorial Txertoa. Donostia, 1977. Reeditado por Abarka, Andoain, 2003. [M]

Se mencionan otros títulos (Las dictaduras europeas, El marcartismo) que no han podido ser localizados.

ARTÍCULOS

Es autor de cientos de artículos publicados en The Associated Press, Reuter, El Mundo (Buenos Aires), Egin entre otros muchos medios.

-. “Los Kennedy” en Los hombres del la Historia. Siglo XX.

-. “Sabino Arana, polémico”. Fechado en 1980, está recogido en http://euskalherria.indiymedia.org/eu/2003/08/8614.shtml, sin indicación de dónde ha sido recogido.

TRADUCCIONES

-. AYME, Marcel: La cabeza ajena-Clerambard-Luciana y el carnicero. Buenos Aires: Editorial Losada, 1956 (301 pp.) [T].

-. BRENAN, Gerald: La faz actual de España. Buenos Aires: Losada, 1952 [E].

-. Historia de la literatura española. Buenos Aires: Losada, 1958 [E].

-. DU MAURIER, Daphne: Los parásitos. Barcelona: Éxito, 1951 [N].

-. GIDÉ, André: Diario (1898-1949). Buenos Aires: Losada, 1963 [M].

-. KEYES, Frances Parkinson: Una cena en “Antoines”. Barcelona: Éxito, 1951.

-. PEYREFITTE, Roger: El fin de las embajadas. Colección horizonte. Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 1966 (374 pp.) [N].

-. READ, Herbert: La pintura moderna. México D.F.: Hermes, 1965 [E].

-. RICE, Elmer: Teatro. Traducción en colaboración con Jorge Zalamea. Buenos Aires: Losada, 1956 (286 pp.) [T].

-. El abogado y otras obras. En colaboración con Jorge Zalamea. Buenos Aires: Editorial Losada, 1957 (352 pp.) [T].

-. SAROYAN, William: La casa de Sam Ego. Buenos Aires: Editorial Losada, 1957 (243 pp).

-. SHERRY, Edna: Ambición fatal. Barcelona: Éxito, 1952 [N].

-. VVAA: Historia de la Humanidad. Desarrollo cultural y científico. Traducción en colaboración con Miguel de Hernani. Edición patrocinada por la UNESCO. Barcelona: Planeta, 1981 [E].

BIBLIOGRAFÍA

.- AMILIBIA, María Asunción: El diario de la nostalgia. Tafalla: Txalaparta, 2006.

.- JIMÉNEZ DE ABERÁSTURI, Luis Mari y Juan Carlos: La guerra en Euskadi. 1936-1937. 3 edición revisada y ampliada. Donostia: Txertoa, 2007: 149-184.

.- PUNTO Y HORA DE EUSKAL HERRIA: “Entrevista. Miguel de Amilibia. Un socialista de los de antes”. Punto y Hora de Euskal Herria, n 248, 8-15 de enero de 1982: 15-18.

Autor: José Ramón Zabala

Amorrortu Beitia, Sebastián

Fotografía de Sebastián Amorrortu Beitia
(Bilbao, 1867 – Buenos Aires, 1949)

Estudios: Primarios

Profesión: Impresor

Actividad cultural: Editorialista

Exilio: 1910-1949

Lugar de exilio: Argentina

Sebastián Amorrortu Beitia nació en Bilbao el 20 de enero de 1867, siendo bautizado al día siguiente en la Basílica de Santiago el Mayor. Fue el mayor de seis hermanos de una familia trabajadora de clase media. Su padre era maestro de obra prima, artesano zapatero. Por condición social, Sebastián estaba destinado al aprendizaje de un oficio para de mayor poder tener un trabajo de especialista que le permitiera una situación económica más bien cómoda. A los 13 años empezó a trabajar en las Artes Gráficas.

Desde joven, en medio de las letras de la imprenta, tomó conciencia de la realidad del pueblo vasco y de su puesto en su sociedad a través de la lectura de publicaciones de marcada ideología vasca como Revista Euskera y Euskalerria. Al mismo tiempo, como discípulo y compañero de Sabino Arana, asumió la ideología y la militancia del nacionalismo sabiniano, comprometiéndose en la lucha cultural e ideológica de su País.

En 1889, a los 22 años, se casó con Sergia de Urtiaga con la que tuvo una hija, Lucila. En 1893, habiendo quedado viudo, contrajo matrimonio con Francisca de Elexondo Arrizuria, con la que tuvo ocho hijos. A los 24 años, 1891, fundó una pequeña imprenta, librería y editorial en el Casco Viejo bilbaíno, en la calle Jardines, nº 3. Bautizó el pequeño negocio con el nombre de “Euzko Izarra”, nominación altamente significativa para reflejar sus ideales de vida y de ideología. Esta imprenta editó la práctica totalidad de las publicaciones patrióticas que aparecen en Bilbao. En sus máquinas se imprimieron también la mayoría de las obras de Sabino Arana, entre las que destaca por su importancia histórica Vizkaya por su independencia. Cuatro glorias patrias (1898).

El 3 de junio de 1893 tuvo lugar en el caserío Larrazabal de Begoña el famoso discurso de Sabino Arana, conocido como Discurso de Larrazabal, en el que el líder nacionalista expuso las razones para asumir una postura reivindicativa a favor de la causa vasca y en contra del dominio cultural y político de España. La historia del nacionalismo vasco de signo independentista se había puesto en marcha. A los pocos días, concretamente el 8 de junio de 1893 nació en los talleres de la imprenta Euzko Izarra el periódico Bizkaitarra, en cuyas páginas publicó Sabino Arana un número importante de artículos, en los que fue desgranando todo su pensamiento nacionalista. La historia del nacionalismo vasco debe mucho a la labor y a la entrega de Sebastián de Amorrortu.

El enfrentamiento entre el nacionalismo sabiniano y las autoridades gubernamentales fueron muchas y frontales. El 31 de julio de 1895, día de San Ignacio, se constituyó el Partido Nacionalista Vasco. Un proyecto cultural se reconvertía en opción política. Desde ese momento, la reacción oficial se endureció. A los pocos días Sabino Arana fue detenido (28 de agosto) y condenado a prisión tras ser acusado de “incitación a la rebelión”. El 5 de septiembre era prohibida la edición del Bizkaitarra. Un verdadero alud de prohibiciones, condenas, sanciones, etc., se sucedieron. En este ambiente de vetos y persecuciones, se fue desarrollando la actividad Amorrortu. Publicó títulos de su amigo y maestro tan significativos como Lecciones de Ortografía del Euskera Bizkaino (1896), Renacimiento de la Historia y Lengua de Vizcaya, etc. Imprimió el semanario Baserritarra, que corrió la misma suerte que su hermano mayor Bizkaitarra. . Apareció en mayo de 1897 y fue clausurado por orden gubernativa en agosto de ese mismo año, después de publicarse 18 números. La lista de trabajos de Sebastián de Amorrortu en pro de la cultura y de la lengua vascas fue considerable. Por esa causa, como Sabino Arana y otros nacionalistas, sufrió la persecución de las autoridades gubernativas. Experimentó la cárcel y fuertes sanciones económicas que le llevaron a estar en diferentes ocasiones al borde de la quiebra. La situación era ya insostenible. Las presiones gubernativas eran cada vez más fuertes y frecuentes. Ante esta situación tuvo que optar por el exilio. Su destino fue Argentina, país que conocía por referencia de otros emigrantes y exiliados anteriores.

A principios de 1910, en un estado de crisis total, se embarcó hacia Argentina, “contratado por el diario Nueva Provincia de Bahía Blanca. Poco tiempo permaneció en la ciudad sureña, que dejó para bajar a Buenos Aires como encargado de los talleres de la editorial católica Alfa y Omega” (Astigarraga, 1986, 67). En noviembre del mismo año llegó su esposa con sus seis hijos, el séptimo nacería en Argentina. La familia Amorrortu se reunía con un nuevo plan de existencia pero con los ideales de siempre. Daba comienzo la vida en el exilio de un emigrante de carácter político (Ascunce, 58).

Sebastián de Amorrortu era un hombre emprendedor. En 1915, se estableció por su cuenta con unos medios mínimos, una “minerva” y unos tipos, los imprescindibles, para poner en marcha su aventura empresarial. Las carencias eran muchas, pero le sobraba, en cambio, ganas y voluntad de trabajo. En unos bajos de la calle Córdoba 1758 con su minerva inició el negocio familiar. Los inicios fueron tan duros como humildes. Fueron muchas horas de trabajo, pero poco a poco la situación se fue despejando. Con el tiempo, la empresa ofrecía un futuro prometedor. En 1922 llevó su negocio a la calle Ayacucho, muy próximo a la Facultad de Medicina, haciéndose cargo de la publicación de los manuales de medicina, lo que le dio una gran seguridad económica y una fuerte estabilidad comercial. La imprenta de “Artes Gráficas. Sebastián de Amorrortu e Hijos, S.A.” adquirió un sólido prestigio, renombre que fue acrecentándose, incluso después de su muerte, siendo sus hijos los gestores del negocio. Lo que inicialmente fue un pequeño taller terminó siendo una de las imprentas más dinámicas y modernas del país.

“De su imprenta, bajo su meticuloso control, salieron los ejemplares de Nación Vasca y buena parte de los libros y folletos patrióticos que conoció el pueblo argentino” (Astigarraga, 1986, 68). Muy en la línea de sus ideales primeros, fueron publicadas por sus hijos por primera vez, después de la muerte de Sebastián, las Obras completas de Sabino de Arana. Fue el reconocimiento más sincero y el homenaje más serio que sus hijos le podían ofrecer.

La mayor parte del tiempo libre que le dejaba la imprenta la dedicó a hacer realidad los compromisos políticos e ideológicos que había traído de su tierra. En tierras argentinas, se convirtió en uno de los activistas más dinámicos de la causa vasca. Con varios amigos, que habían corrido una suerte muy similar a él, constituyó el Argentina Buru Batzarque a modo de Junta Municipal del Euzkadi Buru Batzar comenzó a actuar en el primer Batzoki de Buenos Aires, sito en la calle Tacuarí. Una de sus mayores preocupaciones fue agrupar a los emigrantes vascos para poder crear en todos ellos unas inquietudes ideológicas que les convirtieran en abertzales comprometidos. Es difícil, por no decir imposible, encontrar una figura con una entrega más completa y más incondicional a la causa vasca.

A partir de 1936, cuando se inició el exilio colectivo vasco a la Argentina, éste encontró en Sebastián de Amorrortu no solo un colaborador sino especialmente un buen amigo y protector. Ayudó en lo que pudo, que fue mucho, a las familias desvalidas de la diáspora vasca que llegaban con la única riqueza de sus vidas y de su potencial humano. Una de las ayudas y de las mediaciones más importantes fue la prestada a la Editorial Ekin. La materialización de la Editorial “Ekin”, la gran realización cultural del exilio vasco, se debe en buena parte a Sebastián de Amorrortu. Cuando Isaac Lopez Mendizábal y Andrés Irujo le expusieron la idea de crear una editorial que recogiera la labor de los exiliados en los campos de la historia y de la cultura en momentos tan aciagos para el país, Sebastián de Amorrortu se prestó sin condiciones. No solo cedió su imprenta a la editorial Ekin, sino que les adelantó el capital hasta el momento en que la editorial pudiera ser solvente. Además ofreció su asesoramiento en la impresión y edición de los libros. Sebastián de Amorrortu puso en manos de Andrés Irujo e Isaac Lopez Mendizábal un “cheque en blanco”. Sin su colaboración la Editorial Ekin hubiera quedado en un prometedor proyecto sin viabilidad práctica.

Amorrortu murió en Buenos Aires el 4 de mayo de 1949. Tenía ochenta y dos años. Con una gran humildad, pero con una entrega sin límites, había vivido una larga vida respetando los ideales más sublimes del hombre en la historia y en la existencia: Dios, Patria, familia y trabajo, ratificándolos con la moralidad de su ejemplo. Su largo exilio en tierras argentinas fue la consecuencia de un ideal inquebrantable y de una coherencia personal admirable. Mantuvo vivo el ideal que le habían negado y le seguían privando en su solar patrio. Murió el hombre, pero permaneció vivo su ejemplo. Fue, como afirma el profesor José Ángel Ascunce: “la aureola de un patriarca que después de muerto sigue manteniendo vivo el ideal del amor y de la entrega a la causa de su pueblo y de su tierra, de su País Vasco”

Bibliografía

ASCUNCE, José Ángel: “Sebastián de Amorrortu: hombre de ideales y de realidades”. Diario Vasco, San Sebastián, 19 de marzo de 1992, p. 58.

ASTIGARRAGA, Andoni de: “Amorrortu Beitia, Sebastián de”, Abertzales en Argentina. Bilbao: Ediciones Alberdi Argitaldaria, 1986, pp. 67-68.

.- “Sebastián de Amorrortu. Impresor de Sabino”. Muga , año 11 nº 77. Bilbao, 1991, pp. 10-19.

SAN MIGUEL, Ma Luisa: Ekin: “La aventura editorialita de exilio vasco”. Sesenta años después. Euskal Erbestearen Cultura. Tomo,1 (Edic. Xavier Apaolaza, José Ángel Ascunce, Iratxe Momoitio)San Sebastián. Editorial Saturraran , 2000, pp 389-404.

SAN SEBASTIÁN, Koldo: El exilio vasco en América. 1936/1946- Acción del gobierno. Andoain: Editorial Txertoa, 1988, pp 71-73.

ZABALA, José Ramón: “Ekin, una luz en el túnel (Las editoriales del exilio)", La cultura del Exilio Vasco II. Prensa-Periodismo, Hemerografía, Editoriales, Educación y Universidad (Edic. José Ángel Ascunce y María Luisa San Miguel). San Sebastián: José Ángel Ascunce Editor, 1994, pp. 142-144.

Autora: María Luisa San Miguel

Arana Ilarduya, María Dolores

Fotografía de María Dolores Arana Ilarduya

(Zumaia, 24 de julio de 1910 – Hermosillo (México), 5 de abril de 1999)
Estudios:
Profesión preferente: Periodista.
Actividades culturales: Poeta, ensayista.
Pseudónimos: Medea
Exilio: 1939-1999
Lugares y fechas de exilio:
1 .- Lapurdi, Francia, La Martinica, Cuba: 1939-1942
2 .- México: 1942-1999

BIOGRAFÍA
María Dolores Arana era la primogénita de una familia profundamente tradicional, religiosa y acomodada de Guipúzcoa. Nació en Zumaia el 24 de julio de 1910, hija de Victoriano Arana y Remedios Ilarduya. Su padre era administrador de la aduana de dicha localidad. Victoriano descendía de una estirpe enraizada en Hernialde y sus abuelos paternos procedían también de Elduaien, Oiartzun e Irún. La familia materna era de Bilbao aunque Remedios había nacido en Aldeanueva de Ebro. A causa del nuevo destino de Victoriano Arana, administrador de aduana de Irún, la familia regresó a la casa familiar de San Sebastián, donde María Dolores creció junto a sus ocho hermanos. Agobiada por el ambiente familiar, pronto entró en contacto con los círculos intelectuales. Así lo haría también en las distintas ciudades donde fue recalando a lo largo de su vida. Todavía en San Sebastián, junto con otras amigas pintoras como Menchu Gal o Mari Paz Angoso, se integró en la sociedad GU, una sociedad gastronómica y cultural, ubicada en Angel 13, refugio de artistas e intelectuales, encabezada por José Manuel Aizpurua, el arquitecto que diseñó el edificio del Club Náutico de Donostia, preeminente miembro de Falange. Jesús Olasagasti, Juan Cabanas y otros frecuentaban esa sociedad, varios de los cuales compartían ideas con Aizpurua aunque también asistían otros artistas como Mauricio Flores Kaperotxipi y habían sido invitados además de Jose Antonio Primo de Rivera, Federico García Lorca, Max Aub o Picasso. GU se caracterizaba por incorporar otros matices progresistas como la admisión de las mujeres, el tuteo, y una predilección por las vanguardias.

Dolores siguió en un principio los pasos de su padre y se presentó a las oposiciones para el cuerpo auxiliar de aduanas, pero también fue a Madrid a estudiar Filosofía y Letras. En 1935 publicó su primer libro de poesía, Canciones en azul (Zaragoza: Cierzo), y colaboró en distintas publicaciones de la época, como la zaragozana Noreste o la barcelonesa Hoja literaria. A pesar de trabajar como auxiliar de aduanas durante un tiempo, Arana quería presentarse a las oposiciones como profesora de literatura, pero el estallido de la guerra impidió que iniciara la carrera que la acercaría más a su vocación literaria. Arana inició su trayectoria literaria durante la II República. Con la guerra afloró su conciencia más política y consiguió aunar ambas inquietudes trabajando como secretaria de la Alianza de Intelectuales Antifascistas para la Defensa de la Cultura. Durante la guerra trabajó también para el gobierno republicano y prestó sus servicios en Caspe, donde conoció a quien sería su pareja, José Ruiz Borau —cuya identidad cambiaría más tarde en Francia adoptando el apellido Arana—, líder de la UGT y entonces consejero de Obras Públicas y después de Hacienda en el gobierno autónomo de Aragón. Su compromiso con el gobierno de la República la obligó a marchar al exilio, junto a su compañero José Ramón Arana, en enero de 1939.

Después de una estancia en Francia, concretamente en Bayona, durante la cual su compañero estuvo recluido en el campo de Gurs y donde nacería su primer hijo, Juan Ramón, marcharon a América desde el puerto de Marsella, gracias a la ayuda de la norteamericana Margaret Palmer. Primero tuvieron que pasar algunos meses en Martinica, en la República Dominicana y en Cuba antes de recalar finalmente en México, en 1942. En Martinica nacería su segundo hijo, Federico.

Los primeros años en la ciudad de México fueron extraordinariamente difíciles. Para sobrevivir Dolores Arana tuvo que emplearse como fabricante de colonia, como vendedora de golosinas, como comerciante de muñecas o como profesora particular de piano. Trabajó también como maestra en algunas escuelas, entre ellas el Colegio Madrid, fundado por exiliados españoles. No obstante, al mismo tiempo, continuaba su labor literaria en revistas del exilio como Aragón o Las Españas, con reseñas de libros y otros artículos de índole cultural, firmados con el seudónimo Medea.

Tampoco abandonaba su actividad poética, y así en 1953 publicó en el exilio su segundo libro de poemas, Árbol de sueños, con prólogo de Concha Méndez. Se trata de una poesía muy intimista, de un pesimismo marcado por las duras circunstancias del exilio, la cual surge como arma para la introspección. La soledad, la nostalgia y cierta tristeza son los rasgos predominantes del poemario, contrapuestos a destellos de optimismo y de vitalidad que explican finalmente la perseverancia en la poesía y en la vida. Por otra parte, su rigor y gran capacidad intelectual le posibilitaron colaboraciones en diversas publicaciones mexicanas. De esta manera escribió en Novedades, El Día, Revista de América, El Rehilete, Kena, Mujeres, El Heraldo, El Nacional, Literatura, Nivel. Destaca en todas ellas su labor de promoción de las letras mexicanas y la difusión de la cultura.

En 1960 Arana y su compañero José Ramón se separan. Este episodio se sumará al dolor que le causaba el exilio. Su único refugio fueron entonces los libros y sus dos hijos. Su vida tuvo un gran paralelismo con la de su amiga, la también poeta, Concha Méndez. Al llegar a Cuba los Arana habían conocido a Concha Méndez y a Manuel Altolaguirre, amistad que se afianzaría posteriormente en México al reencontrarse ambas familias. Arana compartió inquietudes y experiencias con Méndez, lo cual les llevó a una admiración mutua que se puede observar en los prólogos a los poemarios que ambas poetas publicaron en México. A esta amistad se le añadió el poeta Luis Cernuda quien, desde su llegada a México, vivió en casa de Concha Méndez, a la cual fue muy asidua la propia Arana. Concha de Albornoz se sumó también a este círculo de amistad, y serían muy frecuentes las tardes de domingo en que Arana, Cernuda y Albornoz se encontraban para ir juntos a disfrutar de la pasión común por el cine.

Las dificultades económicas remitieron un poco cuando hacia 1960 entró a trabajar en un taller de redacción de la Facultad de Economía de la UNAM y, sobre todo, cuando algo más tarde la contrataron como correctora de estilo en la Secretaría de la Presidencia de la República. Allí escribía discursos, llevaba a cabo investigaciones culturales para la presidencia, y traducía y corregía artículos.

En 1966 publicó Arrio y su querella, un breve libro de historia de la filosofía cristiana, en una colección de cuadernos de lectura popular editados por la Secretaría de Educación Pública. En la misma colección publicó más tarde otro título sobre la figura de Recaredo. Por otra parte, desde su estancia en La Martinica se había interesado por el vudú y la magia negra; fruto de este interés publicó en 1987 un libro sobre ello que tituló Zombies. El misterio de los muertos vivientes (México: Posada).

Nunca dejó de estar conectada intelectualmente con el País Vasco y España. Trabó amistad con distintos poetas y escritores del interior, con quienes mantenía correspondencia, y, a partir de la muerte del dictador, hizo algunos viajes en los que priorizaba sus estancias en la casa familiar de San Sebastián. A partir de 1961, y por mediación de su amigo Luis Cernuda, colaboró en la revista Papeles de Son Armadans, dirigida por Camilo José Cela, con quien entabló una larga amistad. Tal como le señaló el propio Cela, Arana asumió el papel de cónsul de Papeles… en México, por lo que ésta le mandaba periódicamente reseñas de libros de autores mexicanos.

Arana no volvió a España hasta después de la muerte de Franco. En el verano de 1976 realizó su primer viaje al acompañar a su hijo mayor al Festival de Cine de San Sebastián. En los 80 hizo algún viaje más y gran parte de su estancia la pasaba en la casa familiar donde había crecido. Pasados algunos años se trasladó a vivir con su hijo Juan Ramón a Hermosillo, al norte de México, donde falleció el 5 de abril de 1999.

Mar Trallero

BIBLIOGRAFÍA

OBRA DE MARÍA DOLORES ARANA
Canciones en azul. Zaragoza: Ediciones Cierzo, 1935.
– [Sin título]. Bayona: Medea, 1940. Editado a mano.
Árbol de sueños. México D. F.: Intercontinental, 1955. Prólogo de Concha Méndez.
Arrio y su querella. México D. F.: SEP (Cuadernos de Lectura Popular. El hombre en la historia, 54), 1966.
– “Sobre Luis Cernuda”, en Derek Harris (ed.), Luis Cernuda. Madrid: Taurus, 1977: 176-184. Primera publicación: Papeles de Son Armadans. Palma de Mallorca, 39 (1965): 311-328.
– “Para un homenaje”, en James Valender (comp.), Luis Cernuda en México. Madrid: Fondo de Cultura Económica, 2002.
Zombies. El misterio de los muertos vivientes México: Posada, 1987.

BIBLIOGRAFÍA SOBRE DOLORES ARANA
-BARREIRO, Javier. “Cinco escritoras aragonesas del siglo XX: Sol Acín, Lola Aguado, María Dolores Arana, Maruja Falena, Mayrata O1Wiseido.” Criaturas Saturnianas. Zaragoza, 3 (2005): 93-105.
-CERNUDA, Luis. Cernuda. Epistolario (1924-1963). Edición de James Valender. Madrid: Residencia de Estudiantes, 2003.
-ROJO LEYVA, Gabriel; VALENDER, James (eds.). Las Españas. Historia de una revista del exilio (1946-1963). México D. F.: El Colegio de México, 1999.
-SERRANO ASENJO, José Enrique. Estrategias vanguardistas. Para un estudio de la literatura nueva en Aragón. 1925-1945. Zaragoza: Institución Fernando el Católico, 1990.
-TRALLERO, Mar. «El viaje de María Dolores Arana hacia el exilio y sus distintos regresos,» en Manuel Aznar Soler, José Ramón López García, Francisca Montiel Rayo y Juan Rodríguez (eds.), El exilio republicano de 1939: Viajes y retornos. Sevilla: Renacimiento, 2014. 605-609.
– «La poesía exiliada de María Dolores Arana,» en Laberintos, Valencia, 17 (2015): 271-276.
– «María Dolores Arana como crítica de la literatura mexicana,» en Actas del Congreso Internacional Heterodoxos y heterodoxias del exilio. La otra cara de la memoria histórica. Tolosa-Donosti, 10-15 de diciembre de 2015 (en prensa).

Armillas Carrasco, Pedro

Fotografía de Pedro Armillas Carrasco
(San Sebastián, 1941 – Chicago, 1984)

Estudios: Antropología cultural.

Profesión preferente : Antropólogo.

Actividades culturales: Profesor universitario, arqueólogo, antropólogo.

Exilio:1939- 1986.

Lugar y fecha de exilio: 1939 México.

1948 Estados Unidos .

El donostiarra Pedro Armillas protagoniza un claro exponente del trabajo y de las conquistas científicas del exilio español en el campo de la ciencia antropológica. Nació en San Sebastián el 9 de septiembre de 1914. Hijo de comerciantes, quienes por azares de la propia economía marchan primero a Madrid e inmediatamente después a Barcelona. Se matricula en la Facultad de Ciencias con el fin de estudiar arquitectura (1932-1933). Al año siguiente entra en Bellas Artes con la finalidad de hacer pintura (1933-1935). Sin embargo, su afición por la lectura, le llevan a abandonar la Facultad de Bellas Artes para ingresar en la de Filosofía y Letras. Cursa el primer año académico (1935-1936). Durante el periodo vacacional, estalla la Guerra Civil.

Pedro Armillas nunca fue muy activo políticamente, excepto en vísperas de la guerra, cuando tuvo que tomar partido. Se inclino más bien hacia los marxistas, pero un marxismo con tildes socialistas. Por las propias palabras de Pedro Armillas que su militancia política fue más circunstancial e impuesta por las circunstancias históricas que por convencimiento o vocación.

Se especializa durante la guerra como topógrafo artillero, aspecto fundamental para comprender su destino posterior y su formación como antropólogo en México. A punto de terminar la guerra su batallón recibe orden de abandonar. Pasa a Francia con su mujer por la Junquera e inicia, de esta manera, su vida de exiliado. Contacta con los emisarios del gobierno mexicano y no duda en orientar su vida hacia el país azteca.

A la edad de 24 años llega a México. En un primer momento viven de la ayuda de la SERE. Era esta una situación muy provisional que no ofrecía garantías de continuidad. Por eso, tuvo que buscar un trabajo remunerado para poder llevar una vida digna sin privaciones ni estrecheces. Gracias a unas cartas de recomendación consiguió un puesto de trabajo estable y bien pagado como Ingeniero de la Comisión Agraria de Chiapas. Tuvo que pergeñar los documentos porque los únicos estudios que tenía el antropólogo vasco eran conocimientos muy rudimentarios de topografía adquiridos en la Escuela Popular de Guerra durante los primeros meses de la contienda civil. Dichos conocimientos fueron suficientes en aquella época para poder integrarse a la plantilla de trabajo de la Comisión Agraria de Chiapas. Este primer trabajo le puso en contacto con los pueblos indígenas de la zona, sintiendo que su vocación por la nueva cultura y por la nueva vida que estaba conociendo se iba acrecentando día a día. Si en un primer momento se siente inclinado por la etnografía viva de los pueblos primitivos que visitaba, con posterioridad se siente atraído por su cultura milenaria y por las culturas prehispánicas de su nueva patria. Los primeros conocimientos de las comunidades indígenas que tiene Pedro Armillas son a través de la observación y el contacto que le brinda su trabajo de topógrafo. Desde un principio une en su metodología de trabajo estos dos requisitos esenciales: cientifismo y humanismo.

Se matricula a la edad de 26 años en el Instituto Nacional de Antropología e Historia. Su condición de hombre casado y responsable de una familia le obliga a alternar en el mismo instituto aprendizaje y docencia. Durante esta época y por su condición de topógrafo participa en las excavaciones de Xochicalco, descubriendo el famoso “juego de la pelota”. Con el equipo de Alfonso Caso lleva a cabo las excavaciones de Teotihuacan y Montealbán. Los años 1943-1944 se hace cargo de la ayudantía de la cátedra de arqueología mexicana. Al curso académico siguiente, al pasar Alfonso Caso a la rectoría de la Universidad, asume la titularidad de la asignatura. “En el ambiente universitario de la INAH. Pedro Armillas se encuentra plenamente integrado, desarrollando una gran labor docente y una importante labor investigadora” (José Angel Ascunce. Diario Vasco. San Sebastián, 9 de Abril de 1991). Sus primeras publicaciones científicas en torno a las excavaciones de Teotihuacan y a las fortalezas de Michoacan son precisamente de esta época. Sin embargo, las necesidades económicas de la familia no podían ser cubiertas con el pobre sueldo que recibía como profesor universitario. Tuvo que abandonar la universidad y dedicarse a otros menesteres más lucrativos. Estas labores ajenas a los estudios de antropología no le hacen abandonar ni el interés ni la dedicación. Los títulos de sus trabajos de investigación van aumentando, y con ellos su prestigio. En 1946 obtiene la beca Guggenhein, lo que le permite trasladarse a los Estados Unidos y continuar, de esta manera, su formación científica sin problemas económicos. Primero en México, en el Instituto Nacional de Antropología e Historia, después en Estados Unidos, Pedro Armillas adquiere una sólida formación tanto teórica como práctica.

Pedro Armillas, como una gran mayoría de exiliados vascos y españoles, adquirió la nacionalidad mexicana, consciente de que México le había proporcionado un clima espiritual idóneo para desarrollarse humanamente y unos medios económicos suficientes para poder vivir con dignidad. Aunque nunca olvido sus raíces, su identidad en las circunstancias de su presente existencial se denominó México.

A su vuelta de Estados Unidos, después de un año intenso de aprendizaje y trabajo, vuelve a México con las ideas muy claras de lo que tiene que ser la arqueología antropológica. Muestra públicamente su disconformidad con su maestro Alfonso Caso. El prestigio y la autoridad académica y política de su maestro hace que sea marginado de centros de decisión y atacado por grupos diferentes de antropólogos especialmente de origen mexicano. Las hostilidades llegan a tal punto que Pedro Armillas se plantea muy seriamente su continuidad en México. Los problemas de convivencia y trabajo se agudizan. Tiene que optar por su salida de México, se instala definitivamente en los Estados Unidos. Este será el segundo destierro real que sufre el científico vasco.

Es contratado, en primer lugar, en Mexico City College como profesor de Antropología. Más tarde trabaja en el Panamericane Institute of Geography and History. Con posterioridad, desarrolla su magisterio y sus trabajos de investigación en la Universidad de Michigan, en Southern Illinois University, en la Universidad de Chicago, etc. Los lugares de trabajo y estudio fueron diversos, pero el campo de los mismos siempre fue el mismo, la arqueología y antropología en torno a las culturas prehispánicas.

En Estados Unidos desarrolló una gran labor académica lejos de las presiones anteriores. Excava los yacimientos arqueológicos de Tabasco, de Zacatecas, del Valle de México, de Tláhuac, etc. En esta simbiosis de estudio e investigación se encuadran sus libros y sus artículos publicados en las revistas y editoriales más prestigiosas del mundo. Entre los títulos más importantes dentro de su amplia bibliografía caben ser destacados Programa de historia de la América indígena (Washinttong, 1956), The native period in the history of the New World (México, 1962) o sus múltiples colaboraciones en La enciclopedia americana de Nueva York.

La muerte de Pedro Armillas en momentos de mayor creatividad y aportaciones científicas significó un duro golpe a las ciencias antropológicas, ya que con él desaparecía uno de sus representantes más cualificados. La huella que dejó con sus estudios y publicaciones fue tan profunda que, hoy en día, después de los años trascurridos, su nombre y su trabajo siguen presentes, ocupando un lugar de honor en la historia de los estudios antropológicos de América.

Terminamos con las palabras de otro insigne intelectual exiliado Juan Antonio Ortega y Medina: “El volumen de la obra escrita por Pedro Armillas no es mucho, pero su influencia como maestro es grande así en México como en los Estados Unidos. Toda una generación de mesoamericanistas está ligada a la enseñanza y al contacto personal con el antropólogo donostiarra: Eric Wolf, William Sanders, René Millon, Robert Adams, José Luis Lorenzo, Claudio Esteva y muchos otros” ( “Antropología” en El exilio español de México 1939-1982, México. 1982. Pág, 358). Sin lugar a dudas, Pedro Armillas fue otra de las mentes preclaras perdidas para nuestra cultura pero ganada por esas circunstancias de la vida para las ciencias americanistas.

0BRA

-”Exploraciones recientes en Teotihuacán”. En: Cuadernos Americanos, n 4, pp.121-136, México. 1944

-”Los dioses de Teotihuacán”. En: Anales del Instituto de Etnología Americana, vol.VI, Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina.1945

-”Los Olmeca-Xicalanca y los sitios arqueológicos del suroeste de Tlaxcala”. En: Revista Mexicana de Estudios Antropológicos, vol. VIII, pp. 137-145, México.1946

-”La serpiente emplumada, Quetzalcóatl y Tláloc”. En: Cuadernos Americanos, n 1, pp. 161-178, México.1947

-”Notas sobre sistemas de cultivo en Mesoamérica, cultivos de riego y humedad en la cuenca del Río de las Balsas”.En: Anales del Instituto Nacional de Antropología e Historia, vol.III, pp. 85-113, México.1949.

-”Teotihuacán, Tula y los toltecas: las culturas posarcaicas y preaztecas del centro de México. Excavaciones y estudios, 1922-1950″. En: Runa, vol.III, pp. 37-70, Instituto de Antropología, Universidad de Buenos Aires, Argentina.1950

-”Tecnología, formaciones socioeconómicas y religión en Mesoamérica”. En: The civilizations of Ancient America:Selected Papers of the XXIXth International Congress of Americanists, pp. 19-30, The University of Chicago Press.1951

-”Aztecs”. En: The Encyclopedia Americana, vol.2, pp. 692-693, Nueva York. 1953

-”Palenque”. En: The Encyclopedia Americana, vol.21, p.140-141, Nueva York. 1957

-”Condiciones ambientales y movimiento de pueblos en la frontera septentrional de Mesoamérica”. En: Homenaje a Fernando Márquez Miranda, pp.62-82. Publicaciones del Seminario de Estudios Americanistas y el Seminario de Antropología Americana, Universidades de Madrid y Sevilla, Madrid. 1964

-”Los orígenes del cultivo en el Nuevo Mundo: Antecedentes y procesos de desarrollo”. En: Actas y Memorias del XXXVI Congreso Internacional de Americanistas, vol.1, pp.175-180, Sevilla. 1966
-”Volumen y forma en la plástica aborigen”. En: Paul Westheim et al. Cuarenta siglos de plástica mexicana: arte prehispánico, pp. 187-260, Editorial Herrero, México1969. (traducido al inglés con el título de Prehispanic Mexican Art, por Paul Westheim y otros, Putnam, Nueva York, 1972).
-”Archaelogical Survey of the Barbarian Frontier of the Aztec Empire”. En: American Philosophical Society Year Book 1974, pp. 561-563, Philadelphia.

-”Volumen y forma de la plástica aborigen”. En: 40 siglos de arte mexicano, 2a.ed., v.2, México.1981

BIBLIOGRAFÁA

ASCUNCE José Ángel; “Pedro Armillas : la ciencia antropológica como apuesta personal”. En: Diario Vasco. San Sebastián, 9 de Abril 1991

SAN MIGUEL Maria Luisa; Pedro Armillas: La ciencia como norma de vida. En: Mundaiz. N 48, San Sebastián julio-diciembre 1994, pp.85-98.

Autor: José Ángel Ascunce

Arnaiz Amigo, Aurora

Fotografía de Aurora Arnaiz Amigo

Estudios: Derecho

Profesión preferente: Profesora universitaria

Actividades culturales: Escritora y ensayista

Seudónimo: Luisa Julián

Exilio: 1939 –

Lugares y fechas:

1 – París: 1939

2 – México, desde 1940

BIOGRAFÍA

Nacida en Sestao (Bizkaia) el cinco de mayo de 1913, la que sería profesora universitaria y escritora Aurora Arnáiz es un ejemplo de temprano activismo político y cultural. Hija de un líder sindical socialista, implicado en la organización de la gran huelga de 1917, ya a los cuatro años es utilizada como correo llevando en los calcetines los mensajes del comité de huelga de Sestao a Bilbao. En Bilbao cursó estudios superiores de comercio y preparó el Bachiller en el colegio de Juana Whitney, madre de María y Ramiro de Maeztu. Posteriormente marcha a Madrid a estudiar Derecho donde residirá primero en casa de la familia vasca Oliveira y luego en la Residencia de Señoritas; allí realizaba diferentes trabajos de servicio para sufragar los gastos de su estancia. Miembro de las Juventudes Socialistas, a los dieciocho años participa en la creación de la Federación de Universitarios Vascos.

En el verano de 1936 Aurora Arnáiz es el único miembro del comité ejecutivo de las Juventudes Socialistas que se encuentra en Madrid y participa en la organización de la primera columna de las Juventudes que se parapeta en el Alto de los Leones para hacer frente a las tropas de Mola. Durante la guerra su actividad será intensa, ostentando el cargo de comisario político de Brigada y como representante de las Juventudes en la Unificación de las Juventudes Socialistas y Comunistas. Tras su matrimonio en 1937 con el también socialista José Cazorla, acompañará a éste en sus diferentes destinos, primero como gobernador de Albacete y posteriormente de Guadalajara. Finalmente, el cinco de marzo de 1939 ambos son detenidos y encarcelados por los partidarios de la Junta de Casado. En el caso de Aurora es encerrada y aislada junto con su hijo Carlos gravemente enfermo. En esta situación verá morir al niño sin ningún tipo de ayuda médica el 23 de marzo.

Con la derrota republicana el matrimonio queda en libertad. Tras algunas dudas, ambos deciden separarse a fin de tener más posibilidades de huir. Mientras José Cazorla decide dirigirse a Madrid con el fin de incorporarse a la resistencia antifranquista, Aurora inicia un largo peregrinar para tratar de alcanzar la frontera francesa, huyendo de una condena a muerte segura en el caso de ser detenida. Finalmente logra atravesar la frontera en Cataluña y de allí se dirige a París donde colaborará en el servicio de atención a los refugiados, organizando la salida de estos hacia la URSS, entre ellos la de su propia familia. A medida que la situación se iba haciendo más insostenible en París por la presión de la policía sobre los refugiados y la inminencia de la invasión alemana, Aurora huye hacia Dax donde espera conseguir la documentación que le permitirá dirigirse a México. Finalmente, el 1 de diciembre de 1939 consigue un pasaje hacia Santo Domingo, de donde se dirigirá a Cuba, en donde conocerá la muerte de su esposo, detenido y ejecutado por los franquistas. De Cuba se dirigirá a México, país en el que podrá rehacer su vida.

Una vez en el exilio mexicano, país en el que llegará a nacionalizarse, conoce a quien será su nuevo marido, el salmantino Emilio Rodríguez Mato, con quien tendrá dos hijos. Reanuda sus estudios de Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), alcanzando la licenciatura en 1952, si bien ya trabajaba como profesora ayudante desde 1949. En 1957 logra ser la primera mujer catedrática en México, en la materia Teoría General del Estado. En 1968 alcanza el grado de Doctora en Derecho. En la actualidad sigue colaborando con la UNAM cuyo Consejo Universitario la nombró Maestra Emérita de la Facultad de Derecho en 1995. A lo largo de estas décadas de trabajo universitario Aurora Arnáiz ha desarrollado numerosos estudios y publicaciones especializadas en Derecho y Ciencias Políticas.

La figura de Aurora Arnáiz es muy conocida en los ámbitos universitarios mexicanos, hasta el punto de que Fernando Serrano Migallon la ha calificado como “uno de los pilares de la Facultad de Derecho de la UNAM”, afirmando que “ha hecho escuela dentro de la historia del pensamiento jurídico mexicano”. Sin embargo, la escritora es prácticamente una desconocida en el País Vasco. A pesar de su abundante bibliografía sus numerosos libros y artículos son de difícil localización entre nosotros. En algunos casos este hecho se justifica en la relación directa existente entre sus trabajos y la propia realidad mexicana en la cual muchos de sus libros siguen gozando de plena vigencia y actualidad sobre todo en el ámbito universitario. Además de estas obras de carácter especializado, Aurora Arnáiz es también autora de algunos trabajos de creación, en su mayor parte inéditos. De todos ellos el único publicado es Retrato hablado de Luisa Julián, recopilación de memorias que fue editado en Madrid, en 1996.

DATOS BIBLIOGRÁFICOS

Obra

Idea e ideología en la ciencia política. Tesis de licenciatura, Facultad de Derecho, UNAM, 1952, 131 pp.

Ética y Estado. México Editorial Universitaria, 1959.

Ciencia del Estado. México, Ed. Antigua Librería Robredo, 1959, 382 pp, 2 edic.1996..

Soberanía y potestad: de la soberanía del pueblo. México, UNAM, 1971.

Instituciones constitucionales mexicanas. México, UNAM, 1975.

Feminismo y femineidad. México, UNAM, 1978.

Estructura del Estado. México, E. Porrúa, 1979.

Soberanía y potestad: de la soberanía del pueblo, de la potestad del Estado. Dos tomos, México, E. Porrúa, 1981.

Ciencia política: estudio doctrinario de sus instituciones. México, Ed. Porrúa, 1984.

El Estado y sus fundamentos institucionales. México, Ed. Trillas, 1995.

Retrato hablado de Luisa Julián. Madrid, Ed. Compañía Literaria, 1996.

El alma política primitiva. México, Cárdenas editor, 1999.

El origen contractual del estado y su justificación histórica. McGRAW-Hill Interamericana Editores, México, 1999, 455 pp.

Historia constitucional de México, incluida antes en Instituciones constitucionales mexicanas (1975). Editorial Trillas, 1999, 332 pp.

Ciencia política, estudio doctrinario de sus instituciones. Dirección general de Publicaciones y Fomento Editorial, UNAM, México, 1999, 744 pp.

Antonio Caso. Filósofo, universitario y rector. Facultad de Derecho-UNAM, Editorial Porrúa, México, 2002.

Bibliografía sobre Aurora Arnaiz

-RODRIGO, Antonina: “Aurora Arnáiz Amigo” en Mujer y exilio. 1939. Madrid, Ed. Compañía Literaria, 1999.

-SERRANO MIGALLÁN, Fernando: “Presentación” en Antonio Caso. Filósofo, universitario y rector. Facultad de Derecho-UNAM, Editorial Porrúa, México, 2002, pp.XI-XV.

-ZABALA, Joxerra: “Pero quién es Aurora Arnáiz?”. Gara, Donostia, 11 de agosto de 2003, p.9.

 

Autor: José Ramón Zabala

Arozena Gomendio, Andoni «A-bi»

Fotografía de Andoni «A-bi» Arozena Gomendio
(Lasarte, 1907 – Caracas, 1989)

Periodista y escritor interesado sobre todo por el mundo del teatro, la carrera de Andoni Arozena quedó radicalmente interrumpida por el estallido de la guerra civil. Nacido en Lasarte, el 30 de mayo de 1907, pronto destacó su interés por el dibujo que le llevó a estudiar primero en Donostia y, más tarde, en París. Paralelamente se sintió atraído por el mundo de las letras: en 1923 se inician sus colaboraciones en la recién aparecida revista Argia. Pronto empieza a escribir también en Euskal Esnalea, Euzkadi, El Día… Pero fue el teatro la actividad que atrajo de manera especial al escritor, colaborando en la revista Antzerti (1932-1936) donde publico varias obras: Andregaia nai ta… (Desear mujer y…) en 1933, Balujan en 1935, Mox, Miss, Xapi también en 1935, Urteurrena (El aniversario) en 1933 -monólogo con el que consiguió el primer premio Antzerti-, Xanko ta Paxko (Xanko y Paxko) en enero de 1936. Al igual que otros muchos intelectuales, Andoni Arozena consideraba que el teatro era la mejor forma de llegar a una población que tenía dificultades para acceder a la literatura escrita en vasco. Cuando, tras la dictadura de Primo de Rivera, se reorganizó el PNV, Andoni Arozena es un destacado miembro del mismo, participando en la creación del Batzoki (sede del PNV) de Lasarte, como tesorero. En torno a 1935 destacó en los trabajos para segregar el Ayuntamiento de Lasarte-Oria, repartido en tres municipios diferentes. Iniciada la guerra civil, Andoni Arozena colaboró activamente en el diario en lengua vasca Eguna (El Día). Ante el avance franquista se trasladó a San Juan de Luz (Lapurdi) donde colaboró en la enseñanza a los niños y niñas refugiadas allí como profesor de lengua vasca al tiempo que colaboraba en Euzko Deya de París. Tras la derrota de las fuerzas democráticas, Andoni Arozena se exilio en Caracas (Venezuela) donde trabajó como dibujante de una agencia de publicidad al tiempo que participaba en el desarrollo de la Euskal Etxea (Casa Vasca) de aquella ciudad. En dicha entidad colaboró durante muchos años con Martín de Ugalde en la impartición de clases de euskara, elaborando para ello abundantes materiales. En el exilio siguió escribiendo numerosos dibujos, artículos y trabajos en la prensa del exilio: Euzkadi, Azkatuta, Euzko Gogoa, Irrintzi, Euzko Gaztedi. También en Caracas impulsó junto a Miguel Pelay Orozco, Iñaki de Urreiztieta, Yon Oñatibia, José Estornés, Bitor Elguezabal entre otros un grupo cultural denominado Ekin. En 1980 volvió a Lasarte si bien retornó de nuevo a Caracas donde falleció en 1989. Su obra periodística y literaria no ha sido recopilada; no obstante, en los últimos años se ha producido un cierto reconocimiento de su labor teatral, recuperada en la reedición de la revista Antzerti, pero, en general, se puede afirmar que Andoni Arozena es uno de los grandes olvidados de nuestro exilio.

CREACIÓN

  • “Andregaia Nai Ta”, Antzerti, nº19, 1933, recogido en Gereñu, Idoia: Antzerti. 75 urte ondoren, Tolosa: Ayuntamiento y Diputación foral de Gipuzkoa, 2007, pp.429-433.
  • “Urteurrena”, Antzerti, nº23-24, 1933, recogido en Gereñu, Idoia: Antzerti. 75 urte ondoren, Tolosa: Ayuntamiento y Diputación foral de Gipuzkoa, 2007, pp.509-515.
  • “Balujan”, Antzerti, nº37, 1935, recogido en Gereñu, Idoia: Antzerti. 75 urte ondoren, Tolosa: Ayuntamiento y Diputación foral de Gipuzkoa, 2007, pp.845-850.
  • “Mox, Miss, Xapi”, Antzerti, nº37, 1935, recogido en Gereñu, Idoia: Antzerti. 75 urte ondoren, Tolosa: Ayuntamiento y Diputación foral de Gipuzkoa, 2007, pp.835-843.
  • “Xanko ta Paxko”, Antzerti, nº49, 1936, recogido en Gereñu, Idoia: Antzerti. 75 urte ondoren, Tolosa: Ayuntamiento y Diputación foral de Gipuzkoa, 2007, pp.1127-1135.
  • “Aterrene-ri agur”, Euzko Deya. La Voix des Basques, nº187, 26-XI-1939, p.3.
  • “Xelataka”, Euzko Deya. La Voix des Basques, nº190, 17-XII-1939, p.3.
  • “Gabon”, Euzko Deya. La Voix des Basques, nº191, 24-XII-1939, p.3.
  • “Urteberri”, Euzko Deya. La Voix des Basques, nº192, 31-XII-1939, p.3.
  • “Xelataka”, Euzko Deya. La Voix des Basques, nº193, 10-I-1940, p.1.
  • “Xelataka”, Euzko Deya. La Voix des Basques, nº194, 20-I-1940, p.6.
  • “Xelataka”, Euzko Deya. La Voix des Basques, nº195, 30-I-1940, p.6.
  • “Xelataka”, Euzko Deya. La Voix des Basques, nº196, 10-II-1940, p.8.
  • “Xelataka”, Euzko Deya. La Voix des Basques, nº198, 29-II-1940, p.1.
  • “Xelataka”, Euzko Deya. La Voix des Basques, nº199, 10-III-1940, p.1.
  • “Gure artean”, Euzko Enda, nº14, abril de 1940.
  • “Aberri eguna”, Euzko Deya. La Voix des Basques, nº200, 20-III-1940, p.1.
  • “Xelataka”, Euzko Deya. La Voix des Basques, nº201, 30-III-1940, p.1.
  • “Xelataka”, Euzko Deya. La Voix des Basques, nº203, 20-IV-1940, p.1.
  • “Xelataka”, Euzko Deya. La Voix des Basques, nº204, 30-IV-1940, p.1.
  • “Xelataka”, Euzko Deya. La Voix des Basques, nº205, 10-V-1940, p.1.
  • “Xelataka”, Euzko Gogoa, I, nº7-8, diciembre de 1949, p.22.
  • “Aralarko artzaia”, Euzko Gogoa, VIII, julio-agosto de 1957, pp.53-57.
  • “Confusión”, Azkatuta, nº1, septiembre de 1949, pp.10-11.
  • “…usticia”, Azkatuta, nº2, noviembre de 1949, pp.15-16.
  • “Euskal elertia”, Euzko Gaztedi, nº9, enero de 1949, p.2.
  • “Euskal elertia”, Euzko Gaztedi, nº10, febrero de 1949, p.4.
  • “Euskal elertia”, Euzko Gaztedi, nº11, marzo de 1949, p.4.
  • “Euskal elertia”, Euzko Gaztedi, nº12, abril de 1949, p.7.
  • “Euskal elertia”, Euzko Gaztedi, nº13, mayo de 1949, p.3.
  • “Euskal elertia”, Euzko Gaztedi, nº14, junio de 1949, p.9.
  • “Xelataka Caracas zear”, Euzko Gaztedi, nº15, noviembre de 1949, p.9.
  • “Euskeraren edertasuna”, Euzkadi Centro Vasco Caracas, VII, nº66, febrero de 1950, pp.7-9.
  • “Gu, geran bezelaxe”, Euzkadi Centro Vasco Caracas, VII, nº68, marzo de 1950, pp.11-12.
  • “Erri jaiak”, Euzkadi Centro Vasco Caracas, VII, nº68, marzo de 1950, pp.31-32.
  • “Banoa”, Egan, 1960. Reeditado en Erbesteko Euskal Literaturaren Antologia, Gorka Aulestia (ed.). Donostia, J.A. Ascunce, Colección Euskal Kultura Erbestean, 1992, pp.255-261.
  • “Egun bat”, 1930. Reeditado en Mila euskal olerki eder, Aita Onaindia (ed.). Bilbao, La Gran Enciclopedia Vasca, tomo II, 1975, pp.1015-1016. También en Erbesteko Euskal Literaturaren Antologia, Gorka Aulestia (ed.). Donostia, J.A. Ascunce, Colección Euskal Kultura Erbestean, 1992, pp.254-255.

TRADUCCIONES

  • Agirre, J.A.: “Agirre Lendakari Jaunaren Gezna Euskotar Guziai”, Euzkadi Centro Vasco Caracas, I, nº5, febrero de 1943, pp.4-6.

ESTUDIOS

  • Aulestia, Gorka: Estigmatizados por la guerra. Bilbao: Euskaltzaindia, 2009, pp.88-89.
  • Gereñu, Idoia (edición de): Antzerti. 75 urte ondoren, edición facsímil de la revista, Lasarte: Diputación foral de Gipuzkoa-Tolosako Udala, 2008 (1360 pp.).
  • Onaindia, Santiago, Euskal Literatura (VI). Donostia-San Sebastián, Etor, 1990, pp.57-58.

 

Autor: José Ramón ZABALA

Barandiarán Ayerbe, José Miguel

Fotografía de José Miguel Barandiarán Ayerbe
(Ataun, Gipuzkoa, 1889 – Ataun, Gipuzkoa, 1991)

Estudios: Humanidades, Filosofía, Teología, Ciencias, Antropología, Arqueología, Historia de las Religiones.

Profesión preferente: etnólogo y arqueólogo.

Actividades culturales: investigador y profesor.

Exilio: 1936-1953.

Lugares y fechas: Francia: 1936-1953.

José Miguel Barandiaran Ayerbe nació a las 6 de la mañana del 31 de diciembre de 1889 en el caserío “Perunezarra”, en el barrrio “Murkondo” de San Gregorio de Ataun (Gipuzkoa). Fue el benjamín de una familia numerosa de nueve hijos (cinco chicos y cuatro chicas de las que tres fueron monjas) del matrimonio formado por Francisco Antonio Barandiaran y María Antonia Ayerbe. Cursó la primera enseñanza en Ataun. Además, el hogar familiar se convirtió en el mejor centro de aprendizaje en el que el futuro patriarca de la cultura vasca iba almacenando en su interior leyendas, dichos, mitos, creencias, vidas de santos, contados por su madre junto al fogón de la cocina.

Con 14 años ingresa (con Manuel Lekuona) en noviembre de 1904 en la Preceptoría de Baliarrain (Gipuzkoa) donde cursa los estudios de Latín y Humanidades, aprobando los dos primeros años de Latín en un solo examen. Al año siguiente fallece su madre a la edad de 56 años, quedando marcado de por vida el corazón de aquel niño. En 1906 pasa al Seminario Conciliar de Vitoria donde supera con brillantes calificaciones los tres cursos de Filosofía y cinco de Teología. Joxemiel destaca por su afición a las ciencias y, en especial, a la Física sin descartar el terreno de las lenguas (francés, inglés y alemán). Es nombrado profesor de Física antes de finalizar la carrera sacerdotal. Al acabar los cursos de Filosofía obtiene, además, el título de Maestro en la Escuela Normal de Vitoria.

Durante los años de teologado no se conforma con lo que dicen los textos de clase y cuestiona algunas verdades defendidas hasta entonces como axiomas, formulándose preguntas sobre el origen del mundo y el sentido de la vida humana. Intenta asociar la ciencia con su fe religiosa, mientras aparecen las primeras sombras en el firmamento de su fe. En una época en la que la enseñanza oficial sobre el origen del mundo discurría por los senderos del creacionismo antievolucionista, el joven seminarista busca otras soluciones y respuestas. Acuciado por esos interrogantes, comienza a hurgar en el pasado remoto del pueblo vasco como campo de sus investigaciones científicas. El interés por los estudios etnográficos, prehistóricos, arqueológicos, y por la Historia de las Religiones marcará en adelante su larga vida de intensa actividad (1916-1990). Tras acabar el cuarto curso de Teología (1913), emprende un viaje a Leipzig en cuya universidad se matricula en un curso de Psicología, impartido por el profesor de filosofía Wilhem Wundt (1832-1920). Este encuentro marcará en adelante su quehacer científico que se basará en datos, en la constatación y en el esmero por la exactitud, convirtiéndose en fotógrafo de la realidad y no en teorizador de ella.

El 19 de diciembre de 1914 recibe la ordenación sacerdotal en Vitoria de manos de su obispo, Mons. Melo y Alcalde, y celebra su primera Misa en Ataun. Poco después es enviado a ampliar los estudios de Teología a la Universidad Eclesiástica de Burgos donde obtiene la licenciatura. En 1916 es nombrado profesor de Matemáticas del Seminario Conciliar de Vitoria. Comienza entonces a publicar los resultados de sus primeras investigaciones en la revista Euskalerriaren Alde (1916), escribiendo su primer artículo “Ataun en la Edad Media. El antiguo Castillo”. El 15 de agosto de 1917 es importante pues conoce en Ataun al vergarés Telesforo Aranzadi Unamuno (1860-1945), catedrático de la Universidad de Barcelona y al vitoriano Enrique Eguren (1888-1944), catedrático desde 1918 y Rector de la Universidad de Oviedo (1929-1930), formando así el grupo conocido como “los tres tristes trogloditas”. Comenzarán las primeras excavaciones conjuntas en Aralar, prolongando sus tareas durante veinte años (1917-1936), hasta la última campaña en la cueva Urtiaga de Itziar-Deva. En 1918 inician la exploración de las cuevas de Santimamiñe (Kortezubi, Bizkaia), y J.M. Barandiaran participa además en el Congreso de Estudios Vascos de Oñate, en el que se funda Eusko Ikaskuntza (Sociedad de Estudios Vascos) del que será nombrado socio-fundador en 1919.

En 1920 es designado Vicerrector del Seminario Conciliar de Vitoria, y al año siguiente funda la “Sociedad de Eusko Folklore” y la revista” “Anuario de la Sociedad de Eusko Folklore” (1921-1925). En 1925 esta sociedad cae en desgracia porque el Rector del Seminario le retira su confianza al tildar de ‘mamarrachadas’ sus “Anuarios”. Aun así, J. M. Barandiaran es nombrado Rector del Seminario Menor de “Aguirre” (1926-1930), simultaneando este cargo con las ocupaciones de Vicerrector del Seminario Conciliar Mayor. El joven Rector promueve cambios profundos en el sistema educativo, especialmente en el campo científico. Al año siguiente publica la revista Gymnasium (1927-1932) buscando la iniciación científico-literaria de los seminaristas de la diócesis que colaboraban en su confección. En 1927 y 1929 ingresa como miembro correspondiente en la Real Academia Española y en Euskaltzaindia, respectivamente.

La década siguiente será muy importante, y a la vez dramática, en la vida de J.M. Barandiaran. El 28 de septiembre de 1930, con asistencia del obispo Mateo Múgica y del rey Alfonso XIII, se inaugura el nuevo Seminario Conciliar de Vitoria, y el 14 de abril de 1931 se proclama la II República que terminará con el fin de la Guerra Civil el 1 de abril de 1939. El estallido bélico sorprende a J.M. Barandiaran -en compañía de T. Aranzadi- en plena dedicación arqueológica en la cueva de Urtiaga (Itziar); por ello, el 20 de septiembre se ve obligado a huir por mar a San Juan de Luz, embarcando en el puerto de Motrico. Se hospeda temporalmente en Anglet, en el convento de una de sus hermanas, y en la abadía benedictina de Belloc (Urt, Laburdi). Durante un año se aloja en el Seminario de Bayona y pasa tres años en Biarritz hasta 1940, año en el que se muda definitivamente a Sara (1940-1953). En esta fecha las tropas de Hitler invaden Francia y llegan a Iparralde. J.M. Barandiaran es obligado por las autoridades francesas a confinarse y es trasladado al norte de Francia a un lugar cercano a AlenÁ on (Normandía), pero, tras una breve estancia, puede volver a Sara donde las autoridades alemanas le permitirán proseguir investigando.

En el año 1945 Mons. Mateo Múgica, anciano y exiliado, escribe desde su residencia de Cambó (Laburdi), a petición del profesor de Ataun, el documento Imperativos de mi conciencia. Carta abierta al presbítero D. José Miguel Barandiaran. Se trata de una profunda reflexión sobre su actuación pastoral durante la Guerra Civil y es, además, la noble confesión que redime a un hombre desterrado en dos ocasiones. Al año siguiente J.M. Barandiaran crea en su domicilio “Bidartea” de Sara el “Institut Basque de Recherches” (1946-1951), promoviendo un importante grupo de investigación y publica, como boletín, la revista Ikuska. En 1947 funda en Bayona la “Société Internationale des Á tudes Basques” con la colaboración de P. Lafitte, M. Intxausti, T. Monzón, M. de la Sota, J. Bilbao, M. Legasse, etc., publicando la revista Eusko-Jakintza. Además, viaja por Europa (Bruselas, Londres y París) asistiendo a congresos internacionales y dando conferencias. Es una ocasión propicia para dar cauce a la sabiduría almacenada en tantas investigaciones y describir la larga lista de dólmenes, estelas funerarias y cromlechs hallados en Jentilbaratza (Ataun), Aralar, Aizkorri, Borunda (Ataun), Altzania, Entzia, Elosua (Placencia), Urbasa, Belabieta (Elduayen), Santimamiñe. Lumentxa (Lekeitio), Bolinkoba (Abadiano), Silibranka (Mañaria), Urtiaga (Itziar-Deva), etc.

El 20 de octubre de 1953, después de 17 años en el exilio, J.M. Barandiaran regresa a su pueblo natal. Es invitado por el Rector de la Universidad de Salamanca, Antonio Tovar (a instancias del Ministro de Educación, J. Ruiz Jiménez) a impartir un ciclo de 12 conferencias en la nueva cátedra “Manuel Larramendi” de lengua vasca. En 1954 planifica la investigación en el País Vasco peninsular y reemprende sus actividades de antaño: Urtiaga (1955), Lezetxiki (1956-1957), Atxeta (Forua, 1959), Aitzbitarte (Rentería, 1960), Axlor (Dima, 1967-1974), Altxerri (Orio, 1962), Marizulo (Urnieta, 1963), etc. En 1964 la Universidad de Navarra le ofrece la cátedra de Etnología Vasca, impartiendo temas sobre cultura vasca hasta el curso 1979-1980. En 1969 promueve y se crea el nuevo grupo de investigación Etniker.

Con tantos méritos adquiridos no podían faltar los homenajes, los reconocimientos oficiales ni los honores. En 1962 “La Academia Errante” (J. Oteiza, J. Caro Baroja, L. M. Santos, etc) le dedica en Ataun un homenaje. Al año siguiente es nombrado académico de número de Euskaltzaindia, y en 1973 miembro honorario del Instituto Americano de Estudios Vascos. Las medallas de oro se multiplican también al final de su itinerario cultural: “Ayuntamiento de Gasteiz” (1979), “Gobierno de Navarra” (1989), “Bellas Artes de Madrid” (1989), “Ayuntamiento de Donostia” y “Diputación Foral de Alava”. Es también investido Doctor Honoris Causa por la Universidad de Bilbao (1978), la Facultad de Teología de Vitoria (1980), la Universidad de Deusto (1986) y la Universidad Complutense de Madrid (1987). Al cumplir los 100 años recibe la Medalla de Honor de Euskaltzaindia y es nombrado “Hijo Predilecto de Bizkaia” por la Diputación Foral de Bizkaia, como lo fue, asimismo, en 1982 por la Diputación Foral de Gipuzkoa. En 1990 la Fundación Sabino Arana le otorga el Premio Anual, y al siguiente es distinguido con la Gran Cruz de la Orden de Carlos III.

El 31 de julio de 1991 recibe en su hogar “Sara-Etxea” a los Reyes de España, D. Juan Carlos y Dña. Sofía, y en agosto es ingresado por primera vez en el hospital de Ntra. Sra. de Aranzazu de Donostia. El 17 de diciembre se presagia ya su inminente muerte y fallece en la madrugada del día 21. Al día siguiente Mons. J. M. Setién celebró la Misa funeral en la Parroquia de San Gregorio y los restos del pequeño gran cura fueron inhumados en el cementerio local.

J. M. Barandiaran fue un vasco universal y un sacerdote sencillo de vida ejemplar que supo conversar con los sabios del mundo, pero también con los niños, los ancianos y los aldeanos. Incansable y metódico en su trabajo, frugal en la comida y abstemio en la bebida, entrañable y afable con todos. Un vasco que defendió su lengua materna porque la consideró como el único testimonio viviente de la prehistoria europea. Como científico, su labor etnográfica fue ininterrumpida llegando a ser uno de los etnógrafos vascos más importantes del s. XX.

OBRA

José Miguel Barandiaran. Obras completas (22 volúmes). Bilbao. La Gran Enciclopedia Vasca. 1973-1984.

José Miguel Barandiaran. Discurso leído en la solemne apertura del curso académico de 1917 a 1918 en el Seminario Conciliar de Vitoria. Vitoria. Librería Montepío Diocesano. 1917.

José Miguel Barandiaran. Breve historia del hombre primitivo. (Extracto del Anuario de Eusko Folklore, XI, 1931).

José Miguel Barandiaran. Euskalerriko Leen Gizona. Zarautz. Itxaropena, 1934.

José Miguel Barandiaran. El hombre primitivo en el País Vasco. Zarauz. Itxaropena, 1934.

José Miguel Barandiaran. El hombre prehistórico en el País Vasco. Buenos Aires. Ekin, 1953.

José Miguel Barandiaran. Mitología Vasca. (1960). Madrid, Minotauro. 1960.

BIBLIOGRAFÍA

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Arregi, Gurutzi. “Euskalerriko Atlas Etonografikoa: on Joxemiel Barandiaranen egitasmoa” en Nondik.

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Barandiaran, Felipe. “On Joxemiel eta zientziak”, en Nondik n 23, Ataun, 1989: 54-55.

Barandiaran, Luis. José Miguel de Barandiarán. Patriarca de la Cultura Vasca. San Sebastián. Sociedad Guipuzcoana de Ediciones y Publicaciones. 1976.

Caro Baroja, Julio. “Barandiarán y la conciencia colectiva del Pueblo Vasco”, en La Academia Errante, Homenaje a D. José Miguel de Barandiaran. San Sebastián, Auñamendi, 1963: 11-26.

Garmendia, Juan. “Oroitzapena: Joxemiel Barandiaranen umetako Ataungo herria”, en Nondik, n 23, Ataun, 1989: 38-39.

Grande, Mario; Esteban de Grande, Luisa. “La obra escrita de D. José Miguel de Barandiarán. Bibliografía: medio siglo de investigaciones arqueológicas y etnográficas (1916-1966)”, en Homenaje a D. José Miguel de Barandiarán, vol. II, Bilbao, Diputación de Vizcaya, 1966: 7-22.

Haritschelhar, Jean. “J.M. Barandiaran eta euskara”, Nondik, n 23, Ataun, 1989: 64-65.

Lekuona, Manuel. “Los inicios de una vocación”, en Homenaje a don José Miguel de Barandiarán, vol. I, Bilbao, Diputación de Vizcaya, 1964: 189-194.

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Manterola, Ander; Arregi, Gurutzi. Vida y obra de D. José Miguel de Barandiaran (1989-1991). Ataun, José Miguel de Barandiaran Fundazioa. 2003.

Mitxelena, Koldo. “Euskeraren eta euskal kulturaren alde izandako jaun beraren lanak”, en José Miguel Barandiaran-eri Omenaldia. Oñati 4-11-1979. San Sebastián. Eusko Ikaskuntza – Sociedad de Estudios Vascos, 1979: 27-32.

Múgica, Mateo. Imperativos de mi conciencia. Carta abierta al presbítero D. José Miguel de Barandiarán). Cambo, Francia [s.n.], 1945.

Satrústegui, José Mª. “Don José Miguel de Barandiaran: el etnólogo y el hombre”, en Páginas de Historia del País Vasco: homenaje de la Universidad de Navarra a D. José Miguel de Barandiarán. Pamplona. EUNSA, 1980: 15-22.

Tellechea Idígoras, José Ignacio. “D. José Miguel Barandiarán. El hombre científico, el sacerdote”, en Surge, n 359, Vitoria, 1977.

Tovar, Antonio. “La cátedra “Larramendi” de la Universidad de Salamanca”, en Zumarraga, n 3, Bilbao, 1954: 12-13.

Ugalde, Martín. “José Miguel de Barandiaran: entrevista”, en Hablando con los vascos. Barcelona, Ariel, 1974: 15-52.

Villasante, Luis. “D. Jose M. Barandiaran-en Omenez”, en Euskera, vol. XXIII, Bilbao, 1978: 357-358.

 

Basterretxea Zaldibar, Francisco

Fotografía de Francisco Basterretxea Zaldibar

(Bermeo, 1886 – Madrid, 1975)
Estudios: Derecho
Profesión preferente: Político
Actividades culturales: escritor.
Exilio: 1937-1975
1. París: 1937-1940
2. Casablanca: 1941
3. Buenos Aires: 1942-1952

BIOGRAFÍA
Francisco Basterretxea Zaldibar (18 de julio de 1886 – 9 de diciembre de 1975), padre del escultor Nestor Basterretxea, nació en Bermeo. Cursó los estudios de Derecho en la Universidad de Valladolid. Terminados los estudios comenzó a trabajar en la sucursal del Banco de Vizcaya de Bermeo. Miembro de Comunión Nacionalista Vasca tras la escisión del Partido Nacionalista Vasco, es elegido diputado de la lista Pro Estatuto Vasco por Vizcaya junto a José Antonio Agirre en las elecciones de 1931. Formó parte asimismo de la Comisión Autonómica que elaboró el anteproyecto de estatuto vasco y fue miembro del Tribunal de Garantías Constitucionales.
Desde 1921 socio de Eusko Ikaskuntza, en 1922 es designado responsable del área de problemas marítimos, cargo que desempeñó hasta 1936. En 1925 asistió a la Asamblea de Pesca Marítima promovida por Eusko Ikaskuntza. A petición de esta organización cultural realizó un detallado informe sobre la situación de la pesca en el litoral vasco que sería publicado en 1928. En esta misma línea creó, junto a Policarpo Larrañaga, el sindicato pesquero Eusko Kostarteko Bazkuna.

En 1937 emprende junto a su mujer y sus cuatro hijos el camino del primer exilio a París. Colabora como contable en la actividad del Gobierno Vasco en la capital francesa hasta junio de 1940. En enero de 1941 embarca en el vapor Alsina rumbo a Argentina siendo designado representante de los vascos por el grupo de exilados que integra la expedición a América. Tras un viaje repleto de contratiempos llega la familia Basterretxea a Buenos Aires, el 15 de abril de 1942. Tenía entonces 46 años. Aproximadamente tres años más tarde, el 15 de enero de 1945, muere su hija menor, Lide, lo cual sumió a Basterretxea en una profunda depresión.

Miembro del Laurak Bat de Buenos Aires, colaboró intensamente con el Gobierno Vasco en el exilio. En 1942 se encuentra Basterretxea entre los miembros fundadores del Instituto Americano de Estudios Vascos. Asimismo forma parte en 1945 del grupo que conforma Galeuzca en la capital argentina siendo designado miembro del consejo de redacción de la publicación.

En 1946 es nombrado por José Antonio Agirre delegado del Gobierno Vasco en Argentina.

Entre los escritos de Francisco Basterretxea merecen mención especial la serie de artículos publicados en la revista Galeuzca, “Cuestiones políticas fundamentales” y “El régimen franquista arruinara la economía”. El primero de ellos trata en profundidad el tema del derecho a la autodeterminación del pueblo vasco. El autor se muestra favorable al otorgamiento de dicho derecho fundamental por ser un principio democrático anterior a la constitución.

Obra
Artículos:
-“Cuestiones políticas fundamentales”
-“El régimen franquista arruinara la economía”

Libros:
* ”Dictamen y contribución al anteproyecto del Congreso de Pesca Marítima Vasca” (1923)
* ”El problema del arrastre. Soluciones posibles” (1925)
* ”Función de las cofradías y su relación necesaria” (1928)

Xabier Irujo

Bilbao Azkarreta, Jon

Fotografía de Jon Bilbao Azkarreta
(Cayey,Puerto Rico, 1914 – Getxo, Bizkaia, 1994)

Estudios:. Historia
Profesión preferente: bibliógrafo y profesor universitario.
Actividades culturales: escritor, político.

Exilio:
Lugares y fechas:
1 .- Francia: 1937
2 .- Puerto Rico: 1937.
3 .- Estados Unidos: 1938-1945.
4 .- Cuba: 1945-1947.
5 .- Francia: 1947-1949.

Juan Manuel Bilbao Azkarreta (más conocido en el ámbito cultural vasco por Jon Bilbao) nació el 31 de octubre de 1914 en Cayey (Puerto Rico). Su padre, Juan Bilbao, nacido en Getxo (Bizkaia) había marchado a los 12 años, en 1870, a Cayey «a hacer las américas». Tan bien le fueron los negocios que volvió a los 45 años a su viejo caserío de «Osabene» convertido en un «indiano» rico, y pudo casarse con la mundaquesa Matilde Azkarreta. Poco después, el nuevo matrimonio decidió volver a Cayey donde nació su único hijo, Juan Manuel, que en 1917 llegó con sus padres al País Vasco donde pasó su infancia y juventud. Cursa los años de bachillerato en el colegio de los PP. Jesuitas en Bilbao y en el centro «Martínez Rivas» obteniendo en 1932 el título de «Bachiller en Ciencias» en la Universidad de Valladolid. Entre 1932 y 1936 vive en la «Residencia de Estudiantes» de la Universidad Central de Madrid donde conoce a J. Caro Baroja. Cursa aquí la carrera de Filosofía y Letras, en la especialidad de Historia, logrando la licenciatura en Historia Medieval de España, con latín y árabe como requisitos lingüísticos. El joven Jon Bilbao vivió con ilusión aquella época republicana porque soñaba que con el nuevo Estatuto de Autonomía llegaría la tan deseada Universidad Vasca, y, también, por la calidad de la enseñanza impartida por profesores como M. García Morente, X. Zubiri, J. Ortega y Gasset, C. Sánchez Albornoz, J. Besteiro, Fernando de los Ríos, etc. Este último, a la sazón ministro de Educación de la II República Española, le anima a profundizar en sus raíces vascas con las siguientes palabras: «Si Ud. quiere ser universal, métase en el alma de su pueblo». Esto le motivó a rellenar fichas buceando en la Historia Crítica de Vizcaya y de sus Fueros (1924) de Gregorio Balparda, aconsejado por el profesor José Mª Lacarra. Pero esta ilusionante época queda truncada el 18 de julio de 1936 por el estallido de la Guerra Civil, mientras J. Bilbao cumplía el servicio militar desde el 1 de junio en el cuartel de Garellano (Bilbao). Sin lugar a dudas, J. Bilbao decide inmediatamente inscribirse en «Eusko Gudarosteak» (Batallones Vascos) y marcha como voluntario al frente de Otxandiano (Bizkaia) tomando parte en la contienda como teniente de zapadores en los años 1936 y 1937.

El 20 de junio de 1937, al día siguiente de la caída de Bilbao bajo las tropas rebeldes de Franco, J. Bilbao logra huir de noche en la lancha-motora «Sagrada Familia» desde Zierbena (Bizkaia) a Baiona. Dos meses más tarde, se embarca en Burdeos para arribar a la isla de Guadalupe (Caribe), y más tarde a Puerto Rico. Desgraciadamente, durante los diez primeros años de su largo exilio, no podrá ver a sus padres que han quedado en Getxo. Por otra parte, en la Universidad de Puerto Rico toma contacto con profesores exiliados como María Zambrano, pero en 1938 opta por matricularse en la Universidad de Harvard (Boston) a fin de conseguir una licenciatura. Dotado de la constancia de los infatigables amanuenses de la Edad Media, J. Bilbao pasa incontables horas en la Biblioteca Pública de Boston hurgando en diccionarios, enciclopedias y biografías inglesas a fin de rellenar las fichas que se convertirán en 1970 en la base de su monumental Eusko Bibliografia, uno de los proyectos más interesantes de la historia de la cultura vasca, e instrumento imprescindible de investigación vasca durante varias décadas.

En 1938 se muda de Boston a New York y se matricula en la Universidad de Columbia donde reanuda sus estudios de Madrid obteniendo la licenciatura en mayo de 1939, tras haber escrito la tesina sobre «La cultura popular en la obra de Lope García Salazar», historiador vasco del siglo XV, con el asesoramiento del profesor Federico de Onís. Sigue también en esta institución los cursos de Fonética y Fonología impartidos por el prestigioso catedrático Tomás Navarro Tomás. Continúa además hurgando en la revista vasca RIEV (Revista Intenacional de Estudios Vascos) y otras publiaciones recabando información sobre sus temas favoritos: Prehistoria, Historia, Etnografía, Antropología Física y Lingística. Por otra parte, en 1939 conecta en la ciudad de los rascacielos con la Delegación Vasca y es nombrado consejero y subdelegado del Gobierno Vasco a las órdenes de Manu de la Sota. Poco después es enviado a Boise (Idaho) a investigar las formas de vida de los pastores vascos y a recabar fondos para el Gobierno Vasco. Para ello se inicia en el estudio del euskera vizcaíno para poder conectar mejor con los pastores que en su inmensa mayoría eran de Bizkaia. En el fondo, todos los servicios prestados por J. Bilbao (incluida su Eusko Bibliographia) tuvieron como última meta la lucha por la libertad y el autogobierno de Euskadi en una época delicada y muy difícil.

En septiembre de 1940 abandona Boise y marcha a la Universidad californiana de Berkeley donde pasa los años 1940-1942 siguiendo los cursos de doctorado. A impulsos de su vocación de trotamundos pasa al Este del país donde enseña como «instructor de español» en el Instituto de LingÁística de South Carolina (1942) y en Columbia University (1942-1944). Mientras tanto, en 1943, logra la ciudadanía estadounidense inscribiendo en adelante su nombre vasco Jon en el pasaporte. En 1944 su actividad se multiplica en New York: la continuación de los cursos de doctorado; las tareas de director y editor de su Eusko Bibliographia; la publicación de la revista Basques (en colaboración con M. de la Sota y A. Irala) como miembro de la Delegación Vasca; su participación prestada como representante vasco en la Oficina Belga para Iberoamérica en la lucha con el Fascismo, publicando para ello como editor asociado dos revistas: La Revista Belga (1944) y Ambos Mundos (1945-46). Por ello, finalizada la II Guerra Mundial, J. Bilbao fue condecorado como Caballero de la Orden de la Corona Belga. En 1945, tras acabar los cursos de doctorado es designado candidato para el Ph.D. o doctorado en la Universidad de Columbia. Sin embargo, el ingente trabajo de su Eusko Bibliographia y el nuevo rumbo que marcará a su vida le impedirán escalar los últimos peldaños en la obtención de ese título.

En efecto, el 10 de febrero de 1945, J. Bilbao se casa en La Habana con Marta Saralegui (hija de un benefactor de la causa vasca en Cuba) con la asistencia del Lehendakari J.A. Aguirre como padrino de boda. De este matrimonio nacerán en 1948 la hija Amale en Biarritz y en 1953 el hijo Jon en La Habana. J. Bilbao tras divorciarse del primer matrimonio, volvió a casarse en 1985 con la estadounidense Sra. Gayle Slavin en Reno (Nv).

En 1947, tras una larga década de exilio (1937-1947), J. Bilbao pudo volver al País Vasco continental y se avecindó en Sara (Laburdi) donde colaboró durante tres años (1947-1950) con el etnólogo J.M. Barandiaran ejerciendo de secretario en la redacción de las revistas Eusko-Jakintza. Revista de Estudios Vascos e Ikuska En 1949, gracias al pasaporte americano, J. Bilbao puede pasar la frontera y viajar a Madrid donde trabaja unos meses procesando sus fichas e investigando en las hemerotecas. En 1950 da por finalizada una parte importante de su bibliografía que un representante oficial del Instituto de Cultura Hispánica está dispuesto a publicar a condición de que suprima las menciones relativas al nacionalismo vasco. Obviamente, el bibliógrafo vasco rechazó tal oferta, pues aunque nunca fue un nacionalista «clásico» (lugar de nacimiento, religión, aficiones, gustos, etc.), jamás ocultó su patriotismo vasco ni su filiación al PNV, lo cual no le impedía, en ocasiones, mostrar desde la lealtad sus diferencias de opinión respecto a los de su partido.

Obligado por las tareas de gestión de los asuntos económicos de su familia, J. Bilbao se traslada en 1950 a Cuba donde permanecerá durante el período 1950-1954. Escribe aquí el libro titulado Vascos en Cuba: 1492-1511, que será publicado en 1958 en la editorial Ekin de Buenos Aires.

En 1954 retorna a Getxo con su familia (esposa y dos hijos) incorporándose a la resistencia vasca a través de amigos cercanos al PNV. Por razones de preparación de su bibliografía, trabaja desde 1957 en Bilbao donde es detenido en 1958 por la policía franquista. Gracias a su pasaporte americano no es encarcelado pero en 1960 se le declara «persona non grata» y es expulsado del país. Dejando la familia en Getxo, fija su residencia en Biarritz, pero, al cabo de un año, es expulsado también por la policía francesa. Por ello, el 8 de diciembre de 1960 decide volver a EE UU y pasa ese año investigando en la prestigiosa Biblioteca del Congreso de Washington. Viajero impenitente y visitante asiduo de bibliotecas y archivos, J. Bilbao vuelve en 1961 a Biarritz y durante los años 1961-1964 investiga en varios países: Francia, Gran Bretaña (Oxford), Alemania, Austria, etc., buscando más información para su bibliografía.En 1964 participa en el famoso «Contubernio de Munich» por lo que su esposa será expulsada de España y a J. Bilbao no se le permitirá entrar en ella durante seis años. En tales circunstancias decide volver a los EE UU y, en el resto de los años que le quedan para jubilarse, su quehacer diario se centrará en dos objetivos: la enseñanza y, sobre todo, el procesado del material bibliográfico. Enseña español en la Universidad de Georgetown (Washington) en 1964-1965, en la Academia Naval de Annapolis (Maryland) en 1966-1968. Además, durante los años 1965-1968 comienza a preparar para la imprenta el material procesado en tantos años.

El año 1968 es una fecha clave en la vida de J. Bilbao pues es invitado por el director del Basque Studies Program de Nevada, Reno, el joven antropólogo W.A. Douglass, quien un año antes había inaugurado este centro. Entre sus obligaciones universitarias consta la enseñanza de un curso de Historia del País Vasco como profesor de Estudios Vascos, y, sobre todo, el establecimiento de las bases de la «Basque Collection», la mejor biblioteca en la diáspora vasca. Esta joya de la «Special Collection» de la UNR es en gran medida fruto del esfuerzo pausado, silencioso y constante de este bibliógrafo autodidacta; si en 1968 la biblioteca del BSP contaba con unos 3.000 volúmenes, en 1980 (año de la jubilación de J. Bilbao) esta cifra subió a unas 25.000 entradas. Por otra parte, en el verano de 1970 publica en la Editorial Auñamendi (Donostia) de los Hnos. Estornés Lasa, el primero de los diez volúmenes de su Eusko Bibliographia, proyecto que abarcará unas 400.000 entradas y cuya publicación durará varios años (1970-1977). Se llegarán a vender 10.000 unidades de cada uno de los diez volúmenes alcanzando la cifra total de 100.000. Más tarde, en 1984, la UPV/EHU publicó otros tres volúmenes comprendiendo la producción bibliográfica que abarcaba los años 1976-1980.

En otro orden de cosas, J. Bilbao fue nombrado en 1970 director de los «Cursos de Verano de Estudios Vascos»; en la década 1970-1980 organizó cinco de ellos en Ustaritz, Arantzazu, Loiola, Vitoria-Gasteiz y Oñate. Fue asimismo uno de los organizadores de la NABO (North American Basque Organizations, 1972). En el verano de 1971, en compañía de su colega y amigo W.A. Douglass, recorre ocho países latinoamericanos visitando universidades, bibliotecas, «euskal-etxeak» o centros vascos en busca de un abundante material que tres años más tarde se plasmará en el libro Amerikanuak. Basques in the New World (1974, Vascos en el Nuevo Mundo). Se trata de una historia de los vascos en el Oeste Americano; obra que marca un hito en la larga lista de libros publicados por la prensa universitaria de la UNR en la serie vasca, y presenta el mundo vasco sin limitaciones geográficas. Iniciador contumaz de nuevos proyectos, logra además en 1977 una beca para estudiar la emigración vasca en Filipinas adonde se desplaza para investigar en los archivos de aquellas islas. Tanto esfuerzo no podía quedar sin reconocimiento oficial y en 1977 con ocasión del homenaje tributado por la UNR se publica en Reno el libro-homenaje Anglo-American contributions to Basque Studies: Essays in honor of Jon Bilbao.

Tras su jubilación en la Universidad de Reno en 1980 es distinguido como «profesor emérito» en 1981. Vuelve al País Vasco lleno de ilusión para emprender dos nuevos proyectos: el Instituto Bibliográfico de Estudios Vascos y el Instituto de Estudios de la Diáspora Vasca. Durante los dos primeros años los vientos le fueron favorables gracias a las ayudas de varias entidades vascas: las tres Diputaciones, el Gobierno Vasco, las Universidades de Reno y del País Vasco y la Caja de Ahorros Municipal de Vitoria que generosamente le permitieron ubicarse en la Institución Sancho el Sabio. Se establece en su caserío-biblioteca de Getxo y semanalmente va alternando la jornada laboral entre su pueblo y Vitoria. Con el transcurso del tiempo, el Departamento de Cultura del Gobierno Vasco va disminuyendo la ayuda económica y J. Bilbao crea la «Asociación Internacional de Bibliografía Vasca» con la colaboración de destacadas personalidades de la cultura vasca. Por otra parte, en 1987 funda también la «Asociación Harrilucea de Estudios de Historia» con el deseo de abrir un museo y una biblioteca en Getxo. Desgraciadamente algunos de estos planes quedaron sin acabar como la sinfonía «Inacabada» de Schubert. A las ilusiones y esperanzas iniciales les sucedieron la tristeza y la decepción en él y en algunos de sus amigos y colaboradores.

El 30 de marzo de 1994 J. Bilbao sufrió el primer derrame cerebral mientras trabajaba en Vitoria y fue ingresado en el Sanatorio de Górliz en un programa de rehabilitación. Desgraciadamente, tras un segundo ataque del que no pudo restablecerse, falleció el 23 de mayo a los 79 años de edad. Goian bego! .

Jon Bilbao Azkarreta fue un hombre singular en el sentido pleno de la palabra y estuvo dotado de una personalidad muy particular: profesor, político y bibliógrafo; gran conversador; iniciador de múltiples proyectos; trabajador «gautxori» o noctámbulo con un horario diferente del de los demás; viajero empedernido que aparecía y desaparecía en permanente transitoriedad como el curso del río Guadiana; vasco con apariencias de gentleman inglés; servidor de sonrisa acogedora de cualquier investigador que necesitara de su ayuda; patriota vasco con un amor profundo a Euskal Herria y a su cultura; perfeccionista y pausado en su trabajo como si el tiempo no discurriera en su vida.

Su labor fue reconocida por las instituciones vascas y J. Bilbao fue distinguido en varias ocasiones: profesor emérito de UNR en 1981; miembro correspondiente de Euskaltzaindia en 1973 y socio de honor desde el 19 de junio de 1987; socio de número de la Sociedad Bascongada de los Amigos del País desde el 20 de noviembre de 1981; miembro del Hall of Fame en 1988 por la Sociedad de Estudios Vascos en USA; doctor honoris causa por la UPV/EHU desde el 9 de noviembre de 1995. Eskerrik asko, Jon.

OBRA

Jon Bilbao. Eusko Bibliographia (10 volúmenes). Donostia. Ed. Auñamendi. 1970-1981.
Jon Bilbao. Eusko Bibliographia (1976-1980) (3 volúmenes). Leioa. UPV/EHU, 1985.
Jon Bilbao. Eusko Bibliographia 1981-1985. Leioa. UPV/EHU, 1996.
Jon Bilbao. Anuario de Bibliografía 1981. Vitoria-Gasteiz. Consejo de Cultura de la Diputación Foral de Álava. 1983.
Jon Bilbao. Vascos en Cuba 1492-1511. Buenos Aires. Ed. Ekin. 1958.
William A. Douglass, Jon Bilbao. Amerikanuak. Basques in the New World. Reno. University of Nevada. 1975.
Jon Bilbao. «La cultura tradicional en la obra de Lope García Salazar», Eusko Jakintza, 1948, II: 229-264.
Jon Bilbao. «Pierre Loti y el País Vasco», en Gernika, 1950, nº 11: 64-67.
Jon Bilbao. «Tres cartas de Unamuno sobre el habla de Bilbao y los «maketos» de Vizcaya», en Boletín del Instituto Americano de Estudios Vascos, 1955, VI, nº 21: 67-79.
Jon Bilbao. «The Basque Library of the University of Nevada», en Basque Studies Program Newsletter, 1969, nº 2: 7-8.
Jon Bilbao. «First Basque Studies Summer Session Abroad» en, Basque Studies Program Newsletter, 1970, nº 4: 3-4.
Jon Bilbao. «Conferencia pronunciada por Jon Bilbao Azkarreta en la Biblioteca Nacional», en Bilduma, 1994, nº 8: 119-137.
Jon Bilbao. «The Basque Governors of California», en Basque Studies Program Newsletter, 1970, nº 3: 3-5.
Jon Bilbao. «The Basque Library Collection», en Basque Studies Program Newslette, 1973, nº 8: 3-7.
Jon Bilbao. «Consul of the United States of the port of Bilbao», en Basque Studies Program Newslette, 1976, nº 14: 4-8.
Jon Bilbao, «Basques in the Philippine Islands», en Basque Studies Program Newslette, 1979, nº 20:3-6.
Jon Bilbao. «Sobre la Leyenda de Jaun Zuria primer Señor de Vizcaya», en Amigos del País, hoy. Bilbao, 1982, I, 235-263.
Jon Bilbao, «Bibliografía del libro vasco», en X Congreso de Estudios Vascos. Iruñea. Eusko Ikaskuntza, 1987: 125-128.
Jon Bilbao. «Bibliografía», en I Congreso General de Historia de Navarra, Príncipe de Viana, 19987 (Anejo 6): 55-61.
Jon Bilbao. «La Biblioteca vasca de la Universidad de Nevada. Reno», en Revista Internacional de Estudios Vascos, 1987: 165-174.

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G. A. Tx.

Bombín Díez, Juan Miguel

Fotografía de Juan Miguel Bombín Díez

Bombin Díez, Juan Miguel (1916)

La biografía del escritor y periodista vizcaíno Juan Miguel Bombin se aleja por completo de la convencionalidad, incluso de los itinerarios vivenciales de otros exiliados vascos. Nacido en Portugalete, en 1916, ingresó en el seminario de los maristas. No parece que ese estilo de vida le atrajese mucho ya que en 1933 abandonó el seminario y, un año más tarde, se afilió a las Juventudes Socialistas. Iniciada la guerra, participo en los cursos de instrucción militar y se incorporó en el ejército vasco como cabo de trasmisiones. Hizo la guerra en el Batallón Tomás Meabe II, siendo herido, en junio de 1937, en un hombro y una pierna en el frente de Otxandiano. Reincorporado al servicio en los momentos previos a la toma de Bilbao por los militares sublevados, le correspondió la labor de evacuar a los heridos de guerra hacia Santander. Tras dejar atrás Reinosa y Torrelavega, llegaron a Gijón donde los heridos fueron atendidos en el Hotel Comercio. En septiembre de 1937 embarcó en la mencionada ciudad asturiana en dirección a Francia, de donde pasó de nuevo a Cataluña, donde se reincorporó al ejército de la República, a las órdenes del Coronel Galán, director general de la Marina de Guerra. La caída de Cataluña le llevó de nuevo a embarcarse esta vez en dirección a Argentina, país al que llegó a finales de noviembre de 1939. Para ello tuvo que recurrir a documentación falsa, a nombre de Jorge Rubio, supuesto ciudadano argentino. En Buenos Aires encontró un primer trabajo por mediación de José Mora Guarnido, exvicecónsul republicano en Uruguay, quien le consiguió trabajo en la Editorial Losada. Sin embargo, su situación no era legal, al encontrarse bajo nombre ficticio. Por ello, al producirse el golpe de estado en Campo de Mayo que depuso al presidente Castillo, se vio obligado a huir nuevamente ante el temor de ser represaliado.  Así, en 1941, Juan Miguel Bombin llegó a Montevideo donde fue acogido por el matrimonio Uriarte en el Hotel del Globo. En un principio colaboró allí, junto con Carlos Vallana, en la recaudación de fondos para los refugiados y el Gobierno Vasco en el exilio, pero pronto se incorporó al periódico El País, dirigido a la sazón por dos vascos, Leonel Aguirre y Rodríguez Larreta; gracias a ello pudo recuperar su verdadero nombre y profundizar poco a poco en su afición por las letras. En Montevideo Bombin conoció a Mario Benedetti, Onetti, Pablo Neruda, Martínez Moreno entre otras figuras del mundo literario, y ello fue un acicate para lanzarse al mundo de la creación. Resultado de ello fueron sus dos primeras novelas: Un hombre del siglo (1943) y El encuentro con mi amigo (1945). Asimismo, colaboró con el grupo Teatro del Pueblo y con las revistas Mundo Uruguayo y Marcha. En otro ámbito, constituyó junto con otros exiliados la empresa Fundición Nervión, dedicada al reciclaje de chatarra. En febrero de 1945 contrajo matrimonio con la uruguaya Alba Gómez, con quien tuvo dos hijos, lo que le obligó a abandonar el mundo literario en busca de actividades más lucrativas. Esta situación cambió cuando Bombin, a resultas de un golpe militar, tuvo que huir nuevamente, esta vez a Brasil, por miedo a ser extraditado a la España franquista. En la huida de nuevo la suerte permitió que pudiese llegar hasta Porto Alegre: en la frontera un capitán de origen vasco le facilitó la huida. En Porto Alegre Bombin entró en contacto con el Instituto de Cultura Hispánica y con la Pontifica Universidad Católica en cuya revista Veritas colaboraría. En la ciudad brasileña la familia pudo recuperar una cierta normalidad, rota con el fallecimiento de Alba Gómez. Por razón de diferentes trabajos Bombin recorrió numerosos países latinoamericanos, despertando especialmente su interés el conocimiento de algunas reservas indígenas. Ya en los años setenta, Bombin se traslada con su hija Erla a Brasilia y a Río de Janeiro. En abril de 1987 padre e hija vuelven a Bizkaia, estableciéndose en Erandio, dedicado ya plenamente a la literatura. Aquí ha venido publicando diversas novelas, obras de memorias y poemas. En líneas generales, son libros escritos con un estilo ágil, en los cuales se entremezclan datos históricos y experiencias vividas por el autor con elementos puramente novelísticos.

                                                        Autor: José Ángel Ascunce

CREACIÓN

Un hombre del siglo. Montevideo, Serantes, 1943 [N].

El encuentro con mi amigo. Montevideo, Ciudadela, 1945 [N].

Ceremonias de los espíritus. Addenda, 1997, 475 pp. [N].

El abuelo Cristino. Barcelona, El carro del sol [N].

Una casa para Helena. Barecelona, El carro del sol [N].

Más allá del horizonte. Bilbao, Beta III Milenio, 2002 [N].

Vertiente. Bilbao, Beta III Milenio, 2003, 112 pp. [P].

A Cara o Cruz. Bilbao, Beta III Milenio, 2004 [N].

“En la fila” en Sesenta relatos sesenta autores, Mikel Alvira (ed). Bilbao, Beta III Milenio, 2005,  [C].

Un año en el frente. El bombardeo de Gernika. Memorias de un miliciano. Bilbao, Beta III Milenio, 2005, 142 pp. [M].

Desde la ventana del sur. Bilbao, Beta III Milenio, 2005, 384 pp. [N].

José el Carpintero. Bilbao, Beta III Milenio, 2006, 288 pp. [N].

 

ESTUDIOS

            Bombin Gómez, Erla Mari, “De América a Euskadi: un camino abierto” en Los hijos del exilio vasco: arraigo o desarraigo, J.A. Ascunce y M.L. San Miguel (eds.). Donostia, Saturraran, 2004, pp.261-284.

 

 

Calzada, Isidoro

Fotografía de Isidoro Calzada
(Sestao, Bizkaia, 1927 – Bilbao, Bizkaia, 2004)

Estudios: pintura, escultura, música, etc.
Profesión preferente: pintor, escritor, profesor y periodista.
Actividades culturales: escritor y periodista.

Exilio: 1936 – 1982
Lugares y fechas de exilio:
Argentina: 1936-1965.
Uruguay: 1965-1982.

Isidoro Calzada nació en la localidad vizcaína de Sestao el 15 de junio de 1927. Su infancia, como la de la gran mayoría de los niños de la localidad, fue feliz. Sin embargo, esta idílica existencia pronto se truncó, aunque él por su corta edad se mantuviera ajeno a la realidad política que se iba imponiendo. Las fuertes tensiones sociales y los enfrentamientos políticos anunciaban negros nubarrones de guerra y de destrucción. Su padre, militante de la CNT, muy cercano a las posiciones de los grupos nacionalistas vascos, vivía momentos de gran exaltación patriótica. Su madre, de ideología conservadora y muy religiosa intuía malos tiempos. La prueba definitiva la tuvo cuando el Frente Popular ganó las elecciones en febrero de 1936. Por eso, decidió, incluso antes de la sublevación militar, optar por el exilio. El punto de destino era Buenos Aires. A los pocos días de iniciar el viaje la sospecha se hizo realidad. Había estallado la Guerra Civil. Isidoro Calzada tenía en esos momentos nueve años.

A comienzos de 1939 la familia Calzada se fue a vivir a Florida, uno de los más bellos suburbios de Buenos Aires. Se matriculó en el colegio de los Hermanos de las Escuelas Cristianas para continuar sus estudios. Los estudios en el colegio lasaliano duró poco. Tenía que colaborar económicamente como el resto de la familia. Fueron años duros en los que compaginaba los estudios con el trabajo. Su labor como verdadero gaucho era recoger el estiércol del ganado que después servía para hacer lumbre y al atardecer separar los terneros de sus madres para que éstas pudieran ser ordeñadas. A las noches, una vez concluido su trabajo ganadero, asistía a la Escuela de Artes y Oficios. Algo más tarde se matriculó en una academia de pintura.

Con 14 años, 1941, empezó a pintar al óleo y a esculpir. Hombre inquieto y siempre abierto a las novedades, estudió también dirección y guión de cines. En enero de 1945, con diecisiete años de edad, entró a trabajar en los estudios cinematográficos Lumitón, donde empezó a destacar como guionista y asistente de dirección. Entre trabajo y trabajo también solía hacer labores de extra. Después de esta experiencia en Lumitón fue contratado por la firma cinematográfica Pampa Film, donde realizó labores de guionista y asistente del director español Benito Perojo. Eran años felices de amores, arte, música, etc., intensamente vividos y gozosamente recordados.

Sin embargo, entre tantas actividades, su vida profesional se iba encaminando hacia la pintura, especialmente el retrato y la decoración sin olvidar el periodismo tanto escrito como radiofónico. Después de unos comienzos altamente exitosos, su vida se convirtió en un viaje permanente, respondiendo a las llamadas que desde distintos lugares le hacían para que pintara retratos: Buenos Aires, Santa Fe, Rosario, Mar de Plata, Tandil, etc., etc.

En 1958 conoció en la localidad de Tres Arroyos a una muchacha de origen italiano, con la que unió su vida hasta 1965. Tuvieron dos hijos. Pero la unión se deshizo. Isidoro siguió su vida artística y bohemia. Incansable en su trabajo, seguía trabajando en la creación especialmente pictórica y en los medios de comunicación. Durante este período empieza a escribir y publicar sus primeras novelas: La última fuga, El tiovivo, etc.

En ese tiempo le ofrecieron empleo en un diario de Paraguay. Marchó a Encartación, al otro lado del río Paraná. Al poco tiempo se traslada a Asunción, donde continúa su trabajo cultural y artístico. Inicia una colaboración muy cerrada con La Tribuna, diario de Asunción, donde publicaba todos los domingos un cuento. Por encargo de una editorial, reúne una serie de estos cuentos y da forma a un librito Vuelo encadenado. Fue su primer gran éxito editorial. Como consecuencia, la misma editorial le encarga la escritura de una novela. De esta manera, nace Acá Carayá, acerca de la Guerra Grande del Paraguay contra la Triple Alianza. Fue otro gran éxito editorial. A partir de este momento, Isidoro Calzada se entregó de lleno a la creación literaria. Desde 1970 a 1975 escribe gran número de sus más reconocidas obras: La estrella de las Navas, Alvar Núñez Marangutú , Itapua, Campeador de América, etc.

En abril de 1969 conoció a Dominga y en abril de 1970 se casó en Lambaré, suburbio de Asunción. El 30 de enero de 1971 nacía su primer hijo. El 31 de diciembre de 1973 nacía su hija María del Pilar Rocío. Fueron años de gran estabilidad emocional y laboral. Isidoro disfrutaba plenamente con su familia y con su trabajo.

En abril de 1972, el padre Gregorio Ayerra Munárriz, navarro que dirigía la editorial Don Bosco, se presentó en su casa y le encargó que escribiera un texto de Historia de Paraguay para el primer curso de bachillerato. Nacía de esta manera una cooperación altamente productiva. Isidoro Calzada se dedicó, entre otras actividades, a ir escribiendo libros de textos de especialidades distintas. Los colegios de Paraguay se llenaron de textos de Isidoro Calzada.

La vida seguía su ritmo. Pero esta cómoda tranquilidad se rompió debido a un incidente político. Un comando argentino asesinaba en Asunción al dictador nicaragüense Anastasio Somoza. Como extranjero y argentino, Isidoro fue sospechoso de colaboracionismo en el asesinato. Una patrulla, ametralladora en mano, se presentó en el lugar y delante de sus hijos registró toda la casa. Le obligaron a presentarse en la comisaría periódicamente. Todo estaba muy revuelto. En vista de la situación y previendo que la cosa podía ir a peor, con lo puesto y con el dinero que pudo conseguir abandonó Paraguay en 1982. Llegó a Bilbao, vía Buenos Aires y Madrid. Llegaba a su tierra después de muchos años de ausencia. Algorta fue el lugar de su nueva residencia. Empezaba una nueva vida con su mujer Dominga y sus tres hijos.

Hasta comienzos de 1987, cuando se le acabó el dinero que traía de América, pudieron subsistir haciendo retratos y correcciones de estilo. En marzo de ese mismo año, el Instituto Vasco de Nuevas Carreras le contrató para enseñar literatura, dibujo, historia y cine. Gracias a este contrato, pudieron subsistir, siempre con dificultades, hasta 1993, año que abandonó la labor docente por razones de jubilación.

En Bilbao no abandonó su pasión por la escritura. En 1994, la editorial La Gran Enciclopedia Vasca, en colaboración con la editorial Cardeñoso de Vigo, publicó la tercera edición de La fragua de Alá. En 1995, Publi Label, en coedición con Lazos Video, publicó la tercera edición de El cóndor de Orduña, biografía novelada de Juan de Garay. En 1997, la BBK le publica la obra El almirante Bertendona. En 1999, La Gran Enciclopedia Vasca publicó su biografía novelada Apeles. En 2002 la Editorial Status publicó el título Che Guevara, obra de gran resonancia en los medios de comunicación y de gran éxito comercial.

Sin embargo, el tiempo iba doblegando la salud de este incansable aventurero de la vida y de las letras. Al poco tiempo de venir a Bilbao, sufrió un infarto. Fue el primer aviso serio. Sin embargo, pudo hacer una vida normal. A partir del 2002 sufrió serios problemas renales agravados por ciertas complicaciones en el hígado. La situación empeoró durante el año siguiente. Sufre una insuficiencia renal muy fuerte. Su cansado cuerpo no pudo aguantar más, aunque su espíritu seguía siempre vivo con multitud de proyectos de escritura y de viajes. El 30 de marzo de 2004, tras un periodo de decadencia plena, moría en Bilbao. Era el adiós definitivo de uno de los últimos exiliados que hizo de la cultura y de la aventura son normas de vida.

Obra

Vuelo encadenado (Cuentos de la tierra guaraní), Asunción, Ediciones Comuneros
1969.

Acá Carayá, Asunción, Ediciones Comuneros, 1969.

La estrella de las Navas, Asunción, (edición particular), 1969.

Itapúa /la roca que emerge) , Asunción, Editorial Don Bosco, 1970.

Álvar Núñez, Marangatú, Asunción, Editorial Don Bosco, 1969.

Tacuara Jhacuava, Asunción, Editorial Don Bosco, 1971.

La plateada bahía de los carios, Asunción, Editorial Don Bosco, 1971.

Campeador de América, Asunción, Editorial Don Bosco, 1971.

Pai Tucú. Biografía de fray Luis Bolaño, Asunción, Editorial Don Bosco, 1975.

La fragua de Alá, Vigo, Ediciones Cardeñoso – Bilbao, La Gran Enciclopedia Vasca,1994.

El cóndor de Orduña, Bilbao, Servi Label Producciones, 1995.

El almirante Bertendona, Bilbao, BBK, 1997.

Apeles, La Gran Enciclopedia Vasca, 1999.

Che Guevara, Bilbao, Editorial Status, 2002.

Bibliografía

ASCUNCE ARRIETA, José Ángel: «Isidoro Calzada: la biografía de dos mundos», Diario Vasco, San Sebastián, 2 de junio de 1992, pp. 66.

ASCUNCE ARRIETA, José Ángel: «Isidoro Calzada: mis queridas patrias y mi amada gran patria», Los hijos del exilio vasco: arraigo o desarraigo (Edic. J.A. Ascunce y M. L. San Miguel), Editorial Saturrarán, 2004, pp. 237-259.

Chiapuso Hualde, Manuel

Fotografía de Manuel Chiapuso Hualde
(Donostia – San Sebastián, 1912 – Barakaldo, 1997)

Estudios: profesor de francés en la Sorbona
Profesión preferente: profesor de lenguas
Actividades culturales: escritor, activista, conferenciante
Exilio: 1939- 1997
Lugares y fechas de exilio:
1 .- Distintos campos de concentración franceses: 1939
2 .- Biarritz: 1944
3 .- París: 1949
4 .- Biarritz

 

Chiapuso es uno de los nombres legendarios del anarquismo vasco. Militante hasta el final, fue un hombre de una gran cultura, comprometido toda su vida en la lucha contra el franquismo y por la libertad, autor de numerosos libros en los que prima su testimonio de primera persona de numerosos acontecimientos contemporáneos.

Nacido en Donostia-San Sebastián el 14 de abril de 1912, conoció desde la infancia los males del exilio: sus padres debieron escapar a París por su militancia anarquista. El joven Chiapuso pasó su niñez en Urnieta y a los diecinueva años se incorporó a la CNT. Por esta época constituyó una compañía de teatro aficionado. Durante los años de la República colaboró en la fundación de las Juventudes Libertarias, siendo nombrado secretario. Participa en diferentes huelgas y en 1932 es encarcelado, conociendo distintas cárceles: Alcala, Ondarreta, Ocaña y San Miguel de los Reyes. Las experiencias vividas en la cárcel las recogió en el libro Juventud, rebeldía (1980).

Puesto en libertad tres años después, interviene en la fundación del periódico de combate Crisol (Donostia, 1935) y colabora en la Revista Blanca. A consecuencia del golpe de estado del 18 de julio Chiapuso participó activamente en los movimientos de autrodefensa: participa en la toma de los cuarteles de Loiola y en distintos puntos del frente: Peñas de Aia, monte San Marcial de Irún, defensa de Irún. Nombrado secretario de la CNT, participa en la Junta de Defensa de Gipuzkoa. Con la caída de Donostia en septiembre de 1936, herido, huye a Durango. En octubre de 1936 se encuentra en Bilbao donde asume el cargo de responsable de propaganda de la CNT del Norte, participando en la fundación del diario del mismo nombre y de la revista ilustrada Horizontes. Ante la disyuntiva de que los anarquistas se incorporasen al Gobierno Vasco, Chiapuso defendió la postura favorable a la misma, pero quedó finalmente en minoría, ganando finalmente la postura contraria. Tras la caída del País Vasco y del frente norte, Chiapuso se trasladó a Barcelona donde siguió ocupando puestos de responsabilidad dentro del anarquismo organizado.

Tras la caída de Catalunya junto con su compañera María escapó a Francia donde fue recluido en distintos campos de concentración de los que huyó al menos en tres ocasiones. Luchó en la Resistencia francesa en Baiona y Toulouse hasta la caída de los nazis. En 1944 se asentó en Biarritz (Lapurdi). Finalizada la guerra mundial participó activamente en la reorganización de la CNT. Colabora en diferentes publicaciones como Tiempos Nuevos de Toulouse (1945). Como miembro de este sindicato se incorporó al Consejo Consultivo Vasco, impulsado por el Gobierno Vasco durante 1946, siendo sustituido por Aransaénz. En 1949 se dirige a París donde estudiaría para prfesor de francés en La Sorbona. Posteriormente se dedicó a la enseñanza de la lengua en París. No obstante, sigue escribiendo en espa&ntile;ol y francés, siendo finalista en 1972 al Premio Nadal con la novela Las incertidumbres del doctor H. A partir de aquí su protagonismo político parece reducirse; sólo en los años setenta se cita su presencia clandestina en el interior para tratar de coordinar a los grupos guipuzcoanos y alaveses. Colabora además en distintas publicaciones: “Askatasuna de Bilbao, CNT, Polémica” Aborda también la elaboración de varios libros de memorias y de reflexiones sobre la guerra civil. Entretanto Chiapuso y su compañera habían vuelto a domiciliarse en Biarritz, participando él en todo tipo de iniciativas, mítines, conferencias, reuniones, siempre con objeto de dar un nuevo impulso al anarquismo vasco. Precisamente falleció en el Hospital de Cruces (Barakaldo) como consecuencia de un accidente de coche, el 19 de noviembre de 1997, cuando se dirigía a una de estas reuniones en compañía de su amigo Martínez.

 

OBRA
-. Generalidades sobre Euskadi y la CNT. Ametzak, Baiona, 1945. [E]
-. Bosquejos, La ciencia y el joven libertario. Ametzak, Bayona, 1946). [E]
-. Sembrando inquietudes. Ametzak, Baiona, 1946. [N]
-. El impertinente andariego, luz y penumbra. Ametzak, Toulose, 1948. [N]
-. Délire et rétrovision. París, 1977 . [E]
-. Los anarquistas y la guerra en Euskadi. La comuna de San Sebastián. Colección Ipar Haizea. Editorial Txertoa. Donostia, 1977. Reeditado por Abarka, Andoain, 2003. [M]
-. El gobierno vasco y los anarquistas. Bilbao en guerra. Colección Ipar Haizea. Editorial Txertoa. Donostia, 1978. [M]
-. Juventud, rebeldía. Oposición popular y cárceles en la República. Ed. Hórdago, Donostia, 1980. [M]
Se mencionan otros títulos que no han podido ser confirmados. Asimismo, participo en diferentes obras colectivas sobre la guerra civil.
BIBLIOGRAFÍA
.- JIMÉNEZ DE ABERáSTURI, Luis Mari y Juan Carlos: La guerra en Euskadi. 1936-1937. 3º edición revisada y ampliada. Donostia: Txertoa, 2007: 149-184.

José Ramón ZABALA

Cruzalegui, Juan León

Fotografía de Juan León Cruzalegui
(Mundaka, Bizkaia, 1895 – Buenos Aires, 1989)

Pseudónimo: Juan de Zuria.
Estudios: Estudios comerciales.
Profesión preferente: Técnico comercial.
Actividades culturales: Periodista y pintor.
Exilio: 1937 – 1989.
Lugares y fechas del exilio:
-Francia: abril de 1937 – agosto de 1937.
-Argentina: 1937 – 1989

BIOGRAFÍA
Juan León CRUZALEGUI nació en Mundaka (Bizkaia) el 26 de diciembre de 1895. Sus antepasados presentaban una larga tradición marinera. Su padre, como con anterioridad sus abuelos, fue capitán de barco de altura. Su familia se trasladó; en la primera década del siglo a Inglaterra, concretamente a Liverpool, donde residir an durante una larga década. Esta estancia le permitió poseer un gran dominio del inglés, aspecto de gran importancia en su vida laboral tanto antes de la guerra como después, durante el exilio, en Argentina. Vuelto a Mundaka, completó sus estudios en Bilbao. Orientó su vida hacia el mundo mercantil y financiero. Sin embargo, desde joven mostró fuertes inquietudes hacia campos intelectuales y artísticos diversos. A través de múltiples lecturas y estimulado por las figuras intelectuales de su entorno y del país comenzó su meritoria trayectoria de autodidacta que continuó infatigable durante toda su vida. Ingresó en el mundo del trabajo y al poco tiempo se casó con Laura Abaroa, también mundaquesa. Se instalaron en Bilbao y tuvieron tres hijos: Enrique, Laura y Josefina.
Poco antes de casarse empezó a cultivar una afición que también le acompañaría toda la vida: la pintura. Inició su afición pintando los paisajes de su pueblo natal para después abarcar toda la geografía vasca. Gracias a la pintura conoció muchos rincones y localidades del País Vasco. Se impregnó de tal manera del paisaje vasco, que, más tarde, en tiempos del exilio argentino, era capaz de seguir reproduciendo esos paisajes en su “atelier” de Buenos Aires al que llamó “Urrundik” (Desde lejos). Fundó con otros jóvenes artistas la agrupación Unión Arte de Bilbao, asociación que organizaba exposiciones, en las que Cruzalegui solía intervenir.
En 1932 se incorporó como técnico contable a la Compañía Telefónica Nacional de España. Dos años más tarde fue trasladado por la dirección de la compañía a la sede de Madrid, al emblemático edificio de la Gran Vía. Se instaló con toda su familia en la capital española. El Prado fue una de sus atracciones. Casi todos los domingos iba al museo a ver pintura y a aprender de los grandes maestros.
Al estallar la guerra, como jefe de contabilidad de la misma empresa, pasó momentos difíciles, ya que debido a su cargo, al parecer, se hallaba en la lista negra del grupo sindical anarquista. Sin embargo, estos temores no se hicieron realidad, aunque se vivía con el miedo a cuestas. Debido a su conocimiento del inglés, fue destinado por el mando militar al servicio de control de los corresponsales internacionales. Por otra parte, la guerra dividió a la familia. Mientras Juan León permaneció en Madrid, Laura con sus tres hijos marchó a pasar los meses de verano a la localidad natal de Mundaka. Fueron momentos muy duros tanto para unos como para otros. Era la separación familiar y los miedos de represalias y de guerra. La falta de noticias contables en la sede bilbaína le ofreció la oportunidad de dirigirse a Bilbao y allí reunirse con su familia. A principios de abril de 1937 consigue un permiso excepcional de traslado a Bilbao, vía Francia. El bombardeo de Gernika y la inmediata ofensiva de las tropas franquistas con la caída del frente vasco detuvieron a tiempo su viaje, permaneciendo en Francia a la espera de los acontecimientos. Su mujer e hijos, tras arduas gestiones, pasaron la frontera, reuniéndose la familia en el País Vasco-frances. Conscientes de la envergadura de la guerra, decidieron entonces dirigirse a Argentina, donde tenían familiares directos. De este modo pudieron llegar a Buenos Aires el 2 de septiembre de 1937.
Tras las dificultades iniciales de integración en un país ajeno, Cruzalegui se colocó en una empresa internacional de comunicaciones, favorecido por sus antecedentes en Telefónica Española y por el dominio del inglés. Desde su llegada a Buenos Aires se incorporó, por otra parte, de forma activa al grupo de exiliados vascos, retomando sus inclinaciones culturales, especialmente en los campos de la pintura y del periodismo. Durante décadas su firma aparecería de manera asidua en las publicaciones del exilio vasco: Euzko-Deya tanto de Buenos Aires como de México, Boletín del Instituto Americano de Estudios Vascos, Gernika, Tierra Vasca, etc. Aunque todavía no se ha hecho la recopilación de su trabajo periodístico, se puede afirmar sin exageración que sus entregas alcanzaron una cifra sorprendente. En estas numerosas colaboraciones, en las que a menudo utilizó el seudónimo de “Juan de Zuría”, llama la atención la diversidad de temas tratados. Escribe sobre política, arte, prehistoria, lingüística, etc. Frecuentemente en esas mismas páginas aparecían sus dibujos, ilustraciones a plumilla, sobre paisajes, pueblos, costumbres, recuerdos de su país natal, en los que expresaba la nostalgia por su tierra lejana. En esta misma línea, es obligado resaltar otra de sus actividades destacadas: la de conferenciante. Pronunció numerosas conferencias y charlas sobre los temas habituales de sus preocupaciones, aquellos que igualmente ofrecía en sus artículos y en sus grabados.
Sin embargo, entre sus temas de dedicación y de trabajo, sobresale especialmente su entrega por la pintura, campo en el que expresó sus ideas y sus reflexiones. Sin formación académica, guiado por su sensibilidad y por sus aptitudes naturales, gracias a una dedicación permanente, realizó una obra artística de fuerte personalidad y de altas cualidades estéticas.
Cruzalegui reveló dos grandes preocupaciones en el campo del arte y de la pintura. La primera fue la de dar a conocer en la medida de sus posibilidades el arte vasco. La segunda, más práctica, fue la de divulgar a los artistas vascos del exilio. Fue promotor de diferentes exposiciones, en las que el propio Cruzalegui también intervenía como expositor. Fueron muy célebres las exposiciones que organizó en Buenos Aires, Mar de Plata y Montevideo, pero especialmente hay que destacar las organizadas en la Galería Van Riel de Buenos Aires sobre paisajismo euskaro (1950) y la del Centro Laurak-Bat de Buenos Aires, en 1952, donde logró reunir las mejores firmas de los pintores vascos de la primera mitad de siglo. En 1982, dicho centro expuso en sus salones una vasta muestra de su obra.
Cruzalegui, tanto en el mundo de la pintura como en el campo del periodismo, se consideró un hombre vocacionado, amateur, que trabajaba por gusto y por idealismo, pero nunca por afanes lucrativos. Como vasco exiliado, sentía la necesidad, también la obligación, de colaborar en beneficio de la colectividad de la diáspora y por la cultura de su país. Por eso, todas sus colaboraciones en el periodismo como su dilatado trabajo artístico tenían un sentido reivindicativo y altruista. Fue igualmente generoso con su tiempo y con su esfuerzo. Sin interés alguno, intervino de forma asidua en tareas administrativas, de organización, en diversos organismos de la colectividad vasca. Aceptaba todo tipo de trabajo que se le requería. Era su forma de mostrar su generosidad y su amor por la patria lejana.
Juan León Cruzalegui fue un hombre de firmes convicciones en sus ideas y en sus comportamientos. Integró una generación forzada físicamente a abandonar su tierra pero emocionalmente siempre estuvo unido a ella. Su biografía es la mejor prueba de esta entrega y de este amor.

DATOS BIBLIOGRÁFICOS
-Obra
En el campo periodístico puede presentar varios cientos de artículos y colaboraciones en diferentes medios del exilio vasco. La recopilación de esta labor periodística es un trabajo todavía pendiente.

-Exposiciones organizadas por Cruzalegui.
.- Primera exposición colectiva de los fundadores de Unión Arte, Bilbao, 1930.
.- Salón escuelas de Berastegui, Bilbao, 1933.
.- Exhibiciones de Arte y Cultura Vasca, Montevideo, 1943.
.- Exposición de Artistas Vascos, Mar del Plata, 1946.
.- Artistas vascos y argentinos, Centro Vasco de Mar del Plata, 1948.
.- Pintura Vasca, 75 Aniversario del Laurak-Bat, Buenos Aires, 1952.
.- Salón de Artistas Plásticos Vascos, Mar del Plata, 1955.
.- Exposición de Artistas Vascos, Semana Vasca del Mar del Plata, 1957.
.- Arte Vasco y Argentino, Centro Vasco del Mar del Plata, 1958.
.- Salón de Artistas Plásticos Vascos, Mar del Plata, 1958.
.- Exposición en la Semana Vasca de Bahía Blanca, 1974.

-Exposiciones individuales.
.- Ayuntamiento de Mundaka, 1930.
.- Galería Van Riel, Buenos Aires, 1950.
.- Galería Saap, Buenos Aires, 1972.
.- Centro Laurak-Bat de Buenos Aires, 1982.

-Bibliografía sobre Cruzalegui.
-CRUZALEGUI, Laura: “Recuerdos e impresiones del exilio republicano en Argentina” en Los hijos del exilio vasco: arraigo o desarraigo (Coordinado por. J.A. Ascunce y M. San Miguel), San Sebastián, Editorial Saturraran, 2004, pp. 285- 321.
-FLORES KAPEROCHIPI, M.: Arte Vasco, Buenos Aires, Editorial Ekin,
-PLAZAOLA, Juan: Historia del arte vasco. IV. Siglo XX, San Sebastián, Editorial Etor-Ostoa, 2004, p. 827.

Elizondo, José Martín

Fotografía de José Martín Elizondo
(Getxo, 1922 – Toulouse, 2009)

Estudios: Filosofía y Letras
Profesión preferente: Dramaturgo y director teatral
Actividades culturales: Director teatral, escenógrafo, dramaturgo, profesor, pintor, etc.
Exilio: 1947
Lugares de exilio: Francia 1947-2009

José Martín Elizondo nació en Getxo en el año 1922. Huérfano de madre al año y medio, tuvo una infancia feliz en San Sebastián. Sus primeros estudios, como él solía comentar, los realizó en el colegio de monaguillos del Buen Pastor. Parte del bachillerato lo realizó en el Colegio del Sagrado Corazón de Puente la Reina (1032-1936), donde le sorprendió la Guerra Civil. Como otros muchos niños, fue evacuado a Francia como estrategia de huida de la barbarie y de la destrucción de la guerra. Su padre, combatiente republicano, a quien no volvió a ver, se exilió en México, en 1939. El niño José Martín pasó un verano en el refugio de Ardèche para ser devuelto a la España nacional, donde vivió desde esos días una vida azarosa y en soledad.

La primera posguerra la pasó en la localidad guipuzcoana de Tolosa, donde residían unos familiares. En Valencia inició los estudios de Filosofía y Letras. Pero, obsesionado con el encuentro de su padre, cruzó clandestinamente la frontera en 1947. El sueño del encuentro no se pudo dar. Se iniciaba en esta búsqueda frustrada un largo exilio de más de sesenta años.

Durante los primeros años, para poder sobrevivir, tuvo que realizar toda clase de trabajos, desde aprendiz de estibador hasta obrero a destajo en una fábrica de maquinaria agrícola. Su situación personal mejoró cuando fue contratado como profesor de español en un instituto religioso de la localidad de Lille. Hacía frecuentes viajes a París, donde trabó amistad con la élite del Gobierno Vasco en el exilio y donde descubrió el mundo de la farándula, su auténtica vocación y su verdadera entrega. Las precarias condiciones de vida le llevaron a una situación de fuerte deterioro físico. Incluso, se llegó a temer por su vida. Gracias a unos amigos, consiguió un puesto de lector en un instituto de Auch (1947). El cambio de clima fue sustancial para su restablecimiento. Al año siguiente fue contratado como profesor de español en la Escuela de Magisterio de Toulouse.

En París tomó contacto con el mundo del teatro, pero en Toulouse, “capital del exilio republicano”, fue donde se entregó en cuerpo y alma a la aventura del hacer dramático. El teatro será desde los primeros momentos del exilio su tabla de salvación emocional y su campo de trabajo. Igualmente fue una forma de defender la memoria, una manera de asumir un compromiso político y cultural y, también, un medio de vinculación afectiva y espiritual con la tierra madre. Durante más de cuarenta años llevó adelante una labor ininterrumpida como escritor dramático y como director escénico. Frente al teatro de la intrascendencia y de la evocación, José Martín Elizondo proclamaba y defendía un teatro comprometido con el hombre y con la sociedad. Su dirección escénica y su escritura dramática así lo atestiguan.

Martín Elizondo fue siempre un hombre agradecido con la tierra que lo acogió. Amó y respetó el mundo, la lengua y su cultura. Pero nunca quiso acogerse a la nacionalidad francesa a pesar de las muchas ventajas que este paso le hubiera proporcionado. Por convicción y por compromiso fue fiel a su origen y asumió responsablemente su destino. Se sintió orgullosamente un vasco-español que vivía en Francia con el ideal de mantener una lucha política contra la dictadura franquista a través de la cultura. Para Martín Elizonso, el teatro fue siempre “un arma cargada de futuro” y un medio idóneo de reivindicar la razón humanística de la democracia. Desde esta perspectiva de compromiso y de entrega, se entiende perfectamente la posición del dramaturgo getxotarra ante la vida y ante la sociedad.

Fundó en la primavera de 1959 la compañía A.T.E. (Amigos del teatro español). Fue un grupo ideológicamente heterogéneo, pero políticamente muy unido. En la diversidad, todos se hallaban unidos en la lucha contra el franquismo. Todos, como Martín Elizondo, asumían las formas del teatro como su arma más válida de lucha y oposición. En el A.T.E. actuaron también, a partir de la década de los sesenta, grupos españoles provenientes de la emigración. También se unieron estudiantes franceses. Todos ellos encontraron en el A.T.E. un medio para exterioridad sus ideales políticos y de exponer sus inquietudes humanistas. El grupo teatral de los Amigos del Teatro Español llegó a tener cerca de cuarenta actores.

Con el A.T.E. dirigió obras del calado semántico de La vida es sueño de Calderón; Luces de bohemia y Martes de Carnaval de Valle Inclán; El labrador de más aire de Miguel Hernández etc. Otros autores representados por el grupo de Martín Elizondo fueron Pedro Salinas (La estratosfera), Rafael Alberti (La pájara pinta) , Lauro Olmo (Milagro), etc. Pero el grupo de los Amigos del Teatro Español no sólo representaban su teatro, posibilitaban igualmente que grupos teatrales del llamado Teatro Independiente español, quienes en su país tenían grandes dificultades de representar su dramaturgia a causa de la censura, pudieran dar a conocer sus obras y montajes. En esta lista se encuentran grupos tan sobresalientes como Tábano, Esperpento, La Cuadra, etc., con montajes tan emblemáticos como Castañuela 70 o Quejío.

Esta labor dramática no pasó desapercibida para la sociedad francesa. En frecuentes ocasiones fue objeto de referencia y de estudios por la crítica francesa. Este hecho sirvió para catapultar la labor dramática del grupo, que representó sus obras en diversas ciudades de la geografía francesa y tomó parte en conocidos festivales teatrales de Francia. También su trabajo dramático y cultural fue conocido y reconocido por algunos medios de comunicación españoles, como fue el caso de Ínsula, que en el nº 183 publicaba un estudio sobre “Valle Inclán en Toulouse”, refiriéndose al montaje realizado por Martín Elizondo de La hija del capitán de Valle Inclán.

Como director escénico, José Martín Elizondo tomó conciencia de los vacíos dramáticos que la comedia presentaba y sintió la necesidad de dar forma escrita a un teatro en consonancia con sus inquietudes y con su ideología. Con estos supuestos, a partir de 1959, comenzó su carrera como dramaturgo. Su teatro, desde sus orígenes, respondió a dos líneas temáticas nítidamente trazadas: la sociopolítica y la existencial. Entre las obras que responden al plano político, cabe mencionar los títulos de Numantina (1959), Durango (1961) o Las hilanderas (1980), Antígona entre muros (1988), Juana creó la noche (1997), etc. Picasso, reino milenario (1986) o La ópera sorda, estrenada en 1990 en el Centro Cultural de la Villa de Madrid, serían unos excelentes ejemplos del denominado teatro existencial.

José Martín Elizondo se movió por los derroteros de un teatro experimental que indagaba y buscaba formas nuevas de comunicación con el espectador. El teatro, en ocasiones, difícil de seguir por la novedad de sus formas y por la profundidad de sus contenidos, responde a estos principios de expresión y de contenido. Dejó una obra dramática de cerca de cincuenta títulos.

Esta labor de entrega hacia el mundo dramático fue reconocida, admirada y premiada. Su paso por la Universidad del Teatro de las Naciones (París) le valió en 1960 el diploma de laureado de dicha entidad. En 1979 fue merecedor el prestigioso premio Santiago Rusiñol del Festival de Sitges por su obra Memoria de los pozos y en 1988 obtuvo el premio internacional del Teatro Clásico de Mérida por su obra Antígona entre muros. También obtuvo el premio Claraboya de poesía en 1984 por su obra Lejano interior.

Su obra traducida al francés y al inglés, representada en diferentes escenarios del mundo, publicada en importantes editoriales, etc., avalan un saber hacer en la dignidad creativa y en el compromiso ideológico.

Martín Elizondo murió en Toulouse en 17 de febrero. Su funeral en la Iglesia de Notre Dame de la localidad de Revel fue un acto entrañable de adhesión y de admiración. En la celebración de despedida no hubo oficios litúrgicos, pero sí música, palabras de recuerdo y lectura de poemas. Martín Elizondo no creía en la Iglesia como institución, pero se sentía un cristiano comprometido con la doctrina del amor y del humanismo. Como hombre religioso fue despedido con los poemas de León Felipe y de Luis Cernuda en medio de los compases de la música vasca entonada por el Orfeón donostiarra.

Bibliografía selecta de la obra de José Martín Elizondo:

Actos experimentales. Madrid: Editorial Escelicer, 1971.
Comprende las obras:
Refranero y danza para tres ahorcados (1967)
Los antropófagos (1969)
Chirrismo, signodrama para ser representado en un lugar vacío (1968)

Actos experimentales II. Madrid: Editorial Escelicer, 1973.
Comprende las obras:
Movimiento andante, movimiento perpetuo (signodrama con dos
Caballeros perfectos
Cabezas de chorlito
Parábola para robots

Actos exprimentales III. Madrid: Editorial Escelicer, 1975.
Comprende las obras:
Pavana para una infanta difunta
Pinacoteca

Durango. Gaiak, nº 4, San Sebastián, 1977, pp. 503-541.
De verdugo a verdugo. Modern International Drama, Vol XI-2, New York,
1978.
Picasso, transgresiones para un retrato. Modern International Drama, Vol.
XI-2, New York, 1978.
Memoria de los pozos. Pipirijaina-Textos, nº 16. Madrid, 1980.
El otro Pablo y el Minotauro. La Pluma 1. Madrid, mayo-junio de 1980.
Picasso, reino milenario. Murcia, Universidad de Murcia, 1986.
Antígona entre muros. Madrid: S.G.A.E., 1988.
Juana creó la noche. Estreno, Vol. XXIII-1, Ohio, 1997.

Cómicos sin tierra (Edición Madeleine Poujol). La Coruña: Edición dos Castro, 2007.
Comprende las obras:
Oraciones para un teatro.
Cómicos sin tierra.
El tótem rojo.

Bibliografía selecta sobre la obra de Martín Elizondo:

AZNAR SOLER, Manuel: “El exilio teatral en Francia: José Martín Elizondo y los Amigos del Teatro Español (A.T.E.) de Toulouse”, en Teatro y territorios. España e Hispanoamérica (1950-1996) (Coords. Sara Bonhardel y Geneviève Champeau). Bordeuux: Presses Universitaires de Bordeux, 1998, pp. 231-242.

POUJOL, Madeleine: “José Martín Elizondo: de una memoria defendida a un teastro sin fronteras” en El exilio teatral republicano de 1939 (Edic. Manuel Aznar Soler). Barcelona: GEXEL, 1999, pp. 331-347.
-“Prefacio. El teatro o la ética del compromiso” en Martín Elizondo: Cómicos sin tierra. : Edición do Castro, 2007, pp. 9-23.

RAGUÉ-ARIAS, María José: “Antígona de Martín Elizondo”, Primer Acto, 224. Madrid: 1992, pp. 74-75.

 

José Ángel ASCUNCE

Ertze Garamendi, Ramón de

Fotografía de Ramón de Ertze Garamendi

ERTZE GARAMENDI, Ramón de (1910-1974)

Sacerdote, periodista y escritor, nació en Lekeitio (Vizcaya) el 20 de septiembre de 1910 y murió el 11 de junio de 1974 en Bruselas. De familia acomodada (su padre era capitán de la marina mercante) ingresó en el seminario diocesano, ordenándose sacerdote el 29 de julio de 1933. En Lovaina se licenció en Ciencias Sociales y Políticas. Estalló la guerra cuando ejercía los cargos de director del periódico Ekin de Amorebieta y consiliario de la Federación Agraria Vizcaína. Durante el tiempo de guerra se alistó en el cuerpo de capellanes, sirviendo en el Batallón Loyola. Ante la inminente caída de Bilbao, el Lehendakari Aguirre le encomendó la delicada misión de hacerse cargo de la expatriación de 3.000 niños a Bélgica. Se instaló en el colegio Santa María de Bruselas (primera etapa de su exilio personal). Volvió a matricularse en la Universidad de Lovaina, donde se licenció en Ciencias Históricas (1943) y se doctoró en Ciencias Sociales (1946). Realizó igualmente estudios superiores de teología, filosofía, historia del arte, etc. En 1948 llegó a tierras mexicanas, iniciando la segunda etapa de su exilio. Fue contratado como profesor de filosofía en la actual Universidad Iberoamericana. También fue profesor titular de la cátedra de Teoría General del Estado en la UNAM y fundador, entre otros, de la escuela de periodismo Carlos Septién García, inaugurando las cátedras de ética y de derecho. Sin embargo, la actividad donde más destacó fue sin lugar a dudas en el periodismo. Fue colaborador asiduo durante veinticinco años del diario mexicano Excélsior, y uno de los pocos periodistas que mantuvo durante más de diez años una colaboración diaria, “Suma y resta”, donde glosaba temas de actualidad, y muchos días, especialmente los domingos y los días festivos, escribía  una segunda columna de carácter religioso. A lo largo de este tiempo firmó más de diez mil artículos. Destacó como gran polemista y excelente conferenciante. Mantuvo además durante años un programa radiofónico de temas de actualidad conocido con el título de “La marcha del mundo”. La implicación en el mundo universitario y en el contexto cultural no significó desatención hacia sus obligaciones sacerdotales. Desde su llegada a México fue designado a la parroquia de San Lorenzo, joya colonial, cuya restauración dirigió en colaboración con el arquitecto Ricardo Robina y el escultor Matías Goeritz. En 1965 fue nombrado por Paulo VI canónigo de la Catedral Metropolitana. Fundó en su parroquia un Instituto de Cultura Cristiana y organizó una escuela nocturna de sociología y de teología. Murió sin poder realizar uno de sus sueños más queridos: reunir, organizar e interpretar todo el ingente material que disponía, desde sus miles de artículos periodísticos hasta los apuntes de sus diferentes clases. Pensaba en la jubilación para realizar esta importante obra, pero su muerte de un ataque al corazón en una de sus habituales visitas al Colegio de Santa María de Bélgica se lo impidió. No obstante, en 2000 y 2001 se publicaron póstumamente la recopilación de artículos Suma y resta y La marcha del mundo.

 

CREACIÓN

Doctrines des classes moyennes. Contribution a l´histoire d´une idée. Bruselas, Universidad de Lovaina, 1946. Tesis doctoral.  [E].

Suma y resta. San Sebastián, Saturraran, 2000, 253 pp. Edición y prólogo de Xabier Apaolaza Bemedo y José Ángel Ascunce Arrieta. [E].

La marcha del mundo. San Sebastián, Saturraran, 2001, 269 pp. Edición y prólogo de Xabier Apaolaza Bemedo y José Ángel Ascunce Arrieta. [E].

 

ESTUDIOS.

Apaolaza, Xabier y Ascunce, José Ángel: “Ramón de Ertze Garamendi: la aventura existencial de un intelectual”, prólogo a La marcha del mundo, San Sebastián, Editorial Saturrarán, 2001, pp. 11-91.

Apaolaza, Xabier y Ascunce, José Ángel: “Introducción”, prólogo a Suma y resta, San Sebastián, Editorial Saturrarán, 2001, pp. 11-22.

Ascunce Arrieta, José Ángel: “Ramón Ertze Garamendi: el humanismo de un hombre de palabra”, Diario Vasco, San Sebastián, 18 de diciembre de 1989, p. 58.

Ascunce Arrieta, José Ángel: “Ramón Ertze Garamendi: un humanista entre la fe y la ciencia”, Diario Vasco, San Sebastián, 24 de diciembre de 1990.

Ascunce Arrieta, José Ángel: “Ramón Ertze Garamendi: una apuesta universitaria” en AA.VV.: Exilio y Universidad (1936-1955). San Sebastián, Editorial Saturraran, 2008, pp. 247-261.

Aulestia, Gorka: “Ramón Ertze Garamendi: 1911-1974”, AA. VV.: Sesenta años después. Euskal erbestearen cultura. San Sebastián, Editorial Saturraran, 2000, pp. 75-89.

 

Autor:José Ángel Ascuce

 

Escoriaza y Zabalza, Teresa de

Fotografía de Teresa de Escoriaza y Zabalza

ESCORIAZA Y ZABALZA, Teresa de (1891-1968) Esta escritora, periodista y profesora liberal y feminista nació en Donostia el 7 de diciembre de 1891. Realizó estudios de bachillerato en el Instituto Cardenal Cisneros de Madrid, en la Académie de Bordeaux (Francia) donde obtuvo un diploma de profesora de enseñanza elemental en 1910. Posteriormente estudió en las universidades de Madrid y Liverpool. En 1917 se embarcó con destino a New York, donde impartió clases de español y francés. En 1919 pasa a formar parte de la redacción del diario madrileño progresista La Libertad, ejerciendo como corresponsal desde New York, bajo el seudónimo Félix de Haro. A partir de 1921 deja la corresponsalía y pasa a la sección “Femeninas” donde firma ya con su nombre, a la vez que publica diferentes artículos de opinión. En verano de 1921 marcha a Marruecos a fin de cubrir la guerra in situ; estas crónicas fueron recogidas en un libro, Del dolor de la guerra. Crónicas de la campaña de Marruecos (Madrid 1921). En 1922 inicia sus colaboraciones en el vespertino madrileño Informaciones y en 1928, hasta 1936, su nombre aparece en las páginas de Mundo Gráfico entre otros medios de comunicación. Paralelamente, traduce la novela La corte de las damas, de Marie Deschard (Madrid 1922), y publica una novela corta, El crisol de las razas (Madrid 1929). Según la profesora Marta Palenque (2006) mayor interés tiene el prólogo que escribe para la Antología de mujeres en la colección Los Poetas (Madrid 1929). Desde 1929 continúa su trabajo en la enseñanza en distintos centros estadounidenses, especialmente en Montclair State Teachers Collage (hoy Montclair University). La guerra de 1936 convierte en exilio su estancia americana; no solo no podrá volver a la península sino que su familia deberá huir de la represión franquista. Jubilada en 1959, Teresa se instaló en California, hasta su vuelta al País Vasco, donde murió, en Donostia, triste ironía, el 18 de julio de 1968.

Estornés Lasa, Bernardo

Fotografía de Bernardo Estornés Lasa

Bernardo Estornés Lasa es, sin duda, una de las grandes figuras intelectuales vascas. El fundador y director de la monumental Enciclopedia General Ilustrada del País Vasco,. nació en Isaba, Nafarroa, el 11 mayo de 1907. Finalizados los estudios primarios, completa los de Profesorado Mercantil en Zaragoza. Será allí donde aprenderá euskara, utilizando para ellos diferentes libros y manuales. Empieza a escribir muy tempranamente y en 1927 aparece su primera publicación, Erronkari (Valle del Roncal). En 1929 se establece en Donostia donde ejercerá el cargo de jefe de oficina y biblioteca de la Sociedad de Estudios Vascos, fundando, además, el centro de estudios comerciales “Estornés Ikastetxea”. En 1934 crea la Editorial “Beñat Idaztiak” iniciando la publicación de la colección de temas culturales vascos Zabalkundea (Difusión), lo que, en aquel tiempo, constituyó una novedad. Como consecuencia de la guerra de 1936 debió exiliarse a Francia, donde contrae matrimonio con Ignacia Zubizarreta Echave. Después pasa a Chile, fijando su residencia en Santiago de Chile. Allí instituye y dirige la revista de divulgación cultural vasca Batasuna cuyo primer número aparece en diciembre de 1941. En 1958 vuelve del exilio estableciéndose de nuevo en Donostia. El intelectual navarro regresaba para tratar de continuar con su labor dentro de los estrechos límites que permitía el régimen franquista. En este contexto lanza en 1958 una de la más importantes iniciativas culturales de la posguerra en el País Vasco, la Editorial Auñamendi. Dentro de la editorial van a hallar cabida todo tipo de textos relacionados con el mundo cultural vasco, desde la creación al ensayo, sobre todo en castellano pero también, en menor medida, en euskara.

A partir de 1960 constituye e impulsa el archivo literario Auñamendi que sentará las bases de la que será su posterior gran obra enciclopédica. En 1967 gana el primer premio de poesía en los Juegos Florales de Sangüesa con el poema “Erronkariko Iror gizon”. Un año más tarde volverá a ganar en el mismo certamen, esta vez con los trabajos en prosa Grabielico el jurador y Cuentos roncaleses.

A partir de 1968 impulsa la creación de la Enciclopedia General Ilustrada del País Vasco, un proyecto titánico si se tiene en cuenta el contexto político y social. La colección se inicia con el primer de los cinco volúmenes dedicado a literatura euskérica. Le seguirán el Diccionario Enciclopédico y el Bibliográfico. De esta manera se dará cuerpo al más importante corpus documental de información en torno al pueblo vasco y Euskal Herria, cuya consulta hoy día puede realizarse a través de Internet. Miembro de la Real Academia de la Lengua Vasca Euskaltzaindia y del Instituto Americano de Estudios Vascos. Respecto a sus colaboraciones estas han aparecido en gran número de publicaciones tanto del interior como del exilio: Revista Internacional de Estudios Vascos, Euskalerriaren Alde, Vida Vasca, El Día, Euzkadi*, Boletín de la Sociedad de Estudios Vascos, El Mercurio de Chile, Yakintza…
El 10 de agosto de 1999 fallecía en Donostia uno de los grandes impulsores de la cultura vasca del siglo XX.

La obra de Bernardo Estornés Lasa es fundamental para entender el actual desarrollo de los estudios de temática vasca. Desde una perspectiva de un nacionalismo moderado y bastante tradicionalista, lo que ha llevado a un cierto olvido de su obra más literaria, la aportación de este intelectual ha sido, sin embargo realmente monumental en todos los campos del conocimiento humanístico.

José Ramón ZABALA

CREACIÓN:
-Erronkari. El Valle del Roncal, Zaragoza, 1927, 292 pp [E].
-Euskal-Idazlasterra¬. Taquigrafía Vasca. Zaragoza, 1929, 36 pp. [E].
-Artistas Anónimos, La talla de madera y especialmente la de boj. Donostia, 1930, 32 pp. [E].
-El Valle de Erronkari. Arte popular infantil. Donostia, 1930, 16 pp. [E].
-Sabin Euskalduna. Beñat idaztiak. Eusko Argitaldaria, Zarautz, 1931, 126 pp. [N].
-Historia del País Vasco. Itxaropena, Zarautz, 1933,448 pp. [E].
-Resumen bibliográfico vasco. Itxaropena, Zarautz, 1933, 16 pp. [E].
-Historia vasca. Euskal-Edestia. Itxaropena, Zarautz, 1935, 123 pp. [E]
-Indumentaria vasca. Donostia, 1935, 125 pp. [E].
-Estética Vasca. Paisaje. Arte. Belleza. Editorial Vasca Ekin, Buenos Aires, 1952, 360 pp [E].
-Eneko Arista, fundador del reino de Pamplona. Editorial Vasca Ekin, Buenos Aires, 1959, 247 pp. [E].
-El Ducado de Vasconia. Auñamendi, Donostia, 1959, 232 pp. [E].
-Orígenes de los vascos I. Civilizaciones primitivas. Albores históricos. Auñamendi, Donostia, 1959, 418 pp [E].
-Orígenes de los vascos II. Romanización. Testimonio y orígenes de la lengua vasca. Auñamendi, Donostia, 1961, 496 pp. [E].
-Fantasía y realidad. Antología literaria vasca. Tres tomos, Auñamendi, Donostia, 1964, 1967, 216 pp, 204 pp y 172 pp. respectivamente [E].
-Orígenes de los vascos III. El nombre étnico. Las huellas de los vascos primitivos por el mundo. Auñamendi, Donostia, 1965, 460 pp. [E].
-Orígenes de los vascos IV. Mensajes orales de las generaciones pasadas. Conclusiones particulares y generales. Auñamendi, Donostia, 1966, 468 pp. [E].
-Mundua Euskal Erriaren gogoan-EI mundo en la mente popular vasca. Aoz ao gogoratutako kondaira aurrea. La Prehistoria contada de viva voz. Auñamendi, Donostia, 1975, 170 pp. y 184 pp. respectivamente, [E].
-Sobre historía y orígenes de la lengua vasca. Auñamendi, Donostia, 1967, 292 pp. [E].
-Erronkariko uskara. Auñamendi, Donostia, 1968, 123 pp. [E].
-Cancionero Popular del País vasco. Bajo el seudónimo de J.M. de Arratia, cuatro tomos, Auñamendi, Donostia, 1958, 180 pp.; 1968, 166 pp; 1971, 180 pp.; y 1971, 180 pp. [E].
-Literatura euskéríca (Sen Sebastien, 1969, 720 Pp.); vol. II (San Sebastián, 1970, 584.pp.); vol. III (San Sebastián, 1973, 606 PP ) vol IV (San Sebastián, 1974, 574 PP.)
-El cantar de Roscenvalles y otros poemas navarros. Auñamendi, Donostia, 1979, 216 pp. [P].
-Cuentos roncaleses, poemas y otras cosas navarras. Auñamendi, Donostia, 1980, [N].
-Kixmi-ren kantua. El cantar de Kixmi. Auñamendi, Donostia, 1982, 241 pp. [P].

En colaboración con ESTORNÉS LASA, Mariano:
-¿Cómo son los vascos? Estudio comparativo. Donostia, 1967, 186 pp. [E]
-Recuerdo del valle de Salazar y del Almiradio de Navascués. Donostia, 1966, 32 pp. [E].
-Recuerdo de Erronkari. Auñamendi, Zarautz, 1966, 28 pp. [E].
-La Costa Vasca. Auñamendi, Donostia, 1961, 176 pp. [E].
-Geografía del País Vasco. Bajo el seudónimo de I. de Sollube, tres tomos, Auñamendi, Donostia, 1969, 1972 y 1973 respectivamente, 232 pp., 142 pp., 158 pp. [E].

En colaboración con GOIKOETXEA OLAONDO, Juan Ignacio:
-Diccionario Auñamendí Español-Vasco. Seis tomos, Auñamendi, Donostia, 1965-1975, 1.116 pp. [E].

En colaboración con otros autores:
-Cómo han sido y cómo son los vascos. Izakera eta jazkera. Carácter e indumentaria. Dos tomos, Auñamendi, Donostia, 1974, 542 pp. y 540 pp. respectivamente [E].

En colaboración con ESTORNÉS LASA, Idoia:
Literatura. Cinco tomos, Auñamendi, Donostia, I, 1977, 719 pp., II, 1976, 584 pp., III, 1977, 606 pp., IV, 1977, 574 pp., y V, 1981, 622 pp. [E].

ESTUDIOS SOBRE EL AUTOR:
AROZAMENA AYALA, Ainhoa: “Estornés Lasa, Bernardo” en Enciclopedia General Ilustrada del País Vasco. Volumen XI, Donostia, 1980, pp. 608-610.

Estornés Lasa, José

Fotografía de José Estornés Lasa

ESTORNÉS LASA, José (Isaba, 1913 – Donostia, 1987)

Nacido en Isaba (Nafarroa) el 17 de abril de 1913, estudió Comercio en Zaragoza hasta 1932. En 1936 pasa a formar parte de los Batallones Loiola y Simón de Bolibar, alcanzando el grado de Comandante de Gudaris. Hecho prisionero en Santoña como consecuencia de la rendición del ejército vasco a las fuerzas italianas, será canjeado por otros prisioneros y devuelto a territorio republicano, en Asturias. En 1938, pasa a Cataluña donde es destinado al Ejército del Ebro como Jefe de Intendencia. Finalizada la guerra se exilia a Francia y, con la invasión alemana, en 1940 se traslada a Venezuela donde se instalará durante más de veinte años. Allí conoce a una vizcaína, Luz Miangolarra, con quien contraerá matrimonio. Su labor en el exilio se caracterizaría por su constante actividad sobre todo en el terreno cultural. Afiliado al PNV, fue miembro del Consejo de Cultura de la República, en representación del Gobierno Vasco en el exilio. A su regreso a la Península, José Estornés participa en todo tipo de iniciativas: retomando una iniciativa de preguerra, a partir de 1958 impulsa junto con sus hermanos, Bernardo y Mariano, la editorial Auñamendi, especializada en temas vascos, preside la Sociedad Vascongada de Amigos del País en Nafarroa y de la Academia de Cultura Vasca de Iruña-Pamplona; asimismo, será miembro correspondiente de Euskaltzaindia, impulsor de Amnistía Internacional en el País Vasco y del Instituto Vasco de Criminología, así como miembro del Napar Buru Batzar y de la Asamblea Nacional del PNV. El escritor navarro fallecía en Donostia, el 11 de octubre de 1987.

Sus trabajos se han dirigido preferentemente a la temática histórica y a los libros de carácter divulgativo, en su mayor parte relacionados con el mundo de la cultura vasca.

CREACIÓN

La Real Compañía Guipuzcoana de Navegación de Caracas. Editorial Vasca Ekin, Buenos Aires, 1948, 142 pp. (E).

Cómo aprender el vasco fácilmente. Editorial Itxaropena, Zarautz, 1960, 293 pp. [E].

Método elemental de vasco. Editorial Itxaropena, Zarautz, 1961, 88 pp. [E].

Erronkari´ko Uskara. Editorial Auñamendi, Donostia, 1968, 123 pp. [E].

Los vascos y la universidad. Dos tomos, Editorial Auñamendi, Donostia, 1970, 156 y 164 pp. respectivamente [E].

Nuestro Pirineo y la defensa de la naturaleza: Belagua. Editorial Auñamendi, Donostia, 1973, 221 pp. [E].

Derecho Foral Penal de Euskal Herria. Editorial Itxaropena, Zarautz, 1978 [E].

Un gudari navarro en los frentes de Euzkadi, Asturias y Cataluña. Editorial Auñamendi, Donostia, 1979, 400 pp. [B].

Bizkaiko Jaurerritar zaldun aitonen semeen Foru Lege berezi, frankeza ta errieskubideak -El fuero, privilegios, franquezas y libertades de los caballeros hijosdalgos del Señorio de Vizcaya. Bizkaiko Foru Aldundia, Bilbo, 1981, 570 pp. [E].
-Navarra: lo que “no” nos enseñaron. Universidad Popular Leire, Iruña-Pamplona, 1981, 221 pp. [E]

COLABORACIONES
-“Zoiloren uzta. La cosecha de Zoilo”. Fontes linguae vasconum, Iruña-Pamplona, año 17, nº4, enero-junio de 1985, pp.31-93.

ESTUDIOS
-“Estornés Lasa, José” en Enciclopedia General Ilustrada del País Vasco. Volumen XI, Donostia, 1980, p.610.

Estornés Lasa, Mariano

Fotografía de Mariano Estornés Lasa

ESTORNÉS LASA, Mariano (Isaba, 1909- Donostia, 1997)

Nacido en Isaba (Nafarroa) el 19 de noviembre de 1909, el escritor Mariano Esrtonés Lasa seguirá un periplo vital similar a la de su hermano Bernardo, participando como cofundador en la creación de la Editorial y del Fondo Auñamendi. Tras estudiar Filosofía y Letras en la Universidad de Zaragoza, se inicia muy pronto en el mundo literario como colaborador de distintas publicaciones de signo vasquista, interesándose muy pronto por los temas históricos, especialmente con los referidos con América. Como consecuencia de la guerra de 1936 debió exiliarse primero a Francia y, posteriormente a Santiago de Chile, donde permanecerá hasta bien entrados los años 50. Allí colaborará en la revista Batasuna. Es hacia 1958 cuando regresa a la Península y aquí participa con su hermano Bernardo, como ya se ha señalado, en la creación de Auñamendi.

Desde el punto de vista literario Mariano Estornés ha trabajado fundamentalmente el ensayo, en general en colaboración con su hermano Bernardo, con algunas incursiones en el campo de la novelística y de la literatura de viajes, concretamente, una serie de cuarenta y cinco reportajes publicados entre 1973 y 1975 en El Pensamiento Navarro. Asimismo, realiza numerosas entradas relacionadas con América en la Enciclopedia General Ilustrada del País Vasco y traduce distintas obras del francés al castellano para su publicación en Auñamendi. En 1970 logra el Premio Merindades de Navarra en los Juegos Florales de Sangüesa. Falleció en Donostia, el 16 de agosto de 1997.

José Ramón ZABALA

CREACIÓN
-Oro del Ezka. Auñamendi, Zarautz, 1958, 304 pp. [N].
-Los Errotazar-Soroa-Larralde. Auñamendi, Zarautz, 1960, 278 pp. [N].
-Gentes vascas en América. Auñamendi, Zarautz, 1961, 192 pp. [E].

En colaboración con ESTORNÉS LASA, Bernardo:
-¿Cómo son los vascos? Estudio comparativo. Donostia, 1967, 186 pp. [E]
-Recuerdo del valle de Salazar y del Almiradio de Navascués. Donostia, 1966, 32 pp. [E].
-Recuerdo de Erronkari. Auñamendi, Zarautz, 1966, 28 pp. [E].
-La Costa Vasca. Auñamendi, Donostia, 1961, 176 pp. [E].
-Geografía del País Vasco. Bajo el seudónimo de I. de Sollube, tres tomos, Auñamendi, Donostia, 1969, 1972 y 1973 respectivamente, 232 pp., 142 pp., 158 pp. [E].

TRADUCCIONES
-LHANDE, Pierre: Autour d´un foyer basque. Traducido como En torno a un hogar vasco. Auñamendi, Zarautz, 1975, 180 pp. [E].

COLABORACIONES EN LA PRENSA PERIÓDICA
-“Contribución a la bibliografía del País Vasco”, Euskalerriaren alde, año XXI, nº330, Donostia, junio de 1931, pp.207-230 [E].
-“Los últimos euskaldunes de Izaba (Roncal)”, Boletín de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País, año IX, cuaderno º1, Donostia, 1963, pp.93-94 [E].

ESTUDIOS SOBRE EL AUTOR:
AROZAMENA AYALA, Ainhoa: “Estornés Lasa, Mariano” en Enciclopedia General Ilustrada del País Vasco. Volumen XI, Donostia, 1980, pp. 610-611.

Etxegarai, Bonifazio

Fotografía de Bonifazio Etxegarai

ETXEGARAI, Bonifacio (1878-1956)

Seudónimo: Boni
Lugar de nacimiento: Zumaia (Gipuzkoa)
Fecha de nacimiento: 5 de junio de 1878
Lugar de defunción: Durango (Bizkaia)
Fecha de defunción: 24 de diciembre de 1956
Estudios: Derecho.
Profesión preferente: Abogado.
Actividades culturales: Investigador y ensayista.
Exilio: 1937 –
Lugares y fechas del exilio:
Francia: 1937 –1940
Iparralde: 1940 – 1941

Bonifacio Etxegarai Korta, hijo de Joaquín María Etxegarai Etxeandia, capitán del puerto de Zumaia y de Josefa Korta Eizagirre, nació en Zumaia en 1878. A la temprana edad de dos años murió Joaquín María, por lo que su hermano mayor, Carmelo, con tan sólo quince años, hubo de hacerse cargo económicamente de la familia desde su nuevo trabajo en la Secretaría de la Diputación de Gipuzkoa. De este modo la juventud de Bonifazio transcurrió en gran parte en Donostia.

Estudió derecho en el Escorial con un brillante expediente académico. Allí coincidió con Federico Belaustegigoitia y Manuel Azaña. Al terminar los estudios, aprobó las oposiciones estatales para el puesto de secretario judicial. En 1904 fue nombrado secretario de la Audiencia Provincial de Sevilla y, seis años más tarde, comenzó a trabajar como secretario judicial adjunto de la sala de lo criminal del Tribunal Supremo (1910). En calidad de secretario de Sala de lo criminal del Tribunal Supremo, la Comisión de Ayuntamientos del País Vasco nombró a Etxegarai en 1932 miembro de la Comisión encargada de elaborar el primer borrador del Estatuto de Autonomía del País Vasco constituida por diez miembros.

En 1898 se casó con Ricarda Irabiere en Castro Urdiales con quien tendría dos hijas, Elvira, nacida en 1915 y María de los Dolores en 1921. Antes del comienzo de la guerra tuvieron un tercer hijo varón.

De nuevo en Euskal Herria, Etxegarai fue juez en Gernika y en 1937 presidente del Tribunal Supremo del País Vasco. Se entregó de lleno a las tareas de investigación, fundamentalmente en el ámbito del derecho foral vasco. Socio desde 1920 de Eusko Ikaskuntza, dos años más tarde fue nombrado vocal de la sección de derecho. Formó parte también de la subcomisión de Gipuzkoa de la comisión de autonomía de la sociedad creada expresamente para tratar el tema del estatuto de autonomía. En este sentido destaca su aportación a la sociedad con un trabajo titulado “Moción sobre el apéndice al código civil”. Asimismo fue miembro de número de Euskaltzaindia donde ingresó como sustituto de su hermano Carmelo con la conferencia “Euskal Erriko etxeen izenak”, trabajo sin duda pionero en el campo de la oiconimia vasca. Como historiador la Enciclopedia Universal Espasa le encargó la redacción de la reseña histórica sobre el País Vasco bajo el epígrafe Vasconia en 1929.

Una de las principales ideas de Etxegarai fue la creación de un Instituto de Derecho Vasco encargado del estudio de las instituciones forales y las normas jurídicas vascas anteriores a la Ley derogatoria de 1841 a fin de establecer bases más sólidas sobre las cuales construir el Estatuto de Autonomía y el subsiguiente corpus legislativo. Paralelamente, insistía Etxegarai en la importancia que desde un punto de vista etnográfico y cultural poseía el estudio de la historia política y jurídica de las instituciones forales y su difusión en la vida social del país.

Tras la caída de Bilbao huyó a París donde colaboró activamente con la delegación del Gobierno Vasco en la ciudad. En 1939 Etxegarai formaba parte de un grupo de investigadores encargados de diseñar las líneas maestras de la que sería la política cultural del gobierno de Agirre en el exilio junto a Bingen Ametzaga, Francisco Basterretxea y Joxe Migel Barandiaran entre otros. Dentro de las tareas encomendadas a este grupo de investigadores destaca la elaboración de una serie de diccionarios básicos de lengua, historia y cultura vascas. En este sentido en 1939 Etxegarai está dedicado a la preparación de un diccionario biográfico bajo el título de Vascos ilustres.

Paralelamente los citados Bingen Ametzaga, Jose Migel Barandiaran, Bonifacio Etxegarai y Julio Jauregi se hallan trabajando en la elaboración de una revista de estudios vascos dedicada a la difusión de la ciencia y la cultura vascas, proyecto que con el tiempo retomará aita Barandiaran en Iparralde dando lugar a Gernika e Ikuska. Además de estas labores también se encuentra Etxegarai trabajando en dos extensos artículos, “Los ritos funerarios en el derecho consuetudinario vasco” y “Ensayo histórico; Álava, Guipuzcoa y Vizcaya en los siglos XIV y XV”.

Debido a la inesperadamente rápida caída de París en junio de 1939, Etxegarai, junto con Ametzaga, ha de huir de la ciudad refugiándose en Iparralde, en las Landas y en Provenza desde nunca conseguirá, pese a ser esa su firme intención, tomar un barco para los Estados Unidos o para Chile . Durante su estancia en Donibane Lohitzune se reunirá asiduamente con Joxe Migel Barandiaran, Jose Maria Zulaika y Xabier Landaburu. Estos primeros años del exilio resultaron años especialmente duros para Etxegarai quien en carta a Ametzaga afirma, “en éstos en que nos ha tocado vivir yo ya no soy más que un pobre diablo que no sirve de nada y para nada. (…) Vivo a la deriva de los acontecimientos, olvidado de quienes debieran acordarse de mí, pero amparado siempre por Dios que me concede mucho más de lo que yo, triste pecador, merezco (…) Los demás compatriotas que quedamos en esta de Donibane Garazi son tan pocos ya que se reúnen en mi cocina -nada saben de las penurias ni de los ayunos que hago- y, sin embargo -hay cosas que sin duda se transparentan-, he recibido de ellos muestras de afecto y de adhesión que me conmueven”.

Murió en Durango en 1956 a la edad de 78 años. Fue enterrado en Gernika.

Obra
Escribió en sus primeros años varios cuentos breves y poesías en euskara, trabajos que fueron publicados fundamentalmente en las revistas Euskal Erria y Euskaltzale. Entre ellos cabe destacar “Baserriyan”, “Malko bat”, “Euskalduna” o “Beti, beti euskaldun”. Asimismo es autor de una novela que dejó sin terminar bajo el título de Aquí fue la Arcadia. Colaboró asimismo con la Biblioteca Bascongada de Fermín Herrán, para la que compuso una colección de cuentos y descripciones poéticas que aparecieron en el volumen 45 de la misma bajo el título de Cuadros en 1900.

En el ámbito de la investigación jurídica e histórica es autor de una larga nómina de títulos aparecidos en diversos medios, Boletín de la Sociedad Vascongada de Amigos del País, Bulletin Hispanique, El Pueblo Vasco, Euskal Erria, Euskalduna, Euskal Erriaren Alde, Eusko Ikaskuntzaren Deya, Euzkadi, Euzko Deya (Buenos Aires), La Vasconia, Revista Internacional de Estudios Vascos, Txistulari, Vida Vasca y Yakintza. Entre ellos cabe destacar los que siguen:

“La delincuencia infantil”, Bilbo, 1909.
“Euskaldunak, euskeraz”, Itzaldiak, Donostia, 1920.
“El hogar, alma del pueblo vasco”, Hermes, 1921.
“El proceso de la zamacolada”, Bilbo, 1921.
“Aspectos jurídicos de la Zamacolada”, Bilbo, 1921.
“La vida civil y mercantil de los vascos através de sus instituciones jurídicas”, RIEV, 1923.
“Moción sobre derecho vasco”, Eusko Ikaskuntzaren Deya, 1923.
“Significación jurídica de algunos ritos funerarios del País Vasco”, Revista Internacional de Estudios Vascos, 1925.
“Estudio jurídico de los contratos entre copropietarios, patronos, tripulantes y fogoneros”, Asamblea de Pesca Marítima Vasca, Donostia, 1925.
“Algunas voces vascas usadas en el Fuero General de Navarra”, Euskera, 1927.
“Algunos aspectos relacionados con la patria y apellido de San martín de la Ascensión”, Bergara, 1928.
“Moción sobre el Apéndice Civil del Código Civil, presentado por el representante de la Sección de Derechos Vascos en la Junta permanente de la Sociedad [de Estudios Vascos] y aprobada por ésta en su sesión de 8 de setiembre de 1930”, Eusko Ikaskuntzaren Deya, 1930.
“Proyecto para la creación de un Instituto de Derecho Vasco”, Eusko Ikaskuntzaren Deya, 1932.
“La devoción a algunos Santos y las vías de peregrinos”, Revista Internacional de Estudios Vascos, 1932.
“Preparación de una historia del País Vasco”, Eusko Ikaskuntzaren Deya, 1932.
“La pérdida del euzkera en Navarra”, Vida vasca, 1933.
“La vecindad. Relaciones que engendra en el País Vasco”, Revista Internacional de Estudios Vascos, 1933.
“Los supuestos precedentes de los vocablos «Euzkadi» y «Euskaria»”, Revista Internacional de los Estudios Vascos, 1934.
“Vehículo lingüístico utilizado para la enseñanza en el País Vasco”, Yakintza, 1935.
“Lucha de idiomas en Euzkadi y en Europa”, Yakintza, 1935.
“Vascos y vascongados”, Bulletin Hispanique, 1943.
“Notas al margen de la Ordenanza de 1477”, Oñati, 1953.
“Eficacia de la Carta Puebla del 13 de septiembre de 1256”, en Homenaje a Tolosa, Tolosa, 1956.

Es además autor de varios libros:

Derecho foral privado, Donostia, 1950.
Los ritos funerarios en el derecho consuetudinario de Navarra, Iruñea, 1951.

Finalmente es autor de artículos periodísticos de temática cultural, política y jurídica en diversos medios del país: Diario de Navarra, El Día, El Nervión, El Noticiero Bilbaino, La Gaceta del Norte, La Tarde, La Voz de Guipúzcoa o La Voz de Navarra.

Bibliografía

ARANA MARTIJA, J.A., “Bonifacio Echegaray”, Euskara, 1979.
AROZENA, F.: “Don Bonifacio Echegaray”, Revista Internacional de Estudios Vascos, 1926.
AROZENA, F.: “Don Bonifacio Echegaray. In memoriam”, Boletín de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País, 1957.
ARROSPIDE, E., “Echegaray Bonifacio jaunaren euskaltzain sarraran irakurritako itzaldia”, Euskara, 1926.
ARTETXE, J., “Don Boni”, Camino y Horizonte, 1960.
AZPEITIA, J., “Bonifacio de Echegaray”, Euskara, 1978.
GARRIGA, G., “Don Bonifacio Echegaray y Korta”, Boletín del Instituto Americano de Estudios Vascos, 1957.
INTZIGARAI, E., “Etxegarai’tar Bonifazio euskaltzain berri jaunaren itzaldiari Erramon Intzigarai euskaltzain jaunak egin zion erantzumena”, Euskara, 1926.
LANDABURU, X., “Don Bonifacio de Echegaray”, Eusko Deya, 1956.
ONAINDIA, S., “Bonifazio Etxegarai Korta”, Etor, 1975.

Ezenarro Mendia, Juan

Foto No Disponible

(Antzuola, 1890 – Irun, 1945)
Estudios: Autodidacta.
Profesión preferente: Artesano.
Actividades culturales: Poeta.
Pseudónimos: Txori-txiki
Exilio: 1936-1944
Lugares y fechas de exilio:
1 .- Hendaia: 1936-1944

Biografía

Juna Ezenarro Mendia “Txori-txiki” (1890-1945), autor de varios centenares de poemas que publicó en muy diversas revistas y publicaciones, alcanzó indudable renombre en las letras populares de preguerra si bien su mala salud (de ahí el sobrenombre de Txori-txiki, “pajarillo en euskara), la guerra y su temprano fallecimiento no permitieron que culminase una obra poética más completa. Nació en Antzuola, el 26 de junio de 1890. Huérfano de madre a los seis años, se trasladó a vivir con su abuelo paterno en Donostia-San Sebastián. A los quince años enfermó gravemente jugando a la pelota; la familia entonces le traslado a Gares-Puente la Reina (Nafarroa), en busca de un clima más seco. Allí residió en casa de un tío suyo hasta los veinticuatro años. La imposibilidad de poder practicar ningún deporte le empujó a la literatura, sobre todo en lengua vasca. Algo mejor de salud, se trasladó a Errenteria (Gipuzkoa), a trabajar al taller de alpargatas en la que su padre era encargado en dicha localidad. Más tarde montó su propio taller en Irun. Allí empezó a escribirse numerosos poemas que publicó en El Bidasoa, Euskal Esnalea, Gure Herria, Hermes, Euskal Erria… En 1918 consiguió un accésit en los Juegos Florales de Donostia con su poema “Patxi arro”; en 1924 logró una mención de honor en el certamen de la revista labortana Gure Herria con su poema “Agur Bidasoa”. Aprendió esperanto. Ideológicamente era simpatizante del nacionalismo y católico practicante. Al estallar la guerra civil huyó a Hendaia (Lapurdi) donde pudo establecerse nuevamente. Sus poemas aparecieron entonces en Euzko Deya de París. En 1944, de nuevo mal de salud, regresó a Irun, a casa de su hermana Obdulia, donde falleció meses después, en enero de 1945. La obra de Ezenarro no ha sido recopilada lo que dificulta sobremanera su estudio. Era un poeta de estética claramente popular, autor de poemas sencillos y, en general, de breve extensión.

CREACIÓN
“Euzkadi-gas oldosten”, Euzko Deya. La Voz de Euzkadi. La Voix des Basques, año III, nº104, París, 17-IV-1938, p.2 [P]. Recogido en edición facsímil de Euzko Deya. Donostia, Ediciones Vascas, tomo I, p.438.
“Azkatasuna”, Euzko Deya. La Voz de Euzkadi. La Voix des Basques, año II, nº16, París, 21-I-1937, p.4 [P]. Tanto éste como los que vienen a continuación recogidos en la edición facsímil de Euzko Deya. Donostia, Ediciones Vascas, dos tomos, 1979.
“Otsoa obia da”, Euzko Deya. La Voz de Euzkadi. La Voix des Basques, año II, nº22, París, 11-II-1937, p.3 [P].
“Gudara noian”, Euzko Deya. La Voz de Euzkadi. La Voix des Basques, año II, nº29, París, 7-III-1937, p.4 [P].
“Len bizi nintzan”, Euzko Deya. La Voz de Euzkadi. La Voix des Basques, año IV, nº35, París, 28-III-1937, p.4 [P].
“Anai naparra”, Euzko Deya. La Voz de Euzkadi. La Voix des Basques, año II, nº41, París, 18-IV-1937, p.1 [P].
“Agur Gernika”, Euzko Deya. La Voz de Euzkadi. La Voix des Basques, año II, nº51, París, 23-V-1937, p.4 [P].
“Erlea ta listorra”, Euzko Deya. La Voz de Euzkadi. La Voix des Basques, año II, nº54, París, 3-VI-1937, p.3 [P].
“Gora Euzkadi”, Euzko Deya. La Voz de Euzkadi. La Voix des Basques, año II, nº62, París, 1-VII-1937, p.3 [P].
“Maitasuna zanean”, Euzko Deya. La Voz de Euzkadi. La Voix des Basques, año II, nº67, París, 1-VIII-1937, p.2 [P].
“Ez don galdu”, Euzko Deya. La Voz de Euzkadi. La Voix des Basques, año II, nº73, París, 12-IX-1937, p.3 [P].
“Aita ama gabe”, Euzko Deya. La Voz de Euzkadi. La Voix des Basques, año II, nº77, París, 10-X-1937, p.3 [P].
“Gaur itxo”, Euzko Deya. La Voz de Euzkadi. La Voix des Basques, año II, nº104, París, 17-IV-1938, p.2 [P].
“Egia”, Euzko Deya. La Voz de Euzkadi. La Voix des Basques, año III, nº118, París, 24-VII-1938, p.2 [P].
“Seme bat zeukan”, Euzko Deya. La Voz de Euzkadi. La Voix des Basques, año III, nº134, París, 13-XI-1938, p.3 [P].
“Bizian aldapa” en Mila euskal olerki eder, Aita Onaindia (ed.). Bilbao, La Gran Enciclopedia Vasca, tomo II, 1975, pp.873-874 [P].

ESTUDIOS
AAVV, “Juan Ezenarro Mendia” en Enciclopedia General Ilustrada del País Vasco. Cuerpo B. Volumen III. Literatura. Donostia, Auñamendi. Estornés Lasa, 1977, pp.260-262.
Cortazar, N., Cien autores vascos. Donostia, Colección Auñamendi. Estornés Lasa, 1966, pp.92-94.
Onaindia, Santiago, Euskal Literatura (IV).Ogeigarren mendea (1910-1935). Donostia-San Sebastián, Etor, 1975, pp.214-216.

José Ramón Zabala

Fagoaga Larrache, Isidoro de

Fotografía de Isidoro de Fagoaga Larrache
(Bera, Nafarroa, 1893 – Donostia, Gipuzkoa, 1976)

Seudónimo: Tristán de Agramuntea.
Estudios: Música y canto.
Profesión preferente: Tenor, escritor.
Actividades culturales: Articulista y conferenciante.

Exilio: 1936-1964.
Lugares y fechas:
1 – Lapurdi: 1936-1951.
2 – Buenos Aires (Argentina): 1951-1964.

El conocido tenor internacional, escritor y periodista nace en Bera de Bidasoa, Nafarroa, el 4 de abril de 1893. Desde muy niño sintió la afición por la literatura y la música, así como claras inclinaciones religiosas que, si bien no le llevarían a profesar por un desgraciado accidente de infancia que desembocó en el incendio del caserío familiar, marcarían toda su biografía. A los quince años decide emigrar a Buenos Aires donde trabaja como empleado de una ferretería y empieza a frecuentar las representaciones de ópera; paralelamente, animado por su afición al canto, inicia estudios musicales con un tenor retirado. A los diecinueve tiene oportunidad de realizar una prueba ante el barítono Titta Ruffo y el tenor Florencio Constantino. Ambos le recomendarían ante varios maestros cantores de Milán con el fin de que prosiga allí su carrera musical. Con algunos ahorros marcha a Italia y logra una de las prestigiosas becas del Conservatorio de Parma; allí continúa su preparación musical con el maestro Silva. Sin embargo, dos años y medio después, la I Guerra Mundial le obliga a abandonar Parma y a retornar a Bera. Una vez en Navarra, animado por Ricardo Baroja, solicita una beca a la Diputación Foral la cual le es concedida. Marcha así a Madrid, con el fin de continuar sus estudios con el maestro Luis Iribarne. A los veintisiete años debuta Fagoaga en el Gran Teatro de Madrid con la Ópera Sansón y Dalila de Saint Saëns. Por esta misma época había empezado a estudiar a Wagner, compositor en el que se especializará posteriormente. Dos años después es contratado para realizar una gira por toda la Península con el maestro Arbós, interpretando precisamente dos obras del compositor alemán, Parsifal y Las Valkirias. Ya en 1920 estrena en Bilbao la Ópera Amaya de Guridi.

Es en 1923 cuando regresa a Italia y su éxito es fulminante. En 1925 debuta en la Scala de Milán, teatro en el cual permanecerá hasta 1936, dirigido allí por el maestro Toscanini. Fagoaga se encuentra en la cumbre de su carrera musical y es llamado a cantar Wagner en Alemania, por el propio hijo del compositor, en concreto en la localidad de Bayreuth, meca del wagnerismo. En esos años graba tambiñen numerosos discos recogiendo en ellos la obra de Wagner y Verdi. Progresivamente sus giras le llevan a recorrer numerosos escenarios de Europa y América. Pero de nuevo la guerra va a cambiar sin remedio el ritmo de su existencia.

A comienzos de la guerra civil Fagoaga se encuentra en Bera, convaleciente de una grave enfermedad, un paratifus. Este hecho le permitió librarse de ser detenido por la guardia civil. Una vez medianamente recuperado y gracias a la intervención de un ex diputado a Cortes, el carlista Gabino Martínez-Lópe-García, logró un salvoconducto que le permitió escapar a Francia. De nuevo de gira en Italia, en 1937, tras el bombardeo de Gernika, que en un primer momento fue considerado como obra del ejercito italiano, Isidoro de Fagoaga realiza unas duras declaraciones en contra de los fascistas lo que le supone diversos conflictos con las autoridades, sobre todo al no quererse retractar de lo afirmado. A continuación abandona dicho país. Apenas llega a Saint-Jean-de Luz, se inicia la II Guerra Mundial. En la mencionada localidad labortana había iniciado ya entonces sus trabajos de investigación en torno a los Garat, al tiempo que animaba una destacada tertulia cultural en su propio domicilio.

Con la invasión de Francia por los alemanes es internado en el campo de concentración de Gurs de donde será liberado por Manuel Irujo. Finalizada la guerra decide abandonar la música, pese a que todavía tiene facultades para seguir en el mundo de la canción; sin embargo, prefiere dedicarse a su otra gran afición: las letras. Autoexiliado como consecuencia de su rechazo del régimen franquista, se instala de nuevo en el País Vasco continental hasta 1951, viviendo en parte gracias al dinero que había podido ahorrar en sus años de triunfo musical, y volcándose en una importante actividad cultural y literaria. De este modo, en colaboración con Juan Thalamas Labandibar, pasa a ser director de la revista Gernika, sin duda la publicación más importante del pensamiento vasco del exilio, creada en 1945 por el conocido periodista Rafael de Picavea «Alcibar». Al mismo tiempo imparte numerosas conferencias en Europa y América y publica colaboraciones en distintos medios como pueden ser Eusko Deya y Eusko Jakintza. Edita también sus dos primeros libros, de contenido histórico, en la editorial bonaerense Ekin: Pedro Garat, el orfeo de Francia (1948) yDomingo Garat, el defensor del Biltzar (1951). El denominador común de todos estos trabajos será la defensa de su tierra y de sus gentes desde diversos aspectos de la cultura vasca, siempre bajo una perspectiva universalista y cristiana.

En 1951 Fagoaga marcha a Buenos Aires donde permanecerá catorce años. En la capital bonaerense seguirá editando la revista Gernika hasta 1953, fecha en la que desaparece como resultado de la falta de apoyo por parte de las instituciones políticas del exilio y la carencia de medios económicos para seguir adelante con la experiencia. Por estas fechas reinicia sus colaboraciones en distintos medios de comunicación de importancia internacional, sobre todo en La Prensa de Buenos Aires, donde escribirá hasta 1975, e Il Corriere della Sera, diario en el que ya había publicado diversos trabajos. De manera paralela sigue publicando diversos libros de carácter ensayístico, siempre relacionados con la cultura vasca: Retablo vasco. Huarte, Ravel, Paoli, Gayarre, Eslava (1959), Unamuno a orillas del Bidasoa y otros ensayos (1964).

Es en 1964 cuando el escritor decide volver al País Vasco. El retorno a la Península Ibérica se produce por la necesidad de ayuda que tiene su hermana Conchita, invidente de nacimiento. No obstante, con anterioridad había atravesado sin dificultad la frontera en diversas ocasiones con el fin de documentarse sobre varios temas. Fijada su residencia en Donostia, continuará su labor de colaboración en distintos medios de comunicación, entre otros en El Diario Vasco de San Sebastián, medio a través del cual alcanzará un importante eco. De esta manera, Fagoaga se convierte en uno de los referentes indiscutibles de la vida cultural del país, trabajando en contacto con personalidades como José de Arteche, Miguel Pelay Orozco, Jon Etxaide, Thalamas Labandibar, Fausto Arocena, Federico de Zavala, Antonio Labayen, Juan Garmendia entre otros. Se trata de un conjunto ideológicamente heterogéneo de intelectuales que pretendía impulsar la cultura del país dentro de los estrechos márgenes marcados por el franquismo. No obstante, poco a poco, Fagoaga empieza a distanciarse del mundo cultural. Sus últimos años se caracterizarían por la tranquilidad y el cariño con que es acogido por varias familias donostiarras. Sigue participando de la vida cultural de país pero de una manera más bien honorífica. En esta etapa, sus artículos pasan a ser, en general, reelaboraciones de escritos anteriores, al tiempo que publica varias recopilaciones de trabajos suyos como son Los poetas y el País Vasco (1969) y El teatro por dentro (1971). La muerte le sobreviene finalmente en Donostia, donde se había instalado definitivamente, en 1976, a los 83 años de edad, siendo enterrado en su localidad natal de Bera.

El pensamiento de Isidoro de Fagoaga se caracteriza por su claro componente humanístico, evidenciado en casi todas sus iniciativas. Así, por ejemplo, la revista Gernika aparecía bajo el elocuente subtítulo de Cahiers collectifs de culture humaniste. Para Fagoaga el humanismo constituye la base fundamental sobre la cual construir un futuro democrático para Euskal Herria y Europa. Al mismo tiempo, Fagoaga reivindica un nuevo nacionalismo vasco basado en los aspectos culturales, auténticos nexos de unión en opinión del escritor, y no en los raciales, un nacionalismo que supere la división generada por las banderías y siglas políticas. En este sentido es uno de los pioneros en reivindicar la superación de las justificaciones biológicas a la hora de defender los derechos históricos del País Vasco. Entre los aspectos básicos de dicha reivindicación se sitúa la defensa del euskara, idioma que siempre habló pero que no llegó a utilizar como medio de expresión escrita por las carencias que sentía en su conocimiento. Por otra parte, Fagoaga preconiza tempranamente las nuevas ideas universalistas que fermentan en la posguerra europea, dando lugar, por ejemplo, al ideal de unidad europea, defendido también por el autor navarro. En su opinión la acción política debe de supeditarse a la moral, compaginando el sentimiento y reivindicación de la propia identidad con la paulatina conciencia de un mundo más interrelacionado y cercano. De ahí la adopción y constante reiteración como divisa de los conocidos versos de Iparragirre, «eman da zabalzazu munduan frutua», los cuales resumen no solo la actividad del escritor sino también la de todo el colectivo que giraba en torno a la revista Gernika.

En lo que se refiere a la valoración de su obra literaria ésta es fundamentalmente periodística y todavía hoy se encuentra desperdigada en numerosas publicaciones, sin que se haya abordado la labor de recopilarla, a excepción de cuatro de sus seis libros publicados, fruto en buena medida de artículos anteriores. Hay que tener en cuenta que esta temprana afición por la literatura acompañó al autor a lo largo de toda su vida lo que le llevó a publicar en medios de comunicación y revistas de varios países y en distintos idiomas. Dentro del periodismo, Fagoaga fue un gran ensayista que supo conjugar la amenidad con la reivindicación y difusión de su propio ideario intelectual y político.

José Ramón Zabala

OBRA

Pedro Garat, el Orfeo de Francia. Editorial Vasca Ekin, Buenos Aires, 1948, 277 p.

Domingo Garat, el defensor del Biltzar. Editorial Vasca Ekin. Buenos Aires, 1951, 242 pp. Traducción al francés: Dominque Garat. Le défenseur du Biltzar. Inprimerie Darracq, Baiona, 1970-1972. Traducción al euskara: Domiku Garat. Biltzarraren defentzaille. Gero, Euskal Liburuak, Mensajero Argitaletxea, Bilbo, 1979.

-Retablo vasco: Huarte, Ravel, Paoli, Gayarre, Eslava. Editorial Itxaropena, Zarautz, 1959, 203 pp.

Unamuno a orillas del Bidasoa y otros ensayos. Auñamendi Argitaletxea, Donostia, 1964, 194 pp.

-Los poetas y el País Vasco. SGEP, Donostia, 1969, 184 pp.

El teatro por dentro. Editorial La Gran Enciclopedia Vasca, Bilbao, 1971, 271 pp.

BIBLIOGRAFÍA

-ARNOSI, Eduardo: «Isidoro Fagoaga», The Record Collector. A magazine for collectors of recorded vocal art, Ipswich Suffolk, pp.60-73.

-ETXAIDE, Jon: «Bi hitz itzultzailearen partez» en la traducción Domiku Garat. Biltzarraren defentzaille. Gero, Euskal Liburuak, Mensajero Argitaletxea, Bilbo, 1979, 9-13 pp.

-GOGORTZA, Asier: «Isidoro Fagoaga. Gernikako bonbek isilarazi zuten tenorea», Ttipi-ttapa, 276 zk., Bera, 2000ko apirila, 4-5 pp.

-MIKELARENA, Fernando: «Fagoaga Larrache, Isidoro», en GARCÍA-SANZ MARCOTEGUI, Ángel (coordinador): El exilio republicano navarro de 1939, Gobierno de Navarra, Pamplona, 2001, pp. 391-393.

-PELAY OROZCO, Miguel: «Isidoro Fagoaga y el amor al país». Todos los caminos son válidos. Editorial La Gran Enciclopedia Vasca. Bilbo, 1978, 79-92 pp.

-THALAMAS LABANDIBAR, Juan: «Isidoro Fagoaga Larrache. Una vida señera de artista y de escritor». Boletín de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País, año XXXII, cuadernos 3º y 4º, Donostia, 1976, 343-413 pp.

-UGALDE, Martín de: «Isidoro de Fagoaga». Hablando con los vascos. Editorial Ariel, Barcelona, 1974, 146-178 pp.

-ZABALA, José Ramón: «Isidoro de Fagoaga. La soledad del humanista» en Sesenta años después. Euskal Erbestearen kultura, Tomo II, Edición de Xabier Apaolaza, José A. Ascunce e Iratxe Momoitio, Donostia, 2000, pp.91-114.

Garate Arriola, Justo

Fotografía de Justo Garate Arriola
(Bergara, Gipuzkoa, 1900 – Mendoza, Argentina, 1994)

Pseudónimos:Archiatros, Curioso, Eneko, Eneko Michelena, Eneko Zulueta, Elorregui, Garratz, Jemand, Lelo (Elo), Manu…, Matxin, Norbait, Peru Arriola, Peruser, Perutxo, Reader, Somebody, Txeru, Txeru Arriola, Txomin, Txominenea, Urdiña, un dirigente.

Estudios: Medicina

Profesión preferente: Médico

Actividades culturales: ensayista, periodista

Exilio:

Lugares y fechas de exilio:

1 .- Francia: 1937

2 .- Argentina: 1937 – 1994

Justo Garate Arriola nació en Bergara el 5 de agosto de 1900. Su padre, Benito Garate, emigró a América, donde consiguió una cómoda situación como ganadero cerca de la localidad de Tandil (Argentina). A finales del S. XIX regresó al País Vasco para buscar mujer y formar una familia. En Elgoibar conoció a Benita Arriola, con la que se casó al poco tiempo. Bergara fue la primera localidad de residencia de la nueva familia Garate Arriola, que con el paso del tiempo estuvo formada por los cabeza de familia y siete hermanos, de los Justo fue el mayor.

Con un año de edad, Justo viaja a Argentina con sus padres, quienes establecen su residencia en Tandil. El padre retoma el negocio ganadero. Allí aprende el castellano con ritmo argentino y el euskera paterno. En esta tierra se concretan los primeros recuerdos. En 1906 la familia Garate regresa al País Vasco. La educación de los niños imponía el retorno. En el colegio de los Padres Dominicos de Bergara realiza el bachillerato con notable éxito. Desde niño destaca por su despierta inteligencia, por su personalidad inquisitiva y por su prodigiosa memoria.

Concluido el bachillerato, inicia la carrera universitaria. Tentado tanto por los estudios de Filosofía y Letras como por los de Medicina, se decide por estos últimos. En 1917 realiza el curso preparatorio en la universidad de Valladolid, iniciando ese mismo año la carrera de Medicina. Allí cursa los dos primeros años. En la universidad de Barcelona realiza los dos siguientes. En 1921 gana por concurso una plaza de alumno interno en el hospital de Basurto de Bilbao. Como Bilbao no contaba con una facultad de Medicina, tiene que continuar sus estudios como estudiante libre. Se examina en Santiago de Compostela del quinto curso y en Madrid del sexto y último curso. Justo Garate se licencia en Medicina el 25 de junio de 1923.

Durante estos años de estudios universitarios van calando en su espíritu las enseñanzas del nacionalismo vasco. Aunque siempre crítico con las posturas extremistas y con los espíritus intransigentes, fue un defensor decidido de la cultura vasca y de los derechos del Pueblo Vasco como país con personalidad propia. Fueron también años importantes desde la perspectiva de su propia personalidad. En febrero de 1920 falleció su madre debido a un cáncer de estómago. La pérdida de la madre fue un trance muy duro de superar. Sentía por ella un profundo amor y una honda admiración. Por esas mismas fechas, conoció a la que sería su esposa, su amiga y su compañera durante toda la vida: Itziar Arostegui. A la temprana edad de veinte años, Justo Garate ha formado su espíritu y ha consolidado sus ideales de vida: responsabilidad religiosa, amor patrio, fidelidad familiar y entrega profesional.

Con el título de licenciado de medicina (25 de junio de 1923), decide culminar sus estudios universitarios con la realización del doctorado, cuyos cursos realiza en Madrid. Acabados éstos, programa continuar sus estudios en el extranjero. Marcha a París, Estrasburgo y Friburgo, nuevamente a París para retornar a Bergara (septiembre de 1925) después de dos años de intensos estudios por importantes universidades europeas. Al poco tiempo vuelve a Berlín y a Heildeberg, donde se especializa en química fisiológica, anatomía patológica, etc. Defiende su tesis en Madrid en enero de 1927 con su trabajo Dos variantes de la reacción de Abderhalden.

En septiembre de 1928 se casa con Itziar Arostegui. Unos meses antes muere su padre de un derrame cerebral. Sin embargo, a pesar de tan sentida pérdida la vida sigue su curso. El matrimonio Garate establece el domicilio y la consulta en la Alameda Urquijo, nº 20. Sin embargo, la quietud desaparece con nuevos viajes. Francisco Belausteguigoitia tenía la idea de crear en Bilbao un Instituto del Cáncer. Le propuso a Justo Garate la posibilidad de acudir una vez más a Alemania a especializarse en patologías cancerígenas. Marcha durante tres meses a Munich, acompañado de su joven esposa. Desde 1933 trabaja como médico interno en el Hospital de Basurto.

Su labor cultural sigue una marcha paralela a su especialización médica. Sus espacios de investigación son la cultura vasca y la cultura médica. Son años de gran actividad ensayística. Publica en la mayoría de revistas del País Vasco, especialmente en Revista Clínica de Bilbao y en la Revista Internacional de Estudios Vascos. Su firma igualmente aparece en otro títulos como Anuario de Eusko Folklore, Tierra Vasca, Euzkadi, Yakintza, Gure Herria, Eusko Ikaskuntzaren, Deya, Euskal Esnalea, La Tarde, La Voz de Navarra, etc. Igualmente, en esta época, aparecen sus primeros libros: Guillermo Humboldt (Bilbao, 1933), Ensayos euskerianos (Bilbao, 1935), La época de Pablo Astarloa y Juan Antonio Moguer (Bilbao, 1936), etc. Justo Garate se nos presenta como una de las figuras más importantes de la cultura vasco. Justo Garate vive momentos clave en el nacimiento de la cultura y de ciencia vascas. Uno de los problemas que se plantean es la necesidad de una universidad vasca. Un grupo de médicos funda en 1936 la primera facultad de esta futura universidad. Se trata de la Facultad de Medicina. Justo Garate se hace cargo de la cátedra de Patología General.

La vida personal y profesional del médico vasco se hallaba en un momento óptimo. Era un médico respetado, con un éxito profesional respetable. Como profesor era querido y celebrado por sus alumnos. Como intelectual formaba parte del reducido grupo de sabios. Como persona vivía felizmente su nuevo estado civil. Justo Garate era un hombre triunfador, feliz como profesional y como persona. Sin embargo, esta apacible y prometedora situación se rompe en julio de 1936 con la sublevación militar. Aunque quiere mantenerse neutral, las circunstancias hacen que tenga que comprometerse con la realidad del momento. Fue nombrado médico militar y miembro del tribunal militar. Justo Garate tuvo plena convicción de la inevitable derrota de las fuerzas republicanas y vascas. Estas intuiciones toman carácter de certeza tras los bombardeos de Durango, Gernika, Bilbao, etc. Asume la decisión irrevocable de su marcha a tierras argentinas.

El 5 de mayo de 1937 parte de la familia Garate inicia el exilio. Marcharán a Bruselas en el trasatlántico español “Habana”. Justo quedaba en Bilbao como médico militar. A punto de caer Bilbao, es nombrado médico de la expedición de unos quinientos niños con destino a la Citadelle. Después de algunos problemas iniciales llegaron a su destino, el puerto de Burdeos. Concluida la misión de alojar a los niños en el lugar indicado, llega a mediados de julio a Bruselas, donde le esperaba el resto de la familia. Sus hermanos residentes en Argentina le mandan el dinero para el pasaje de la familia. Se embarcan en Rotterdam el 13 de noviembre de 1937 en un barco de carga, el Alcyone, llegando a Buenos Aires el 10 de diciembre. A finales de 1937, Justo Garate inicia la segunda etapa de su vida, la experiencia americana, fase existencial larga en años y plena en entregas. En Argentina, entre Tandil y Mendoza, trascurren casi sesenta años de trabajo con el que ganará un merecido renombre tanto en América como en Europa.

Consciente de que el exilio era algo definitivo, revalida su título de doctor para poder ejercer de médico en Argentina. El 18 de julio de 1938 aprueba el examen de convalidación. Justo Garate se integra plenamente en el mundo intelectual y médico de Argentina. Su prestigio profesional aumenta con el paso del tiempo. Colabora, como en España, en las revistas médicas especializadas del país. Sin embargo, en ningún momento abandona la preocupación por la historia y la cultura de su país de origen. Cientos de artículos salen de su pluma. Su firma se encuentra en publicaciones tan diversas como Eusko Deya, España Republicana, La tribuna de Tandil, Nueva Era, Eusko Jakintza, Gernika, Boletín del Instituto Americano de Estudios Vascos, El día medico, Príncipe de Viana, Boletín de la Real Sociedad Vancongada de Amigos del País, Eusko Gogoa, Munibe, Jakintza, Boletín de Estudios Germánicos de la Universidad Nacional de Cuyo, Fontes Linguae Vasconum, etc. Al mismo tiempo, durante su permanencia en Argentina, va aumentando su ya rica bibliografía con títulos de gran significado. En la editorial Ekin de Buenos Aires publica dos obras de gran resonancia en el ámbito de la cultura vasca: Viajeros extranjeros en Vasconia (1942) y Cultura biológica y arte de traducir (1943). Otros de sus títulos más conocidos son El viaje español de Guillermo Humboldt publicado en el Patronato Hispano-Argentino de Cultura en 1946 o bien El carlismo de los vascos (San Sebastián, 1980). A esta ingente labor hay que sumar sus traducciones preferentemente del alemán y del inglés. Si se analiza este ingente trabajo , se llega a una sencilla conclusión: Justo Garate, ahora en Argentina como antes en el País Vasco, desarrolla básicamente dos líneas de atención: la cultura médica y la cultura vasca.

La única actividad que Justo Garate no realizaba en Argentina era el magisterio universitario. Aunque tuvo ofertas de la Universidad de La Plata y de la Universidad de Rosario para integraren en sus plantillas académicas, no aceptó éstas por diversas razones. Sin embargo, no sucedió lo mismo, cuando se le invitó a formar parte del claustro de la nueva Universidad de Mendoza como profesor de Clínica Médica. La aceptación de la Cátedra en la Universidad de Mendoza supuso un cambio de residencia. Era el año 1954. La familia Garate abandona su casa de Tandil, donde habían vivido más de quince años. Este cambio no fue en problemático. Mendoza era una ciudad de amplias posibilidades y de alta calidad de vida. Justo Garate supo encontrar en Argentina, primero en Tandil y después en Mendoza, un ambiente propicio para el trabajo y un clima ideal para la vida. En compañía de su mujer y de sus hijos vivió años de plenitud y de dicha, realizando los mismos trabajos que había desempeñado en el País Vasco.

En 1959 realiza su primer viaje a Europa, visitando Suecia, Alemania, Francia, Austria, etc. Este viaje tuvo que ser una especie de reencuentro con su pasado. En 1961 realiza su segundo viaje europeo acompañado de veinticinco alumnos, en el que aprovechó para visitar en diversas ocasiones el país vasco-francés. Con la democracia se suceden los reconocimientos y títulos. En 1977 la Universidad de Lejona le nombra Profesor Honorario de la Facultad de Medicina; la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao le nombra Miembro de Honor; La Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, Socio Supernumerario; etc. En 1978 es nombrado Académico de Honor de Euskaltzaindia. En 1982 la Universidad de Lejona le nombra Doctor Honoris Causa. En 1987, la Sociedad de Estudios Vascos le concede el premio Manuel Lecuona. En 1991, el Rey Juan Carlos le concede la Gran Cruz de Caballero de la Orden de Isabel la Católica; etc.

Los años vuelan y con el paso del tiempo la salud del insigne intelectual se va deteriorando. Se llega así hasta el año 1994. La debilidad de Justo Garate era ya extrema. Por eso, su muerte el 2 de julio de ese año, acaecida en Mendoza, no pudo extrañar a nadie. Justo Garate tenía 93 años. Con Justo Garate desaparecía uno de los últimos humanistas y uno de los intelectuales más preclaros del exilio vasco.

Obra

Guillermo de Humboldt. Estudio de sus trabajos sobre Vasconia, Bilbao, Imprenta Provincial de Vizcaya, 1933.

Ensayos euskerianos I, Bilbao, Imprenta Mayli, 1935.

La época de Pablo Astarloa y Juan Antonio Moguel, Bilbao, Imprenta Provincial de Vizcaya, 1936.

Viajeros extranjeros en Vasconia, Buenos Aires, Editorial Ekin, 1942.

Cultura biológica y arte de traducir, Buenos Aires, Editorial Ekin, 1943.

Etiología y clínica de la colecistitis, Buenos Aires, Editorial El Ateneo, 1945.

Una epidemia weiliana, Buenos Aires, Editorial El Ateneo, 1945.

El viaje español de Guillermo de Humboldt (1799-1800) , Buenos Aires, Patronato Hispano-Argentino de Cultura, 1946.

La biliopatía rioplatense, Buenos Aires, Instituto Americano de Estudios Vascos, 1949.

El colegio de las Vizcaínas y Bergara en el siglo XVIII, Mendoza, Paura Hermanos, 1972.

El carlismo de los vascos, San Sebastián, Editorial Auñamendi, 1980.

El colegio de las Vizcaínas de México y el Real Seminario de Bergara (Colab. José Ignacio Tellechea Idígoras), Vitoria, Ediciones del Gobierno Vasco, 1992.

Un crítico en las quimbambas. Autobiografía y escritos, San Sebastián, J. A. Ascunce Editor, 1993.

Publica cientos de artículos en diversas revistas de América y España. Traduce del alemán y del inglés un número importante de títulos tanto de cultura médica como de temática relacionada con el País Vasco.

Bibliografía.

A.A.V.V.: Justo Garate San Sebastián, Eusko Ikaskuntza-Bergarako Udala, 2000.

AMEZAGA, Elías: Bibliografía General”, Justo Garate Arriola. Un crítico en las quimbambas. Autobiografía y escritos, San Sebastián, J.A. Ascunce Editor, 1993, pp. 291-314.

AMEZAGA, Elías: “El profesor Justo Garate”, Sesenta años después. Euskal erbestearen Kultura, T. II, San Sebastián, Editorial Saturran, 1999, pp. 125-142.

AMEZAGA, Elías: “Prólogo”, Justo Garate, San Sebastián, Eusko Ikaskuntza-Bergarako Udala, 2000, pp. 29-48.

APAOLAZA, Xavier: “El horizonte de Justo Garate. Creyente liberal vasco” , Justo Garate, San Sebastián, Eusko Ikaskuntza-Bergarako Udala, 2000, pp. 49-78.

ASCUNCE, José Ángel: “Justo Garate. Una vida, un camino”, Justo Garate. Un crítico en las quimbambas. Autobiografía y escritos, San Sebastián, J.A. Ascunce Editor, 1993, pp. 281-289.

ASCUNCE, José Ángel: “Justo Garate o el humanismo como razón de vida”, Justo Garate Arriola, San Sebastián, Eusko Ikaskuntza, 2000, pp. 5-79.

ASCUNCE, J. A. – SAN MIGUEL, M. L.: “Estudio bibliográfico: Justo Garate”, Justo Garate, San Sebastián, Eusko Ikaskuntza-Bergarako Udala, 2000, pp. 135-161.

BARRIOLA IRIGOYEN, Iñaki: “Justo Garate sendagilea”, Justo Garate, San Sebastián, Eusko Ikaskuntza-Bergarako Udala, 2000, pp. 79-86.

CORREAS, Jaime: “Justo Garate: el espíritu polémico”, La inmigración española en Mendoza. Cuatro estudios monográficos, Mendoza, Consulado General de España, 1989, pp. 73-111.

De la GRANJA SAINZ, José Luis: “Justo Garate, nacionalista heterodoxo y republicano federal”, Justo Garate, San Sebastián, Eusko Ikaskuntza-Bergarako Udala, 2000, pp. 199-208.

GARATE AROSTEGUI, Nere: “Como estalactitas”, Los hijos del exilio vasco: arraigo o desarraigo, San Sebastián, Editorial Saturraran, 2004, pp. 401-419.

KNORR, Henrike: “Justo Garate euskalari”, Justo Garate, San Sebastián, Eusko Ikaskuntza-Bergarako Udala, 2000, pp. 87-95.

LARRAÑAGA, Jotxo y ARANES, José Ignacio: “Justo Garate: la mirada periodística de un ilustrado”, Justo Garate, Eusko Ikaskuntza-Bergarako Udala, 2000, pp. 97-115.

SAN MARTÍN, Juan: “Justo Garate, etnología lanetan”, Justo Garate, San Sebastián, Eusko Ikaskuntza-Bergarako Udala, 2000, pp. 117-133.

SARRIONAINDIA, Begoña: “Pablo Astarloa a través del Dr. Gárate”, Bol. de R.S.B.A.P. , nº 53-2, San Sebastián, 1997, pp. 493-505.

SARRIONAINDIA, Begoña y SARRIONAINDIA, Magdalena: “Aproximación a la obra filológica del Dr. Justo Garate y Arriola”, Bol. de R.S.B.A.P. , nº 54-1, San Sebastián, 1998, pp. 115-126.

 

García de Guilarte, Cecilia

Fotografía de Cecilia García de Guilarte
(Tolosa, Gipuzkoa, 1915 – Tolosa, Gipuzkoa, 1989)

Seudónimo: Cecilia G. de Guilarte
Estudios:
Profesión preferente: Periodista y escritora
Actividades culturales: Periodista, escritora, profesora universitaria, etc.
Exilio:
Lugares y fechas del exilio:
Francia: febrero de 1939 – junio de 1940
México: 1940 – 1963

Cecilia García de Guilarte, -pronto redujo el apellido García a una inicial punteada G.-, nació en la localidad de Tolosa el 20 de diciembre de 1920. Sus padres, originarios de La Bureba, emigraron a Guipúzcoa, instalándose en Tolosa, donde nacieron sus cuatro hijos: Cecilia, Ricardo, Félix y Esther.

El padre de Cecilia, trabajador de la Papelera Española, era militante de la CNT. Preocupado por la política y llamado por la cultura, fue determinante en la vida y en la vocación de nuestra novelista. En unos momentos en que no eran nada proclives para el desarrollo cultural y profesional de la mujer, supo alentar en todo momento la vocación de escritora de su hija.

Cecilia cursó los Estudios Primarios en el colegio de las Hijas de Jesús de Tolosa. Ya en época muy temprana descubrió su vocación por la escritura. Desde siempre supo que quería ser escritora. Una revista de Barcelona publicó su primer escrito, cuando sólo tenía once años. Más tarde, siendo una adolescente, se convirtió en corresponsal de un periódico de la CNT madrileña. Allí mandaba de forma un tanto asidua sus primeras colaboraciones. Antes del estallido de la Guerra Civil ya había conquistado un cierto nombre en el mundo del periodismo. Sus entregas literarias y periodistas iban ganando cada vez más prestigio y su firma aparecía en más revistas y publicaciones: Bilbao, Canarias, Madrid, etc. Colaboró en el periódico En marcha de Canarias, donde publicó una serie de entregas sobre el tema «Breve historia de la lucha de clases en Italia». En 1935 fue contratada por Vicente Sánchez Ocaña como colaboradora para la revista madrileña Estampa. Siguiendo el consejo del director de Estampamodificó su primer apellido, reduciéndolo a su inicial mayúscula G. También en ese mismo tiempo probó suerte en el campo de la creación literaria. Con veinte años consiguió que le publicaran sus primeros escritos estrictamente literarios. Van a ser sus primeras novelas cortas: Locos y vencidos (Barcelona, 1935), Mujeres (Barcelona, 1935) y Rosa del rosal cortada (San Sebastián, 1936), Los claros ojos de Ignacio (San Sebastián, 1936).

El 18 de julio de 1936 estalló la Guerra Civil. La vida de Cecilia tuvo que tomar nuevos rumbos. Por circunstancias del momento histórico se convirtió en una de las primeras mujeres corresponsales de guerra. Tenía en ese momento veinte años. Su nuevo cargo periodístico la obligó a cubrir todo el frente norte de Euskadi. A esto le ayudó el cargo de su marido, Amós Ruiz Girón, con quien se había casado en Portugalete (Vizcaya) el 2 de mayo de 1937. Perito agrícola de profesión, había sido nombrado por el propio lehendakari Aguirre comandante del Batallón Disciplinario de Euskadi. Cecilia y Amós, zarandeados por el vendaval de la guerra, recorrieron el frente norte, el uno como militar y la otra como periodista: Bilbao, Santander, Gijón y Asturias. Pero para ese momento la suerte estaba echada. Para evitar malos mayores se tuvieron que exiliar a Francia, aunque ella regresara a España, vía Cataluña. En mayo de 1938 nació su primera hija, Marina. Permaneció en Cataluña hasta febrero de 1939. Poco antes de acabar la guerra pasó de forma definitiva a Francia, iniciando un largo exilio, lleno de penalidades pero también de conquistas y alegrías.

En Francia continúó su labor periodística. Colaboro, según sus propias palabras, en Le Soud-Ouest. Sin embargo, la situación en Francia cada vez era más difícil. Por eso, decidieron abandonar Europa y dirigirse a algún país americano. En junio de 1940 tomaban rumbo a México a bordo del Cuba, donde llegarían ese mismo año, dando inicio a su segunda etapa de exilio: el exilio americano que duraría hasta 1963.

Desde su misma llegada al país azteca, se le abrieron las puertas del periodismo. Sus colaboraciones empezaron a aparecer en diferentes revistas y periódicos. Primero fue en la revista Rumbo. En 1941 era ya redactora jefe y directora de la revista El hogar (1941-1949) como con posterioridad de la revista Mujer. Durante ese mismo tiempo, alternó su dedicación al periodismo con otros trabajos como el de guionista de programas radiofónicos, escritora tanto de novela como de teatro, etc. Esta frenética actividad cultural le ayudó en gran medida a integrarse en su nuevo país de residencia. Pero nunca olvidaría su origen vasco. Por eso, su nombre no sólo aparecía en publicaciones mexicanas sino también en otras diversas publicaciones de la comunidad vasca del exilio: Eusko Deya , Tierra Vasca, Boletín del Instituto Americano de Estudios Vascos, Gernika, etc.

Su vida transcurrió en diferentes lugares de México. Los diez primeros años los pasó en México D.F., donde nacerían sus otras dos hijas: Esther (1943) y Ana María (1947). Más tarde otras ciudades serían su lugar de residencia y trabajo: Michoacán, Caborca, Santa Ana, Hermosillo. Este cambio de geografía iba a ser fundamental en su actividad literaria. Si exceptuamos unas primeras novelas cortas, escritas por razones económicas, «para cambiarlas por pan», tal como nos dice la propia escritora, su siguiente producción se bifurca en temáticas de sus dos tierras: México, país de residencia, y el País Vasco, tierra de origen. Michoacán le iba a servir de escenario para su novela La soledad y sus ríos (Madrid, 1975). Durante su estancia en el Desierto de Altar inició la redacción de su obra Cualquiera que os dé muerte (Barcelona, 1969). El mundo indio es dramatizado en El camino y la cruz (Drama en tres actos) (San Sebastián, 2001), etc Por otro lado, en México escribió también o por lo menos inició la redacción de otras obras de temática vasca: Nació en España (México, 1944), título clave en la narrativa del exilio, Sor Juana Inés de la Cruz. Claro en la Selva (biografía) (Buenos Aires, 1958), Juana de Asbaje, la monja almirante (Bilbao, 1970), etc. Todos estos títulos avalan una importante y sólida labor creativa.

Otro trabajo de Cecilia G. de Guilarte en México fue el universitario. En 1950 se trasladó a Hermosillo, capital del estado de Sonora. En esta ciudad iba a llevar una intensa vida social y cultural. Tomó inmediatamente contacto con la vida universitaria. Le nombraron jefe del departamento de Extensión Universitaria y directora de la revista Universidad de Sonora. Allí impartió clases de Historia del Arte e Historia del Teatro. En la misma Universidad de Sonora conoció a otra insigne exiliada vasca: la musicóloga Emiliana de Zubeldia, quien, como ella, impartía clases en dicha universidad. Una sincera amistad unió a las dos mujeres desde el primer momento.

La actividad cultural de Cecilia G. De Guilarte en tierras mexicanas fue tan intensa como plural. Se dedicó al periodismo y a la creación literaria, alcanzando una importante bibliografía de títulos de gran renombre; escribió ensayo, destacando sus estudios biográficos sobre diferentes personalidades vascas como Sor Juana Inés de la Cruz, Juana de Asbaje o sobre figuras del mundo mexicano como la biografía de El Padre Hidalgo, libertador (biografía) (Universidad de Sonora, 1958); compuso y estrenó con gran éxito obras dramáticas como La trampa (México, 1958); asumió la dirección de diferentes revistas y publicaciones mexicanas; mantuvo una viva actividad radiofónica; fue profesora universitaria encargada de materias como la historia del arte e historia del teatro; etc. Es difícil encontrar en el mundo del exilio una persona con una vitalidad intelectual tan enorme y con una dedicación cultural tan sólida. Cecilia G. de Guilarte aparece en los anales de México como una de las figuras vascas más estregadas al mundo de la cultura.

En 1959, a causa de un grave accidente automovilístico que le postró durante muchos días en una situación crítica, tomó plena conciencia de la muerte, lo que le acrecentó aún más la nostalgia del país y la añoranza de la fe. Recuperó las creencias religiosas del pasado al mismo tiempo que soñaba con más fuerza con la idea del retorno. En 1964 regresó a Tolosa, donde vivirá hasta su muerte en 1989. Su adaptación a su tierra no fue sencilla ni la vida fue fácil. Euskadi no era la tierra ni la gente que ella dejó en 1937. El peso de la historia era muy fuerte. Tuvo que mantener, siempre con dignidad y con orgullo, el estigma del exilio. Sin embargo, desde su llegada al País Vasco vivía la añoranza por su otra tierra: México. Como una gran mayoría de exiliados vivió entre dos orillas, añorando la tierra ausente, ya que el país de acogida se les hizo tan suyo que no pudieron prescindir de él. Fue ésta la tragedia de un segundo exilio o desarraigo emocional, el exilio de la «tierra de exilio». Por otra parte, en México quedaba parte de su familia: su hija mayor Marina y su marido Amós, quien se negó a pisar suelo español mientras viviera Franco. Vivió con dolor la separación de parte de la familia y el distanciamiento de una tierra a la que llegó a querer con verdadera pasión. Por eso, su vuelta Euskadi tuvo desde un primer momento cierto sabor agridulce, mezcla de alegría y de tristes nostalgias.

En el País Vasco no olvidó ni marginó sus actividades de siempre. Colaboró en La voz de España, donde escribió, además de numerosos artículos, diversas crónicas, entre las que destacan dos de carácter autobiográfico y de fuerte peso nostálgico: una evocativa de la época del Madrid de preguerra «Los años de las verdes manzanas» y una segunda que trataba el camino del exilio desde Francia a México «Un barco cargado de…». Publicó en este mismo diario diversas entrevistas. Entre éstas, recordaba con verdadero cariño la que le hizo al Premio Nobel Miguel Í ngel Asturias, aunque fuera una entrevista que se publicara en el diario Novedades de México. Escribió nuevos ensayos; retocó sus novelas escritas en tierras mexicanas. Obtuvo con algunas de ellas importantes premios nacionales. Quedó finalista del Premio Planeta de 1968 con su obra Todas las vidas. En 1969 con Cualquiera que os dé muerte, texto modificado y corregido de Todas las vidas, consiguió el Premio Í guilas dotado con 250.000 Ptas. Cecilia siguió viviendo en y por la escritura. Con carácter póstumo aparecieron en la Editorial Saturrarán de San Sebastián en el año 2001 dos nuevos títulos: Trilogía dramática y Un barco cargado de…

Mantuvo igualmente un actividad cultural importante. Dio conferencias sobre temas varios. Tomó parte en mesas redondas y participó como miembro del jurado de diferentes premios literarios, entre los que puede destacarse el Premio Ciudad de Irún. En 1980 desaparece La voz de España. Fue un duro golpe para Cecilia. Dejaba de existir el diario donde habían aparecido la gran mayoría de las colaboraciones de su época de retorno. Dejó de escribir, pero continuó con su afición a la lectura. Seguía siendo una empedernida lectora. El tiempo pasaba, los años aumentaban y la fuerza física iba mermándose. Poco a poco la salud se le fue deteriorando. Pudo reponerse de situaciones muy delicados hasta que su corazón dejó de funcionar. Murió en Tolosa el 14 de julio de 1989. Como afirma Maravillas Villa en el trabajo introductorio a la obra Trilogía dramática con su muerte «desaparecía una mujer de acción y de corazón. Pero nos dejaba una importante obra literaria… y nos legaba una filosofía de vida: el amor como sentido y como razón de existencia».

Obra

Locos y vencidos, Barcelona, Edit. Urales, 1935 (novela corta).

Mujeres, Barcelona, Edit. Urales, 1935 (novela corta).

Rosa del rosal cortada, San Sebastián, la novela corta, 1936 (novela corta).

Camino del corazón, México, Edit. Delly, 1942 (novela corta)

El milagro de la vida, México, Edit. Delly, 1942 (novela corta).

Orgullo de casta, México, Edit. Delly, 1942 (novela corta).

Nació en España, México, Edit. Mijares, 1944 (novela)

La trampa, México, Edit. Costa Amic, 1958 (drama).

Sor Juana Inés de la Cruz. Claro en la selva (Biografía), Buenos Aires, Edit. Ekin, 1958 (ensayo biográfico).

El Padre Hidalgo, libertador. Biografía, Hermosillo, Edit. Universidad de Sonora, 1958 (ensayo biográfico).

Cualquiera que os dé muerte, Barcelona, Edit. Limosa, 1969 (novela).

Juana de Asbaje, la monja almirante, Bilbao, 1970.

La soledad y sus ríos, Madrid, Medit. Magisterio Español, 1975 (novela).

Trilogía dramática, San Sebastián, Edit. Saturrarán, 2001 (Dramas: El camino y la cruz, Contra el dragón y La trampa).

Un barco cargado de… San Sebastián, Editorial Saturrarán, 2001 (recopilación de cuentos y artículos).

La labor periodística de Cecilia G. de Guilarte supera los 500 artículos.

Bibliografía

ASCUNCE, José Ángel: «El teatro en el exilio vasco; fenómeno dramático y género literario», El exilio teatral republicano de 1939 (Ed. Manuel Aznar Soler), Barcelona, Gexel, 1999, pp.

ASCUNCE, José Ángel «Cecilia G. de Guilarte: deber y vocación de una escritora», Diario Vasco, San Sebastián, 4 de junio de 1991, p. 66.

AZNAR SOLER, Manuel: «El teatro del exilio de Cecilia G. de Guilarte», Sesenta años después/ Euskal erbestearen cultura (Eds. Xavier Apaolaza, J. A, Ascunce e Iratxe Momoitio), Vol. II, San Sebastián, Edit. Saturrarán, 2000, pp.183-204.

JATO, Mónica: «Cecilia G. de Guilarte: el discurso del sujeto femenino en el exilio»,

Españolas del siglo XX promotoras de la cultura (Eds. Mª José Jiménez Tomé Y Isabel Gallego Rodríguez), Málaga, Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga, 2003, pp. 199-243.

VILLA, Maravillas: «Introducción», Cecilia de Guilarte: Trilogía dramática San Sebastián, Edit. Saturraran, 2001, pp. 13-63.

VILLA, Maravillas: «Introducción. Manzanas verdes y amargas», Cecilia de Guilarte:

Un barco cargado de … , San Sebastián, Edit. Saturrarán, 2001, pp. 11-31.

Goyanarte Resusta, Juan

Fotografía de Juan Goyanarte Resusta
(Arrasate-Mondragon, 1900 – Goyena, 1967)

Escritor, periodista, aventurero, editor, empresario, hacendado, la figura del guipuzcoano Juan Goyanarte es, sin duda, una de las más polifacéticas del exilio vasco. Nacido en Arrasate-Mondragón, el 10 de enero de 1900, fue el quinto hijo de un matrimonio muy desigual ya que el padre del futuro escritor llevaba a su esposa veinticuatro años; este dato explica en parte las desavenencias de Juan con respecto a su familia y explica muchas de las incognitas que encierra la biografía de Goyanarte. A los siete años fue ingresado en el College Superieur de Salies de Bearn, en Francia, donde permaneció ocho años. En 1916 le encontramos en la Academia Militar de Vitoria donde, según sus palabras, se incorporó “con bastante desgano”. En 1918, a los diecisiete años, marchó a Argentina donde desarrolló diferentes trabajos en el comercio del interior del país. Aprovechando su estancia en el estado latinoamericano realizó sus primeros viajes por Brasil y Paraguay. En 1920 retornó a la Península con objeto de cumplir el servicio militar, probablemente para no perder la nacionalidad, siendo destinado a Marruecos en cuya guerra tomó parte durante un año. En ese tiempo se produjó un hecho decisivo en su biografía: quedó huérfano y, como resultado de ello, recibió una importante herencia. Goyanarte abandonó entonces el ejército, volcándose en su vocación viajera y recorriendo el norte de Africa y Europa. En 1925 retornó a Argentina donde compró una hacienda en la localidad de Goyena. Poco a poco fue aumentando sus terrenos, amasando así una fortuna que luego le permitiría abordar el mundo empresarial. A finales de los años treinta Goyanarte recorrió de nuevo Europa y trabajó, al parecer, como corresponsal primero en la Guerra Civil española y, más tarde, en el frente ruso. Tras viajar por Asia, volvió a América donde recorrió la Patagonia y los Andes, escenarios de sus primeras novelas y cuentos.

Su primera novela fue La semilla que trae el viento (1940). Se trata de una obra caracterizada por su naturalismo, “un objetivismo extremo como estilo narrativo”, en palabras de José Ángel Ascunce, fuertemente influenciada por las gentes y los paisajes conocidos a lo largo de sus numerosos viajes. Le seguirán La semilla en la tierra (1942), La quemazón (1943), Campos de hierros (1951). En 1955 apareció Lago argentino, seguramente la más conocida de todas ellas y que fue traducida al francés, alemán e italiano. En total se conocen doce novelas de Juan Goyanarte, algunas de las cuales gozaron de numerosas ediciones. Esta labor fue ampliamente reconocida lo que posibilitó su integración en PEN Club y en la Asociación El Libro de Argentina.

En 1951 se incorporó al proyecto de Victoria Ocampo en la editorial Sur. La participación de Goyanarte en el mismo fue fundamentalmente como socio capitalista. No obstante, la experiencia tuvo su importancia ya que le animó a lanzar en 1956 su propio proyecto cultural: la Editorial Goyanarte. Características fundamentales de la nueva editorial fueron su talante abiertamente liberal, su interés sobre todo por la prosa y la preocupación en dar a conocer al público argentino las nuevas corrientes culturales y literarias internacionales. La editorial desarrolló su labor en dos facetas: la edición de un ambicioso catálogo de libros de actualidad en el que se aunaban las traducciones de obras de todo el mundo con libros hispanoamericanos, y la revista cultural Ficción que se publicó bajo la dirección del mondragonés desde 1956 a 1961.

Con formato de libro y bajo el lema de “libro-revista trimestral” (si bien la periodicidad variaría a lo largo de los años) el primero número de Ficción vio la luz en Buenos Aires con fecha de mayo-junio de 1956. Bajo la dirección del escritor vasco Juan Goyanarte la publicación apareció durante siete años. Ideológicamente, la revista se definía abiertamente como liberal, en opinión de diversos crí­ticos como más abierta y plural que Sur, revista que en cierto modo tomó como primer modelo Goyanarte. Dentro de este esquema, la revista mostró siempre un gran interés en denunciar la barbarie nazi, los campos de concentración, la represión de las ideas, la lucha de la resistencia. La estética de la publicación se mantuvo con muy escasas variaciones a lo largo de su existencia, un diseño caracterizado por la austeridad y la escasez de ilustraciones. A lo largo de todos sus números Ficción se organizó en torno a tres bloques. En el primero se recogían anuncios de distintas editoriales con sus novedades más destacas; editoriales como Losada, Fondo de Cultura Económica, Emecé o Sur utilizaron de manera habitual las páginas de la revista para dar a conocer las novedades de sus respectivos catálogos. En un segundo bloque se recogían artículos de diverso contenido, narraciones breves, comentarios críticos y, en ocasiones, entrevistas con escritores colaboradores de Ficción. En un tercer bloque figuraba una relación de las novedades recibidas en la redacción y breves comentarios crí­ticos sobre todo de libros pero también de discos y exposiciones de arte. Respecto a la tirada de la revista, ésta debí­a de rondar en sus comienzos los tres mil ejemplares que llegaron a ser cinco mil una vez que la misma se hubo asentado. Respecto a su distribución, la misma se dirigí­a de manera preferente a bibliotecas, centros universitarios y asociaciones culturales.

En lo que se refiere a sus colaboradores, estos componían una extensa nómina de escritores, mayoritaramente argentinos y, en menor medida, latinoamericanos. A modo de ejemplo podemos destacar nombres como Ernesto Sábato, Jorge Luis Borges, Mario Benedetti, Ezequiel Martí­nez Estrada, Carmen Gándara, Augusto Roa Bastos, Mirta Arlt, Manuel Mújica Lainez, Clarice Lispector, Adela Grandona, Aristóbulo Echegaray, Juan Carlos Ghiano, Gloria Alcorta, Enrique Anderson Imbert, Pablo Rojas Paz, Beatriz Guido. También colaboraron en Ficción algunos escritores españoles; entre los exiliados merece destacarse la presencia de Guillermo de Torre que fue constante en los primeros años de la revista. Otras figuras del exilio que escribieron en Ficción fueron María Teresa León y Francisco Ayala; también eran de origen español autores como Guillermo Orce-Remis, Guillermo de Castro, Ricardo Gullón. Respecto a la lí­nea editorial, la revista se centraba de manera preferente en promocionar el cuento latinoamericano, género al que dedicó incluso varios números monográficos. Sin duda la cumbre de esta reivindicación la supuso el número 24-24 de 1960 cuyo tí­tulo es de por sí­ explí­cito: “Panorama del cuento argentino contemporáneo: 30 cuentos”. Otros números monográficos se centraron en las Letras de Uruguay (nº5 de 1957 y nº11 de 1958) y “Letras de Brasil” (nº39 de 1962). El otro gran género desarrollado en la revista fue el ensayo en todas sus variedades: testimonios, crítica literaria, reflexiones filosóficas, apuntes literarios. En toda su historia Ficción mostró también un gran interés en mostrar la actualidad de las letras en diversos lugares del mundo.

Con el paso de los años estas caracterí­sticas aquí­ esbozadas no sufrieron grandes cambios. El más profundo se produjo como resultado del retiro de Goyanarte de las tareas de dirección de la revista, pasando ésta a manos del escritor Víctor Sáiz y del filósofo Rodolfo Seijas. La transformación se produjo con el número 43 de mayo-junio de 1963; en ese número la revista adopta el subtí­tulo de Revista de las Artes y las Letras, adapta a los tiempos su diseño, introduciendo la fotografía desde la misma portada, pero perdió mucho de su pluralismo, convirtiéndose sobre todo en un medio de promoción de sus nuevos redactores. El resultado es que Ficción apenas subsistió unos pocos números, cuatro, hasta febrero de 1964. Cabe señalar que en la actualidad el acceso a la colección completa de la revista en las bibliotecas peninsulares no es fácil si bien su venta en librerias de libro viejo es relativamente frecuente.

En lo que se refiere a la Editorial Goyanarte, ésta destacó por su interés hacia la realidad contemporánea internacional, hacia las nuevas tendencias literarias y el conocimiento de la situación polí­tica y social en distintos lugares del mundo. Se puede asegurar asimismo que en la base ideológica de la editorial existí­a una clara intencionalidad pedagógica reflejada en la organización de sus interesantes catálogos publicitarios y en sus propuestas de lectura que llevó a la publicación de un listado de una lectura ordenada de las obras de la editorial, “Orden correlativo que se recomienda en la lectura de las obras para dominar las corrientes novelísticas universales de último momento”. En el periodo dirigido por Goyanarte se publicaron alrededor de ciento veinte libros; posteriormente la editorial siguió trabajando hasta prácticamente finales de los años sesenta. Respecto a los libros editados podemos destacar obras como Misión para mi país de Reza Pahlavi, Se oyen las musas de Truman Capote, Los desnudos y los muertos de Norman Mailer, Week-end en Guatemala de Miguel Ángel Asturias, Judas de Lanza de Vasto, Se le soltaron los leones de Nicole, casi todas las novelas del escritor francés Guy de Cars, Luz de agosto de William Faulkner, El libro de mi madre de Albert Cohen, El hermoso verano y Allá en tu aldea de Cesare Pavese. Desde el punto de vista del exilio español hay que destacar el libro de María Teresa León Juego limpio, novela que narra sucesos de la guerra civil desde el punto de vista de una compañí­a de teatro y de un sacerdote que ha colgado los hábitos a resultas del conflicto.

En 1963 Juan Goyanarte decide retirarse. Tanto la revista como la editorial seguirán algún tiempo activas, en especial esta última, pero el escritor parece distanciarse de dichas actividades para centrarse en su finca de Goyena y en su pasión viajera. Sin embargo, no pudo disfrutar en exceso de todo ello ya que, apenas cuatro años más tarde, el 20 de enero de 1967, fallecí­a en Goyena donde reposan sus restos en la actualidad y donde una plaza lleva su nombre.

La figura de Juan Goyanarte destaca por sus intereses renovadores desde una óptica liberal y progresista. Centrado por completo en la realidad argentina, el escritor desarrolló una intensa actividad literaria y cultural cuyo objetivo final era dar a conocer en Argentina y Sudamérica las nuevas tendencias y corrientes literarias del momento así­ como abrir estos paises a otras realidades. Su novelística despertó un gran interés en aquellos años, interés que ha decaido con el paso de los años pero que sin embargo ha permitido a su autor ingresar de pleno derecho en la historia de las letras argentinas.

CREACIÓN

Narraciones:

-La semilla que trae el viento. Buenos Aires: Club del Libro, 1940.

-La semilla en la tierra. Buenos Aires: Club del Libro, 1942.

-La quemazón. Buenos Aires: Sur, 1943.

-Campos de hierros. Buenos Aires: Losada, 1951.

-Lunes de carnaval. Buenos Aires: Sur, 1952.

-Fin de semana. Buenos Aires: Goyanarte, 1953.

-Lago argentino. Buenos Aires: Emecé Editores, 1955. Quinta edición en Editorial Goyanarte, 1961. Traducción al francés: Les Hommes du Lac. Paris: Fasquele Éditeurs. Traducción al italiano: Lago Argentino. Roma: Gherardo Casini Editore. Traducción al alemán: Lago Argentino. Frankfurt-Main: Heinrich Scheffler Verlag.

-El ventisquero. Buenos Aires: Emecé Editores, 1956. En francés, Le Glacier. Paris: Revue de Deus Mondes.

-Tres mujeres. Publicada en tres partes en la revista Ficción. Buenos Aires: Editorial Goyanarte, 1956.

-Kilómetro 25. Buenos Aires: Goyanarte, 1959.

-Farsa. Buenos Aires: Goyanarte, 1961.

-Gestación. Buenos Aires: Goyanarte, 1967.

COLABORACIONES EN LA PRENSA ESCRITA

-”El corral de hielo”. Cuadernos Americanos, nº1, 1946: 265-290.

Es autor de numerosos trabajos y narraciones publicados en distintos medios de comunicación latinoamericanos, fundamentalmente en La Nación bonaerense. Estos trabajos no han sido recopilados hasta el momento.

ESTUDIOS SOBRE EL AUTOR

ANӍNIMO: “Juan Goyanarte”. El Libro, nº 213-215. Año XVII, enero-marzo de 1967: 6.

-ASCUNCE, José Ángel: “Pensamiento, creación literaria”. La cultura del exilio vasco I. Donostia: J.A. Ascunce editor, 1994 (230-234).

-HERMES VILLORDO, Oscar: “Kilómetro 25 por Juan Goyanarte”. Ficción, nº 24-25. junio-marzo de 1960.

-LA NACIÓN. “Juan Goyanarte”. La Nación, 21-I-1967.

-MATAMORO, Blas: “Ficción”. Ricardo Gullón (Director): Diccionario de la literatura española e hispanoamericana. A-M. Primer tomo. Madrid: Alianza Diccionarios, 1993: 546.

-PINTO, Juan: “Realismo y realidad en la obra de Juan Goyanarte”. Ficción, números 35-36-37. 1962.

-RODR͍GUEZ GANUZA, Javier. “Juan Goyanarte Editor”. http://bibliotraducciones.com/editoriales/argentinas/juan-goynarte-editor.php.

-ZABALA, José Ramón: “Ekin: una luz en el túnel (Las editoriales del exilio)”. La cultura del exilio vasco II. Donostia: J.A. Ascunce editor, 1994 (137-138).

.- “Juan Goyanarte, bide berriak kultura latinoamerikarrean”. El exilio: un debate para la historia y la cultura. Colección Actas. Donostia: Editorial Saturraran (2008).

.-”Juan Goyanarte (1900-1967). Un editor vasco-argentino”. Laprida (Argentina): Guregandik. revista del centro de estudios Arturo Campión, nº7, año 2011. Pp.13-28.

.-”Juan Goyanarte (1900-1967), idazle eta argaitaratzaile ahaztua”. Donostia: Jakin, nº 189, marzo-abril de 2012. Pp. 67-84.

Autor: José Ramón Zabala

Gurruchaga Ansola, Ildefonso

Fotografía de Ildefonso Gurruchaga Ansola
(Azpeitia, Gipuzkoa, 1902 – San Sebastián, 1974)

Pseudónimo: BATEK, Iñigo de Aratz, Iñigo de Uranga.

Estudios: Licenciado y doctor en derecho.

Profesión preferente: Abogado.

Actividades culturales: Historiador y ensayista.

Exilio: 1939- 1974.

Lugares y fecha de exilio: 1º -1939-1941 Francia (San Juan de Luz).

2º-1942-1953 Argentina (Buenos Aires).

3º-1959-1974 Francia (San Juan de Luz).

Ildefonso Gurruchaga nace en 1902 en el seno de una familia adinerada en Azpeitia. Entre 1912 y 1918 estudia el bachillerato en San Sebastián y continua sus estudios en la Universidad de Deusto donde cursa la especialidad de Derecho, carrera que ofrecía grandes y diferentes posibilidades laborales. En junio de 1925, a sus 23 años, obtiene el grado de Doctor en la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Madrid. Vuelve a Azpeitia en plena juventud como doctor en Derecho con un envidiable futuro.

El 25 de marzo de 1926 es nombrado concejal y 2º Teniente de Alcalde de dicha localidad. A partir de ese momento va a pertenecer a la comisión permanente de dicho municipio. Su actividad en el Ayuntamiento va a ser activa y muy positiva

Desde 1930, año en que se afilió al Partido Nacionalista Vasco, se distinguió por su activa participación política. Mantuvo contactos habituales con los altos cargos del partido y una excelente amistad con algunos de ellos, especialmente con José Antonio de Aguirre, amistad que durará hasta la muerte del lehendakari. La amistad y la confianza ganada a través de un trabajo serio y responsable hizo que durante la guerra fuera nombrado por Aguirre y Leizaola Fiscal General de Euskadi.

Durante los años de preguerra, Ildefonso se destacó por una importante actividad intelectual. Participó en el llamado renacimiento cultural vasco. Desde muy joven fue un gran aficionado a la historia. Su vocación y preparación le permitieron escribir importantes trabajos de la historia de nuestro país. Su firma aparece regularmente, aunque no con mucha frecuencia, en las principales revistas vascas de ese tiempo: Yakintza, R.I.E.V., Euskal-Eriaren Alde, Revista de Cultura Vasca, etc. Entre los títulos más señalados se encuentran “Las machinadas del año 1766 en Azpeitia (sus causas y su desarrollo)”, artículo sorprendentemente moderno e innovador en los estudios históricos de la época, “Notas sobre los Parientes Mayores. Treguas y composiciones de la casa de Loyola”, “La hidalguía y los fueros de Guipúzcoa”, etc. Participa de manera activa en las actividades programadas por la Sociedad de Estudios Vascos, Eusko Ikaskuntza. Tomó igualmente una postura activa en la recién creada institución Euzkaltzaleak, identificándose plenamente con la filosofía de dicha institución: “defender y difundir el euzkera, y mediante ella buscar el desarrollo de la cultura vasca de manera permanente y metódica. El escritor vasco asume una postura comprometida y activa a favor de la cultura y de la política vasca. Todos estos datos nos informan sobre la posición cultural de Ildelfonso. No sólo se sentía identificado con las tesis del Partido Nacionalista Vasco y con las metas programáticas del renacimiento cultural vasco, sino que tomó una parte activa en la medida de sus posibilidades y de su personal manera de trabajo.

El 18 de julio de 1936, con la sublevación de parte del ejército español, da comienzo la Guerra Civil. La posición de Ildefonso Gurruchaga fue clara desde un principio. Fue nombrado Presidente de la Comisaría de Guerra de Azpeitia. En octubre de ese mismo año Azpeitia era tomada por los requetés teniendo que abandonarla precipitadamente.

El prestigio adquirido como abogado y su calidad de hombre ecuánime le granjearon la confianza del Gobierno Vasco, que le nombró el 22 de octubre de 1936 Fiscal Superior de Euskadi. Tras la caída de Bilbao en junio de 1937 el País Vasco entra en la órbita de las tropas franquistas. Sin embargo, su trabajo como hombre de leyes siguió vivo en diferentes partes de la España republicana. Fue magistrado de la Audiencia Provincial de Ciudad Real, magistrado interino del Jurado de Urgencia Nº 2 de la Audiencia de Alicante y, más tarde, Presidente de dicha Audiencia. Parece que ejerció de Presidente del Tribunal de Urgencia Nº 2 de la Audiencia de Alicante hasta febrero de 1938.

En 1939 marchó a San Juan de Luz. Cuando llegó a Iparralde desde Cataluña se le encomendó la tarea de un estudio sobre Derecho Vasco. Leizaola le encomendó la preparación de la asignatura de Historia del País Vasco para impartir en el colegio de Ziburu. El lehendakari Aguirre le solicitó su colaboración para la empresa cultural de una revista, donde se pudiera dar a conocer la realidad cultural y social de Euskadi y Cataluña. El compromiso de Ildefonso Gurruchaga con todo el entramado cultural del exilio fue total. Pero los acontecimientos políticos que estaba viviendo Francia, le obligaron a optar por América como su nueva tierra de libertad y de entrega.

El 15 de enero de 1941 embarcó en el Alsina, un buque de pasajeros de bandera francesa que realizaba el viaje de Marsella a Buenos Aires. El viaje tenía una duración de unos quince días. Sin embargo, toda una serie de contratiempos hizo que no llegasen hasta el 12 de marzo de 1942. Tras quince meses de navegación y de largas escalas obligadas, tomaron tierra en el puerto de Buenos Aires.

Su mundo personal estaba formado por el variopinto espectro de la vida vasca del exilio. Se le podía encontrar en cualquier centro vasco de Buenos Aires: la redacción del Eusko Deya, del que en una época fue redactor y administrador. Tampoco era difícil verle por la redacción de Tierra Vasca, donde firmaba con el seudónimo de Iñaki de Uranga. El Laurak Bat era su segundo domicilio, socio desde su llegada a Buenos Aires.

Fue, entre otros cargos, miembro de la Comisión de Estudios Político-jurídicos del P.N.V., por deseo expreso del Euskadi Buru Batzar. Más tarde, ya en Iparralde, fue miembro del Euskadi Buru Batzar y Presidente del Sabindiar Batza. Sin embargo, al margen de partidos y de políticas, el cargo que más le satisfizo fue el de Primer Presidente definitivo del Euskaltzaleak en 1945, asociación creada en torno a la figura de Isaac Lopez-Mendizabal, grupo que defendía la lengua y la cultura como elementos identificadores de la nacionalidad vasca.

Fue miembro fundador del Instituto Americano de Estudios Vascos y colaborador asiduo del Boletín del Instituto Americano de Estudios Vascos, B.I.A.E.V. Fue muy importante la colaboración cultural que realizó Ildefonso en dicho boletín. Allí publicó un buen número de artículos de importante calado intelectual. Euzko Deya y Tierra Vasca fueron otras dos publicaciones donde la firma de Ildefonso Gurruchaga aparecía con asiduidad. Sus temas estaban siempre relacionados con la casuística vasca: historia, lengua, cultura, etc.

Ildefonso Gurruchaga era un hombre de tertulia. Según comentan sus amigos y compañeros de exilio, era una persona que sabía hablar pero también sabía escuchar. Los que le conocieron en su etapa de exilio lo valoran como una persona que hablaba mucho y bien, pero siempre con la palabra justa y en el momento oportuno. El tema de conversación, como en las demás tertulias, se centraba en las últimas noticias sobre la España de Franco y sobre cualquier asunto referente al País Vasco. Esta costumbre la mantuvo en Iparralde.

Ildefonso Gurruchaga se distinguió en todo momento por su espíritu comprensivo y apaciguador. El historiador vasco rendía culto a la amistad y en ésta solo buscaba la autenticidad y la entrega de la persona. Desde este punto de vista, se entienden algunas de las conductas de Ildefonso. Siendo él del P.N.V., no tuvo problemas para asumir la presidencia del grupo cultural Saski-Naski, aunque dicho grupo no mantuviera relaciones muy cordiales con el Partido Nacionalista Vasco. Tenía grandes amigos de Acción Nacionalista Vasca y no era remiso para compartir bastantes horas de su vida con gente no identificada con los ideales nacionalistas. Entre sus amigos más frecuentados estaba Luis Múgica, próximo a Izquierda republicana, o Tacho Amilibia, miembro durante muchos años del Partido Comunista. Cualquiera podía ser su amigo. Sólo pedía hombría y autenticidad.

Ildefonso Gurruchaga colaboró activamente con José Antonio de Aguirre en la redacción de una historia del País Vasco. Era obligada una biografía extensa y detallada de esta historia para justificar ante propios y extraños la razón de una lucha y el sentido de una patria. En 1959, Ildefonso, siendo presidente del Laurak Bat, se despidió de sus más íntimos. La marcha de Ildefonso Gurruchaga podía entrar dentro de esta estrategia. En Iparralde vivió como lo había hecho con anterioridad en Buenos Aires. El ambiente vasco del exilio era su pequeño mundo. Su vida se reducía a sus amigos y a sus libros.

El año 1965 fue un año especial para la vida de los exiliados vascos, especialmente para Ildefonso Gurrachaga. Se celebraba ese año el centenario del nacimiento de Sabino Arana. Con anterioridad, se había creado el Instituto de Estudios Sabinianos-Sabindiar Batza (14 de septiembre de 1950) para con tiempo organizar toda una serie de trabajos destinados a celebrar tan importante evento. Se quería recopilar la obra completa de Sabino para su posterior publicación. En 1965 Ildefonso era presidente del Instituto de Estudios Sabinianos. Durante ese año, se publicaron sus obras completas. Las obras completas de Sabino Arana aparecen publicadas por el Instituto de Estudios Sabinianos-Sabindiar Batza. El “prólogo” de las obras, aunque sea anónimo, tiene un autor: Ildefonso Gurruchaga. Fue su principal aportación a los eventos del centenario de su gran maestro, Sabino Arana. La presidencia del Sabindiar-Batza recayó sobre Ildefonso hasta la muerte de este en 1974. También fue hasta su muerte Presidente del Euskal Kulturaren Alde-Asociación pro Cultura Vasca.

La existencia de Ildefonso seguía siendo muy metódica y discreta. Raramente salía de sus costumbres habituales. Las parcelas del estudio y de la amistad seguían siendo los verdaderos pilares de su vida. Frecuentaba la compañía de jóvenes y mayores, siempre enredados en discusiones sobre temas de la realidad vasca. Recibía frecuentes visitas de amigos argentinos y de compañeros residentes en Euskadi. Entre los amigos que le visitaban con cierta regularidad estaban el escritor José de Arteche, los López Mendizabal, el Dr. Barriola, etc. Los años pasaban e Ildefonso seguía con las mismas ganas de trabajo y de lucha.

Sin embargo, en 1974, por lo que parece, un cáncer de estómago acabó en muy poco tiempo con todas sus reservas físicas y emocionales. Casi moribundo, fue trasladado a San Sebastián a la Clínica de La Esperanza del Dr. Barriola, donde murió el 3 de diciembre de 1974. El gran sueño de su vida no lo pudo realizar: volver a una Euskadi libre de dictadores y de dictaduras. Sus restos fueron llevados a su Azpeitia natal, donde se celebró su funeral con gran concurrencia de asistentes y con honores municipales. Descansa en el cementerio de Azpeitia.

María Luisa San Miguel

Obra

Colaborador habitual en diversa revistas y periódicos del País Vasco y del exilio vasco.

“La Machinada del año 1766 en Azpeitia. (Sus causas y desarrollo). En Yakintza. Nº 5, Donosita-San Sebastián, septiembre-octubre 1933, pp. 373-395.

“Notas sobre los parientes Mayores. Treguas y composición de la casa de Loyola. Documentos”. En Revista Internacional de Estudios Vasco. Tomo XXVI. Bilbao 1935, pp.481-498. Biblioteca de la Gan Enciclopedia Vasca. (Edt. Facsímil) 1972.

“Consideraciones sobre los Caballeritos de Azkoitia”. En Euzka-Deya. Nº 133,137,138,145,146. Buenos Aires, Diciembre 1942- Marzo 43.

“La justicia en Euskadi durante el primer gobierno vasco”. En Nación Vasca. Nº 109, Buenos Aires, abril 1943, pp.72-81.

“Se averiguará el origen de los vascos?”. En Euzko- Deya. Nº 23. México, 1 de febrero 1944. p.1.

“Las fronteras del euskera en las diversas épocas. En Boletín del Instituto Americano de estudios vascos. Nº 24. Buenos Aires, enero-Marzo 1956, pp.1-19.

“Historia Vasca”. Sancho III el Mayor (1904-1935). En Tierra Vasca .Nº 14, Buenos Aires, 15 de agosto 1957, p.6.

“Las expedición de Abd Al-Rahman I a tierras de los vascones y del pirineo aragonés en el año 781″. En Boletín del Instituto Americano de Estudios Vascos. Nº 34, Buenos Aires, julio- septiembre 1958 pp. 102-124.

“Los trabajos históricos de Aguirre”. En Alderdi Nº 168, Bilbao, Marzo 1961, pp.11-12.

“El difícil y tardío paso del fuerismo al nacionalismo”. En Alderdi. Nº 286, Bilbao, agosto-septiembre, 1973, pp.4-11.

“El decreto del año 1051 de liberación de las iglesias vizcaínas del dominio de los “Etxe-Abades. El decreto señorial de jauría. La actitud de los señores de vizcaya”. En Príncipe de Viana. Nº 140-141, 1975, pp. 447-463.

“La justicia en Euskadi durante el primer gobierno vasco”. En MUGA. Nº 60-61, Bilbao, 1986, pp.72-81.

“Las guerras Carlistas en el siglo XIX y su significación en la historia vasca”. En 150 años del Convenio de Bergara y la ley del 25-X-1839. Joseba Agirreazkuenaga, José Ramón Urquijo, edt.- Vitoria (Gastéis): Eusko Legebiltzarra – Parlamento Vasco, 1990 pp.107 – 136.

Bibliografía

SAN MIGUEL,María Luisa: Ildefonso Gurruchaga. Aprendamos nuestra historia. Edición y prólogo . San Sebastián, Editorial Saturraran, 2002.

SAN MIGUEL, María Luisa: Ildefonso Gurruchaga. Reflexiones sobre mi país. Edición y prólogo. San Sebastián, Editorial Saturraran, 2002.

SAN MIGUEL, María Luisa. “Ildefonso Gurruchaga: Un hombre para la historia”. En Ildefonso Gurruchaga. Aprendamos nuestra historia. San Sebastián, Editorial Saturraran, 2002.

SAN MIGUEL, María Luisa. “Ildefonso Gurruchaga: La aventura historica de un intelectual”. En Ildefonso Gurruchaga. Aprendamos nuestra historia. San Sebastián, Editorial Saturraran, 2002.

Huici Navaz, Matilde

Fotografía de Matilde Huici Navaz

Estudios: Magisterio, Derecho.
Profesión preferente: Pedagoga, maestra, abogada.
Actividades culturales: Periodismo, traductora
Exilio: 1939-1965.
Lugares y fechas del exilio:
1.- Francia: Paris, 1939-1940
2.- Chile: Santiago de Chile, 1940-1965

BIOGRAFÍA

Matilde Huici nació en Pamplona, el 3 de agosto de 1890. De familia liberal y progresista, estudió Magisterio en Bilbao. Como maestra, a partir de 1909, trabajó en las Escuelas de Ategorrieta, en Donostia-San Sebastián, escuelas de las que fue directora dos años más tarde. Para proseguir sus estudios marcha a Madrid en 1916, donde ingresa en la Residencia de Señoritas y prosigue sus estudios de lenguas extranjeras e inicia la carrera de Derecho que finalizaría en 1926. Antes, en 1922, había trabajado como inspectora de Primera Enseñanza en Santa Cruz de Tenerife. Miembro del Lyceum Club Femenino (1926-1939), ideológicamente se sitúa dentro del feminismo político. Como becaria de la Junta de Ampliación de Estudios (JAE) se trasladó al College de Middlebury, en Vermont (Estados Unidos), donde impartió clases de lengua española desde septiembre de 1923. En 1927 fue miembro del Tribunal de Menores de Madrid, cargo desde el que desempeñaría una importante labor. En política, tras promover en 1928 la Juventud Universitaria Femenina española (JUF), más tarde Asociación de Mujeres Españolas Universitarias, y la Agrupación Liberal Socialista, proyecto que fracasó, en 1931 ingresó con su marido, el madrileño Luis San Martín Adeva, en el PSOE.

Durante su actividad política no hizo dejación de su ideología feminista, reivindicando un papel más activo dentro del partido socialista, el sufragio universal, el divorcio, etc. Con la proclamación de la república Huici ocupó diferentes puestos de evidente calado social: Subcomisión de derecho penal de la Comisión Jurídica Asesora del Ministerio de Justicia, Inspección de los Tribunales Tutelares de Menores, comisión redactora del Código Penal de 1932, creación del Centro de Estudios Penales. En 1935 fue nombrada delegada en la Comisión de Protección a la Infancia y a la Juventud de Ginebra. Una vez producido el golpe militar de 1936, Huici permanece fiel a la república, siendo nombrada desde 1935 a 1938 delegada española en la Comisión Consultiva de Cuestiones Sociales y Humanitarias de la Sociedad de Naciones.

En 1939 se inicia su exilio, dsde Cataluña, primero en Francia donde siguió desarrollando tareas de ayuda a los niños evacuados y colaborando con el Comite de Ayuda a los Refugiados. En 1940, el matrimonio Huici-San Martín con su hijo adoptivo Luis decide exiliarse en Chile. Madre e hijo hicieron el viaje a bordo del buque “Orduña”. Tras un azaroso viaje, el buque entraba en Valparaíso el 14 de mayo. En Chile, el matrimonio no podía dedicarse al Derecho por no poder convalidar sus estudios. Ello les llevó a dedicarse a otras actividades. Huici realizó algunos trabajos de traducción para la editorial Espasa-Calpe. Políticamente, el matrimonio se incorporó al centro Republicano Español de Santiago de Chile, entidad que estaba integrada por exiliados de diferentes tendencias. En 1947 Huici dirigió el Directorio Cultural Chileno-Español. En 1948 falleció su esposo, Luis San Martín. Ya en 1950 Matilde Huizi adoptó la nacionalidad chilena. Paulatinamente, la intelectual navarra fue retomando los temas que siempre le habían apasionado. Así, participó como psicopedagoga del Consejo de Defensa del Niño de Chile y, a partir de 1944, participó de la creación de la Escuela Educadora de Párvulos de la Universidad de Chile. En 1962, participa en Niza (Francia), en una reunión del comité francés de la Organización Mundial para la Educación Preescolar; luego lo haría en Londres. Los viajes serían frecuentes en los últimos años de su vida, casi siempre justificados en sus actividades defensoras de pedagogías más abiertas.

Matilde Huici murió tras una larga enfermedad, el 13 de abril de 1965. Todavía hoy su memoria sigue viva en el país andino.

OBRA
Traducciones:
-Montesquieu: Grandeza y decadencia de los romanos. Buenos Aires: Colección Austral, Espasa-Calpe, 1942. En 1920 Huici había publicado una primera traducción de esta misma obra.
-Montesquieu: El espíritu de las leyes. En colaboración con Nicolás Estévanez. Buenos Aires: Colección Austral, Espasa-Calpe, 1951.

Periodismo:
Artículos en El Sol, Democracia, El Socialista, Mujeres. Portavoz de las mujeres antifascistas

BIBLIOGRAFÍA
-García Sanz Marcotegui, Ángel (2010). Una “intelectual moderna” socialista. Pamplona: Universidad Pública de Navarra. Fundación Carlos Chívite. ISBN 9788497692618.
-San Martín Montilla, María Nieves (2009). Matilde Huici Navaz: la tercera mujer. Narcea Ediciones. ISBN 9788427716353.
-Barona Vilar, Josep Lluis (2011). El exilio científico republicano. Universitat de Valencia. ISBN: 9788437078311

Iakakortexarena, Txomin

Fotografía de Txomin Iakakortexarena
(Berastegi, 1906 – , 1993)

Estudios: Teología
Profesión preferente: sacerdote
Actividades culturales: escritor, activista, traductor
Pseudónimos: Aunque no sean seudónimos es frecuente encontrar al escritor bajo la variante Jakakortejarena.
Exilio: 1937-1982
Lugares y fechas de exilio:
1º.- Francia: 1937
2º.- Uruguay: 1940
3º.- Buenos Aires: 1940-1982

Nacido en Berastegi, Gipuzkoa, en 1906, el escritor Txomin Iakakortexarena es un buen ejemplo del mestizaje entre las culturas vascas y argentina como resultado de la emigración y el exilio. De hecho su propio padre fue un indiano que tras vivir muchos a&ntildeos en la Pampa argentina, regreso al País Vasco; de él aprendería el futuro escritor un rico euskara en el que, además del dialecto guipuzcoano, se entremezclan los dialectos del País Vasco continental, fenómeno habitual durante muchos a&ntildeos en los vascoparlantes argentinos. Inclinado al sacerdocio, estudió en los seminarios de Andoain y Vitoria, teniendo como profesores a José Miguel de Barandiarán y Manuel Lekuona. Es ordenado sacerdote en 1932 y destinado primero a Salmanton (1932-1934)  y luego a Nafarrete (1934-1936), peque&ntildeas poblaciones alavesas, desde donde tratará de impulsar la utilización de la lengua vasca en este territorio histórico. También desde muy temprana edad se inicia en la poesía que publicó en ocasiones en la revista Eusko Olerkiak (Poemas vascos). Destacan en esta época sus «irri-bertsoak», poemas humorísticos y satíricos. En 1932 obtiene el segundo premio en el certamen del «Olerki Eguna» (Día de la poesía) celebrado en Hernani. De hecho, su nombre se incorpora a la nómina de importantes poetas vascos que irrumpe con fuerza en los a&ntildeos treinta. Sin embargo, la guerra civil da al traste con aquel movimiento, eliminando físicamente a algunos de sus principales representantes (Aitzol, Lauaxeta, Martín Lekuona, José Markiegi) y empujando al exilio a la mayor parte de sus supervivientes.

En el caso de Iakakortexarena, éste fue detenido por los franquistas en un primer momento. Liberado por el ejercito vasco, ejerció como capellán en el batallón Araba (Alava)  y, tras la derrota, huyó a Santander, exiliándose primero en Francia en 1937, en el barco Molton junto con los últimos ni&ntildeos huidos de Bilbao, y, más tarde, en Uruguay y Argentina. En ambos paises sudamericanos continuó ejerciendo su labor sacerdotal al tiempo que se incorporaba a la labor cultural de los exiliados y emigrantes vascos, tomando parte en numerosas asociaciones como Eusko Ikaskuntza (Sociedad de Estudios Vascos) de América, Laurak Bat (Las cuatro provincias uno) de Buenos Aires y colabora en la Editorial Vasca Ekin, ubicada en esta misma ciudad; en Ekin publicará, además, numerosos trabajos, fundamentalmente traducciones, entre las que destaca la del Martín Fierro de José Hernández, y un diccionario de euskara. También en esos mismos a&ntildeos desarrolla su otra gran afición: la apicultura. Muerto Franco, Iakakortexarena regresa a su Berastegi natal en 1982. A partir de aquí publica dos gruesos tratados de apicultura en euskara (Erleintza, I y II) y un volumen autobiográfico, Bizitzan bi goiasmo (Dos grandes intenciones en la vida), donde narra los hechos más destacados de su biografía. Pese a la edad siguió desarrollando una intensa actividad pastoral y cultural que incluía la organización de un grupo de txistularis y la difusión de la apicultura; esta labor sólo finalizaría con su muerte en 1993.

Txomin Iakakortexarena desarrolló siempre una importante labor de difusión de la lengua y cultura vasca, labor que, en ocasiones, se confundía con su propia labor pastoral. Ideológicamente destacó por sus posiciones tradicionalistas; así, en el tema de la unificación del euskara, mantuvo posiciones contrarias a la misma, apoyando en ese sentido a Euskerazaintza, organismo que trató de frenar las actividades de Euskaltzaindia en ese terreno.

CREACION
Iztegi euskera-erdera (Diccionario euskara-castellano). Buenos Aires: Editorial Vasca Ekin., 1964, 418 pp. [E].
Erlezaintza (Apicultura). Tomos I y II. Kardaberaz bilduma nº39. Tolosa: 1988, 1.500 pp. aprox. [E].
Iztegi erdera-euskera (Diccionario castellano-euskara). Buenos Aires: Editorial Vasca Ekin, 1986, 418 pp., [E].
Bizitzan bi goiasmo (Dos grandes intenciones en la vida). Tolosa: Librería Técnica de Difusión, 1990, 510 pp. [M].
Rh ezezkorra euskadunetan (El Rh negativo en los vascos). Tolosa: Librería Técnica de Difusión, 1990 [E].

TRADUCCIONES
-IBERO, Evangelista de: Eusko Ami (Ami Vasco). Buenos Aires: Editorial Vasca Ekin, 1958.
-ANÓNIMO: Zure anaia ixilkari (Tu hermano en la clandestinidad). Buenos Aires: Editorial Vasca Ekin, 1961, 79 pp.
-GARCÍA VELLOSO, E.: Gernikako arbola. Buenos Aires: Editorial Vasca Ekin, 1963, 116 pp.
-HERNÁNDEZ, José: Matxin Burdin (Martín Fierro). Buenos Aires: Editorial Vasca Ekin, 1972.

COLABORACIONES
-«Len euskotarra gaia» (Tema del vasco primitivo). Eusko Olerkiak (Poemas vascos). Tomo III. Donostia: 1932, pp.51-74.

ESTUDIOS SOBRE EL AUTOR
-Aulestia, Gorka: «Iakakortexarena: canción vasca de las pampas». El Diario Vasco, 5-V-1992, p..35. 

José Ramón Zabala

Ibinagabeitia Idoyaga, Andima

Fotografía de Andima Ibinagabeitia Idoyaga
(Elantxobe, Bizkaia, 1906 – Caracas, 1967)

Estudios: Humanidades, Filosofía, Teología.
Profesión preferente: profesor, escritor.
Actividades culturales: político, profesor, redactor.

Lugares y fechas del exilio:
1.- Francia; 1947-1954.
2.- Guatemala: 1954-1956.
3.- Venezuela: 1956-1967.

Este escritor vizcaíno fue un político comprometido, defensor de la cultura vasca (especialmente de su lengua y literatura) tanto en el «Pizkunde» o Renacimiento de la Preguerra Civil (impulsado por Aitzol), como en la Posguerra en los años de la clandestinidad (1943-1947) y exilio (1947-1967) durante la larga dictadura franquista. Fue un patriota vasco antifranquista en lucha permanente contra el fascismo, y en favor de una Euskadi libre e independiente, con el euskera como lengua oficial, tal como soñó el «Maestro de Abando», Sabino de Arana Goiri (1865-1903). Tras la consecución de estos objetivos consagró A. Ibinagabeitia su vida de soltero en pro del Gobierno Vasco y de los Aliados en la década de los 40, y de la cultura vasca durante las dos décadas siguientes (1947-1967). En el aspecto personal resalta su espíritu crítico a pesar de su larga formación en colegios y conventos jesuíticos. Fue una persona de talante abierto y liberal pero de ideas muy nacionalistas. Generalmente se nos muestra como un hombre pragmático y realista, aunque, en ocasiones aparece como un soñador utópico que cree firmemente que lo que hoy es imposible de conseguir, mañana puede ser alcanzable. Su ideario político, la pasión por el euskera y la laboriosidad se reflejan en sus escritos: varios libros y unos 120 artículos diseminados en revistas como Alderdi, BIAEV, Egan, Euzkadi, Eusko Deya (París), Euzko-Gogoa, Euzko Gaztedi, Gernika, Jesus’en Biotzaren Deya, Karmel, Olerti y Zeruko Argia. Además fue fundador de dos revistas en Caracas: Irrintzi y Eman, y el colaborador más eficaz de J. Zaitegi en la singular revista Euzko-Gogoa de Guatemala. Fue nombrado académico correspondiente de Euskaltzaindia.

Andima Ibinagabeitia nació en Elantxobe (Bizkaia) el 27 de enero de 1906. El vago recuerdo de su padre Galo (amigo de Sabino Arana) fallecido cuando Andima tenía sólo tres años, condicionó en gran medida la trayectoria política de éste. Comienza la instrucción primaria en la escuela de su pueblo (en la que Galo ejerció de maestro ocasional supliendo al titular), y, con once años pasa al colegio jesuítico de Tudela para hacer el bachillerato. Más tarde, cursa los estudios de Humanidades, Filosofía y Teología respectivamente en Loyola (1921-1927), Oña (Burgos, 1927-1929) y Marneffe (Bélgica, 1932-1935). La estancia en Loyola en compañía de un numeroso grupo de amigos (en el que figuran J. Zaitegi, Esteban Urkiaga, «Lauaxeta», Plácido Muxika, etc) y la lectura del libro Ami Vasco del capuchino navarro Fray Evangelista de Ibero (1873-1909) influirán también en el ideario nacionalista del joven A. Ibinagabeitia. En 1929 este grupo se disuelve y el estudiante de Elantxobe es enviado como «maestrillo» a Colombia, primero a Bogotá (1929-1930) y posteriormente a Bucaramanga (1930-1933). En esta ciudad se hace cargo del Museo de Historia Natural e investiga en el mundo de la botánica cuyos resultados publicará en 1951 en Euzko-Gogoa bajo el título «Landareetaz atsapenak» (Preliminares sobre las plantas). Debido a la expulsión de los jesuitas en la II República Española, A. Ibinagabeitia no puede volver a Euskal Herria y parte en 1933 para Marneffe (Bélgica) donde acaba el teologado. En abril de 1935, en vísperas de su ordenación sacerdotal, decide abandonar la Compañía de Jesús y retornar al País Vasco.

Poco después es contratado como oficinista en la fábrica de explosivos de Galdakao (Bizkaia) y es destinado a Trafaria (Portugal) donde le sorprende la Guerra Civil Española (1936-1939). En 1943, a instancias del lehendakari Aguirre, vuelve al País Vasco donde colabora como espía en los servicios secretos del Gobierno Vasco en favor de los Aliados, especialmente de los estadounidenses. Durante cuatro años, el espía «Gorka» dio muchas pruebas de su habilidad, valentía y atrevimiento, pero, en 1947 (debido probablemente a una denuncia de los comunistas) se vio obligado a huir a Francia porque la policía española le pisaba los talones en Bilbao. La estancia parisina de siete años le fue provechosa tanto política como culturalmente, pues tomó contacto con miembros de la Delegación del Gobierno Vasco prestando algunos servicios al lehendakariAguirre. Por otra parte, imparte clases de euskera al que más tarde sería afamado poeta, Jon Mirande, y a los hermanos Peillen (Robert y Txomin, posteriormente escritor y académico de Euskaltzaindia). En 1951 la situación política internacional cambia drásticamente. Debido a la guerra fría, los americanos exigen varias bases militares en España a cambio del levantamiento del bloqueo económico al que ha estado sometida en la década anterior. A su vez, el régimen franquista presiona a los gobernantes franceses quienes expulsan a los miembros de la Delegación del Gobierno Vasco de su sede situada en la Avenida Marceau de París. A. Ibinagabeitia medita entonces sobre su futuro y tras consultar con J. A. Aguirre decide marchar más tarde a Guatemala para colaborar en favor del euskera en la redacción de la revista Euzko-Gogoa en la que ya había publicado más de 50 artículos entre 1950 y 1954. Finalmente, en 1954 abandona para siempre París y sale rumbo a Guatemala donde enseñará latín en el «Liceo Landibar», además de colaborar estrechamente en esa revista de J. Zaitegi.

En los mencionados escritos y, sobre todo, en su epistolario, se manifiesta la mente clara, el corazón apasionado, el espíritu inconformista, el amor a su patria vasca y al euskera, y la prosa elegante de este autor. La pasión por la lengua vasca fue como una especie de obsesión en su vida. Como él mismo confiesa, «Algunos sabios de habla castellana dirán que nos hemos vuelto locos con el euskera. He de decir que sí, y estamos perdidos si el vascuence no es capaz de enloquecer a todos los nacionalistas vascos». Para A. Ibinagabeitia, los peores enemigos del euskera eran los nacionalistas de su propio partido, especialmente los burgueses del PNV que se conformaban con ensalzar la antigüedad, singularidad y belleza de la lengua vasca, y condenar la opresión franquista contra ella, pero se valían exclusivamente de la lengua castellana para la praxis cotidiana. En su opinión: «Un nacionalismo vasco sin euskera es un nacionalismo a medias […] ¿Para qué querríamos una Euskadi sin euskera? […] Sería como un cadáver». Ni siquiera la revista Alderdi (órgano de su partido en el que publicó 26 artículos en la década 1951-9161) se salvará de su acerada crítica. Más aún, en el ocaso de su vida, a pesar de los requerimientos de sus dos buenos amigos (J. Zaitegi y N. Etxaniz) para continuar colaborando con Alderdi, se negará a ello porque casi todo lo que se publicaba en ella estaba escrito en la lengua de Cervantes, del que, por otra parte, era profundo admirador.

En febrero de 1956, después de finiquitar el cierre de Euzko-Gogoa en Guatemala y rendir cuentas exactas a J. Zaitegi que se hallaba en el País Vasco, A. Ibinagabeitia llega a Caracas. En un principio, la soledad y dureza del exilio se ven mitigadas por la convivencia con los amigos del Centro Vasco: M. Ugalde, V. Amezaga, Toribio Etxeberria, Jon Urresti, «Kirru», etc. Pero pronto, a medida que pasan los años, crecen también las dificultades: la soledad, el cansancio, la incomunicación, la nostalgia y la desesperanza de un posible retorno a Euskal Herria, los problemas laborales en la redacción de sus dos revistas, los achaques físicos y, muy particularmente, el bajo nivel euskérico que detecta en «Euskal Etxea» donde los vascos se expresan mayoritariamente en castellano. Por ello, durante tres años (1956-1959) apenas aparece por dicho centro. Sin embargo, en 1959, ante la apertura de curso de una nueva ikastola donde podrá impartir clases de euskera y el puesto de secretario de la Comisión de Cultura que se le ofrece, decide cambiar de actitud y tomar parte muy activa en dicho centro.

En el otoño de su vida, los largos años de exilio americano van deteriorando la salud y la entereza de aquel espíritu indomable. La lejanía de la familia y de la patria acrecientan la soledad y la nostalgia. Siquiera, durante los siete años de exilio parisino podría visitar a los familiares en la frontera o verlos en París. Pero ahora, nada de esto es posible. En una carta dirigida a K. Mitxelena le confiesa: «Atzerriko lorra geroago ta astunago gertazen zait» (la carga del exilio me resulta cada día más pesada). Por ello, intenta volver al País Vasco y hace las gestiones previas para ello. Sin embargo, ante las malas noticias que recibe sobre un amigo vasco que había intentado cruzar la frontera en Irún y fue encarcelado en Martutene (Gipuzkoa), desiste en el intento por temor a la represión franquista: «ni arrapatuko banindukete, txiki txiki egingo nindukete» (si me detuvieran me harían trizas). A. Ibinagabeitia falleció en Caracas a la edad de 61 años, el 2 de noviembre de 1967, festividad de los Difuntos. Con su muerte desapareció otro vasco ejemplar que engrosa las listas de exiliados fallecidos en América.

OBRA

Ibinagabeitia, A. y Onaindia, S. Bergiliren Idazlanak Osorik. Bilbao, 1966.

Ibinagabeitia, A. Euskera Irudibidez (Nuevo Método de euskera básico). París, 1953.

Ibinagabeitia, A. Euskal-ikasbide Erreza. Zarautz, 1961.

BIBLIOGRAFÍA

Aulestia, G. «Andima Ibiñagabeitia, prosista y traductor excelente», en Diario Vasco, 12-III-1991.

Aulestia, G. «Cinco defensores del euskara en el exilio» en La Cultura del exilio vasco. Ed. J.A. Ascunce y M.L. San Miguel. Donostia, 1994: 155-197.

Aulestia, G. «Andima Ibinagabeitia Ameriketan», en Euskaldun etorkinak Ameriketan». Ed. Tx. Peillen. Donostia. Utriusque Vasconiae, 2003: 119-134.

Mirande, J. Jon Miranderen Gutunak (1948-1972). Ed. P. Urkizu. Donostia, Susa, 1995.

Sudupe, P. Andimaren Idazlan hautatuak. Donostia. Elkarlanean, 1999.

Sudupe, P. «Andima Ibiñagabeitia: abertzaletasun berria», en Herri bat gurutzean, Ed. X. Apaolaza. Donostia, Saturrarán, 2003: 89-105.

Sudupe, P. Andima Ibiñagabeitia. Erbestetik barne-minez. Gutunak (1935-1967). Ed. P. Urkizu. Donostia, Susa. 2000.

Imaz Echeverria, Eugenio

Fotografía de Eugenio Imaz Echeverria
(San Sebastián, 1900 – Veracruz, Méx, 1951)

Estudios: Licenciado en Derecho.
Profesión preferente: traductor, ensayista y profesor universitario.
Actividades culturales: traductor, profesor universitario, ensayista.
Exilio: 1937-1951
Lugares y fechas de exilio:
1º.- Francia: 1937 – 1939
2º.- México: 1939 – 1946
3º.- Venezuela: 1946 – 1948
4º.- México: 1948 – 1951

Eugenio IMAZ ECHEVERRIA nació el 14 de junio de 1900 en el nº 10 (cuarto piso) de la calle Juan de Bilbao, ubicada en la Parte Vieja de la ciudad de San Sebastián. Su padre, natural de San Sebastián, había fallecido cuatro meses antes de su nacimiento. Cestero de profesión, había accedido en los últimos años de su vida a un trabajo fijo y seguro como empleado municipal. Su madre, natural de la localidad de Astigarraga, se dedicaba a la venta de pescado. Llegó a tener pescadería propia. Sin embargo, lo característico de la vida de Eugenio Imaz en esos primeros años fue la estrechez económica.

Sus primeros estudios los realizó en las escuelas públicas del Ensanche Oriental de la Parte Vieja donostiarra. La elección de estas escuelas se debieron, primero, a la condición gratuita de la enseñanza y, segundo, a la proximidad de la casa paterna. Sin embargo, cuando la situación económica mejoró gracias al dinero que periódicamente mandaba Cecilio, el hermano mayor de la familia, Eugenio abandonó la escuela municipal para matricularse en el colegio del Sacré Coeur, colegio de alto prestigio en la ciudad, regentado por los frailes del Sagrado Corazón. Acabados los estudios primarios, se matriculó en el Instituto General y Técnico de Guipúzcoa. Eugenio fue un estudiante sumamente brillante, de una inteligencia clara, abierta y viva. La mejor prueba es su expediente académico, donde los Premios Extraordinarios y las Matrículas de Honor son las calificaciones más habituales. Estas notas fueron la razón para que la Comisión de Fomento del Ayuntamiento de San Sebastián becase todos sus estudios de bachillerato y gran parte de los estudios de derecho en Madrid.

En el curso académico de 1917-18 inició los estudios de Derecho en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central de Madrid. La lectura de su expediente académico permite proponer ciertas consideraciones de alto significado. Los tres primeros cursos académicos son años de gran brillantez académica. Tras un año en blanco, 1921-22, los dos últimos cursos presenta unas calificaciones más bien regulares. Si en la primera parte dominan las Matrículas de Honor; en la segunda todos son aprobados con algún notable suelto. ¿Qué sentido tiene este salto del éxito a la medianía? La Filosofía había conquistado su corazón, convirtiendo el Derecho en unos estudios que le iban a proporcionar seguridad laboral pero pocos alicientes personales.

A finales de 1919, cursando el segundo año de Derecho, aconsejado por el sacerdote y filósofo Juan Zaragüeta, catedrático de la Universidad Central de Madrid, marchó a Lovaina en compañía de su amigo Xavier Zubiri. Allí pasó el invierno de ese año y la primavera del 20. En Lovaina estudió Filosofía y Derecho Político Comparado.

Marcado por la filosofía, su vida entró en un periodo de dudas. La primera consecuencia fue una fuerte crisis de personalidad y de fe. Se vio dominado por estados de depresión y abatimiento. Por prescripción médica tuvo que guardar reposo absoluto, lo que le obligó a interrumpir sus estudios universitarios. Era el curso 1921-22. Una vez repuesto de la crisis nerviosa, intentó acabar lo antes posible una carrera que ya no le satisfacía. En octubre de 1924 terminó la carrera, obteniendo el título de licenciado en Derecho.

Terminada la carrera universitaria, marchó a Alemania con la idea de profundizar en sus conocimientos filosóficos. Cursó estudios de especialización en las universidades de Friburgo, Munich y Berlín. Tuvo la oportunidad de asistir a las clases de profesores de la talla de Husserl, Heidegger, Einstein, etc. Fueron años de estudio y camaradería compartidos en gran parte con Xavier Zubiri. Parece que durante este tiempo pasó ciertas épocas en Inglaterra. Cuando regresó de Alemania (1932), venía con un importante bagaje filosófico y dominando perfectamente el alemán, el inglés y el francés. En Alemania conoció igualmente a una joven alemana, Hilde Jahnke, con la que, en breve tiempo, acabaría casándose.

En 1932 Hilde y Eugenio trasladaron su residencia a Madrid. Entró en contacto con la dirección de Revista de Occidente, para quienes trabajará como traductor de obras filosóficas alemanas. Al mismo tiempo, y a partir de estas fechas, formó un equipo de trabajo muy activo y productivo con José Bergamín, siendo la revista Cruz y Raya la empresa más importante. Entre las traducciones para la Revista de Occidente y la dirección de Cruz y Raya, junto a colaboraciones en diferentes revistas de la capital, van pasando los años hasta el estallido de la Guerra Civil.

Eugenio Imaz no era político militante de ningún partido. Sin embargo, a causa de la guerra se posicionó a favor de la República por representar ésta la legitimidad y la verdad. Trabajó en diferentes frentes culturales y políticos a favor de la causa republicana. En el verano de 1937, el matrimonio Imaz con su hijo mayor Carlos se trasladó a París, donde nacerá su segundo hijo, Víctor. Allí colaboró en distintos organismos, siendo secretario de la Junta de Cultura Española que dentro del Servicio de Evacuación de Republicanos Españoles (S.E.R.E) se preocupaba de dar solución a los problemas de los intelectuales exiliados. En la dirección de la Junta se encontraban, entre otros, José Bergamín y Juan Larrea.

En verano de 1939, Eugenio Imaz, acompañado de Hilde y de sus hijos, llegó a México como un refugiado más. En México continúa su trabajo de colaboración para la Junta. Su trabajo inicial más significativo fue, una vez más, la de secretario de la revista España peregrina y la de miembro activo de Cuadernos Americanos. Publicó gran número de artículos en diferentes revistas del exilio español como en revistas mexicanas. Impartió clases en la Academia Hispano-Mexicana a hijos de exiliados españoles o a hijos de familias mexicanas identificadas con la suerte de la España peregrina. Pero quizá su labor más meritoria fue la de traductor en la editorial Fondo de Cultura Económica, donde sobresalió por sus aptitudes y por el dominio de las lenguas. De 1939 hasta 1946 residió en México D. F., realizando una importante labor cultural.

Durante los años 1946-1948 en compañía de Juan David García Bacca residió en Caracas. Su marcha a la capital venezolana se debió al proyecto de crear y reforzar las Facultades de Periodismo y Filosofía. En Venezuela realizó un trabajo cultural tan intenso y meritorio como con anterioridad lo había hecho en España o en México. En las facultades de Filosofía y Periodismo encontró su verdadera vocación: la docencia universitaria. Sin embargo, avatares de la vida le obligaron a regresar a México e incorporarse al equipo de traductores del Fondo de Cultura Económica. Su gran legado, más de cincuenta traducciones, es la traducción de las Obras completas de Dilthey. Cuando planeaba su paso a la Universidad de Puerto Rico para formar parte del plantel de profesores de filosofía, le sobrevino la muerte en la ciudad mexicana de Veracruz (28 de enero de 1951).

No pudo soportar la marcha de la historia. No aceptó el reconocimiento del régimen franquista por parte de los países democráticos. Aceptó la muerte voluntaria antes de vivir la ignominia histórica de la legitimación de una política fascista y criminal. Imaz fue una de las víctimas de la Guerra Civil y de la historia posterior.

Obra.

Su bibliografía presenta más de ciento veinticinco entregas entre artículos, prólogos y epílogos. En el campo de la traducción, su trabajo supera con creces las cincuenta traducciones. Una importante labor cultural de uno de los más ilustres intelectuales del exilio vasco.

Asedio a Dilthey. Un ensayo de interpretación, México, El Colegio de México, 1945.

El pensamiento de Dilthey. Evolución y sistema, México, El Colegio de México, 1946.

Topía y utopía, México, Editorial Tezontle, 1946.

Luz en la caverna. Introducción a la Psicología y otros ensayos, México, Fondo de Cultura Económica, 1951.

Eugenio Imaz I. La fe por la palabra, (Edición y prólogo José Á ngel Ascunce), San Sebastián, Universidad de Deusto, 1989.

Eugenio Imaz II. Topia y utopía, San Sebastián, (Edición y prólogo José Á ngel Ascunce) Universidad de Deusto, 1988.

Eugenio Imaz III. Luz en la caverna, San Sebastián, (Edición y prólo José Á ngel Ascunce), Universidad de Deusto, 1988.

Eugenio Imaz. En busca de nuestro tiempo, San Sebastián (Edición y prólogo Iñaki Aduriz) , J. A. Ascunce Editor, 1992.

Bibliografía (Selección).

A.A.V.V.: Eugenio Imaz: hombre, vida y pensamiento, (comp. José Á ngel Ascunce),

Madrid-México, Fondo de Cultura Económica, 1990.

.- ABELLÁN, José Luis: «Addenda a Eugenio Imaz: un humanismo en agraz» , pp. 208-216.

.- ADURIZ, Iñaki: «Eugenio Imaz y sus contemporáneos donostiarras» , pp. 17-25.

.- ASCUNCE, José Á ngel: «Eugenio Imaz: poesía-cultura-filosofía como interregnos entre el humanismo y la humanidad» , pp. 167-190.

.- BERIAIN, Josetxo: «Cultura y ciencia en la obra de Eugenio Imaz» , pp. 227-232.

.- DIAZ de GUEREÑU, J. M.: «Eugenio Imaz: una pasión compartida» , pp. 151-166.

.- GONDRA, J.M.: «La psicología en Eugenio Imaz» , pp. 131-48.

.- JIMÉNEZ, Antonio: «Los primeros escritos de Eugenio Imaz» , pp. 53-69.

.- OUIMETTE, Víctor: «El nuevo humanismo de Eugenio Imaz» , pp. 217-226.

A.A.V.V.: Eugenio Imaz. Asedio a un filósofo, (comp.. J. A. Ascunce y J. R. Zabala), San Sebastián, Editorial Saturraran, 2002.

.- A.A.V.V.: «Recuerdos y vivencias de un exilio» , pp. 61-71.

.- ABELLÁ N, José Luis: «La utopía en Eugenio Imaz como expresión del pensamiento delirante» , pp. 107-114.

.- ADURIZ, Iñaki: «El humanismo de las revoluciones» , pp. 201-214.

.- ADURIZ, Iñaki: «Eugenio Imaz y el personalismo filosófico» , pp. 215-232.

.- ÁLVAREZ, Federico: «Cincuenta años después» , pp. 89-104.

.- APAOLAZA, Xabier: «Una nota sobre Eugenio Imaz» , pp. 273-284.

.- ASCUNCE, José Á ngel: «Humanismo y ciencia en el pensamiento de Eugenio Imaz, pp. 285-304.

.- CANO, Juan: «Eugenio Imaz: el filósofo ante las letras. Reflexiones sobre poesía y literatura» , pp. 169-182.

.- GARMENDIA, Juan Antonio: «El San Sebastián cultural de Eugenio Imaz (1900-1936), pp. 49-60.

.- HIBBS_LISSORGUES, Solange: «Eugenio Imaz entre el liberalismo cristiano europeo y la Alemania nazi» , pp. 151-168.

.- IMAZ, Ramón: «Eugenio Imaz o la responsabilidad de un intelectual» , pp. 252-272.

.- JIMÉNEZ, Antonio: «Eugenio Imaz, intérprete y traductor de Dilthey» , pp. 305-340.

.- JIMÉNEZ, Luis: «Filosofía de las traducciones de filósofos alemanes realizadas por Eugenio Imaz» , pp. 341-354.

.- LLERA, Luis: «Eugenio Imaz y el contexto cultural de los años 20 y 30. Las revistas» , pp. 115-150.

.- MARTÍN, Francisco: «Eugenio Imaz y el nuevo liberalismo» , pp. 233-252.

.- RODRÍGUEZ de LECEA, Teresa: «Las traducciones de Imaz en lengua inglesa» , pp. 355-366.

.- TORRALBA, Mario: «Eugenio Imaz. Entre otros recuerdos» , pp. 77-88.

.- ZABALA, José Ramón: «Aproximación al estilo de Eugenio Imaz: humor, didactismo e ironía» , pp. 183-200.

ABELLÁN, José Luis: «Eugenio Imaz. Un humanismo en agraz» , Filosofía española en América, Madrid, Editorial Guadarrama, 1967, pp. 229-247.

ADURIZ, Iñaki: Eugenio Imaz: conciencia y espiritualidad en su vida y en su obra, San Sebastián, Universidad de Deusto, 1991.

.- Eugenio Imaz: una filosofía de la vida. Conciencia y espiritualidad, San Sebastián, Universidad de Deusto, 1995.

.- «La tarea de acercar la ciencia a la realidad» , prólogo a Eugenio Imaz. En busca de nuestro tiempo, San Sebastián, J.A. Ascunce Editor, 1995, pp. 7-29.

ASCUNCE, José Á ngel: Topía y utopía de Eugenio Imaz. Historia de un exilio, Barcelona, Editorial, Anthropos, 1991.

.- «Sentido y función del intelectual en el pensamiento de Eugenio Imaz» , Revista Isegoría, Barcelona, Editorial Anthropos, 1993, pp. 165-173.

GAOS, José: «La jornada de Dilthey en América» , México, Cuadernos Americanos, 1957, pp. 139-146.

.- «Prólogo» a Eugenio Imaz: Luz en la caverna, México, Fondo de Cultura Económica, 1951, pp. XIII-XXII.

IZQUIERDO, J.: «Eugenio Imaz» , Pensadores españoles fuera de España, México, Cuadernos Americanos, Nº 1, CXXXVIII, enero-febrero de 1965, pp. 91-98.

LLERA, Luis: «El pensamiento en el exilio vasco. Eugenio Imaz» , Filosofía del exilio: España redescubre América, Madrid, Ediciones Encuentro, 2004, pp. 85-111.

Irazusta Munoa, Juan Antonio de

Fotografía de Juan Antonio de Irazusta Munoa
(Tolosa, Gipuzkoa, 1882 – Lima, Perú, 1952)

Seudónimo: Jon Andoni
Estudios: Derecho
Profesión preferente: Político, sacerdote misionero
Actividades culturales: Escritor y conferenciante
Exilio: 1936-1952
Lugares y fechas de exilio: 1º Francia 1936-1938
2º Panamá. Colombia, Puerto Rico.
3º Buenos Aires 1946.
4º Moyobamba, Lima (Perú) 1950-1952.

Este político, sacerdote y escritor nace en Tolosa, en 1884. Tras estudiar Derecho en Deusto y Madrid, pasó a ejercer la abogacía en su pueblo natal. Tempranamente afiliado al Partido Nacionalista Vasco, en 1933 se incorporaba a la dirección del partido en Gipuzkoa. En 1932 funda y dirige junto a Antonio Labayen e Isaac López de Mendizábal la revista Antzerti, dedicada al mundo del teatro. En 1933 es elegido diputado para las Cortes de Madrid por el PNV, y reelegido en 1936, siendo segundo jefe de la minoría parlamentaria vasca. Paralelamente, iniciaba algunas colaboraciones, tanto en euskara como en castellano, en los diarios El Día y El Pueblo Vasco, en muchos casos bajo el seudónimo «Jon Andoni» .

Con el estallido de la Guerra Civil, Irazusta se refugió en Francia y de allí se dirigió en 1938 a Panamá, Colombia y Puerto Rico como administrador de Ambrosio de Zatarain. En su exilio americano siguió vinculado al mundo de la política y de la diplomacia, siendo nombrado cónsul honorario de Colombia en San Juan de Puerto Rico. En esta última ciudad escribió su obra, Joañixio, publicada por la editorial Ekin de Buenos Aires, en 1946, primera novela en lengua vasca publicada después de finalizar la Guerra Civil. Se trata de un libro de carácter costumbrista, post-romántico, idealizador de la patria vasca, que conecta con la novela que se había ido desarrollando en el País Vasco antes de la guerra, deudora del escritor Txomin Agirre (1864-1920), vínculo comprensible si se tiene en cuenta que el escritor tenía ya sesenta y cuatro años de edad cuando aparece la citada obra. Con todo, la novela encierra algunos elementos originales como ciertos tonos realistas y una visión menos maniqueísta de la realidad.

Posteriormente Irazusta se traslada a Buenos Aires, en 1946, donde escribirá y publicará en 1950 su segunda novela, Bizitza garratza da, que, pese a su título, tampoco recoge la vida de los exiliados sino que continúa con el costumbrismo indiano de la primera, en tono más folletinesco. Se trata de un libro más trabajado y menos espontáneo, lo que le resta calidad literaria. Esta obra, junto a la anterior, tiene sobre todo el valor de haber aparecido en muy difíciles circunstancias, fruto más de la voluntad de defender la lengua vasca que por preocupaciones propiamente literarias. También se apunta como elemento a destacar tanto en ésta como en la anterior novela sus tímidos matices realistas, que marcan una cierta evolución respecto a la novelística de preguerra, y la calidad del lenguaje utilizado.

Tras una breve estancia en Córdoba (Argentina) y en Colombia, en 1950, Irazusta se traslada a Lima donde entra en contacto con la Orden de los Pasionistas; en tanto es ordenado sacerdote pasa a responsabilizarse de la creación del Círculo Católico de Estudios, con sede en Moyobamba, en las estribaciones andinas de la Amazonia, proyecto que pretendía crear un núcleo de reflexión intelectual y donde Irazusta impartió además varias conferencias. Fue ordenado finalmente en Lima, en la iglesia de la Nunciatura Apostólica, el 2 de septiembre de 1951, siendo apadrinado por el presidente de la República, el general Manuel A. Odria y por su esposa, Carmen Berckmeyer de Gomero, lo que demuestra que era un personaje conocido en la sociedad peruana. A petición propia es destinado como misionero a la citada provincia de Moyobamba, a Tarapoto, Departamento de San Martín de Perú. El escritor muere apenas seis meses más tarde de haber dado su primera misa, el 4 de marzo de 1952, en la capital peruana.

La obra de Irazusta es valorada sobre todo por el intento de dar continuidad a la labor literaria iniciada por la generación de preguerra, constituyendo en ese sentido un importante punto de engarce generacional. Aunque sus novelas están lastradas por una perspectiva tradicional del quehacer y la temática literaria, destacan por la calidad de su lenguaje y por su estilo, ligero y rápido en palabras de Villasante. La obra prosística de Irazusta es sin duda imprescindible a la hora de estudiar la evolución de la novelística contemporánea en lengua vasca ya que se trata de una obra de transición en la que se pueden apreciar leves indicios de evolución hacia otros temas y preocupaciones.

Obra

Ley de arrendamientos rústicos. Editorial Vizcaína. Bilbao, 1935, 21 pp.

Euzko-Aldunen Alkartea, Bilbao, 1935.

Joañixio. Editorial Ekin. Buenos Aires, 1946, 281 pp.

-«Cartas boricuas». Revista de América. Tomo XIV, 1948, pp.109-131.

Bizia garratza da. Editorial Ekin. Buenos Aires, 1950, 150 pp.

Losintxak, traducción al euskara de Madrigal de Martínez Sierra.

-«Oñarrik» , Euzko Gogoa, nº 5-6, Guatemala, mayo-junio de 1950, pp.48-49.

-«Beti bat» , Euzko Gogoa, nº 7-8, Guatemala, julio-agosto de 1950, p.35.

Bibliografía

-AULESTIA, Gorka: «José Antonio Irazusta: parlamentario y novelista vasco» . El Diario Vasco, Donostia, 9-VI-1992, p.52.

-ÁLVAREZ GILA, Oscar: «Notas sobre la etapa más desconocida de un político y escritor vasco: Jon Andoni Irazusta, de parlamentario a misionero en Perú (1950-1952)» . Sancho el Sabio. Revista de cultura e investigación vasca, II etapa, nº14, Fundación Sancho el Sabio, Gasteiz, 2001, pp.111-119.

-ESTORNÉS LASA, Bernardo: «Juan Antonio de Irazusta Munoa» , Enciclopedia General Ilustrada del País Vasco, cuerpo B, Literatura, tomo III, Editorial Auñamendi, Donostia, 1977, pp.323-327.

-GARATE, Gotzon: Euskal elaberriaren kondaira, Mensajero, Bilbao, 1983-1985. -«Jon Andoni Irazusta eta Euskal Herriko elaberri errealista» . Gerraosteko literatura. Labayru Ikastegia. Bilbo, 1989, pp.19-31.

-IBIÑAGABEITIA, Andima: «Irazusta´tar Jon Andoni´ren oroitzapenean» , Euzko Gogoa, nº 3-4, Guatemala, marzo-abril de 1952, pp.55-59.

-IRIGARAY, A.: Historia de la literatura vasca, Institución Príncipe de Viana, Iruñea, 1960, p.342.

-ITURRALDE, Josemari: Jon Andoni Irazusta. Bidegileak bilduma, 30. zenbakia, Eusko Jaurlaritza, Gasteiz, 2003.

-KORTAZAR, Jon: Literatura Vasca. Siglo XX. Etor. Donostia, 1990, pp.100-101.

-LAFFITE, P.: Eusko Jakintza, 1947, p.13.

-MITXELENA, Koldo: Historia de la literatura vasca, Minotauro, Madrid, 1960, p.157.

-ONAINDIA, Santiago: «José Antonio Irazusta Muñoa» (sic), Euskal Literatura, tomo VI, Etor, Bilbao, 1976, pp.182-186.

Irujo Ollo, Andrés

Fotografía de Andrés Irujo Ollo

BIOGRAFÍA
Andrés Irujo Ollo nacio en Estella el 30 de noviembre de 1907, festividad de San Andrés. Hijo de Aniana Ollo Elordi, (Estella, 1866-Buenos Aires, 1950) y Daniel Irujo Urra (Estella, 1862-Estella, 1911), primer profesor laico de la Universidad de Deusto, abogado y amigo de Sabino Arana Goiri (1865-1903) a quien defendió ante los tribunales en dos ocasiones. Era Andrés el menor de seis hermanos, Manuel (Estella, 1891-Iruña, 1981), Eusebio (Estella, 1893-Estella, 1968), María Rosario (Estella, 1894-Roma, 1925), Juan Ignacio (Estella, 1897-Caracas, 1969), Delfín (Estella, 1900-Madrid, 199?) y Josefina (Estella, 1902-Buenos Aires, 1992). Tres años más tarde nacería el último hijo del matrimonio, Pello Mari (1910-1983).

Al igual que el conjunto de sus hermanos, Andrés se afilió desde muy joven al Partido Nacionalista Vasco. Debido a ello sufrió la familia las consecuencias de la dictadura militar de Primo de Rivera. Manuel fue depuesto de su cargo de diputado foral y Delfín fue detenido en octubre de 1925. Finalizó Andrés los estudios de derecho en Madrid en 1930 y comienza a trabajar como pasante en el despacho de su hermano mayor Manuel. Al ser Manuel elegido diputado por Gipuzkoa en 1933, Andrés se hace cargo de la gestión del bufete. Fueron estos años de fecunda actividad laboral y política .

El 18 de julio de 1936 reciben Andrés y Manuel la noticia del levantamiento en el tren camino de Tolosa, a donde acudían como representantes de los intereses de la familia en la Papelera de la localidad. Ante la incertidumbre generada por los hechos deciden ambos hermanos dirigirse a Donostia, donde se encuentran varios diputados nacionalistas por Gipuzkoa convocando una reunión de emergencia esa misma noche. Tras horas de deliberación, los diputados jeltzales deciden hacer pública una nota anunciando la adhesión del Partido Nacionalista Vasco a la República, nota que se publica en el diario Euzkadi y en La Gaceta del Norte . Asimismo, el mismo 19 de julio por la mañana se reúnen varios miembros del Partido Nacionalista Vasco, entre ellos, los citados Manuel y Andrés Irujo junto a Josi María Lasarte con el gobernador Civil de Gipuzkoa, Jesús Artola Goikoetxea con quien diseñan un primer plan de actuación en la provincia. Una de las primeras medidas adoptadas fue la obtención de las armas y munición del cuartel de Loyola. En esta labor colaboraron nuevamente Andrés y Manuel Irujo, Rafael Pikabea, Juan Antonio Irazuzta y Josi Mari Lasarte, miembros todos ellos del PNV y, Miguel Amilibia, diputado del Partido Socialista. Asimismo, decidieron organizar la primera milicia vasca, integrada por voluntarios al mando del comandante Candido Saseta.
La noticia del alzamiento provocó en Gipuzkoa la organización de checas, tribunales incontrolados cuyos miembros condenaron a muerte sin causa justa ni apoyo legal a conocidos miembros de la derecha guipuzcoana. A fin de impedir ulteriores ejecuciones arbitrarias, se crea, bajo la presidencia del socialista Miguel Amilibia, la Comisaría de la Junta de Defensa de Gipuzkoa compuesta por los representantes de todas las fuerzas políticas de la provincia. Tras la renuncia del diputado socialista Amilibia, accede, presionado, a la presidencia de la misma Telesforo Monzón (Bergara, 1905-Baiona, 1981) quien, asimismo, renuncia. Por fin, Andrés Irujo, sin duda a instancias de su hermano Manuel, se hace cargo de la presidencia de dicha comisaría.

A fin de salvar el mayor número de vidas posible, se confinó, entre otros, a Víctor Pradera, Honorio Maura o Joaquín Beunza en el fuerte Guadalupe de Hondarribia. No obstante, a pesar de las medidas tomadas en este sentido, poco antes de la capitulación de Irun algunos de estos hombres serían fusilados por milicianos incontrolados. El crimen de Beunza fue ampliamente manipulado por la propaganda fascista, acusando de ello a decenas de personas inocentes, entre ellos a Andrés y Pello Mari Irujo, únicos miembros de la familia Irujo, junto a Manuel, que permanecían por entonces en libertad. A causa de los desmanes ocurridos en Irun previa capitulación de la plaza, la Junta de Defensa de Gipuzkoa decide retener en la ciudad, hasta el último momento, a un contingente de tropas leales a la República a fin de evitar desmanes. Además de vidas salvaguardas, la Junta de Gipuzkoa los bienes patrimoniales públicos y privados de la ciudad. Andrés Irujo se ocupó, personalmente, de la salvaguardia de la biblioteca y bienes documentales de Julio Urquijo.

Tras la caída del frente de Gipuzkoa, Andrés se dirige, junto a su hermano Manuel a Madrid, Valencia y Barcelona respectivamente, actuando como secretario personal del ministro de justicia. En línea con su actuación como secretario del ministerio de justicia, comienza Irujo en 1938 a trabajar como secretario de la Sección Vasca de Amigos de la República Francesa. Su labor consistía básicamente en localizar y elaborar un listado de refugiados vascos en el estado francés así como en suministrar cobijo, alimentos y asistencia médica o trabajo a quien lo necesitara.

La invasión alemana obliga a muchos vascos a emprender el camino a América. De este modo parte Irujo con su madre, Aniana Ollo, su hermana Josefina y su familia, a Argentina a finales de 1940. Llegan a Buenos Aires en diciembre de dicho aqo donde son recibidos por la colectividad vasca de la localidad. En virtud del decreto de Roberto Ortiz Lizardi (1882-1942) toda la familia obtiene, en menos de un mes, la nacionalidad argentina. En el exilio argentino emprende Irujo dos ambiciosos proyectos culturales, la creación de la editorial vasca EKIN y la organización del Instituto Americano de Estudios Vascos así como, a partir de 1950, la edición del Boletín de dicho instituto, labores que llevara a cabo hasta su muerte en 1993. A los pocos meses de la llegada a Buenos Aires, propone Irujo, junto a Ixaka López Mendizabal (Tolosa, 1879-Donostia, 1977), nieto del célebre editor tolosarra del mismo nombre, a Ramón María Aldasoro (Tolosa, 1897-Buenos Aires, 1952) la aventura editorial EKIN . No obstante, la Delegación del Gobierno Vasco en Argentina no contaba con los fondos necesarios para levantar la editorial, de modo que la empresa se financió con donaciones particulares, concretamente, con la colaboración financiera de Amorrortu y el aporte editorial de los hermanos Estornés Lasa de Roncal, los cuales permitieron la reedición de algunas de las obras de la editorial Zabalkundea. Asimismo contribuyó en esta empresa el sacerdote Jorge Riezu quien adquirió parte del fondo Julio Urquijo. Es así como se funda, con sede en la calle Perz 175 de Buenos Aires, la sociedad regular limitada Editorial Vasca EKIN, con un capital inicial de 15.000 pesos. Ciertamente poco para una empresa de tal envergadura. La situación económica de la editorial fue siempre deficitaria. En carta a Vicente Amezaga, fechada en enero de 1954, y en relación con la edición de libros en euskera, Irujo calcula que no podra cancelar las deudas de la editorial en al menos dos años. Las crisis se suceden, de este modo EKIN no publica nada desde agosto de 1953 hasta agosto de 1954. Sobre esto, además, Irujo permanece en cama desde enero a marzo de 1955 . Tras la crisis financiera y de salud por la que atraviesa Irujo de 1953 a 1955, emprende el de Estella una nueva fase en la editorial con nuevas ideas y horizontes. Además de la crónica situación económica de EKIN, varias de las publicaciones suscitaron controversias políticas en un país que, durante los años de gobierno de Juan Domingo Perón, estrechó lazos de unión con el gobierno de Franco. De este modo, el título ¿Para qué? de Ansaldo provocó no pocas tensiones, debido fundamentalmente a la denuncia formulada por Areilza a causa de su publicación y posterior difusión. EKIN permanece clausurada por la policía los días 8 y 9 de noviembre.

La segunda gran obra de Andrés Irujo en el exilio fue la creación y desarrollo del Instituto Americano de Estudios Vascos, del cual fue decidido y principal impulsor a lo largo de su vida.
El 20 de julio de 1943 se crea en Buenos Aires el Instituto Americano de Estudios Vascos, institución captadora vigilante de las nobles inquietudes europeas entre las que se cuentan las del pueblo euskaro en torno a su propia historia y lengua. En Buenos Aires, concretamente en la casa de uno de los socios fundadores, Enrique de Gandía, un grupo de argentinos de ascendencia vasca y de vascos residentes en quienes alienta la conciencia y el pundonor de la estirpe patente en el misterio del apellido le dieron vida por el sencillo procedimiento de estampar sus nombres en la primera pagina del que sería su libro de actas . En este acto se constituye la asociación cultural. El espíritu que guiaba este proyecto era, tal como refiere el artículo segundo de los estatutos adoptados en la segunda sesión, el 19 de agosto siguiente, unir a los amantes del País vasco, especializados en algún aspecto de su prehistoria, historia, antropología, folklore, lengua, literatura, derecho, economía, arte y demás ciencias, e intensificar estos estudios, profundizando en ellos y divulgándolos . Con dicho fin el Instituto promociona la celebración de conferencias, jornadas, congresos de estudios, edición de obras y toda clase de publicaciones encaminadas a investigar y divulgar el pasado, presente y futuro de la historia y cultura del pueblo vasco. El 19 de agosto de 1943 se celebra una segunda sesión en la cual se aprueban, por unanimidad, el estatuto social de la institución, cuya redacción quedó a cargo de Eulogio Ayanz, Enrique de Gandía, Andrés Irujo y Elpidio Lasarte. Seis días más tarde, el 25 de agosto de 1943, son elegidos de mutuo acuerdo y por unanimidad, las autoridades que dirigirán la institución durante un año a partir de la fecha. En este sentido es elegido presidente de honor, monseñor Nicolas Esandi (Bahma Blanca, 1876-1948). Vicepresidente primero, Elpidio Lasarte; vicepresidente segundo, Justo Garate; secretario general, Santiago Cunchillos; tesorero, Carlos Cucullu; vicetesorero, Juan León Cruzalegui y, secretario, Andrés Irujo.

En junio de 1950 se publica el primer Boletín del Instituto Americano de Estudios Vascos con sede administrativa en la dirección de la editorial EKIN, esto es, calle Perz 175, oficina 11, Buenos Aires. Con una tirada de 500 ejemplares el boletín llega, además de a las diversas colonias vascas de América en Argentina, Uruguay, Chile, Colombia, México, Estados Unidos y Venezuela. Además, tal como declara el Instituto en su primer número, dicho boletín llega a Baiona, Bilbao, Pamplona, San Sebastian, Urrugne, Vitoria y a donde quiera que sea. De tirada trimestral, se imprime sin ninguna interrupción desde su creación hasta 1993, excepción hecha del año 1978, año que coincide con el matrimonio de Irujo. El primer director del Boletín fue el sacerdote Gabino Garriga, quien además de escribir artículos, se encargó de la referencia bibliográfica del boletín. En 1964 renuncia Garriga a la dirección del boletín debido a su avanzada edad y estado de salud. Asume entonces la dirección, si bien por poco tiempo, el también sacerdote Bonifacio de Ataun. Finalmente la dirección recae en Irujo . Bajo el lema “ustea ez da jakitea”, esto es, creer no significa conocer, cientos de artículos ven la luz en dicho boletín, que se convierte, rápidamente, en el primer referente de la cultura vasca en el exilio. La labor del Instituto de Estudios Vascos es por tanto, ímproba. Tal como afirma Arantzazu Amezaga muchos de los libros de la editorial EKIN se deben al Instituto o colaboradores del mismo.

A más de la labor editorial o, más bien, paralelamente a ésta, escribe y publica Irujo dos libros, Los Vascos y la República Española. Contribución a la historia de la guerra civil, 1936-1939, publicado en diciembre de 1944 y en el que narra los acontecimientos vividos por el autor durante los primeros meses de la guerra en Gipuzkoa, y Los Vascos y las cruzadas, prologado por P. A. Sanchez de Gamarra y ilustrado por Kerman Ortiz de Zarate, publicado éste último en noviembre de 1946. Ambos ven la luz bajo el seudónimo de Andrés de Lizarra. Además de su labor bibliográfica dejó Andrés Irujo una cincuentena de artículos en el Boletín del Instituto de Estudios Vascos. Mención especial merecen los últimos artículos de Irujo, que constituyen una compilación de apellidos de origen vasco en Buenos Aires. Este trabajo fue, tal vez, inspirado por Vicente Amezaga quien impulsó en 1944, tras la creación del Departamento de Estudios Vascos en la Universidad de la República del Uruguay, la tarea de recoger y clasificar los apellidos de origen vasco en aquel país. Trabajo que si bien no pudo publicar en su día EKIN, conoció y valoró Irujo en su relación epistolar con Amezaga.

En 1978 se casó Irujo, que contaba entonces con 71 años, con María Helena Etxeberri, medico, hija de Etxeberri, amigo de Irujo y autor de , libro que trata sobre la incidencia del factor RH negativo en Euskal Herria. Murió Andrés Irujo en octubre de 1993, en Buenos Aires, ciudad donde residió los 53 años de su exilio. Esta enterrado en Buenos Aires.

Xabier IRUJO

Irujo Ollo, Pello

Fotografía de Pello Irujo Ollo

Fecha de nacimiento: 23 de febrero de 1910
Lugar de nacimiento: Estella-Lizarra
Estudios:
Profesión preferente: Periodista
Lugares de exilio:
1. Francia
2. 1948-1949; Belgrado
3. abril de 1949 – marzo de 1977: Buenos Aires
Fecha de fallecimiento: 24 de febrero de 1983
Lugar de fallecimiento: Pamplona-Iruñea

Biografía:
Pello Mari Irujo (1910-1983) nacio en Estella el 22 de febrero de 1910. Hijo de Aniana Ollo Elordi (1866-1950) y de Daniel Irujo Urra (1862-1911), quien fuera primer profesor laico de la Universidad de Deusto, amigo y abogado de Sabino Arana Goiri (1865-1903), a quien defendió ante los tribunales en 1896 y 1902. Bautizado con el nombre de Pedro María Carmelo, era Pello Mari el menor de siete hermanos, Manuel (1891-1981), Eusebio (1893-1968), María Rosario (1894-1925), Juan Ignacio (1897-1969), Delfín (1900-l99?), Josefina (1902-1991), y Andrés (1907-1993).

Pello Mari, afectado de polio en su juventud, sufrió de por vida una leve cojera, la cual no le impediría jugar a fútbol ni bailar, de hecho, rescató junto al padre Olazaran el Baile de la Era en su Estella natal. Tras finalizar los estudios de Secundaria en Lekarotz, decide comenzar, al igual que su padre y hermanos, los estudios de derecho en Deusto. El 30 de noviembre de 1930, en virtud del manifiesto de San Andrés se fundó Acción Nacionalista Vasca – Eusko Abertzale Ekintza. Pello Mari se afilia a ANV lo que lo convierte en el único miembro de la familia no afiliado al PNV. ANV es, según lo concibe Irujo, un partido abertzale, esto es, independentista, demócrata y republicano. Partidario de la solución de pactos entre los pueblos europeos como única salida a los conflictos y con un programa social socialista. En su ciudad natal, se convierte Irujo en cronista de La Merindad de Estella, periódico de gran difusión en la ciudad y su comarca. Escritor prolífico, accede rápidamente al Consejo de Redacción del periódico. Irujo aporta al diario una fuerte impronta hasta el punto de que en 1936 se acusará al medio de ser un órgano de ANV y es embargado.

El 18 de julio de 1936 el levantamiento sorprende a Irujo en Deusto. Manuel y Andrés Irujo se hallaban casualmente en Guipúzcoa. El resto de la familia, tras ser capturados en la casa familiar en Estella, son conducidos a Pamplona donde son recluidos, el día 17 de agosto, Juan Ignacio y Eusebio Irujo. Las mujeres de la familia son recluidas en el convento de las Ursulinas de la ciudad. Pilar Elizalde y Mercedes Ortiz darán a luz en cautiverio.

Con Andrés Irujo en la presidencia de la Comisaría de la Junta de Defensa de Guipúzcoa, compuesta por los representantes de todas las fuerzas políticas de la provincia, fue nombrado Pello Mari Irujo letrado de dicha Comisaría, si bien, encargado de la redacción de los oficios, ejerció más bien la labor de secretario de la misma. Con objeto de evitar linchamientos se confinó, entre otros, a Víctor Pradera, Honorio Maura o Joaquín Beunza en el fuerte Guadalupe de Hondarribia. No obstante, a pesar de las medidas tomadas en este sentido, poco antes de la capitulación de Irun algunos de estos hombres serían fusilados por las milicias republicanas.
El crimen de Beunza fue ampliamente manipulado por la propaganda fascista, acusando de ello a decenas de personas inocentes, entre ellos a Andrés y Pello Mari Irujo.
Irujo es capturado en una lancha en las costas de Guipúzcoa cuando evacuaba a un grupo de reconocidos adeptos al movimiento a Iparralde. Entre estos se hallaban los señores de Mondovio, los hermanos Marquina, Manuel Cueva, y un sacerdote. Todos ellos y, fundamentalmente el religioso, abogaron por Pello Irujo, logrando salvarle la vida en el primer momento de la detención, cuando pretendieron fusilarlo sin juicio previo. Tras ser capturado es enviado a la prisión de San Cristóbal, en Pamplona.

Se siguió a Irujo un juicio militar en 1937 bajo la acusación de colaboración en el crimen de Beunza y conspiración contra el régimen. Paradójicamente se le juzga como miembro del Partido Nacionalista Vasco. El abogado defensor esclareció que Irujo no tuvo en ningún momento cargo alguno de responsabilidad que lo convirtiera en rebelde al movimiento, delito del que era presunto culpable; que toda su gestión en los dos meses y medio que duró la resistencia en Guipúzcoa desde el día del alzamiento hasta el 15 de setiembre, se dedicó con ahínco a obtener salvoconductos para personas de derechas, cobrando a algunas de ellas determinadas cantidades al ser puestas en libertad a título de sanciones que les habían sido impuestas, sin que en ninguno de esos actos, el procesado interviniera por su propia autoridad, sino simplemente por el concepto de empleado sin ningún tipo de facultades resolutivas o de autoridad, de mando ni de dirección, ya que ninguna de ellas le competía .
No obstante, en la causa, tras detallar la grandeza del movimiento nacional encabezado por su invicto caudillo, se concluye que Pedro María es un Irujo, y además nacionalista: los nacionalistas y los Irujo han sido hostiles al movimiento nacional, luego Pedro María ha cometido el delito de rebelión militar. Es condenado a muerte por fusilamiento.
Durante siete años permaneció Irujo en la cárcel con la condena a muerte sobre su cabeza. Esto sin duda le marcaría profundamente, tanto psicológica como físicamente. Durante su cautiverio se dedica Irujo a pintar en la cárcel. Más tarde, en el exilio americano, destacara por sus artículos de crítica literaria y artística, siendo incluido por Mauricio Kaperotxipi en su obra Arte vasco, como uno de los representantes de la crítica artística y pintura vasca en el exilio. Finalmente fue puesto en libertad y pudo huir a Iparralde.

Tras la Segunda Guerra Mundial, delegaciones comerciales de Bélgica, Dinamarca, Holanda, Suiza, Italia, Suecia, Inglaterra, Francia y Turquía se habían instalado en Yugoslavia y Checoslovaquia. De este modo, a fin de favorecer un intercambio comercial bajo la protección legal del gobierno de la República, Manuel y Pello Mari Irujo junto a otros representantes de la delegación vasca en París se dirigen a los Balcanes a principios de 1948. Como toda empresa comercial de exportación-importación, se elaboran estatutos que redacta Manuel Irujo quien al mismo tiempo preside la Delegación cuyas sedes serían Belgrado, donde queda Pello como Agregado de Cultura y Prensa de las legaciones de Belgrado-Tirana, Bucarest y Sofía. Las dos restantes legaciones son las de Praga, que preside Juan Manuel Epalza Aranzadi por enfermedad del ministro Climent, y Budapest donde es ministro Guardiola. Entre muchos otros asuntos se baraja la posibilidad de intervenir en la ordenación hidroeléctrica de Yugoslavia.

Manuel Irujo en carta a su madre comenta sobre la gestión de Pello Mari, en funcionamiento las Delegaciones Vascas de Praga, Belgrado, Sofía, Varsovia y El Cairo. “Vamos sobre Rumania y Tanger… se hace con la autorización del Gobierno de la República, con su concurso y solidaridad. Pello Mari ha logrado ya que todos los periódicos de Sofía publiquen varios artículos diarios tomados de la Oficina de Prensa de Euzkadi, la Agencia Vasca de Información. Se ha movido en todas las esferas, en la Universidad, en la Iglesia Ortodoxa, con los sefarditas. Escribe cartas a montones, se queja, critica, pide, reclama, protesta, hace de todo. Le queda tiempo para esquiar, ir a los bailes y a las fiestas teatrales y estudiar ruso.” Logra Irujo que el Gobierno Búlgaro publique un Boletín decenal, que finalmente va a ser semanal, prácticamente redactado de forma íntegra por él mismo, con la información que recibe desde París. En su pasaporte de refugiado se amontonan los visados diplomáticos de Yugoslavia, Triste, Checoslovaquia, Italia, Suiza y Francia. En 1949, cuando los primeros efectos de la guerra fría comienzan a hacer efecto, Pello se dirige a la Argentina. En abril de 1949 llega a Buenos Aires. Se instala en casa de su madre. Un año más tarde, en julio de 1950 muere, anciana, Aniana Ollo.

En Buenos Aires dio comienzo la amistad de Irujo con José Olivares Larrondo (1892-1960) “Tellagorri”, miembros ambos de Acción Nacionalista Vasca. Fruto de dicha amistad nació en 1955 la publicación Tierra Vasca. Eusko Lur. De acuerdo al primer número de la publicación ésta tiene un objetivo, la libertad de la Patria y de los vascos, y un propósito, ser el Hyde Park del nacionalismo vasco. Todo exilado político sin importar su filiación política concreta tenía un rincón reservado en el periódico. Ambos redactaban, recibían los originales, mecanografiaban, corregían, usaban pegamento a fin de agilizar los laboriosos procesos de enmaquetación, reclamaban la publicidad, mantenían la lista de suscriptores y atendían al envío por correo. Pello Mari recordará que durante cuatro años enteros “yo he sido los ojos y las piernas del viejo Tellagorri. Era mi director, un director al que llamaba “Viejo” que es la forma más cariñosa de llamar a un amigo… por su poca salud, su mala vista, por esas piernas fuleras -que, quién lo diría se habían enfrentado a las de Pichichi. Yo le decía ¨quiza no te hayas dado cuenta pero el caso es que de las 24 horas del día trabajamos 48 horas ¨.

Tierra Vasca, al igual que Ekin o el Boletín del Instituto Americano de Estudios Vascos que dirigió su hermano Andrés, mantuvieron durante todos los años de existencia y pese a las duras condiciones económicas a las que se enfrentaban, una edición regular. En 1971, en una nota escueta se avisa que si no se mejoran las aportaciones de Venezuela, México, Canadá, Estados Unidos, Australia, Filipinas, Uruguay y Mar del Plata, tendría que dejarse de publicar. Esto indicaba también, aparte del apuro económico, la universalidad de Tierra Vasca el cual asimismo se distribuía clandestinamente en Euskal Herria. En 1973, explica Irujo, “el despacho a México y Venezuela de 21 pesos argentinos ha subido a 46 pesos”, lo cual está fuera de su alcance. Debido a esta crisis, a partir de 1973 el periódico se traslada a la avenida Belgrano 1144, esto es, a la sede del Laurak Bat.

Se encargaba Irujo de la redacción de “Pajaritos”. Dicha sección ocupaba las páginas finales del periódico. Hablaba con pinzas, en un tono ácido, corto, certero pero pleno de información y actualidad que son las bases de un buen periodista. Los lectores buscaban ávidos las chispeantes e ingeniosas observaciones que a modo de refranes, reflejaban todo el dolor y la esperanza de los vascos en los años que van del 1960 a 1977. “Pajaritos” significaba, y quizá en eso la edad le advirtió del esfuerzo, una lectura profunda de toda la prensa europea, latinoamericana y española, además de la información que le proporcionaba la Oficina de Prensa de Euzkadi del Gobierno Vasco, Radio Euskadi instalada por aquil tiempo en Venezuela, y lo que contaban las gentes vascas que iban y volvían de Euskadi, y a las cuales, interrogaba afanosamente.

Tierra Vasca dejs de editarse en Buenos Aires y pasó a imprimirse en Caracas, para ser posteriormente editada en Bilbao. Pello Mari regresó a Euskadi, atravesando la muga junto a su hermano Manuel, en marzo de 1977. Cruzó la frontera tras 38 años de exilio, en mi coche, una camioneta Renault 12 con una pequeña valija como único equipaje de todo su exilio, en la que venía, ademas de sus exiguas ropas, una colección de Tierra Vasca, junto Xabier Irujo Amezaga, su sobrino-nieto, Iñaki Anasagasti y Peru Ajuria . Aunque se negó a aceptar la candidatura por Acción Nacionalista Vasca en Navarra, se presentó en Bizkaia. En estos últimos años de su vida sirvió de secretario, confidente y enfermero de su hermano Manuel cuando éste, en 1980, comienza a presentar los primeros síntomas de enfermedad. Pello Mari murió en 1983 víctima de una afección cardíaca, consumido por el dolor de que Navarra no formara parte del proyecto vasco. Como escribiría Martín de Ugalde se ha ido, no como Tellagorri que murió en el exilio, sino del dolor de regreso, a veces más amargo.

Arantza AMEZAGA
Xabier IRUJO

Jakakortejarena, Txomin

Fotografía de Txomin Jakakortejarena
(Berastegi, 1906 – , 1993)

Estudios: Teología
Profesión preferente: sacerdote
Actividades culturales: escritor, activista, traductor
Pseudónimos: Aunque no sean seudónimos es frecuente encontrar al escritor bajo la variante Jakakortejarena.
Exilio: 1937-1982
Lugares y fechas de exilio:
1º.- Francia: 1937
2º.- Uruguay: 1940
3º.- Buenos Aires: 1940-1982

Nacido en Berastegi, Gipuzkoa, en 1906, el escritor Txomin Iakakortexarena es un buen ejemplo del mestizaje entre las culturas vascas y argentina como resultado de la emigración y el exilio. De hecho su propio padre fue un indiano que tras vivir muchos a&ntildeos en la Pampa argentina, regreso al País Vasco; de él aprendería el futuro escritor un rico euskara en el que, además del dialecto guipuzcoano, se entremezclan los dialectos del País Vasco continental, fenómeno habitual durante muchos a&ntildeos en los vascoparlantes argentinos. Inclinado al sacerdocio, estudió en los seminarios de Andoain y Vitoria, teniendo como profesores a José Miguel de Barandiarán y Manuel Lekuona. Es ordenado sacerdote en 1932 y destinado primero a Salmanton (1932-1934)  y luego a Nafarrete (1934-1936), peque&ntildeas poblaciones alavesas, desde donde tratará de impulsar la utilización de la lengua vasca en este territorio histórico. También desde muy temprana edad se inicia en la poesía que publicó en ocasiones en la revista Eusko Olerkiak (Poemas vascos). Destacan en esta época sus «irri-bertsoak», poemas humorísticos y satíricos. En 1932 obtiene el segundo premio en el certamen del «Olerki Eguna» (Día de la poesía) celebrado en Hernani. De hecho, su nombre se incorpora a la nómina de importantes poetas vascos que irrumpe con fuerza en los a&ntildeos treinta. Sin embargo, la guerra civil da al traste con aquel movimiento, eliminando físicamente a algunos de sus principales representantes (Aitzol, Lauaxeta, Martín Lekuona, José Markiegi) y empujando al exilio a la mayor parte de sus supervivientes.

En el caso de Iakakortexarena, éste fue detenido por los franquistas en un primer momento. Liberado por el ejercito vasco, ejerció como capellán en el batallón Araba (Alava)  y, tras la derrota, huyó a Santander, exiliándose primero en Francia en 1937, en el barco Molton junto con los últimos ni&ntildeos huidos de Bilbao, y, más tarde, en Uruguay y Argentina. En ambos paises sudamericanos continuó ejerciendo su labor sacerdotal al tiempo que se incorporaba a la labor cultural de los exiliados y emigrantes vascos, tomando parte en numerosas asociaciones como Eusko Ikaskuntza (Sociedad de Estudios Vascos) de América, Laurak Bat (Las cuatro provincias uno) de Buenos Aires y colabora en la Editorial Vasca Ekin, ubicada en esta misma ciudad; en Ekin publicará, además, numerosos trabajos, fundamentalmente traducciones, entre las que destaca la del Martín Fierro de José Hernández, y un diccionario de euskara. También en esos mismos a&ntildeos desarrolla su otra gran afición: la apicultura. Muerto Franco, Iakakortexarena regresa a su Berastegi natal en 1982. A partir de aquí publica dos gruesos tratados de apicultura en euskara (Erleintza, I y II) y un volumen autobiográfico, Bizitzan bi goiasmo (Dos grandes intenciones en la vida), donde narra los hechos más destacados de su biografía. Pese a la edad siguió desarrollando una intensa actividad pastoral y cultural que incluía la organización de un grupo de txistularis y la difusión de la apicultura; esta labor sólo finalizaría con su muerte en 1993.

Txomin Iakakortexarena desarrolló siempre una importante labor de difusión de la lengua y cultura vasca, labor que, en ocasiones, se confundía con su propia labor pastoral. Ideológicamente destacó por sus posiciones tradicionalistas; así, en el tema de la unificación del euskara, mantuvo posiciones contrarias a la misma, apoyando en ese sentido a Euskerazaintza, organismo que trató de frenar las actividades de Euskaltzaindia en ese terreno.

CREACION
Iztegi euskera-erdera (Diccionario euskara-castellano). Buenos Aires: Editorial Vasca Ekin., 1964, 418 pp. [E].
Erlezaintza (Apicultura). Tomos I y II. Kardaberaz bilduma nº39. Tolosa: 1988, 1.500 pp. aprox. [E].
Iztegi erdera-euskera (Diccionario castellano-euskara). Buenos Aires: Editorial Vasca Ekin, 1986, 418 pp., [E].
Bizitzan bi goiasmo (Dos grandes intenciones en la vida). Tolosa: Librería Técnica de Difusión, 1990, 510 pp. [M].
Rh ezezkorra euskadunetan (El Rh negativo en los vascos). Tolosa: Librería Técnica de Difusión, 1990 [E].

TRADUCCIONES
-IBERO, Evangelista de: Eusko Ami (Ami Vasco). Buenos Aires: Editorial Vasca Ekin, 1958.
-ANÓNIMO: Zure anaia ixilkari (Tu hermano en la clandestinidad). Buenos Aires: Editorial Vasca Ekin, 1961, 79 pp.
-GARCÍA VELLOSO, E.: Gernikako arbola. Buenos Aires: Editorial Vasca Ekin, 1963, 116 pp.
-HERNÁNDEZ, José: Matxin Burdin (Martín Fierro). Buenos Aires: Editorial Vasca Ekin, 1972.

COLABORACIONES
-«Len euskotarra gaia» (Tema del vasco primitivo). Eusko Olerkiak (Poemas vascos). Tomo III. Donostia: 1932, pp.51-74.

ESTUDIOS SOBRE EL AUTOR
-Aulestia, Gorka: «Iakakortexarena: canción vasca de las pampas». El Diario Vasco, 5-V-1992, p..35. 

José Ramón Zabala

Labayen Toledo, Antonio María

Fotografía de Antonio María Labayen Toledo
(Tolosa, 1898 – Tolosa, 1994)

Seudónimo: Ibargi, Etxekorena, L. Ayanbe, Aspaldik, Ibalan…
Estudios: Comercio
Profesión preferente: Comerciante
Actividades culturales: Autor teatral, académico de Euskaltzaindia
Exilio:1937-1945
Lugares y fechas de exilio: Sara (Lapurdi) 1937-1945

Nacido en Tolosa (Gipuzkoa) el 1 de diciembre de 1898 y fallecido el 12 de octubre de 1994, Antonio María Labayen, también conocido como Andoni Labayen, es uno de los principales autores teatrales en lengua vasca. Finalizados sus primeros estudios en los Escolapios de Tolosa, se trasladó a Zaragoza con el objeto de estudiar Comercio. Para entender este dato hay que señalar que el País Vasco careció de universidad propia hasta el último tercio del siglo XX. A su regreso a Tolosa trabajó en el negocio familiar. Muy pronto empezó a escribir en euskara, colaborando en distintas publicaciones de la época, fundamentalmente Argia (luz), revista aparecida en 1918, y, más tarde, en Jakintza (sabiduría) y en la publicación montañera Pyrenaica. La mayor parte de estas colaboraciones aparecieron firmadas con diferentes seudónimos como «Matxingorri», «Ibalan», «Aspaldik», «L. Ayanbe», «Ibargi», «Etxekorena»… En 1920 el Ayuntamiento de Donostia le concedió un premio a su comedia Txinparta buruzagi (Txinparta el cabecilla), publicada en el semanario Kaiku (1921). En 1930 publica su obra Ostegun gizena (Jueves gordo) y es premiado de nuevo en Donostia con su obra Euskal eguna (El día vasco). En 1931 fue elegido concejal por el PNV en el Ayuntamiento de Tolosa, llegando a ser alcalde en 1933, cargo que ostentó hasta el golpe franquista. Un año antes, en 1932, había fundado la revista Antzerti (teatro), publicación de la que aparecieron 54 números hasta 1936, editada en la imprenta de Isaac López de Mendizabal, constituyó un referente fundamental en el desarrollo de las artes escénicas en lengua vasca. Antzerti era una revista, recientemente recopilada por Idoia Gereñu (2008), centrada en la publicación de textos teatrales en euskara; dichos textos eran tanto obras escritas originariamente en esta lengua como traducciones de autores conocidos de otras lenguas. Entre sus colaboradores en aquella iniciativa debemos mencionar a figuras de la talla de Xabier Agirre «Lizardi», Isaac López de Mendizabal y el dibujante Jon Zabalo «Txiki». Respecto a los autores que colaboraron en aquella iniciativa, la nomina es muy extensa: Toribio Alzaga, Andoni Arotzena, Tene Mujika, Jokin Zaitegi…; muchos de ellos conocerían el exilio a partir de 1936. En Antzerti Labayen publicó diferentes obras: Maya, Euskal Eguna (El día vasco), Iparragirre, Berezi (1934), Irunxeme (El pamplonica)(1936). Con la guerra civil, Labayen huyó con su familia al País Vasco continental, estableciéndose en Sara, localidad en la que viviría durante ocho años, hasta su retorno a Tolosa. En estos años el escritor continuó trabajando intensamente, colaborando en publicaciones del exilio como Gernika, Eusko Ikaskuntza y Euzko Gogoa. En 1945 retorna a Gipuzkoa donde, por encima de las dificultades, se empeña en seguir escribiendo, primero en castellano y, más tarde, cuando la censura franquista lo permitió, en euskara. Así, en 1947 apareció Escenas papeleras y, en 1950, una versión resumida en castellano del poema de Nicolás Ormaetxea «Orixe», «Euskaldunak» (Los Vascos). Un año más tarde es elegido miembro de Euskaltzaindia, Academia de la Lengua Vasca. Dentro de dicha institución mantuvo una actitud discrepante respecto a cómo se desarrolló el proceso de unificación de la lengua pero sin romper con la citada institución. Siguió escribiendo para el teatro: en 1954 aparece Muga (Límite), y en 1955 Lurrikara (Terremoto). En 1956 aparecen Jostuna (El sastre) y Petrikillo (Curandero). Como se puede apreciar su actividad es intensa, publicando casi cada año una obra teatral: Jokua ez da errenta (El juego no es beneficio) (1960), Galtzaundi (1961), Malentxo alargun (Malentxo viudo) (1962), Domenjon de Andia, Gipuzkoako erregia (El rey de Gipuzkoa)(1965), Su ta gar (Dale que te pego) (1966), Perretxiko jatea (Comer setas) (1967), California ku-ku (El cucu de California) (1967). En 1973 publicó también una obra teorizadora sobre el teatro, Teatrogintza eta Jakintza (Actividad teatral y saber). También en relación con el teatro publicó dos volúmenes de Teatro euskaro en castellano (1965 y 1966 respectivamente). Pero la obra del Labayen no se limita al mundo del teatro o a las colaboraciones de prensa; también publicó diversas biografías como la dedicada a Elizamburu (1955) y Muñagorri, eskribau, pakegille ta fuerozale (Muñagorri, escribano, pacifista y foralista) (1967). Al mismo tiempo publicaba en revistas tan diversas com Egan, Karmel, Olerti, Zeruko Argia y Agur.  Otra faceta de este polifacético autor ha sido la dedicada a la traducción de distintos autores: Durrenmat, Bertol Brecht, Max Frisch, Ionesco, Plauto… Antonio María Labayen, auténtico símbolo del intelectual vasquista comprometido con la defensa cultural de su país, es una personalidad fundamental para entender el desarrollo del teatro vasco durante buena parte del siglo XX. Su influencia y su capacidad de trabajo fue excepcional lo que le permitió además dejar su impronta en los más diversos campos intelectuales. No obstante, su labor no ha sido valorada en toda su dimensión. Este hecho responde en buena medida a los planteamientos tradicionales y contenidos humorísticos sobre los que descansó su producción teatral, pensada sobre todo para atraer al mundo cultural en lengua vasca a un sector de la población deficientemente alfabetizado en la misma, como consecuencia, en gran medida, de la ferrea represión lingüística ejercida por el franquismo.
                                                                                                             José Ramón Zabala

 Bibliografía de Antonio María Labayen
Al no existir una edición de las obras completas de Antonio María Labayen no es posible recoger en estas páginas toda su bibliografía, desperdigada en muy diversas publicaciones y suplementos; asimismo, hay que destacar que algunos de sus trabajos permanecen inéditos. Por este motivo nos limitaremos a dar una visión general del conjunto de su obra.
Ostegun gizena, Tolosa, Euskaltzaleak, 1930, 16 pp.
Euskal eguna, Tolosa, López de Mendizabal, 1930, 62 pp.
-«Mateo Txistu», Tolosa, Antzerti, año I, nº4, 1932, 26 pp.
-«Iparragirre», Tolosa, Antzerti, año I, nº17-18, 1933, 46 pp.
-«Gizon bizarpeituti eta emazte bizartsuti…», Tolosa, Antzerti, año III, nº43, 1935, 23 pp.
-«Euskal antzerti´runtz: gure teatro errikoia nolako», Donostia, Yakintza, nº16, julio-agosto de 1935, pp.243-256.
-«Teatro Bretón», Donostia, Yakintza, nº20, marzo-abril de 1936, pp.99-104.
-«Iruñxeme», Tolosa, Antzerti, año V, nº53-54, 1936, 56 pp.
Escenas papeleras, Zarautz, Icharopena, 1947, 198 pp.
-«Joannes d´Etcheberri: 1668?-1749», Baiona, Eusko Jakintza, tomo III, 1949, pp.99-104.
-«Muga», Baiona, Eusko Jakintza, tomo V, 1951, pp.293-308.
-«Arturo Campión (1854-1954)», Guatemala, Euzko Gogoa, año V, nº11-12, noviembre-diciembre de 1954, p.163.
-«Lurrikara», Guatemala, Euzko Gogoa, año VI, nº5-12, mayo-diciembre de 1955, pp.115-138.
-«Petrikillo», Donostia, Egan, 1956, 16 pp.
-«Jostuna», Baiona, Euzko Gogoa, año VIII, nº1, enero-febrero de 1957, pp.12-28.
-«Euskeraren kinka gaiztoa», Baiona, Euzko Gogoa, año IX, nº1, enero-febrero de 1958, pp.74-90.
Galtzaundi. Ramon Azkarate´ren denborako tolosarkeria gizonezko bakarrentzat, Donostia, Egan, 1961.
Malentxo alargun!, Tolosa, Auspoa liburutegia, 1962, 128 pp.
Teatro euskaro, dos tomos, Donostia, Editorial Auñamendi, nº 42 y 43, 1965.
Domenjon de Andia, Gipuzkoa´ko erregia, Zarautz, Kuliska sorta, nº58, 1965, 122 pp. 
-«Bai ala ez», Baiona, Gure herria, año ILII, nº1, julio de 1970, pp.25-30.
-«Elizanburu kapitaina», Baiona, Gure herria, año ILIII, nº1, junio de 1971, pp.43-46.
-«Duvoisin eta Elizanburu», Baiona, Gure herria, año ILIII, nº2-3, julio-septiembre de 1971, pp.167-173.
Sasi-batasuna: mala letra y peor espíritu de una pseudo unificación, Tolosa, López de Mendizabal, 1972, 43 pp.
Muñagorri eskribau, pakegille ta fuerozale / El escribano Muñagorri, pacificador y fuerista, Donostia, Sociedad Guipuacoana de Publicaciones, 1976, pp.420.
Teatro osoa euskaraz (Teatro completo en euskara), tres tomos, Bilbao, La Gran Enciclopedia Vasca, 1977.
Alternativas para una factible unificación y desarrollo del euskara, Donostia, 1984, 139 pp.

Traducciones:
Bretch, Bertol, Bai esalea eta ez esalea, 1963.
Charasson, Henriette; «Berezi» (Separation), Tolosa, Antzerti, año III, nº31, 1934, 8 pp.
Durrenmat, Gizona ta kidea, 1967.
Frisch, Max, Su emailleak (Die Brandstifter), Donostia, separata de Egan, 1962, 56 pp.
Goethe, J. W. Von: «Linkeus dorrezaia», Guatemala, Euzko Gogoa, año II, nº9-10, septiembre-octubre de 1951, p.6.
Ormaetxea, Nicolás: Compendio del poema Euskaldunak de Orixe. Zarauz: Editorial Icharopena, 1950 (222 pp.).

Bibliografía sobre Antonio María Labayen
AAVV: Gizonak. Los forjadores de Euskal Herria. Tomo V.  Donostia: Kriselu, 1991 (121-123).
Beola, Ainoa: Antonio María Labayen (1898-1994). Colección «Bidegileak». Gasteiz: Gobierno Vasco, noviembre de 1999 (24 pp.).
Gereñu, Idoia (edición de): Antzerti. 75 urte ondoren, edición facsímil de la revista, Lasarte: Diputación foral de Gipuzkoa-Tolosako Udala, 2008 (1360 pp.).
Onaindia, Santiago: Euskal Literatura V. Donostia: Etor liburuak, 1977 (258-264).
San Martin, J: «Antonio Mª Labayen Toledo (1898-1994)», Euskera, año XL, segunda época.
Urkizu, Patri: Teatro vasco: historia, reseñas y entrevistas. Cuadernos de la UNED, 2009, 576 pp.

Laburu Mateo, Miguel

Fotografía de Miguel Laburu Mateo
(Donostia, 1918 – 1999)

Seudónimo:
Estudios: Mecánico
Profesión preferente: Jefe de explotación forestal
Actividades culturales: Estudioso de la historia naval vasca. Escritor
Exilio:
Lugares y fechas de exilio: Francia: campos de concentración de Bourg Madame, Argèles, Saint Cyprien y Gurs.

Miguel Laburu Mateo nació en Donostia, en 1918. Realizó sus primeros estudios en la Escuela Pública Peñaflorida de Donostia y aprendió mecánica en la Escuela Elemental de Trabajo. Durante la guerra civil participó en el Ejército de Euskadi. Tras la derrota se exilio en Francia donde conoció diversos campos de concentración (Bourg Madame, Argèles, Saint Cyprien y Gurs). De vuelta a la Península, fue detenido y encarcelado en la prisión de Irún, la Magdalena de Santander y en San Pedro de Cardeña (Burgos). Asimismo, estuvo internado en los campos de concentración de Miranda de Ebro y de Rota. Posteriormente pasó a los batallones de trabajadores, soldado disciplinario y, finalmente, ascendido a soldado de segunda clase., en 1944.

Restituido a la vida civil, en 1946 marcho a Guinea Ecuatorial donde trabajó como mecánico de una compañia maderera, llegando a ejercer como jefe de explotación forestal. En esos años inició sus estudios de euskara, lengua que no llegó a dominar. En 1955 volvió a Donostia. Se integró en la Sociedad de Ciencias Aranzadi, integrándose en el grupo de prehistoria. Poco a poco empezó a interesarse por la Historia Naval Vasca y el modelismo naval. Sobre estos temas escribió diversos trabajos e impartió numerosas conferencias. Destaca entre sus escritos una novela centrada en el mundo de la navegación de los balleneros vascos del siglo XVI.

Falleció en Donostia, en 1999.

 Obra 
*De Mare Vascorum. La memoria perdida. Iruñea-Pamplona: Pamiela, 2006. 978-84-7681-504-5 Edición postuma.
*Tragedia en la nao ballenera. Novela histórica. Donostia-San Sebastián: Kutxa Fundazioa, 1994.
*La Escuela de Pesca de San Sebastián. Vitoria-Gasteiz: Eusko Jaurlaritza-Gobierno Vasco, 1992.
*Itsas dokumentuetan erabilitako hitz zaharren hiztegi laburra. Gipuzkoako Foru Aldundia-Diputación Foral de Gipuzkoa, 1992. 978-84-7907-082-3
*Ballenas, vascos y América. Donostia-San Sebastián: Gipuzkoako Merkatal Ganbara, 1991.
*Embarcaciones vascas antiguas. Donostia-San Sebastián: Gipuzkoako Foru Aldundia-Diputación Foral de Gipuzkoa, 1989.
*Juan Miguel Orcolaga y el observatorio marítimo de Igueldo. Grupo Doctor Camino, 1988.
*75 años de historia de la Sociedad Oceanográfica de Guipúzcoa. Gipuzkoako Foru Aldundia-Diputación Foral de Gipuzkoa, 1986.
*»El bote ballenero de Bermeo del siglo XIII». Revista »Bermeo», 1983.

Bibliografía
*»Nota autobiográfica del autor» en Tragedia en la nao ballenera. Novela histórica. Donostia-San Sebastián: Kutxa Fundazioa, 1994.

 

Fotografía de Juantxo Egaña

Landaburu Fernández, Francisco Javier

Fotografía de Francisco Javier Landaburu Fernández
(Vitoria, 1907 – París, 1963)

Estudios: Derecho.
Profesión preferente: abogado, político.
Actividades culturales: escritor, abogado, periodista.
Exilio:
Lugares y fechas:

Francia: 1937-1963.

En la historia del nacionalismo alavés y en la del Partido Nacionalista Vasco de esta provincia destaca la trayectoria profesional y política de F.J. Landaburu (1907 – 1963), abogado (antes de la mayoría de edad); orador y escritor elocuente; secretario de la Cámara de Comercio de Álava y Diputado a Cortes por esa provincia en el Parlamento de Madrid durante la II República Española desde las elecciones generales de noviembre de 1933; miembro del «Euskadi Buru Batzar»; miembro de la Unión de la Democracia Cristiana Europea (en representación del PNV); consejero y vicepresidente del Gobierno Vasco; colaborador de la UNESCO, y miembro de la «Ligue Internationale des Amis des Basques». En el aspecto personal, se mostraba como hombre inteligente de arraigadas convicciones cristianas y políticas; persona dotada de una personalidad vigorosa pero con gran capacidad para el diálogo; patriota vasco antifranquista; humanista solidario y cordial; ponderado en sus juicios, mesurado en las palabras y cortés en el trato con la gente.

Francisco Javier Landaburu y Fdez. de Betoño nació el 5 de setiembre de 1907 en Vitoria y falleció el 6 de mayo de 1963 (a los 55 años de edad) en París. Cursó el bachillerato en el «Colegio de Sta. María» de los Hermanos Maristas de Vitoria, licenciándose en Derecho en la Universidad de Valladolid. En su adolescencia conoció al vergarés Luis de Eleizalde (1878-1923) (profesor de matemáticas en el Instituto de la capital alavesa; uno de los cuatro miembros fundadores de Euskaltzaindia en 1919; fiel discípulo del nacionalismo de Sabino Arana Goiri, y defensor ferviente del euskera y de su unificación). La semilla nacionalista sembrada por este ilustre vergarés en Vitoria dio, más tarde, sus frutos, como es el caso de F.J. Landaburu quien reconoce que «Eleizalde dio forma e imprimió carácter al nacionalismo vasco en Araba» (Alderdi, 1950, nº 44:13).

En 1926 el joven Landaburu comienza a escribir con pluma ágil en el Heraldo Alavés su primer artículo, «El Padre Vitoria era de Vitoria». Por esas fechas escribía también en Vida Vasca, Euskal Esnalea, Euskalerriaren Alde, y más tarde en BIAEV, Eusko Gaztedi, Euzko-Deya (París) y, sobre todo, en la revista Alderdi, órgano del PNV. El tema del «Padre Vitoria» será recurrente en él y, en ocasiones, polémico, defendiendo siempre el origen vitoriano del ilustre dominico, padre del Derecho Internacional. F.J. Landaburu se mostró siempre como vasco-alavés y ferviente vitoriano. Años más tarde, durante el prolongado y duro exilio parisino, evocará con nostalgia y cariño los gratos recuerdos de su juventud: la festividad de San Prudencio, la retreta, la Misa de Armentia del 28 de abril, los amigos (algunos de ellos fusilados por las tropas sublevadas del general Franco): «Once años viviendo en tierra extranjera más caritativa que la nuestra desde que fue abonada con estiércol totalitario después de ser roturada con las bayonetas del rencor» (Obras Completas, vol. I:52). En 1927 tomó parte muy activa como secretario del «Grupo Baraibar», dedicado al fomento del euskera en Vitoria, así como también, en la «Sociedad de Estudios Vascos», colaborando en la preparación del proyecto del «Estatuto de Autonomía de Euzkadi».

El Alzamiento militar franquista del 18 de julio de 1936 le sorprendió en su ciudad natal. Poco después, es detenido dos veces y puesto en libertad. Ante la sospecha fundada de una tercera detención y del riesgo de ser fusilado, permanece escondido desde agosto de 1936 durante trece meses «emparedado» en su domicilio. Finalmente, en setiembre de 1937, logra atravesar la frontera por el Pirineo navarro y se establece provisionalmente en San Juan de Luz, trasladándose más tarde a París donde residirá durante el resto de su vida. Además, contrae matrimonio con la guipuzcoana Kostantiñe Illarramendi con la que tendrá siete hijos.

En 1938, el PNV le nombró delegado del Gobierno Vasco en la «Liga Internacional de los Amigos de los Vascos», fundada el 16 de diciembre de ese año, y presidida por el Cardenal Verdier. Por su nuevo cargo se relacionaba con importantes personalidades eclesiásticas, intelectuales y políticas como el mencionado arzobispo de París; el obispo de Dax, Mons. Mathieu; Angelo Roncalli, Nuncio del Vaticano en París, que en 1958 sería elegido Papa; J. Maritain, embajador de la República Francesa ante el Vaticano; los escritores F. Mauriac y G. Bernanos; políticos franceses, belgas, italianos, alemanes, etc., como E. Herriot, G. Bidault, M. Schuman, P.H. Spaak, A. de Gasperi, L. Sturzo, K. Adenauer (a la sazón alcalde de Colonia y más tarde Canciller alemán).

En 1940, al ser ocupada París por los nazis, fue confinado a La Rochelle, de donde consiguió huir de la Gestapo y volver a la capital francesa. Aquí toma parte activa en la resistencia francesa en favor de los aliados, a la vez que colabora intensamente en la frágil Delegación del Gobierno Vasco, situada en la Avenue Marceau. En 1951 esta delegación será clausurada por las autoridades francesas presionadas por el Gobierno de Franco. El joven político se convierte en voz y brazo derecho del Lehendakari Aguirre en las tareas internacionales mostrándose siempre como fiel amigo y leal colaborador. Según Uzturre: «era el colaborador seguramente más íntimo del Lehendakari Aguirre en los años del exilio». La huella marcada por el vizcaíno sobre el alavés será muy profunda, a la vista de sus declaraciones: «No creo que haya habido hombre que haya influido más en mi razonar y en mis sentimientos […] Aguirre era para muchos de nosotros la encarnación de un ideal, la representación tangible de una aspiración, la nación hecha hombre, la patria soñada que resucita y se hace realidad». (O.C. Vol V:19).

El abogado vitoriano se distinguió además como un intelectual de vasta cultura. En 1948 participó en el Congreso de Estudios Vascos celebrado en Biarritz en el que tomaron parte insignes profesores vascos diseminados por varios países del mundo. F.J. Landaburu es nombrado director de la sección de Derecho vasco y pronuncia una conferencia sobre Fray Francisco de Vitoria. Más tarde, en 1956 fue nombrado presidente de la sección de cultura del I Congreso Mundial Vasco celebrado en París. Da una interesante conferencia sobre la importancia de la cultura vasca en la que resalta el euskera, lengua que estudió con ahínco sin dominarlo como lenguaje hablado: «De todos esos problemas, en la cultura vasca hay uno que tiene primacía, hay uno que tiene carácter urgente, urgentísimo, y es el problema de la lengua». (O.C. Vol. V:15).

En su producción escrita conviene resaltar (además de innumerables artículos recogidos en cinco extensos tomos) la publicación del libro La Causa del Pueblo Vasco (1956), dedicado especialmente a la juventud vasca. La dedicatoria es muy significativa: «En recuerdo de todos los vascos muertos durante la guerra fratricida causada por la sublevación de 1936 […]». Este libro es una especie de alegato contra el franquismo y la burda calumnia pronunciada por este general en el discurso del primer aniversario del golpe militar (18-VII-1937): «Los que destruyeron Guernica no tienen derecho a hablar de patria». La Causa del Pueblo Vasco es, en general, un análisis de las características nacionales de Euskadi; raza, lengua, cultura, historia, economía, etc. De forma más detallada, abarca diversos temas como la vida vasca en el s. XIX, las secuelas ocasionadas por la carencia de la universidad vasca; la importancia de S. Arana Goiri en el Renacimiento Vasco; la historia del proyecto del Estatuto Vasco; el ser o no ser de los vascos en el futuro, etc..

Al fallecer el Lehendakari Aguirre el 22 de marzo de 1960 en París, F.J. Landarubu fue nombrado consejero y vicepresidente del «Gobierno Vasco de Euzkadi». Su figura cobró entonces más relieve dentro del nacionalismo convirtiéndose en uno de los ideólogos más destacados. Cercano al pensamiento personalista (la persona como fin en sí misma) y cristiano del filósofo francés Emmanuel Mounier (1905-1950), pero también permeable a la influencia del amable socialismo del judío León Blum (1872-1950), F.J. Landaburu fue un ferviente defensor de la naciente Democracia Cristiana y de una Europa federal de naciones donde Euskadi se ubicaría en un futuro. Participó en los «Nuevos Equipos Internacionales de la Democracia Cristiana», tanto en la «Unión Europea de Federalistas» como en la «Unión Federalista de Comunidades Étnicas». «Del estudio de nuestras características colectivas se deduce que tal vez no seamos más que nadie, pero, como pueblo, somos tanto como cualquiera». (O.C. Vol. V:126). Su nacionalismo se enraiza en la doctrina del «maestro de Abando»; «Sabino de Arana fue el descubridor de Euskadi […] El vasco ha salido del marco de la tarjeta postal para turistas» (O.C. vol. II:270-271). Sin embargo, a pesar del origen sabiniano de su pensamiento político, como demócrata y republicano, F.J. Landaburu aboga por un nacionalismo abierto al mundo y a una Euskadi solidaria: «[…] sería nuestro mayor error el querer construir una patria vasca sólo para los nacionalistas». (Alderdi, Dic. 1950, n 45). Además, lejos de la Europa exclusivamente «economista» que algunos políticos pretendían construir, él abogaba por una Europa de naciones, incluidas las naciones minoritarias: «Si sólo fuera por eso, apenas valdría la pena de crearla […] no ese super-Estado que administra carbón, acero y bayonetas […]». (O.C. Vol. III:78).

No quisiera finalizar esta somera descripción de la persona y actividades de F.J. Landaburu sin hacer una alusión a sus actividades como viajero-periodista y conferenciante. El que jamás había traspasado el espacio geográfico comprendido entre París y Toledo, se vio obligado, por sus compromisos políticos y culturales, a viajar desde la Pampa argentina hasta la India. Acompañado de su buen amigo, el canónigo marquinés D. Alberto Onaindia («Padre Olaso»), visitó en 1955 los centros vascos de Montevideo, Buenos Aires y Caracas. Más tarde, como vicepresidente de Euskadi, estos viajes abarcarían México y otros países latinoamericanos. Como miembro auxiliar de la UNESCO llegó también a N. Delhi y a las estribaciones del Himalaya. Como se puede comprobar en la conferencia impartida en «Euskaltzaleen Biltzarra», titulada «Del Himalaya a la Pampa, itinerarios de un vasco exiliado», F.J. Landaburu (además de visitar casi todos los países de Europa) supo describir en ese extenso artículo las características diversas de esas naciones, en un estilo preciso, claro y elegante de un periodista consumado.

Sin embargo, este viajero obstinado jamás llegó a realizar su periplo más ansiado: la vuelta del destierro a Euskal Herria. Como tantos otros vascos, murió en Francia, sin poder volver a su querida Vitoria: «Me tienta la visita a muchos lugares del mundo […], pero hay un viaje que me tienta más que otros, un viaje que casi todos vosotros podeis hacer y yo no, el viaje al único país de la tierra que me está prohibido, a esa Euzkadi peninsular tan próxima y tan lejana, tan mía y tan poco mía desde hace más de veinte años […]. Que sea cuanto antes.» (O.C. Vol. V:65). Desgraciadamente esos anhelos, como los de J.A. Aguirre (que año tras año soñaba con la vuelta a casa «a comer el turrón por Navidad») quedaron sin cumplirse. Una grave enfermedad diagnosticada el 14 de abril (precisamente el día de «Aberri Eguna» y del aniversario de la proclamación dela II República) truncó el 6 de mayo de 1963, en una clínica de París, la vida de uno de los nacionalistas vascos más relevantes del s. XX. Aunque fue inhumado en el cementerio de San Juan de Luz, más tarde sus restos mortales fueron trasladados a Vitoria.

G. A. Tx.
OBRA

La Causa del Pueblo Vasco (3 ed). Bilbao, Ed. Geu, 1977.

Obras Completas de F. Javier de Landaburu. 5 vol. Bilbao. Idatz Ereintza, 1980-85.

BIBLIOGRAFÍA

De Pablo, S. «El nacionalismo en Alava», en Los Nacionalistas. Fundación Sancho el Sabio. Vitoria-Gasteiz, 1995, pp. 309-341.

Irujo, M. «Prólogo», en La Causa del Pueblo Vasco. Bilbao. Ed. Geu, 1977: 5-12.

Martínez Salazar, A. 100 Alaveses. Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, Gasteiz, 1999: 77-78.

Leizaola, J.M. «Prólogo», en Escritos en Alderdi 1949-1962. Ed. PNV, 1980: 7-10.

Uzturre. «Francisco Xabier de Landaburu, 50 años después», en Deia 9-V-1983: 16.

Larrañaga Aranguren, Policarpo de

Fotografía de Policarpo de Larrañaga Aranguren

Estudios: Eclesiásticos
Profesión preferente: Sacerdote, activista social.
Actividades culturales: Ensayista, músico.
Pseudónimos: Pierre Duhalde, Xabier de Bursain, Andoni de Soraluce
Exilio: 1937-1956.
Lugares y fechas del exilio:
1.- Francia: París, Baiona 1937-1956

(Soraluze (Gizpuzkoa), 1883 – Baiona, 1956)

BIOGRAFÍA
Sacerdote, activista social y propagandista católico nació en Soraluze (Gipuzkoa) el 26 de enero de 1883. Realizó estudios eclesiásticos en el Seminario de Gasteiz, cantando misa en 1908. En aquellos años destacaba ya como tenor, pianista, organista y como compositor. Como sacerdote ejerció en Elgoibar y Eibar, implicándose en la problemática social de ambas poblaciones. En 1921, su zarzuela Mendiko Eguna es premiada por la revista Euskal Esnalea. En 1923 estrena en Eibar una ópera, Amets larria. Ese mismo año publica junto con Juan María de Eguren el folleto Breve historial del pleito armero en torno a la problemática que afectaba a la villa armera. Su actividad social se desarrolla intensamente en muy diversos campos, centrándose sobre todo en el mundo sindical católico, en torno al sindicato Euzko Lagillien Alkartasuna. Solidaridad de Obreros Vascos (ELA-SOV), en el que propiciará un sindicato reivindicativo, alejado de modelos amarillistas. En 1923 impulsa junto con el también sacerdote M. Iriondo y el nacionalista F. Basterrechea la Asamblea de Pesca Marítima Vasca de la Sociedad de Estudios Vascos que, por distintos motivos, no se celebró hasta 1925.

El obispo Mateo Múgica, reconociendo su labor con los trabajadores, le nombró, en 1929, director del Secretariado Diocesano de Acción Social con sede en Bilbao. Paralelamente, desarrollaba su labor intelectual en diferentes medios de comunicación como Argia, Yakintza, El Día y Euskadi. El 11 de septiembre de 1932 funda en Ondarroa el Eusko Tostarteko Bazkuna (Sociedad de Pescadores Vascos) y el 12 de febrero de 1933 Euzko Nekazarien Bazkuna en Donostia, filiales ambas de ELA/SOV.

Al estallar la guerra civil desapareció algún tiempo e, incluso, se rumoreó su muerte. Reapareció en Baiona desde donde trabajó incansablemente por divulgar la causa del pueblo vasco a nivel internacional. En 1937 publica en París su Le nationalisme basque et la guerra civile en Espagne. Asimismo, junto a figuras de la talla de Gorgonio de Rentería, colabora en las labores de ayuda y asistencia a los refugiados, propiciadas por el PNV. En el desarrollo de su labor propagandística, recorre América, publicando en Buenos Aires Riqueza y economía del País Vasco, y vuelve posteriormente al País Vasco continental donde realizará su labor profesional vinculado a la catedral de Baiona, ciudad en la que fallece el 30 de agosto de 1956.

La Editorial Auñamendi de Donostia recuperó tras su muerte distintos materiales que había elaborado y publicó dos importantes obras de carácter histórico y testimonial: Contribución a la Historia Obrera de Euskalerria (1976) y Emakume Abertzale Batza. La mujer en el nacionalismo vasco (1978).

OBRA
Teatro:
* Mendiko eguna (Zarzuela), Euskal Esnalea, 1921.
* Amets laarrik, (Ópera), Eibar, 1923.

Ensayos:
* Breve historial del pleito armero. En colaboración con José M.ª Eguren-ekin. 1923.
* La moral vasca: moralidad y costumbres. Bilbao, Casa de la Misericordia, 1930. Prólogo de Sandalio de Tejada.
* Le nationalisme basque et la guerra civile en Espagne. Firmado como Pierre Duhalde. Paris, 1937.
* Riqueza y economía del País Vasco. Firmado como Andoni de Soraluze, Buenos Aires, Editorial Vasca Ekin, 1945.
* Persecuted, defamed, abandoned, the Basque clergy defending justice and brotherhood serves the church of Christ, 1946.
* Contribución a la historia obrera de Euskalerria. Dos volúmenes. Donostia: Auñamdendi, nº111. 1976-1977.
* Emakume Abertzale Batza. La mujer en el nacionalismo vasco. Tres tomos. Donostia: Auñamendi nº122, 1978.

BIBLIOGRAFÍA:
* Idoia Estornés Lasa: «Policarpo de Larrañaga». Editorial Auñamendi: http://www.euskomedia.org/aunamendi/86031
* Antton Narbaiza: «Policarpo de Larrañaga (1883-1956)». Colección Bidegileak. Gasteiz: Gobierno Vasco, 2001.

Larrea, Juan

Fotografía de Juan Larrea

LARREA, Juan (1895-1980)

Escritor, nació en Bilbao el 13 de marzo de 1895 y murió en Córdoba (Argentina) el 9 de julio de 1980. Miembro de una familia acomodada de talante muy religioso, realizó sus estudios primarios en el Colegio de los Escolapios de Bilbao y el bachillerato en Miranda de Ebro, en el colegio de los padres de la orden francesa de los Sagrados Corazones. Allí aprendió francés y realizó sus primeras aventuras poéticas. En 1911 se matriculó en la Universidad de Deusto para iniciar la carrera de Letras. Fueron años claves tanto para su formación personal como para su educación literaria, pues conoció a Gerardo Diego y se consolidó su vocación de poeta. Acabada en 1915 la licenciatura en Letras, inició los estudios de archivero y, una vez finalizados, fue destinado al Archivo Histórico Nacional. Para esas fechas, el escritor bilbaíno había madurado sus gustos literarios y había decidido su camino creativo. Influido inicialmente por el modernismo y por los escritores de la llamada “generación del 98”, especialmente Miguel de Unamuno y Rubén Darío, llegó a recalar en el creacionismo de Vicente Huidobro. Desde ese momento, sus obsesiones creativas asumieron los principios del vanguardismo literario. Serán precisamente Juan Larrea y Gerardo Diego los poetas encargados de revalidar las posibilidades creativas del creacionismo poético. Durante esos años, compartió  el trabajo diario como archivero con su vocación creativa como escritor y de forma sistemática comenzó a publicar poemas sueltos en diferentes revistas. En 1923 visitó a Huidobro en Francia, y en la capital francesa conoció también a Juan Gris, Tristán Tzara, Paul Dermée y a otros escritores y artistas. Al año siguiente, vuelve una vez más a París para entrevistarse con el poeta chileno, pero en esa estancia también va a conocer a César Vallejo, con el que surge una profunda y sólida amistad de una gran repercusión humano-literaria. Para poder vivir con más intensidad su vocación literaria, en 1926 se establece en París. Serán años de alegría y de bohemia. Entre la alegría y la despreocupación del París de entreguerras va concretando poco a poco una vocación y una obra. Con César Vallejo publica la revista Favorables París Poema. Igualmente va escribiendo, verso a verso y poema tras poema, títulos de la importancia de Versión celeste y Orbe. Cuando José Bergamín preparaba en 1936 la edición de ambas obras, estalla la guerra civil y todas las expectativas de publicación se reducen a meros proyectos. Desde el inicio de la guerra, Juan Larrea asume una posición política a favor de la República. Representa al gobierno republicano en las negociaciones con Picasso sobre la cuestión del Guernica, cuadro encargado al pintor malagueño para el Pabellón Español en la Exposición Mundial de París. En la embajada española de París, sigue su colaboración con el legítimo gobierno republicano. En 1939 promueve la creación de la Junta de Cultura Española para facilitar la salida a América de los intelectuales españoles. José Bergamín y Eugenio Ímaz serán sus más eficaces colaboradores y sus más cercanos amigos. El triunfo de las fuerzas franquistas le hace tomar conciencia de que su trabajo en París ha concluido y marcha a México, donde continúa su labor político-cultural. El primer fruto de ese trabajo fue la creación de la revista España Peregrina y, además, fundó con León Felipe y Silva Herzog la revista Cuadernos Americanos. En 1942 apareció el primer número de dicha revista, dando inicio a la aventura editorial de mayor prestigio y duración. Junto a la labor de dirección de las revistas mencionadas, llevó a cabo en tierras mexicanas una frenética actividad, tanto crítica como creativa. Los títulos se suceden, avalando el nombre de un intelectual y el prestigio de un creador. Desde 1949 hasta 1956, Juan Larrea residió en Nueva York. Su objetivo era especializarse en historia de la cultura. Desde su salida de España a causa de la guerra civil vivió obsesionado por la búsqueda de una justificación válida para explicar tanto la contienda española como el exilio. Su gran aporte, desarrollado en sus muchos libros y artículos, se centra en el mito de América o la utopía del amor. Razón de ser, Rendición de espíritu o La espada de la paloma son títulos clave para la demostración de este pensamiento. En 1956 da el salto a la Argentina, donde es contratado por la Universidad Nacional de Córdoba como encargado de la Cátedra de Historia y continúa en tierras argentinas la actividad intelectual que anteriormente había desarrollado en México o en Norteamérica. Crea la revista Aula Vallejo y organiza el Instituto del Nuevo Mundo. Durante esa época publicó nuevos títulos que hay que añadir a su brillante bibliografía. La edad, junto a la muerte de los familiares más cercanos y de los amigos más íntimos, fue creando un vacío existencial y un fuerte deterioro físico. A pesar de que la vida real y la propia historia le fueron demostrando la sinrazón de sus sueños, hasta los últimos días de su vida siguió defendiendo la razón de amor como destino y como fin para la humanidad.

 

CREACIÓN

Rendición de espíritu: introducción a un mundo nuevo. México D.F., Cuadernos Americanos (Cuadernos Americanos, 3 y 4), 1943, 2 vols. [E].

El surrealismo entre viejo y nuevo mundo México D. F., Cuadernos Americanos, 1944, 104 pp. [E].

La religión del lenguaje español. Lima, IV Centenario de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 1951, 39 pp. [E].

Razón de ser: tras el enigma central de la cultura. México D.F., Cuadernos Americanos (Cuadernos Americanos, 44), 1956, 259 pp. Otra edición: Madrid, Júcar (La Vela Latina), 1974, 382 pp.  [E].

La espada de la paloma. México D. F., Cuadernos americanos (Cuadernos Americanos, 47), 1956, 565 pp. [E].

César Vallejo o Hispanoamérica en la cruz de su razón. Córdoba, Universidad Nacional, 1958, 281 pp. [E].

Corona incaica. Córdoba [Argentina], Universidad Nacional. Facultad de Filosofía y Humanidades, 1960, 299 pp. + XLII láms. [E].

Teleología de la cultura. México D. F., Antigua Librería Robredo, 1965, 89 pp. [E].            Del Surrealismo a Machuppichu. México D. F., Joaquín Mortiz (Serie del Volador), 1967, 223 pp. [E].

César Vallejo frente a André Breton. Córdoba [Argentina], Universidad Nacional. Facultad de Filosofía y Humanidades, 1969, 62 pp. [E].

Versione celeste: Poesie. Turín, Einaudi, 1969, XIX + 249 pp. Introducción y traducción al italiano de Vittorio Bodini. Otras ediciones: Versión celeste. Barcelona, Barral (Poesía. Libros de Enlace, 20), 1970, 343 pp.; traducción del francés de Luis Felipe Vivanco et al.; Versión celeste. Madrid Cátedra (Letras hispánicas, 295), 355 pp. Edición de Miguel Nieto. [P].

Respuesta diferida sobre César Vallejo y el surrealismo. Córdoba [Argentina], Universidad Nacional, Dirección General de Publicaciones, 1971, 209 pp. [E].

Intensidad del canto errante. Córdoba [Argentina], Facultad de Filosofía y Humanidades. Universidad Nacional (Colección Cuarto Centenario), 1972, 68 pp. [E].

 César Vallejo: Héroe y mártir indo-hispano. Montevideo, Biblioteca Nacional, 1973, 172 pp. Edición de Alicia Casas. [E].

César Vallejo y el surrealismo. Madrid, Alberto Corazón (Visor Literario, 1), 1976, 280 pp. [E].

Guernica: Pablo Picasso. Madrid, Cuadernos para el Diálogo, 1977, 183 pp. [E].

Ángulos de visión. Barcelona, Tusquets (Marginales, 62), 1979, 471 pp. Edición de Cristóbal Serra. [E].

Al amor de Vallejo. Valencia, Pre-textos (Pre-textos, 29), 1980, 307 pp. [E].

Torres de Dios: poetas. Madrid, Editora Nacional (Libros de poesía, 1), 1982, 354 pp. Presentación de José-Miguel Ullán. [P].

 Apogeo del mito. México D. F., Nueva Imagen (Cuadernos americanos, 4), 1983, 312 pp.  Prólogo de Teresa Waisman. [E].

Juan Larrea: cartas a Gerardo Diego: 1916-1980. San Sebastián, Cuadernos Universitarios (E.U.T.G.-Mundaiz), 1986, 471 pp. Edición a cargo de Enrique Cordero de Ciria y Juan Manuel Díaz de Guereñu. [EP].

A tooth for a tooth: selected poems of Juan Larrea (1925-1932). Lanham, University Press of America, 1987, XV + 126 pp. Traducción al ingles e introducción de David Bary. [P].

 Rubén Darío y la nueva cultura americana: curso en seis lecciones dictado en las universidades de Santiago de Chile y de Córdoba, Argentina. Valencia, Pre-Textos (Pre-Textos, 82. Letras hispánicas), 1987, 186 pp. Introducción y edición a cargo de Felipe Daniel Obarrio. [E].

Orbe. Barcelona, Seix-Barral (Biblioteca breve), 1990, 276 pp. Edición de Pere Gimferrer. [P].

Juan Larrea. Madrid, Ministerio de Cultura, 1994, 200 pp. Selección de Felipe Daniel Obarrio. [P / E / EP].

 Epistolario: cartas a David Bary, 1953-1978. Madrid, Publicaciones de la Residencia de Estudiantes (Epístola / Publicaciones de la Residencia de Estudiantes, 3), 2004, LXX + 227 pp. Edición de Juan Manuel Díaz de Guereñu. [EP].

Ilegible, hijo de flauta: argumento cinematográfico original de Juan Larrea y Luis Buñuel, basado en un libro perdido de Juan Larrea: (texto completo con correspondencia, adaptación fílmica y nuevas escenas inéditas). Sevilla, Renacimiento (Iluminaciones, 32), 2007, 379 pp. Edición de Gabriele Morelli; prólogo de Javier Herrera. [G].

 

            EDICIONES

Vallejo, César, España, aparta de mí este cáliz. Madrid, Ediciones de la Torre (Colección Germinal, 15), 1992, 206 pp.  Edición comentada por Juan Larrea; al cuidado y notas de Felipe D. Obarrio; con la colaboración de Juan Manuel Obarrio.

 

ESTUDIOS (selección)

A.A. V.V., Al amor de Larrea, edición a cargo de J. M. Díaz de Guereñu. Valencia, Pretextos, 1985.

A.A. V.V., Juan Larrea. Zurgai. Bilbao (mayo-junio de 1985).

  1. VV., Juan Larrea: la invención del más allá. Ínsula. Madrid, 586 (1995).

Aullón de Haro, Pedro, “Introducción a la poesía de Juan Larrea”. Anales de Literatura Española. Alicante, Universidad de Alicante, 3 (1984), pp. 47-64.

Bary, David, Larrea. Poesía y transfiguración. Barcelona, Planeta, 1976.

Bary, David, Nuevos estudios sobre Huidobro y Larrea. Valencia, Pretextos, 1984.

Benito de Pliego Aparicio, José, La Obra ensayística de Juan Larrea y los fundamentos de la modernidad artística. Madrid, Universidad Autónoma de Madrid, 2004. Tesis doctoral inédita.

Díaz de Guereñu, Juan Manuel, La poesía de Juan Larrea. Creación y sentido. San Sebastián, Universidad de Deusto, 1988.

Díaz de Guereñu, Juan Manuel: El universo poético de Juan Larrea. Bilbao, Universidad de Deusto, 1988.

Díaz de Guereñu, Juan Manuel, Juan Larrea: versiones del Poeta. Bilbao, Universidad de Deusto, 1995.

Díaz de Guereñu, Juan Manuel: “A la otra orilla de la muerte: las promesas del exilio según Juan Larrea” en AA.VV.: Sesenta años después. Euskal erbestearen kultura. San Sebastián, Editorial Saturraran, 2000, pp. 333-345.

Díaz de Guereñu, Juan Manuel: “El profeta en el aula: Juan Larrea en la universidad de Córdoba” en AA.VV.: Exilio y Universidad (1936-1955) (2 Vols.), San Sebastián, Editorial Saturraran, 2008, pp. 323-333.

Gurney, Robert, La poesía de Juan Larrea. Bilbao, Universidad del País Vasco, 1988.

López González de Orduña, Helena, Vanguardia y exilio: sus representaciones en el ensayo de Juan Larrea. Madrid, Fundación Universitaria Española, 2002.

Pliego, Benito de: Juan Larrea: continuidad y cambio en los escritores de la Guerra Civil” en AA.VV.: Sesenta años después. Euskal erbestearen kultura. San Sebastián, Editorial Saturraran, 2000, pp. 321-331.

 

Autor: José Ángel Ascunce

Leizaola Sánchez, Jesús María de

Fotografía de Jesús María de Leizaola Sánchez
(San Sebastián, 1896 – San Sebastián, 1989)

Seudónimo: Gudari, Barazar
Estudios: Derecho.
Profesión preferente: Político.
Actividades culturales: Escritor.
Exilio: 1937 – 1977
Lugares y fechas del exilio:
Francia: abril de 1937 – 1977

JESÚS MARÍA DE LEIZAOLA, sucesor de José Antonio Aguirre en la presidencia del Gobierno Vasco en el exilio, tras la muerte de aquél en 1960, y uno de los escritores más prolíficos del exilio nacionalista, nació en Donostia, en 1896, en el seno de una familia acomodada, vinculada a la ideología de Sabino Arana desde sus inicios. Tras completar el Bachillerato en la localidad navarra de Lekarotz, finaliza los estudios de Derecho en Valladolid en 1915. Poco después, entra a trabajar como letrado de la Diputación Foral de Gipuzkoa. Su participación en la vida política y sindical es muy temprana. Ya en 1917, con veintiún años, toma parte en la elaboración del documento a través del cual las Diputaciones vascas piden al gobierno central el Estatuto de Autonomía para el País Vasco. En 1919 se afilia al PNV, entonces denominado Comunión Nacionalista Vasca, y un año más tarde se incorpora al sindicato nacionalista ELA-STV. En 1922 es detenido por desplegar una pancarta ante el Arbol de Gernika reivindicando una universidad vasca. En 1924 contrae matrimonio con Coro Loidi; de la pareja nacerán cuatro hijos. Un año más tarde participa en la redacción de un informe en torno a la necesidad de recuperar los Conciertos Económicos vascos. Durante estos años colabora en la reorganización del PNV, fragmentado por diferentes escisiones, hasta alcanzarse el acuerdo de Bergara, en 1930, que permitía la unión de las más importantes familias nacionalistas en torno a un mismo proyecto.

Con la llegada de la República es elegido en 1931 diputado por el PNV en las Cortes de Madrid, donde desarrolla una intensa actividad parlamentaria, defendiendo una visión política muy conservadora, marcada por la influencia de la Iglesia y el tradicionalismo. En 1933 es de nuevo elegido como diputado pero, desalentado por el lento proceso de aprobación del Estatuto vasco, abandona su escaño y ocupa el puesto de secretario de la Diputación gipuzcoana. Con la guerra Leizaola colabora en la evacuación de la capital donostiarra y, poco después, es nombrado Consejero de Justicia y Cultura en el primer Gobierno Vasco. Desde ese puesto elabora, en colaboración con José Lecároz, cuatro informes que tienen como objetivo demostrar al mundo que el conflicto que se está desarrollando en el País Vasco tiene carácter internacional, mostrando la participación de fuerzas alemanas e italianas en el mismo. Tras la derrota del frente vasco participa en las conversaciones de la rendición del ejército vasco a los italianos en el polémico Pacto de Santoña y, más tarde, en los preparativos de la emigración masiva de exiliados vascos a distintos estados americanos.

Refugiado en Francia y tras la desaparición en 1940 del Lehendakari Aguirre que había quedado atrapado en los territorios ocupados por los nazis, Leizaola se encarga de la dirección del Gobierno Vasco en el exilio hasta su reaparición. Al mismo tiempo, imparte clases en Lestelle-Betharram como coartada para desarrollar sus labores políticas y de contacto con la Resistencia Francesa y de colaboración del exilio vasco con la misma; en este contexto dirige la reaparición de la revista Gudar (Soldado), órgano del ejército de Euzkadi, editado clandestinamente en Lourdes. Asimismo, Leizaola interviene en la formación de la Brigada Vasca que actuará en el frente del Garona. Una vez finalizada la guerra mundial, Leizaola no abandona el campo de la política. En 1946 asume la cartera de Finanzas del Gobierno Vasco en el exilio, al tiempo que participa en numerosos foros en defensa de la causa vasca y en los incipientes movimientos por la unidad europea y por la organización de las llamadas fuerzas democristianas en todo el continente. Pero, al mismo tiempo, tiene la oportunidad de escribir, su otra gran vocación. Ya desde 1929 había iniciado la publicación de diferentes trabajos en torno a la literatura popular vasca en la revista nacionalista Euzkadi. Durante y después de la guerra sus trabajos se publicarían primero en Euzko Deya (Llamada vasca) de París y, más tarde, en Gudari y Alderdi (Partido). Se trataba de artículos de muy diverso contenido, sobre todo tratando temas políticos, económicos y literarios, aparecidos en euskara, francés y castellano. Posteriormente, inicia un trabajo de profundización crítica en diferentes aspectos de la historia de la literatura vasca y en sus formas populares; estos estudios, los más importantes de los cuales serían publicados por la Editorial Vasca Ekin de Buenos Aires, constituyen desde el punto de vista literario su aportación más importante a la cultura del exilio. Junto a estos trabajos y alguna obra de carácter histórico, la labor de Leizaola se centró mayormente en la creación de textos de carácter marcadamente político y partidista.

En 1948 es nombrado Vicepresidente del Gobierno Vasco. Ya en 1956, se celebra en París el I Congreso Mundial Vasco y en el mismo Leizaola será el responsable de la ponencia en materia económica y social. También se hace cargo de la OPE, la Oficina de Prensa de Euzkadi, responsable de un boletín informativo que se editara en París durante toda la posguerra (1947-1977) y en el que se recogían todo tipo de noticias relacionadas con el País Vasco, destacando de manera especial las denuncias de los abusos franquistas. Pese a la escasez de medios de que disponían sus responsables, este boletín poseía un gran prestigio, ganado sobre todo gracias a la veracidad de las informaciones que en él se aparecían. En marzo de 1960, a la muerte del Lehendakari Aguirre, Leizaola es nombrado su sucesor con carácter de provisional, en tanto no se pudiesen realizar nuevas elecciones democráticas. En el cargo de Lehendakari, Leizaola mantuvo una estrecha relación con las colonias vascas en América. Sin embargo, el nuevo presidente, además de poseer un talante más conservador, carecía del carisma de Aguirre y hubo de enfrentarse a las críticas de los sectores más progresistas y radicales del nacionalismo vasco que se iban distanciando del PNV. En el Aberri Eguna (día de la patria) de 1974 se traslada clandestinamente a Gernika, a la Basílica de Begoña y al cementerio de Sukarrieta (Pedernales) donde rinde homenaje a Sabino Arana Goiri. Sin embargo, su verdadero regreso no se produce hasta 1977; ese año es recibido como Lehendakari y homenajeado multitudinariamente en Bilbao, en el campo de San Mamés. Al día siguiente delega simbólicamente su puesto en el Presidente del Consejo General Vasco, Carlos Garaikoetxea, antecedente inmediato del actual Gobierno Vasco. No obstante, su retirada definitiva de la política no se producirá hasta el año siguiente, tras conseguir su escaño en el Parlamento Vasco por Bizkaia. Desde ese momento hasta su fallecimiento en Donostia, en 1989, a consecuencia de un infarto, se dedicará a completar sus trabajos y a la publicación de sus Obras Completas. Tras su muerte la figura de Leizaola ha sido una de las más reivindicadas del exilio vasco, sobre todo desde posiciones de Partido Nacionalista Vasco dado el carácter doctrinal de la mayor parte de su obra escrita. Por otra parte no hay que olvidar sus importantes estudios críticos, en especial los relacionados con la literatura tradicional vasca.

Obra

Contribución de los vascos a la formación y a la ciencia del derecho. Donostia, 1935, reeditado en Bilbao, Ediciones Minerva, 1937.

Información sobre actos de hostilidad contra el poder legítimo en territorio vasco. Bilbao, Gobierno Vasco, 1936.

La conducta de los facciosos… Bilbao, Gobierno Vasco, 1936.

Los facciosos son los culpables… Bilbao, Gobierno Vasco, 1937.

La intervención de Alemania en favor de Franco en las operaciones del territorio vasco. Bilbao, Gobierno Vasco, 1937.

La frontera contra moros. Bilbao, Ediciones Minerva, 1937.

Estudios sobre poesía vasca. Buenos Aires, Editorial Vasca Ekin, 1951, 205 pp..

La crónica en la poesía popular vasca. Buenos Aires, Editorial Vasca Ekin, 1961, 222 pp.

Líneas generales de la formación de la economía vasca en la historia de hoy. Constantes y variables para la economía vasca. Caracas, Centro Vasco, 1962.

1808-1814 en la poesía popular vasca. Buenos Aires, Editorial Vasca Ekin, 1965.

Romances vascos y literatura prehistórica. Buenos Aires, Editorial Vasca Ekin, 1969.

Acontecimientos del siglo XX en poetas euskéricos. Buenos Aires, Editorial Vasca Ekin, 1974.

El PNV en la vida práctica de dos tercios de siglo. Dos tomos. Caracas, Editorial Gudari, 1976.

El refranero vasco antiguo y la poesía euskérica. Buenos Aires, Editorial Vasca Ekin, 1978.

Obras Completas. Cuatro tomos. Donostia, Sendoa argitaletxea, 1981.

La marina civil vasca en los siglos XIII, XIV y XV. Tres tomos. Donostia, Sendoa argitaletxea, 1984.

Doroteo de Ziáurriz, Presidente del Euzkadi Buru Batzar. 1935-1951. Bilbao, Alderdi, 1985.

Bibliografía

-Blasco Olaetxea, Carlos: Conversaciones. Leizaola. Bilbao, Idatz Ekintza, 1982.

-Landa Montenegro, Carmelo: Jesús María de Leizaola. Vida, obra y acción política. Bilbao, Fundación Sabino Arana, 1996.

-Onaindia, Santiago: Euskal Literatura. Tomo V. Donostia, Etor Argitaletxea, 1977.

-Ugalde, Martín: Biografía de tres figuras nacionales vascas: Arana-Goiri, Agirre y Leizaola. Donostia, Sendoa Argitaldaria, 1984, pp.115-137.

-Urkizu, Patri: «Jesús María de Leizaola» en VVAA: Sesenta años después. Euskal Erbestearen Kultura, tomo II, Donostia, Editorial Saturrarán, 2000, pp.311-320.

-Varios autores: 46 testimonios le recuerdan. Leizaola, la lealtad del viejo roble. Bilbao, Fundación Sabino Arana, 1989.

López Miarnau, Rafael

Fotografía de Rafael López Miarnau

Bilbao, 1924 – México, 1999)
Profesión preferente: Director y promotor teatral
Actividades culturales: Director teatral
Exilio:1937?-1999
Lugares y fechas de exilio: Francia 1937?-1940
México 1940-1999

El director teatral Rafael López Miarnau nació en Bilbao, el 14 de agosto de 1924. Después de la Guerra Civil pasó con su familia primero a Francia y luego, desde Burdeos, embarcó, junto a sus padres y hermanos, en el barco “Cuba”, con destino a México, el país al que llegó siendo un adolescente y que le acogió para siempre.

Rafael López Miarnau se nacionalizó mexicano en abril de 1947. Una década más tarde, en 1957, el director vasco formó la compañía teatral Teatro Club. A partir de ese momento su actividad escénica fue imparable con obras como La gaviota, de Chejov, que le valió el Premio de la Crítica Teatral (1960); Un enemigo del pueblo, de Henrik Ibsen (1961), con cuyo montaje obtuvo el premio al mejor director escénico; La casa Rosmer, también de Ibsen (1961); Después de la caída, de Arthur Miller (1964); Un frágil equilibrio, de Edward Albee (1965) entre otras.

En 1970 Lopez Miarnau inició junto a otros empresarios la formación de la Asociación Nacional de Empresarios Teatrales PROTEA. En 1972 llevó a escena Juego de niños, de Marasco. Con Hogar, de David Storey, consiguió el premio a la mejor dirección de 1973. En 1974, la Asociación Mexicana de Críticos de Teatro le honró con su máxima distinción al otorgarle el Gran Premio de Honor. Ese mismo año se le concedió el trofeo “Heraldo 1974” por la dirección de Aquel tiempo de campeones, de Arthur Miller.

En 1977 dirigió Corona de sombra (Corona de Sombras), de Rodolfo Usigli, y El zoo de cristal, de Tennessee Williams, premio a la mejor dirección del año.
Atraído por el teatro clásico y por el género musical, la ópera no podía faltar en su repertorio, siendo numerosos sus espectáculos tanto para la Compañía Nacional de Opera, como para la Opera Nacional del Palacio de Bellas Artes con montajes como Don Quijote de Massenet, Caballería Rusticana, de Mascagni, Tosca de Puccini, Macbeth de Verdi, etc. Además del musical El fantasma de la ópera, de Andrew Lloyd Webber.
Integrado absolutamente en el panorama teatral mexicano, el éxito le acompañó también, en la televisión del país azteca. Como realizador de varios programas. son muchos los proyectos en los que López Miarnau ha compartido platós y vida con no pocos de los intérpretes profesionales más afamados del momento.

Siempre interesado por el carácter pedagógico del arte teatral, Rafael López Miarnau, que estuvo casado con Emma Teresa Armendáriz, actriz, escritora y autora teatral, ha sido además profesor de Arte Dramático del INBA (Instituto Nacional de Bellas Artes de México) y de la UNAM.

Falleció en Ciudad de México, en 1999.
Mari Karmen Gil Fombellida

Loubet Goitisolo, Enrique

Foto No Disponible

LOUBET GOITISOLO, Enrique (1929-2008)

Periodista, nació en Bilbao el 9 de abril de 1929 y murió en México D. F. el 30 de enero de 2008. Hijo de otro ilustre periodista del exilio, de profesión banquero antes de la guerra y creador del periodismo económico en México, Enrique Loubet Sáenz, la familia Loubet llegó a México en noviembre de 1939. Allí realizó los estudios primarios en el Liceo Franco-Mexicano. En 1945 consiguió la nacionalidad mexicana, ya que su padre se acogió a la ley de adopción y nacionalización promulgada por el presidente Lázaro Cárdenas. Cursó los estudios secundarios en el colegio Cristóbal Colón y, en 1946, en la Escuela Nacional Preparatoria. A los dieciocho años tomó contacto con el diario Excélsior, en el que realizó sin sueldo sus primeras labores periodísticas. En 1948 se matriculó en derecho en la UNAM, estudios que nunca terminó, y entró en la Casa Editorial Excélsior. En 1953 creó en la publicación Ovaciones la sección de “Informaciones”, el mismo año en que regresó a Excélsior para fundar Lunes del Excélsior, suplemento dedicado a la cultura y al deporte. En 1976, con otros compañeros periodistas, fundó el periódico Unomásuno. En 1977 asumió el encargo del Gobierno mexicano de crear y dirigir la revista Comunidad Conacyt, editada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. En 1982 volvió nuevamente a Excélsior, asumiendo la dirección de la revista cultural Revista de revistas, siendo al mismo tiempo el responsable de la sección de cultura de dicho diario. Como reportero de base, realizó las campañas presidenciales de Adolfo López Mateo y Gustavo Díaz Ordaz, y, como enviado especial de Excélsior, las de Luis Echeverría, López Portillo, Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari. Recibió siete premios nacionales de periodismo, además del galardón Maestro de la Juventud. A partir de su trabajo informativo, ha publicado varios libros, donde recopila parte de su labor periodística: Nueve famas (1975) o La verdad como instrumento del gobierno. Reflexiones sobre la vida nacional (1984). Durante muchos años fue comentarista en el programa Para gente grande del Canal 2 de la televisión mexicana. Igualmente, desde 1970 hasta su jubilación, fue profesor de periodismo, tanto en la Universidad Iberoamericana como en la Universidad Autónoma Nacional de México.

 

CREACIÓN

– Nueve famas. México D. F., Fondo de Cultura Económica, 1975. [E].

– La verdad como instrumento del gobierno. Reflexiones sobre la vida nacional. México D. F., Consejo Nacional de Recursos para la atención de la juventud, 1984 [E].

– México: una entrevista exclusiva con Miguel de la Madrid Hurtado, Presidente de México. México D.F., Excélsior, 1984 [E].

 

Autor: José Ángel Ascunce

 

 

Mitxelena Lazkano, Salbatore

Fotografía de Salbatore Mitxelena Lazkano
(Zarauz, Gipuzkoa, 1919 – Chaux-de-Fonds,Suiza, 1965)

Estudios: Humanidades, Filosofía, Teología.
Profesión preferente: sacerdote y misionero.
Actividades culturales: escritor.

Exilio:
Lugares y fechas del exilio:
1.- Uruguay: 1955-1959.
2.- Cuba: 1960-1962.
3.- Suiza: 1962-1965.

El santuario franciscano de Arantzazu (Gipuzkoa) ha sido durante cinco siglos un centro de espiritualidad y de cultura vasca. En él se formaron muchos predicadores, misioneros, músicos y hombres comprometidos con la religión y con la cultura autóctona. Entre éstos últimos cabe destacar en la segunda mitad del s. XX a L. Villasante (1920-2000), escritor y presidente de Euskaltzaindia, y a los poetas B. Gandiaga (1928-2001) y Salbatore Mitxelena (1919-1965). Este último fue sobre todo poeta, no filósofo, ni siquiera un pensador original, pero sí supo dar un matiz muy personal al dolor de los nacionalistas vascos, como lo hicieron Lizardi, B. Gandiaga, o Txillardegi. Su poesía se basa sobre dos pilares: Euskal Herria (lengua, historia, etc.) y la religión (la Virgen, Arantzazu, su fe, el calvario).

S. Mitxelena nació el 18 de enero de 1919 en el caserío «Etxebeltx» de Zarauz (Gipuzkoa). Usó varios seudónimos en sus escritos, especialmente el de «Inurritza», nombre del barrio donde se hallaba enclavado su caserío. Fue el tercero de nueve hermanos y pasó los once primeros años en su pueblo natal donde sufrió los primeros castigos en la escuela por usar el euskera durante la dictadura del General Primo de Rivera (1923-1930). En 1930 ingresa en el colegio de Arantzazu, y en 1933 pasa a Forua (Bizkaia) donde completa las humanidades. En 1934 muere su madre atropellada por un camión en la zona de San Pelayo (Zarauz). En 1936 marcha al convento franciscano de Olite (Navarra) para estudiar filosofía. Al estallar la Guerra Civil se ve forzado a alistarse con 17 años y marcha a Guadalajara como ayudante de oficiales en aquella guerra fratricida, «fuente de todos los males». En adelante, toda su vida y toda la producción poética estarán condicionadas por las consecuencias de aquella conflagración bélica. El título de su primer libro destaca el dolor causado por la guerra: Aberriak min dit eta Miñak Olerki (1937) (Me duele la patria y el dolor me hace brotar la poesía). Si al filósofo bilbaíno Miguel de Unamuno le dolía su patria España, a este franciscano le dolerá durante toda la vida su Euskal Herria. En uno de los períodos más prolongados y peores de la historia de Euskadi, S. Mitxelena se erigió en defensor de la pequeña nación vasca, en trovador de un pueblo sufriente, en predicador de la resistencia pacífica y de la desobediencia activa, en escritor comprometido con su pueblo, en testigo fiel de su tiempo, en uno de los escritores vascos que mejor reflejaron el dolor de una minoría étnica y en voz sonora de un pueblo amordazado en fase de extinción («desagertzera doan herri bat», «un peuple qui s’en va»). S. Mitxelena cultivó tres géneros literarios: poesía, ensayo y teatro, destacando en su poesía épica de tono ardiente y reivindicativo.

Tras el fin de la Guerra Civil en 1939, puede volver en 1940 a Arantzazu donde estudia cuatro años de Teología y se ordena de sacerdote el 28 de diciembre de 1943. En ese mismo año escribe el librito Guruzbidea (Vía Crucis) en el que describe las catorce estaciones del mismo. El poeta de Zarauz padecerá también su propio calvario desde la infancia (muerte de su madre), el dolor causado por su temperamento fogoso y poco sociable, las dudas y la congoja producidas por el estudio de algunos dogmas católicos, el desamparo de los vascos por parte de la Iglesia Católica, etc. En medio de la orfandad física y moral se vuelve hacia la Madre de Dios, la Virgen de Arantzazu, como única esperanza para los vascos. En 1949 ingresa en Euskaltzaindia como académico correspondiente y publica Arantzazu, euskal poema, el primer libro vasco que se publica en el País Vasco peninsular tras la férrea censura franquista de la década más dura (1939-1949) de una dictadura de casi cuarenta años. Sin embargo, la censura le impidió la publicación de la tercera parte, Bizi nai (Ansia de vida), que vio la luz en 1955 en la revista Euzko-Gogoa de J. Zaitegi, en Guatemala. En esta parte se hallan probablemente los versos más dramáticos y más existencialistas de su poesía épica. El querer seguir siendo vascos y no poder realizar ese ideal le provocaba una angustia existencial que le conducía a una especie de aislamiento profundo o exilio interior que, por reacción contraria, le convirtió en uno de los escritores más representativos de la resistencia vasca. Entre 1945 y 1955 reside en el convento franciscano de Atocha, en San Sebastián, dedicado a la predicación.

Más tarde, entre 1960 y 1962, publica como dramaturgo dos breves obras: Erri bat Guruzbidean (Un pueblo en el Vía Crucis) y Confixus (Crucificado), en las que presenta el calvario de los vascos y su agonía. Este dolor, según él, está causado por las cuatro guerras perdidas por ellos en un siglo. El País Vasco se halla huérfano, sojuzgado por el general Franco, olvidado por la Iglesia de Roma, despreciado por los obispos españoles, sacrificado por la ONU por simple oportunismo, preterido por los países democráticos, y mal interpretado por los medios de comunicación como la BBC. Pero el poeta de Zarauz no se limita a presentar este sufrimiento en sus escritos literarios, sino que, además, se valía de sus dotes de orador afamado en Euskal Herria. En una ocasión en que predicaba en la parroquia de San Andrés de Eibar (Gipuzkoa) fue denunciado ante las autoridades de Donostia. Instigado por la policía española, decidió abandonar el País Vasco en contra de la opinión de sus amigos, los PP. Franciscanos, K. Iturria, L. Villasante, E. Agirretxe, y J.A. Gandarias, prefiriendo ser libre en el exilio que vivir amordazado en su patria.

Por la correspondencia mantenida con J. Zaitegi desde Montevideo nos consta que en 1954 partió al extranjero en busca de libertad y se dedicó a misionar en nueve países latinoamericanos: Uruguay, Cuba, Paraguay, Ecuador, Perú, Panamá, El Salvador, Colombia y Costa Rica. Eran los años de la guerra fría entre EEUU y la URSS y en aquella época los norteamericanos trataban de controlar el avance marxista que iba infiltrándose, y de frenar las guerrillas procomunistas. Para ello todo servía en esta lucha, y los servicios de inteligencia y la propaganda norteamericana veían con agrado la presencia de varias órdenes religiosas (entre ellas la franciscana) predicando la fe cristiana y la lucha contra el ateismo, e indirectamente la expansión militar y económica de los Estados Unidos. Es realmente curioso y significativo que la fotografía de S. Mitxelena ilustre la portada de uno de los números de la prestigiosa revista Time de entonces. Durante cinco años trabajó como misionero-predicador en Uruguay (1954-1959), pasando más tarde a La Habana, donde residió tres años (1959-1962) y conoció los primeros avatares de la revolución castrista. Al principio fue partidario de F. Castro pero más tarde se volvió completamente contrario, por lo que fue expulsado del país. Tras una década de trabajo decide volver al País Vasco en 1962 pero por poco tiempo. Marcha a Suiza y se instala en el pueblo Chaux-de-Fonds como capellán de los emigrantes españoles. Dos años más tarde murió enfermo el 20 de diciembre de 1965 a la edad de 46 años en este pueblecito suizo y sus restos fueron trasladados el 28 del mismo mes a Aranzazu en cuyo cementerio fueron inhumados. Desgraciadamente estos restos desaparecieron inexplicablemente debido a las obras realizadas en aquel santuario. El visitante que intente buscar el nicho de S. Mitxelena en la cripta que se halla bajo la imagen de la Patrona de Gipuzkoa (donde reposan los restos de otros compañeros como Villasante, Gandiaga, Lasa, y Goitia entre otros) quedará decepcionado por esta ausencia.

Durante su larga estancia en Montevideo trabajó intensamente en su lengua materna, como lo confiesa él mismo a su amigo J. Zaitegi: «sekula baiño gogorrago ari naiz euskeragintzan […]. Ez dut iñorekin itzegiten. Orain arte beintzat euskal-idazketari lotua nauzute…». Escribió el libro Unamuno eta Abendats (Unamuno y el aliento de la raza) que fue publicado en 1958 en Bayona en prosa, a pesar de que la primera versión fue escrita en verso libre. Se trata de un libro que marcó entonces un hito en la literatura vasca dentro del género del ensayo; desgraciadamente fue su última obra. S. Mitxelena fue un gran admirador de la obra literaria del filósofo bilbaíno a pesar de que los estamentos oficiales (especialmente religiosos) del País Vasco no eran de la misma opinión. Siempre pensó que el escritor bilbaíno era en el fondo muy vasco por el interés religioso que despertaban sus obras, la aversión a las estructuras cerradas, la rebelión contra el integrismo religioso, el amor a la independencia en la forma de pensar, etc. Según él, Unamuno representaba el alma angustiada del Pueblo Vasco. En cambio, no compartió sus opiniones en cuanto al vascuence y su futuro. Sabido es que para el rector de Salamanca el euskera se extinguía sin remedio y su muerte no se debía a causas externas sino a la falta de aptitud del vascuence para adaptarse a las necesidades de la cultura moderna. La lengua de los vascos era de tipo inferior y, en consecuencia, no se debía malgastar el tiempo fomentándolo sino que había que enterrarlo conscientes de que con ello los vascos no perderían nada sino que ganarían al entroncarse en una cultura superior, mediante el uso de la hermosa lengua castellana como instrumento de expresión. Ante tales opiniones disparatadas, el poeta guipuzcoano apostrofa con dureza al sabio profesor con las siguientes palabras: «Que el vascuence no es capaz! Tienes razón Unamuno, si a estas cuatro palabras se les añade una quinta por delante. ‘Tu’ vascuence es el que no sirve. El tuyo, no. De ninguna de las formas».

Decididamente, S. Mitxelena fue un hombre de temperamento inquieto y nervioso, un escritor atormentado, un existencialista dramático y un alma angustiada, un pastor que defendió a su grey con valentía en una de las épocas más borrascosas de la historia de Euskal Herria.

OBRA

Mitxelena, Salbatore. Idazlan Guztiak (2 vols.). Arantzazu. Oñati. Ed. Franciscana Aranzazu. 1977.

BIBLIOGRAFÍA

Agirretxe, E. «Aita Xalbador Mitxelena zanarekin izketan» en Aranzazu, 1966, XLV: 44-45.

Aulestia, G. «Salbatore Mitxelena and Bitoriano Gandiaga» en The Basque poetic tradition. Reno. University of Nevada Press, 2000: 133-151.

Azurmendi, J. «Mitxelenaren bere lekuratzeko», en Idazlan Guztiak II: XVII-XCVI.

Etxaniz, N. «Salbatore Saiolari», en Salbatore Mitxelena 1970: 99-118.

Gandarias, J.A. «Mitxelenaren bila», en Idazlan Guztiak, vol I: XIX-XV.

Gandiaga, B. «Alaxe eta euri zarata», en Aranzazu, 1966, XLV:42-43.

Iturria, K. «Maisu eta gidari genuen Mitxelena», en Argia 1984, n 1041: 34-35.

Iturria, K. Salbatore Mitxelena.Usurbil, CAP, 1979.

Labayen, A.M. «Salbatore Mitxelena, gizon eta olerkari», en Aranzazu, 1978, LVIII, nº 559:54-55.

Lekuona, M. Salbatore Mitxelena, 1970: 133-136.

Mendiguren Elizegi, X. «Salbatore Mitxelena: lehengo euskal idazle existenzialista», en Herri bat bidegurutzean, Donostia, Ed. Saturrarán, 2003: 153-175.

San Martín, J. «Salbatore Mitxelena poeta epikoa», en Salbatore Mitxelena, 1970: 11-18.

San Martín, J. «Salbatore Mitxelena aberri-minak eragindeko poeta», en Egan 1977, XXXVII: 95-99.

Torrealday, J.M. «Mitxelenaren argitaratugabeko lanak», en Salbatore Mitxelena, 1970: 81-98.

Txillardegi. «Saiakera eta hizkuntzen pizkundea», en Salbatore Mitxelena, 1970: 55-64.

Unzurruzaga, I. Salbatore Mitxelena 191-1965. Vitoria. Consejería de Cultura del Gobierno Vasco, 2002.

Varios. Salbatore Mitxelena, en Jakin 2, Oñati. Ed. Franciscana, 1970.

Villasante, L. «Salbatore Mitxelenaren pertsona», en Idazlan Guztiak II: XI-XIII

Monzón y Ortíz de Urruela, Telesforo de

Fotografía de Telesforo de Monzón y Ortíz de Urruela
(Bergara, Gipuzkoa, 1904 – Baiona, 1981)

Seudónimo: Otea

Estudios: Derecho (sin finalizar)

Profesión preferente: Político

Actividades culturales: Escritor y orador

Exilio: 1937 – 1976

Lugares y fechas de exilio: Francia y Bélgica 1937-1941

Casablanca y Dakar 1941

México D.F. 1941-1946

Francia e Iparralde 1946-1977

El conocido político, orador y escritor Telesforo de Monzón y Ortiz de Urruela nace en Vergara, Guipúzcoa, el 1 de diciembre de 1904, en el seno de una familia acomodada. Estudiante de Derecho en Madrid, abandona esta carrera sin haberla finalizado, y se afilia al PNV. En 1931 es elegido concejal por el Ayuntamiento de Vergara y, un año más tarde, Presidente del partido en Gipuzkoa. En este período destaca su preocupación por la enseñanza, presentando un plan municipal para la introducción de la lengua vasca en las escuelas. También destaca por su capacidad oratoria lo que le lleva a recorrer todo el país participando en los mítines del partido. En 1933 es elegido Diputado a Cortes por Guipuzcoa y, en 1934, presidente de la asociación “Euskaltzaleak”. También es detenido en varias ocasiones. Una vez iniciada la guerra civil, el 7 de octubre de 1936 es constituido el Gobierno Vasco, bajo la presidencia de Aguirre, en el cual Monzón figura como Consejero de Gobernación. Tras la rendición de Santoña, Monzón abandona la Península, refugiándose en el País Vasco continental, París, Flandes y Provenza. Con la ocupación nazi se ve obligado a huir de Europa, instalándose con su esposa, María Josefa Ganuza, en la capital mexicana. Aquí publica el que será primer libro de creación en vascuence del exilio, Urrundik. Bake Oroi (Editorial Pizkunde, 1945.); en este poemario se recogen dos de las características fundamentales de su poesía: las preocupaciones nacionalista y la creación de poesía que sirva para ser interpretada. Desde el punto de vista literario, se trata de una lírica que conecta con la poesía vasca de preguerra, romántica e idealizadora de todo los autóctono.

En 1946 vuelve a París donde se incorpora a las tareas del Gobierno Vasco en el exilio como Consejero de Cultura. A partir de ese momento continuará, con más intensidad si cabe, su actividad como conferenciante, animador de todo aquello que tenga relación con la cultura y la resistencia vasca frente al franquismo. Así, se incorpora al “Euskaltzaleen Biltzarra”, a la Sociedad Internacional de Estudios Vascos e inicia una larga colaboración en la revista del PNV Alderdi; esta última labor se prolonga hasta 1961, pese a que a partir de 1952 se distanció del partido por discrepancias políticas con su dirección lo que le llevaría, un año después, a dimitir de su cargo de Consejero en el Gobierno Vasco. En 1947, instalado ya en el País Vasco continental, se publica en Biarriz su segundo libro de poesía, Gudarien egiñak. Guda Oroi. Como indica su título, en contraposición con el anterior libro en éste la impronta del conflicto es muy fuerte, describiéndose numerosos acontecimientos bélicos y con poemas en recuerdo a los caídos en la lucha. Posteriormente, en 1956, publica su primer trabajo teatral, uno de los géneros más cultivados por Monzón. Se trata de Zurgin zaharra A ésta le seguirán Menditarrak en 1957, Gure behia hila da en 1960, Hazparneko Anderea y Eneko Bizkai eta Maria Lorka en 1966, entre otras. Respecto a sus colaboraciones periodísticas éstas se centrarán en las publicaciones Gure Herria, Euzko-Gogoa y, más tarde, Enbata (1975-1977) y el diario Egin (1977-1981).

En 1966 es nombrado miembro de Euskaltzaindia, Real Academia de la Lengua Vasca, como reconocimiento a su labor literaria, sobre todo por cuanto representó de vínculo de unión entre los escritores de preguerra y posguerra. Paralelamente se produce un proceso de radicalización en el pensamiento de Monzón que le lleva a fundar, en 1969, la Asociación de Ayuda a los Refugiados Vascos “Anai-artea”. Así, participa en distintos actos de solidaridad con los nuevos fugitivos que van llegando del País Vasco peninsular lo que motiva su expulsión de los departamentos vasco-franceses, en 1971, y la quema intencionada de su caserío ese mismo año. La intervención de diferentes políticos consigue que vuelva a permitirse su retorno pero con residencia forzada de un año en San Juan de Luz (1972).

Su labor literaria en estos últimos años se centraría en una doble vertiente: de una parte, los escritos de carácter político, muchos de ellos leídos en diferentes mítines en los que la personalidad de Monzón destacaba por su oratoria y su capacidad de emocionar a públicos muy sensibilizados con la problemática nacional vasca; de otra parte, será el creador de un conjunto de canciones que se convertirán en auténticos símbolos de resistencia, presentes en la mayor parte de las movilizaciones políticas de los setenta y los ochenta; canciones como “Lepoan hartu”, “Itziarren semea”, “Plazara”, “Euskarari bai” o “Batasuna” pertenecen hoy día al acervo popular de Euskal Herria.

Tras la muerte de Franco vuelve Monzón a su Vergara natal e inicia una nueva etapa de participación activa en la política, con posicionamientos muy críticos hacia el proceso de la transición política lo que le lleva a integrase en la coalición independentista Herri Batasuna; no obstante, siempre defenderá posturas de entendimiento entre todas las fuerzas nacionalistas. Estas ideas generan numerosas críticas hacia su persona, llegando a tachársele de loco desde el PNV que le da de baja definitivamente del partido en 1977. En 1978 se inician sus colaboraciones en el diario Egin. Ese mismo año el Ministerio de Interior presenta siete querellas contra él con motivo de distintas declaraciones públicas. En 1979 es detenido en una encerrona política y trasladado a la cárcel de Nanclares de la Oca por negarse a declarar en castellano. Se dicta un auto de procesamiento contra él pero es hospitalizado en grave estado. En las Elecciones de ese año sale elegido diputado y es puesto en libertad. Los autos contra Monzón se suceden y el Parlamento Español concede el suplicatorio solicitado por la Audiencia. Por las mismas fechas la revista Interviu denuncia un proyecto de atentado contra su persona.

Los últimos dos años de su vida siguen esta misma tónica de activismo y de persecución política. Pese a encontrarse muy debilitado por la enfermedad, se presenta y es elegido diputado para el Parlamento Vasco. Tanto en éste como en el caso anterior Monzón no llegó a participar en ninguno de los foros parlamentarios para los que fue elegido como resultado de la postura política de HB de no acudir a estas instituciones. Durante 1980 es detenido al menos en dos ocasiones, en Pamplona y Santiago. Ya en 1981 es ingresado en el Hospital de Baiona donde muere el 12 de marzo de ese año, siendo enterrado en Bergara.

Múgica Urrestarazu, Mateo

Fotografía de Mateo Múgica Urrestarazu
(Idiazabal, Gipuzkoa, 1870 – Zarauz, Gipuzkoa, 1968)

Estudios: Humanidades, Filosofía, Teología.

Profesión preferente: sacerdote y obispo.

Actividades culturales: profesor.

Exilio: 1931-1932; 1936-1947.

Lugares y fechas:

1.- Francia: 1931-1932.

2.- Italia: 1936-1937.

3.- Bélgica: 1937-1940.

4.- Francia: 1940-1947

Es posible que en la historia de la diócesis de Vitoria no haya existido un obispo con una vida tan dramática como la de Mons. Mateo Múgica, nacido el 21 de septiembre de 1870 en Idiazabal (Guipúzcoa) y fallecido a los 98 años, el 27 de octubre de 1968 en Zarautz. Nos referimos a un personaje cuya centenaria existencia se vio ensombrecida no sólo por la ceguera provocada por el glaucoma en los últimos años sino por las cuatro guerras y dos destierros de signo diferente que tuvo que soportar. La vida deparó un cruel destino a este eclesiástico íntegro e integrista, amante del País Vasco y de su lengua, pero también de España y de la monarquía alfonsina. Dotado de una recia personalidad, sus actitudes fueron muy controvertidas en el campo humano, religioso y político. Mientras unos diocesanos alababan su talla intelectual, la firmeza y la reciedumbre moral, la fidelidad a la Iglesia y su dignidad mostrada en los dos exilios, otros, en cambio, criticaban su integrismo eclesial, el sentido excesivamente estricto de la obediencia eclesiástica, su adhesión a la monarquía y, a menudo, a la Cruzada de Franco. En cualquier caso, nadie podrá negar la labor pastoral desarrollada en sus tres diócesis: Burgo de Osma (1918 – 1924), Pamplona (1924 – 1928) y Vitoria (1928 – 1937). Durante estos años veló por el cumplimiento de las leyes eclesiásticas (Observantia legum eclesiasticarum) procurando conservar la pureza de la fe cristiana y el mantenimiento de las buenas costumbres morales, hasta en la decencia del vestido femenino y el desfile de modas.

M. Múgica hizo sus estudios primarios en Beasain, pasando más tarde a la Universidad de Oñate donde estudió Latín, Retórica y Filosofía; finalmente, se doctoró en Teología en la Universidad de Salamanca. Tras ser ordenado sacerdote por el obispo de Vitoria, Mons. Fernández Piérola, se estrenó como coadjutor en la parroquia de Usurbil (Guipúzcoa). Pero pronto volvió al Seminario Conciliar de Vitoria donde enseñó Latín, Retórica y Filosofía y, más tarde, Sagrada Escritura. En octubre de 1903 obtuvo el cargo de canónigo lectoral del Cabildo Catedralicio de la capital alavesa y el 19 de mayo de 1918 fue consagrado obispo en la Catedral de Sta. María. Durante estos años destacó en la enseñanza, y por su afición al euskera, a la oratoria y a la música. En 1906 dirigió la Schola Cantorum del Seminario, compuesta de unas cien voces, en la Basílica de San Pedro en Roma con ocasión de la beatificación de Valentín de Berrio-Ochoa. Es justo también tener en cuenta sus pastorales y sermones en euskera y la traducción vasca del cap. XIII de El Quijote de la Mancha.

Tras una década de ausencia como obispo por tierras castellanas y navarras, vuelve a su diócesis vitoriana haciendo la entrada solemne el 24 de junio de 1928. Fue recibido con claras muestras de afecto y alegría en las tres capitales vascas donde los diocesanos veían finalmente a un obispo nacido en Euskal Herria y, además, vascohablante. En su primera Carta Pastoral, Mons. Múgica muestra su gratitud por “los triunfales y cariñosísimos recibimientos” (BOOV, 15-IX-1928:428). Se entrega a una intensa actividad pastoral: visitas a las parroquias; Acción Católica; peregrinaciones (Roma, Lourdes, y Tierra Santa en cinco ocasiones); el cargo de presidente de la Unión Misional del Clero; el cuarto Congreso de Música Sacra; congresos marianos y eucarísticos (Colonia, Malta, Madrid), mostrando su acendrado nacionalismo español.

Pero su obra cumbre, el hito histórico más importante de su paso por Vitoria fue, sin duda alguna, la construcción (llevada a cabo por el arquitecto y sacerdote vizcaíno D. Pedro de Asua (1890-1936)) e inauguración del Seminario Mayor (1930) iniciado por su predecesor Fray Zacarías Martínez en 1926. El día 28 de septiembre de 1930 fue inaugurado solemnemente con la asistencia del rey Alfonso XIII; el delegado del papa Pío XI, cardenal Ruffini; el nuncio apostólico de su Santidad, Mons. Tedeschini; numerosos arzobispos y obispos. Mons. Múgica bendice el gran órgano de la iglesia pública arrancando a sus teclados las primeras notas “sentado delante del órgano, con todo el religioso boato de su mitra y capa pluvial, interpreta la Marcha Real Española -como homenaje a Cristo Rey- y la Marcha de San Ignacio -como himno secular de nuestro pueblo” (BOOV, 6-X-1930:728). A pesar de ello, D. José Calvo Sotelo (1893 – 1936), en nombre de la derecha española, tildará al Seminario de Vitoria de “batzoki y nido de separatistas”. Por ello, en una ocasión, Mons. Múgica se verá obligado a interrogar bajo juramento solemne al Rector D. Eduardo Eskarzaga si en el Seminario se hacía “política nacionalista o cualquiera otra política de partido”.

En medio de un ambiente polémico muy tenso, el 14 de abril de 1931 se proclama la II República en España. Mons. Múgica había pensado siempre que: “la República había sido y sería manantial inagotable de toda clase de maldades”. Por ello, por su acendrado monarquismo y por los ataques a la República fue desterrado por orden del Ministerio de Gobernación. El 17 de mayo sale de Irún y se establece en La Puye (cerca de Poitier) en un monasterio de las Hijas de la Cruz (31 – VIII – 1931) hasta que regresa a España el 13 de mayo de 1932, pero no a Vitoria sino a Bujedo (Burgos) de donde pasa definitivamente a su diócesis vasca el 11 de abril de 1933 (BOOV, 1 – V- 1933: 252).

Ante las elecciones que se anuncian en 1936, el vicario general de Vitoria, D. Jaime Verástegui, publica una nota (con la aprobación de su obispo) en la que se afirma que “es indiferente desde el punto de vista católico votar a cualquiera de las candidaturas católicas que luchan en la diócesis”. Esto desagrada sobremanera a los militares (Franco, Mola, Cabanellas, Millán Astray, Beorlegui, Camilo Alonso Vega, etc), eclesiásticos (cardenal I. Gomá) y civiles (José Luis Oriol).

El 18 de julio de 1936 se produce el golpe de estado y el cardenal I. Gomá prepara un documento en el que se formula a los católicos de forma categórica la prohibición (Non licet) de adherirse a la República, fraccionando así las fuerzas ante “la hidra marxista de siete cabezas”. El Cardenal de Toledo presiona a los dos obispos vascos, Mons. M. Múgica y al vizcaíno Mons. Olaechea (Pamplona) y estos suscriben y publican la “instrucción pastoral” ante el estupor de los republicanos y el rechazo total de los nacionalistas vascos. No obstante, era obvio que Mons. Múgica estorbaba en sus planes de reforma en el clero por lo que se especuló incluso con la posibilidad de asesinarlo. Rechazada tal hipótesis por la posible resonancia internacional negativa para la llamada Cruzada por los golpistas, se optó por la solución del destierro.

A Mons. Múgica no le garantizaron su permanencia como Obispo de Vitoria ni sus explícitas muestras de apoyo a la rebelión durante los primeros meses del golpe militar, ni la pastoral conjunta Non licet, ni las bendiciones impartidas a los requetés que iban al frente de batalla, ni la entronización de la imagen del Sagrado Corazón de Jesús en la sede de la Falange, ni la cesión del Seminario como hospital de guerra, ni las sumas de dinero recogidas en las colectas de las parroquias en favor del “triunfo del ejército salvador”. El plan urdido entre la diplomacia vaticana (cardenal secretario de Estado, Eugenio Pacelli), con la connivencia del cardenal I. Gomá, y la Junta Militar de Burgos convenció finalmente a Mons. Múgica a pesar de su rechazo inicial. El 14 de octubre de 1936, después de aceptar la destitución impuesta de su vicario general y tras nombrar como sustituto suyo al canónigo donostiarra D. Antonio Pérez Ormazabal, Mons. Múgica emprendió una salida que no encontraría el camino de regreso hasta once años más tarde, en 1947, pero ni aún entonces, como obispo residencial. Se habló oficialmente de una renuncia “voluntaria” pero en realidad fue un arreglo amañado mediante su viaje pastoral a Roma para asistir al II Congreso Internacional de la Unión Misional del Clero (11, 12 y 13 de noviembre de 1936) de la que era presidente en España. Los aplausos que resonaron el día 13 al presentarse D. Mateo ante el público contrastan con las humillaciones que tuvo que sufrir durante su estancia de ocho meses en Roma. El 14 de febrero D. Antonio Pildain, canónigo magistral y profesor del Seminario de Vitoria, además de diputado en las Cortes en Madrid, era consagrado Obispo de Canarias en Roma. La Junta Militar de Burgos contando con la diplomacia vaticana vetó la presencia de D. Mateo en esta ceremonia religiosa, a pesar de la disconformidad del nuevo obispo y de la tristeza de Mons. Múgica.

Los acontecimientos históricos se suceden de forma cruel para el Obispo de Vitoria. En junio de 1937 recibe una carta del Cardenal I. Gomá en la que le anuncia la redacción de una “Carta del Episcopado Español” a petición del Jefe del Estado. El 28 de junio de 1937, como respuesta escrita en Frascati (Italia), D. Mateo muestra al Cardenal el estado anímico en que vive: “llevo más de ocho meses alejado de mi diócesis! […] podría suscribir el documento cuando yo estuviese en mi puesto física y personalmente […] deseo y pido al Señor el triunfo del general Franco sobre todos los rojos”. Dos ausencias muy significativas resaltarán en la lista de prelados firmantes de este documento: la del cardenal tarraconense Mons. Francisco Vidal i Barraquer y la del aún Obispo de Vitoria que se niegan a firmarlo. Más aún, Mons. Múgica en un escrito dirigido a la Santa Sede explica claramente las razones de su negativa. En contra de lo que afirman los obispos españoles él muestra su desacuerdo diciendo que la Iglesia en la España de Franco no es libre. Denuncia también el asesinato de “nutridísimas listas de cristianos fervorosos y de sacerdotes ejemplares”, a la vez que protesta por presentar en el documento “a la ciudad de Bilbao como un pueblo blasfemo”.

Con el ánimo de acallar definitivamente la voz del obispo de Vitoria, la Junta Militar de Burgos, contando con la venia del cardenal I. Gomá y el consentimiento del Vaticano, nombra administrador apostólico de Vitoria al vizcaíno Mons. F. Javier Laucirica que el 4 de septiembre de 1937 toma posesión de la diócesis vasca, sin mencionar siquiera el nombre de su predecesor en la homilía de su presentación en la Catedral (BOOV, 1-X-1937:353-356). Durante casi un año (octubre 1936 – septiembre 1937), D. Mateo conservó siempre la esperanza de volver a su amada diócesis. Pero esta ilusión se desvaneció con el nombramiento de su sucesor de quien Franco comentaba que “es un hombre que hablará de Dios hablando de España”. En vista de que su presencia en Roma no tenía ya ningún sentido, se marchó “haciendo el mayor sacrificio de mi vida”, y buscó acomodo en Bélgica durante varios años. En una carta escrita al cardenal I. Gomá el 22 de febrero de 1939 en Gooveind (Bélgica) se defiende “con la libertad de quien nada tiene que perder”, y defiende también “a los nacionalistas vascos por tratar de conservar su lengua, tradiciones […]“, en contra de las falsas acusaciones del Primado de Toledo.

En 1940 las tropas nazis invaden Holanda, Bélgica y Francia y D. Mateo pasa a Iparralde residiendo en Ustaritz y Cambó. En una ocasión es detenido y conducido a la Citadelle de Donibane Garazi donde fue humillado y vejado por las fuerzas alemanas durante varios días. En el mes de abril de 1945, “restablecido del glaucoma que me amenazó dejarme totalmente ciego” escribe una dolorosa, sincera y profunda reflexión, a petición de D. José Miguel Barandiarán en la casa “Bidartea” (Sara) de éste. Es, sin duda alguna, uno de sus escritos más valientes y claros, una noble confesión hecha a “su compañero de tribulaciones” a la vez que “dignísimo e inteligentísimo profesor”. El documento se titula “Imperativos de mi conciencia” (1945) y está escrito, una vez liberado de las trabas que le “obligaron a guardar silencio desde fines de 1936 […]; un ruego, que yo no podía desatender, me fue transmitido para que callara ‘por el momento’ “. Pero ocho años más tarde puede decir en público lo que confesó antes al gran papa (Achiles Ratti) Pio XI (1857 – 1939). Ya en octubre de 1936 Mons. Múgica elevó a la Santa Sede la primera protesta contra los abusos del bando insurgente. En ella defendía a sus diocesanos “injustamente perseguidos, vejados, castigados, expoliados por los representantes y propagandistas del ‘Movimiento Nacional’ “.

Finalmente, en 1947 puede regresar a Euskal Herria y residir en la Villa “Montemar” de Zarauz hasta el 27 de octubre de 1968, prácticamente ciego durante los últimos años. Murió rodeado del cariño de sus familiares, amigos, y también del respeto y comprensión de muchos de sus antiguos diocesanos. Sus restos descansan en el altar mayor de la Catedral de Santa María de Vitoria, cuyo obispo Mons. Peralta, con ocasión del sermón de la misa funeral de D. Mateo Múgica y Urrestarazu, resumió la dramática vida de éste con las siguientes palabras: “Contradicciones, abandonos, desprecios, calumnias, ingratitudes, enfermedades, la prolongada ceguera […]” (BOOV, 31-X-1968:311). Goian bego!.

OBRA

Mateo Mugica. “Con motivo de su entrada en la diócesis”, en Boletín Oficial Eclesiástico del Obispado de Pamplona, 15-III-1924, Tomo LXIII:80-105.

Mateo Mugica, Mujika ta Urrestarazu’tar Mateo Iruña’ko Gotzai jaunak bere eliz-barrutikoai egiten dien Artzai-eskutitza, Iruña’n. Iruña. Acción Social. 1925.

Mateo Mugica. “El catecismo en euskera”, Euskal Esnalea, 1929, XIX:31-34.

Mateo Mugica. Discurso inaugural en el Seminario de Vitoria. Curso 1898-1899. Vitoria. Sarasqueta, 1898.

Mateo Mugica. Imperativos de mi conciencia. Carta abierta al Presbítero D. José Miguel de Barandiarán. Buenos Aires. Liga de Amigos de los Vascos [s. d.].

Mateo Mugica. “El nuevo Seminario de Vasconia” en Vida Vasca, 1931, VIII:173-175.

Mateo Mugica. Primera carta pastoral del Ilmo. y Rvdmo. Sr. Obispo de Vitoria Dr. D. Mateo Múgica Urrestarazu con motivo de su entrada en la Diócesis. Vitoria, Montepío Diocesano, 1928.

Mateo Mugica. “Segura-ko Jai-aldietan… Mateo Mujika… Gipuzkoako Diputazio chit Goituraren aurrean egintako Sermoya”, Euskal Erria, 1911, LXV:357-363.

BIBLIOGRAFÍA

Baraibar, Federico. “Discurso leído por D. Mateo Múgica en el acto de homenaje al ilustre compositor alavés D. Vicente Goicoechea, celebrado el 22 de sep. 1916 en la villa de Aramayona” en Ateneo, 1916 (Oct.), IV:12-15.

Intza, Dámaso. Kristau ikasbidea Mujika ta Urrestarazu’ar Mateo Iruñako Gotzai Jaun guziz agurgarriak agindurik. Iruña. 1927.

Oar-Arteta Undabeitia, José Antonio

Foto No Disponible

Lugar de nacimiento: Ajangiz (Bizkaia).
Fecha de nacimiento: 18-II-1900.
Lugar de defunción: Gernika.
Fecha de defunción: 28-XII-1978.
Estudios: Licenciado en Teología.
Profesión preferente: Sacerdote.
Actividades culturales: Escritor.
Exilio: 1937 – 1947.
Lugares y fechas del exilio:
Francia: 1937
Bélgica: 1937 – 1939
Francia: 1939-1940
Ziburu (Lapurdi): 1940 – 1947.

Biografía
José Antonio Oar-Arteta nació en Ajangiz, Bizkaia, localidad que hoy pertenece a Gernika, el 18 de febrero de 1900, en el caserío Uriarte-aurrekoa del barrio de Kanpantxu. Era el quinto de ocho hijos de los cuales tres entraron en el sacerdocio. Su infancia fue la propia del mundo campesino vizcaíno, en el seno de una familia tradicionalista y católica, que abrazó pronto la ideología nacionalista en sustitución del carlismo. Fue en Lekeitio donde pudo estudiar Humanidades, de donde fue al Seminario de Gasteiz. La última parte de sus estudios los desarrolló en Burgos, licenciándose en Teología. El 26 de mayo de 1923 es consagrado sacerdote en Gasteiz. A continuación, es llamado a filas en Gasteiz y Algeciras. El uno de octubre de 1923 es destinado como sacerdote a Letona (Araba) y en 1924 a Larrauri (Bizkaia) como coadjutor. Tres años más es enviado a Ibarrangelu (Bizkaia). En esta última localidad fue denunciado por sus ideas políticas y enviado por ello a Mallabia el 11 de agosto de 1930. Posteriormente fue trasladado a Markina donde le sorprendió el golpe franquista que le obligará a ir primero a Bilbao de donde se dirigirá a Santoña y, finalmente, al exilio en Francia. De Francia fue a Bélgica en donde desempeño labores en diferentes parroquias, colaborando entre otras actividades en la ayuda a los niños vascos; con el avance alemán volvió de nuevo a Francia, estableciéndose en Ziburu (Lapurdi) como coadjutor en 1940, localidad donde permaneció hasta 1947, año en el que pudo volver a la península, si bien y había cruzado las frontera clandestinamente a fin de visitar a su madre y su familia. Durante su permanencia en Ziburu siguió colaborando en la enseñanza a los niños evacuados y también realizó algunas traducciones del francés al euskara. Durante los años de exilio se relacionó con otros refugiados como Segundo Olaeta, Isidoro de Fagoaga, Cástor de Uriarte, los Onaindia, José Miguel Barandiarán…

De nuevo en España, fue destinado, en 1949, a Lemoiz (Bizkaia) como coadjutor, mientras fijaba su residencia en Armintza.

Obra
-Zaar-barri, colección Sutondoan, Labayru Ikastegia-Bilbao-Bizkaia Kutxa, Bilbao, 1991, 242 pp.

Bibliografía
-ARANA MARTIJA, José Antonio: “José Antonio Oararteta Undabeitia”, Euskera, XXIV, Donostia, 1979, pp.419-421.
-OAR-ARTETA, Segundo: “Osaba Jose Antonio nire gogoan”, Zaar-barri, colección Sutondoan, Labayru Ikastegia-Bilbao-Bizkaia Kutxa, Bilbao, 1991, pp-7-37.
-ONAINDIA, Santiago: Euskal Literatura V, Etor, Bilbao, 1977, pp.88-90 y 154-157

José Ramón ZABALA

Olarte Sáz, Teodoro

Fotografía de Teodoro Olarte Sáz
(Amárita, 1908 – San José, 1980)

Estudios: Doctor en Filosofía

Profesión preferente: ensayista y profesor universitario

Actividades culturales: ensayista, periodista y profesor universitario.

Exilio: 1936-1980.

Lugares y Fechas de Exilio:

Estados Unidos: 1936-1940

Costa Rica: 1939: 1940-1980

Teodoro Olarte Sáez del Castillo nació en Amárita el 20 de abril de 1908. Era el hijo mayor de una numerosa familia de catorce hermanos. Pertenecía a una familia de labradores de posición acomodada. Feliciano Olarte, padre del futuro filósofo, era un genuino representante del mundo alavés. Hombre culto, que había estudiado durante años en el Seminario Diocesano de Vitoria, de ideología nacionalista, fue concejal del Ayuntamiento de la capital alavesa durante los años de la República. Tras la Guerra Civil, fue expedientado y desterrado por sus ideas políticas. Era, como su esposa Sofía Sáez del Castillo, de profundas convicciones religiosas.

Teodoro Olarte realizó sus primeros estudios en la cercana localidad de Arroyabe. Cuando a los diez años tenía que dar el paso hacia los estudios superiores que se impartían en Vitoria, Teodoro ingresó en la familia franciscana de Arantzazu. La opción por la vida sacerdotal parece que tuvo que ser una cuestión deseada más por los padres que por el niño. En septiembre de 1919 ingresaba en el monasterio franciscano.

La primera etapa de la vida conventual la conformaban los estudios de humanidades o estudios latinos. Eran cinco años de estudio y de oración. La vida del novicio era dura y sacrificada bajo una disciplina muy rigurosa. Desde el primer año, Teodoro se distinguió por su inteligencia y por su despierto ingenio. Durante el año de 1923-24 cursó el noviciado en Zarauz, tiempo dedicado plenamente a la vida espiritual. Teodoro Olarte permaneció en Arantzazu hasta 1931, año de su ordenación sacerdotal. Durante este tiempo, entre sus compañeros, ganó fama de buen estudiante, de persona de gran inteligencia y de excelente compañero.

Con veintitrés años, en 1931, se ordenó sacerdote. Su primera misa solemne la celebró en la parroquia de su localidad natal. Su primer destino fue el pueblo navarro de Olite. Allí estuvo hasta 1936. A mediados de ese mismo año, se encuentra en Coyoacán, México, desde donde marcha al poco tiempo a los Estados Unidos. Su primer destino fue Paterson, en el estado norteamericano de New Jersey, para pasar a continuación a las misiones franciscanas de San Francisco en el estado de California.

Aunque no se pueda asegurar, parece que, cuando se trasladó a América, el joven franciscano ya arrastraba un serio problema de vocación. Después de varios años de dura lucha interior, decidió por el abandono de la vida sacerdotal. El retorno al hogar y a su tierra era imposible. ¿Qué hubiera significado en la España de finales de 1939 la presencia de un sacerdote que había abandonado los hábitos religiosos? Su destino tenía que ser otro. Por referencias de amigos cercanos, se sabe que en un principio su idea era integrarse al equipo de trabajo del navarro Juan David García Bacca y del donostiarra Eugenio Imaz en el proyecto de creación de la Facultad de Filosofía y Letras de Caracas. Sin embargo, la amistad que mantuvo con el cónsul costarricense en La Habana (lugar al que fue en varios ocasiones durante su estancia en Estados Unidos), Lara Bustamante, hizo que cambiara a última hora de planes. Los elogios del pequeño país centroamericano y las muchas posibilidades de trabajo cautivaron a Olarte. Atraído por Costa Rica, abandonó la idea de Caracas y se dirigió a San José, capital de la república costarricense. Pisó por primera vez tierra de Costa Rica el 16 de febrero de 1940. Llegó a su nuevo destino con cuarenta dólares en el bolsillo. Así daba comienzo a sus nuevos proyectos de vida y de profesión. Teodoro Olarte no es un típico ejemplo del exilio político, pero nadie puede negar la realidad de un exilio de carácter ideológico y espiritual.

Teodoro Olarte era un intelectual con una excelente preparación en disciplinas humanísticas. Lo que podía ofrecer era precisamente sus conocimientos. Al poco tiempo de su llegada estaba trabajando en diferentes colegios de la capital. Desde el primer momento, fue muy solicitado como profesor de latín, griego, filosofía, psicología, lengua, etc. Su vida durante los primeros años, fue un continuo caminar de un colegio a otro para impartir las disciplinas para las que había sido contratado. Teodoro Olarte tenía claro que la enseñanza secundaria no era su meta, sino simplemente una etapa de su camino. Sus miras estaban puestas en la Universidad. Como los estudios eclesiásticos no tenían validez civil, para obtener el grado de universitario tuvo que realizar los estudios necesarios hasta llegar a defender su tesis de licenciatura con el trabajo Alfonso de Castro (1495-1558. Su vida, su tiempo y sus ideas filosóficas-jurídicas. En 1945 obtuvo la tesis de licenciatura y en 1946 la Universidad Nacional de Costa Rica publicó su tesina en formato de libro. 

En esta época, 1946, Teodoro conoció a una joven costarricense de origen siciliano de nombre Graciela Palatino. Teodoro era un hombre atractivo, de complexión atlética, rubio y de tez blanca. Tenía las cualidades físicas como para no pasar desapercibido entre las jóvenes del lugar. Graciela era, por su parte, una joven de indiscutible atractivo, de gran simpatía y de tremenda jovialidad. Teodoro, por temperamento y por educación, era muy poco dado a requiebros amorosos. Es de suponer que Graciela tomara la iniciativa de una amistad que terminaría en amor y en matrimonio. Teodoro y Graciela se casaron por lo civil en 1949. De esta unión nacieron sus dos hijos: Jaime Adolfo (1950) y Jorge Arturo (1954). Esta situación de unión civil duró hasta el año 1965, año en que recibió de Roma la dispensa de todas sus responsabilidades sacerdotales.

La primera actividad como profesor universitario fue en el curso 1947-48, cuando fue invitado por las autoridades académicas  a impartir un curso de psicología en la Facultad de Ciencias y Letras. Los resultados tuvieron que ser altamente satisfactorios, porque el curso de psicología siguió vigente durante los siguientes años. Teodoro Olarte había dado el paso definitivo a la Universidad. Esta situación le obligaba a simultanear la vida universitaria con la labor docente en diferentes colegios de la ciudad. Fueron años muy duros, de mucho trabajo, pero de interesantes expectativas. En el curso 1953-53 dio un paso adelante en el proceso de plena integración en la vida universitaria. A la asignatura de psicología añadió las disciplinas de Gramática Castellana y de Latín.

Por esa época, se lanzó a la aventura de editar una revista de corte cultural y filosófico: Idearium. Fue una revista de vida corta pero de hondas influencias. El primer número apareció en abril de 1951 y el último en 1952. Fueron unos pocos números que calaron profundamente en los ambientes culturales de Costa Rica. Idearium junto a Revista de la Universidad de Costa Rica y a la Revista de Filosofía de la Universidad de Costa Rica, revistas en las que colaboró activamente nuestro profesor, formó parte del triunvirato más importante de las publicaciones científicas y culturales de Costa Rica.

En 1956, Teodoro suscribió un contrato laboral con la universidad de Costa Rica a tiempo completo. Era un paso importante y muy deseado, ya que le permitía centrar todos sus esfuerzos en la docencia y en la investigación. Por otra parte, abandonó sus disciplinas habituales de psicología, latín y gramática castellana para centrarse en lo que a él más le motivaba: la filosofía. A partir de 1960, ya con categoría de catedrático, se hizo cargo de las disciplinas de Filosofía del Lenguaje y de Filosofía de la Cultura y a partir de 1962 añadió a su haber la asignatura de Antropología Filosófica.

En 1958 fue nombrado Director del Departamento de Filosofía. A partir de ese momento los cargos y los reconocimientos se suceden y se multiplican. Fue nombrado Vice-Presidente de la Asociación Costarricense de Filosofía, Decano suplente de la Facultad de Ciencias y Letras (1963), Vicedecano y Decano (1964 y ss.). Su presencia era continua en la prensa costarricense, Doctor Honoris Causa por su propia universidad (1973) a petición del claustro de profesores.

Para tener una idea objetiva y clara de su actividad universitaria, hay que añadir a la sorprendente labor académica y de gestión, sus dedicaciones como conferenciante, articulista e investigador filosófico. Destacó en muchos campos y tuvo presencia en muchos foros de opinión tanto orales como escritos. Lo más destacable son sus libros de filosofía y sus artículos de opinión. Fue reconocido y admirado por alumnos y allegados como una excelente persona, como un brillante profesor y como un entrañable compañero.

El tiempo pasaba. El joven que llegaba a San José en 1940 con un mundo entero de ilusiones y de proyectos, sin darse cuenta había alcanzado la edad de la jubilación. En 1977 cumplía los setenta años y llegaba el momento de despedirse de la que había sido durante casi cuarenta años una de las razones fundamentales de su vida: la universidad con su actividad docente. Era un hombre ya cansado y un tanto decrépito, marcado por las huellas de la enfermedad. El 1 de mayo de 1978 cesaba en todas sus funciones. La jubilación le había llegado de manera inexorable. Su nombramiento como Profesor Emérito  tuvo que dulcificar su situación, pero no la solucionó. A partir de 1975 empezó a padecer deficiencias coronarias. El corazón daba muestras inequívocas de una seria disfunción. Como consecuencia, le tuvieron que colocar un marcapaso. Su organismo lo rechazó. El deterioro físico y las complicaciones fueron en aumento. Teodoro Olarte moría en la madrugada del 18 de mayo de 1980, a la edad de setenta y tres años.

Teodoro Olarte pertenece al grupo de filósofos vascos que asumieron el exilio como forma de vida y como estrategia para desarrollar una vocación universitaria en espacios de libertad y de entrega. Optó voluntariamente por América, transformando los países de acogida en tierra de asilo y en lugar de entregas. Quiso pagar con su trabajo lo que éstos tan generosamente le habían ofrecido: vida y oportunidades. El País Vasco fue su país de origen y Costa Rica su tierra de adopción y de vida. Teodoro Olarte amó profundamente sus dos tierras o sus dos patrias, porque las dos habían conformado partes substanciales de su ser y de su existencia.

 

Bibliografía selecta de Teodoro Olarte.

Alfonso de Castro (1495-1558). Su vida, su tiempo y sus ideas filosóficas-jurídicas.

San José (Costa Rica): Universidad Nacional de Costa Rica, 1946.

Filosofía actual y humanismo. San José: Editorial Costa Rica, 1966.

El ser y el hombre. San José: Editorial Fernández Arce, 1974.

Olarte, Láscaris y la filosofía latinoamericana (Introducción y selección de Guillermo Malavassi). San José: Editorial Universidad de Costa Rica, 1980, pags. 15-70.

Antropología filosófica y cultura personal (Prólogo, selección y edición J. A. Ascunce, A. Jiménez y M. L. San Miguel). Vitoria: Editorial del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, 2008.

“Variaciones filosóficas sobre don Quijote”, Revista Universidad de Costa Rica, nº 3, San José, 1948, págs. 204-212.

“El universo según Pierre Teilhard de Chardin”, Revista de Filosofía de la Universidad de Costa Rica, Vol 1, nº 2, San José, julio-diciembre de 1957, págs. 137-148.

“Actitud filosófica del Dr. Marcelino Menéndez y Pelayo”, Revista de la Universidad de Costa Rica, nº 15, 1957, págs. 16-38.

“Panorama de la Filosofía Hispanoamericana del Silo XX”, Revista de Filosofía de la Universidad de Costa Rica, Vol 1, nº 3, San José, enero-junio de 1958, págs. 207-221.

“En torno a la filosofía americana”, Actas del XXIII Congreso Internacional de Americanistas. San José: Imprenta Nacional, 1959, págs. 17-22.

“La filosofía tradicional y el evolucionismo”, Revista de la Universidad de Costa Rica, nº 19, San José, 1959, págs. 5-16.

“La vida filosófica en la Universidad de Costa Rica”, Revista de Filosofía de la Universidad de Costa Rica, Vol. 3, nº 11, San José, enero-junio de 1962, págs. 305-328.

“Alejandro Korn ante el problema de la metafísica”, Estudios sobre Alejandro Korn. Buenos Aires: Universidad Nacional de La Plata, 1963, págs. 77-97.

“La función de la Filosofía en la universidad”, Actas del II Congreso Extraordinario Interamericano de Filosofía, Revista de la Universidad de Costa Rica, San José, 1965, págs. 5-16.

“La función de la filosofía en la formación de la cultura personal”, CráteraPublicación del Ateneo Universitario, Universidad de Costa Rica, Vol. 1, nº 1, San José, 1965, págs. 5-16.

 

Bibliografía selecta sobre Teodoro Olarte.

Zeledón Cambronero, Manuel: “Olarte, Teodoro: La filosfía tradicional y el evolucionismo”, Revista de la Universidad de Costa Rica, nº 19, San José, 1959, págs. 5-16.

Láscaris, Constantino: “Siglo XX: Teodoro Olarte”, Revista de Filosofía de la Universidad de Costa Rica, Vol. 3, nº 11, San José, enero-junio de 1962, págs. 279-283.

Láscaris, Constantino: Desarrollo de las ideas filosóficas en Costa Rica. San José: Editorial Costa Rica, 1964, págs. 400-408.

Pacheco, Francisco Antonio: El pensamiento de Teodoro Olarte a través de sus escritos. San José: Publicaciones de la Universidad de Costa Rica, 1965.

Abellán, José Luis: “Filosofía española en América”, Revista de Filosofía de la Universidad de Costa Rica, Vol. VIII, nº 27, San José, 1970, págs. 294-86.

Herra, Rafael: “Teodoro Olarte”, Revista de Filosofía de la Universidad de Costa Rica, Vol. 13, nº 37, San José, 1975, págs. 169-184.

Camacho, Luis: “El ser y el hombre: la metafísica al acecho”, Revista de Filosofía de la Universidad de Costa Rica, Vol. XIII, nº 37, San José, 1975, págs. 185-194.

Gallardo, Helio: “Teodoro Olarte: filósofo”, Revista de Filosofía de la Universidad de Costa Rica, Vol. XIII, nº 37, San José, 1975, págs. 195-210.

Bolaños, Manuel Antonio: “Bibliografía de Teodoro Olarte”, Revista de Filosofía de la Universidad de Costa Rica, Vol. XIII, nº 37, San José, 1975, págs. 214-221.

Malavassi, Guillermo: Olarte, Láscaris y la filosofía latinoamericana. San José: Editorial Universidad de Costa Rica, 1980, págs. 17-70.

Jiménez Matarrita, Alexander: “Exilio filosófico español en Costa Rica: Teodoro Olarte, Constantino Láscaris y Francisco Álvarez”. El exilio cultural de la Guerra Civil: 1936-1939 (Edits. José María Ballcels y José Antonio Pérez Bowie). Salamanca, Ediciones Universidad de Salamanca, 2001, págs. 111-118.

San Miguel M.L, Ascunce, J. A., Jiménez, A, y.: “Vida, obra y pensamiento de un filósofo: Teodoro Olarte”, Teodoro Olarte: Antropología Filosófica y Cultura personal. Vitoria: Editorial del Ayuntamiento de Vitoria.Gasteiz, 2008, págs. 7-104.

 

Autora:María Luisa San Miguel

Oñatibia, Yon

Fotografía de Yon Oñatibia

OÑATIBIA AUDELA, Yon (1911-1979) Escritor, editor, músico, coreógrafo, pedagogo, la figura de Yon Oñatibia es una de las más complejas y polifacéticas del exilio vasco, al tiempo de ser una de las más polémicas por sus posicionamientos ideológicos y por su activismo político.

Nacido en Oiartzun (Gipuzkoa) el 24 de noviembre de 1911, era el mayor de una familia numerosa de diez hermanos. Desde muy joven se sintió atraído por la música, preferentemente por el txistu. A los ocho años aprendió solfeo y se inició en el canto. Para realizar el bachillerato debió trasladarse a Bergara donde prosiguió sus estudios de música y se inició en el piano. En 1928 se trasladó a Valladolid para estudiar Derecho, estudios que finalizó en Zaragoza; en esta ciudad creó con sus hermanos y con la colaboración de los hermanos Estornés Lasa, un grupo musical que se denominaba “Eusko Ikasleak” (Estudiantes vascos) el cual se movió preferentemente por la Ribera navarra,. Finalizados los estudios, Yon Oñatibia volvió a su localidad natal en 1934. Hasta el comienzo de la guerra fue uno de los dinamizadores del Batzoki (centro nacionalista) de Oiartzun. En esos mismos años dirigió un pequeño grupo de teatro cuya representación más conocida fue Eun dukat, escrita por Manuel Lekuona en colaboración con su hermano Martín. Esta obra recibió el primer premio Donostia en 1935.

Con el comienzo de la guerra civil Yon huyó con su hermano Joxe a Hendaia y de allí a París. En la capital francesa impulsó una coral y un grupo de danzas que luego sería conocido como Eresoinka. Eresoinka, patrocinado por el primer Gobierno Vasco, cosechó numerosos triunfos en buena parte de Europa a lo largo de sus tres años de vida; dentro del grupo Oñatibia era el txistu mayor. En 1941 embarcó en Burdeos, en el barco La Salle, con dirección a América, desembarcando en Santo Domingo y de allí, posteriormente, se dirigió a Venezuela, donde se había refugiado su hermano Joxe.

En Caracas, abandonó por completo el mundo del Derecho para volcarse en la música. Se matriculó en el Conservatorio Superior de Caracas al tiempo que organizaba grupos de baile, impartía clases de euskara y creaba un grupo de txistularis en la Euskal Etxea de Caracas. También creó el coro Pizkunde. En 1946 inicia la edición de una publicación íntegramente escrita en euskara, Argia. Euskaldunak Euskeraz (La Luz. Los Vascos en Lengua Vasca), la primera del exilio en este idioma. Argia siguió a su creador en su periplo americano, pasando a editarse en Nueva York en agosto de ese mismo año; la revista aparecerá hasta noviembre de 1948, dieciocho números en total, en su mayor parte redactados por el propio Oñatibia, con textos tomados en muchas ocasiones de otras publicaciones del exilio. La razón del traslado a Estados Unidos se justificó, en palabras del propio autor, en su deseo de profundizar en sus estudios musicales.

Los primeros años en Estados Unidos no fueron fáciles para Oñatibia ya que necesitaba trabajo y dinero que le posibilitara acceder al New York College of Music. Superados los obstáculos, pudo estudiar órgano, composición y dirección en el citado College. A medida que fue asentándose en su nuevo destino impulsó la idea de crear un espectáculo folklórico-musical que diera a conocer en Norteamérica la cultura vasca. Así surgió “Euzkadi”, montaje en el que confluían los instrumentos autóctonos, los bailes populares, la música y la coreografía. El éxito de la representación fue muy grande y con ella recorrió numerosos estados del país. En 1954 editó un disco con la compañía Folkways and Songs, con melodías tomadas del citado espectáculo: The Basques. Euzkadi!. Songs and dances of the basques.

En 1956, tras el asesinato de Jesús de Galíndez, Oñatibia fue nombrado por el lehendakari Aguirre Delegado del Gobierno Vasco en Nueva York, tarea que desempeño hasta 1963. En ese año, Oñatibia regresó al País Vasco, estableciéndose en Oiartzun. A su retorno, profundamente preocupado por la situación de grave retroceso en que se encontraba la lengua vasca, se implicó por completo en su divulgación y en la creación de nuevos métodos de enseñanza, utilizando para ello nuevos soportes como la radio o la prensa diaria. Asimismo, colaboró con las Universidades de Reno y Boise en los cursos organizados en Oñati (Gipuzkoa). Fruto de todos estos trabajos fue un intento de unificación del euskera que era crítico con el propuesto por la Academia de la Lengua Vasca, a pesar de que desde 1966 era miembro de dicha institución. Hay que destacar que las distintas publicaciones a las que fue dando cuerpo Yon Oñatibia en el País Vasco se fueron publicando en una editorial, Edili, creada por él mismo en Donostia. En ella aparecieron, juntos a distintos métodos de aprendizaje del idioma, cuentos infantiles, métodos de solfeo dirigidos a la infancia, cancioneros populares… También en Oiartzun creó el coro Lartaun.

En el terreno musical Oñatibia compuso alrededor de quinientas obras polifónicas, religiosas, folklóricas… En esta línea creó un sello musical, Usandizaga, donde publicó una Antología de la música coral vasca.

El 30 de junio de 1979, Oñatibia sufrió un grave accidente de tráfico en el que perdió la vida. A su muerte se publicaron sus memorias, Neke eta Poz (1983), y fue nombrado en 1993 Doctor por la Universidad de la Sorbona por su tesis doctoral Análisis morfológico del euskera. Estructuras generales de la lengua. Otros proyectos que tenía en preparación en el momento de su muerte alcanzaron un cierto renombre como es el caso de la revista Saski-naski, publicación de una academia alternativa a Euskaltzaindia, Euskerazaintza, que discrepaba abiertamente con el euskara batua o unificado y defendía un modelo de unificación distinto.

CREACIÓN

-Euskera irrati bidez. Gipuzkoera. Método de euskera radiofónico. I curso. Donostia, Edili, 1965, 327 pp. [Lengua]

-Euskera irrati bidez. Gipuzkoera. Método de euskera radiofónico. II curso. Donostia, Edili, 1967, 207 pp. [Lengua]

-Eguberri abestiak. Donostia, Edili, 1970, 120 pp. [Cancionero]

Iztegi berezi. Donostia, Edili, 1970, 78 pp. [Diccionario]

– Euskera irrati bidez. Gipuzkeraz. I curso. Donostia, Edili, 1973, 59 pp. [Lengua]

– Solfeo asierak. Donostia, Edili, 1976, 24 pp. [Música] 100 euskal abesti. Donostia, Edili, 1989, 180 pp. [Cancionero]

Erriaren euskera batua. 1´go ikastaroa. Método de euskera unificado. Donostia, Edili, 1979, 278 pp. [Lengua]

Euskara I. Hendaia, Haize Garbia, 1978, 230 pp. [Lengua]

Neke ta poz. Erbesteratu baten oroitzapenak. Donostia, Edili, 1983, 304 pp. [M]  Neke ta poz. Recuerdos de un exiliado. Traducción de Jesús Iturrioz Ibarluzea. Donostia, Edili, 2000, 398 pp. [M]

TRADUCCIONES

– Esopo: Erbia ta apo armatua, Donostia, Edili, 1962, 10 pp.

– Hermanos Grimm: Ipotx triskaria, Donostia, Edili, 1962, 10 pp.

– Hermanos Grimm: Errauskiñe, Donostia, Edili, 1962, 10 pp.

– Andersen, C.: Aatetxo Itsusia. Donostia, Edili, 1964, 10 pp.

– Hermanos Grimm: Edurne Zuri ta zazpi ipotxak, Donostia, Edili, 1964, 10 pp.

ESTUDIOS

– Iturrioz Ibarluzea, Jesus: Yon Oñatibia Audela gogoratuz. Recordando a Yon (1911-1979). Oiartzun, Ayuntamiento, 2004, 398 pp.

– Kazabon, Antton: Yon Oñatibia (1911-1979). Vitoria-Gasteiz, Gobierno Vasco, colección Bidegileak, 2002, 20 pp. [JRZ]

Ormaetxea Pellejero, Nicolás

Fotografía de Nicolás Ormaetxea Pellejero
(Oreja, Gipuzkoa, 1888 – Añorga, 1961)

Estudios: Humanidades, Filosofía, Teología.
Profesión preferente: poeta, ensayista, traductor.
Actividades culturales: periodista.

Exilio: 1938-1954.
Lugares y fechas:
1º.- Francia: 1938-1950.
2º.- Guatemala: 1950.
3º.- El Salvador: 1950-1954.

Nicolás Ormaetxea, «Orixe», nació en el caserío «Iriarte» de Oreja (Guipúzcoa) el 6 de diciembre de 1988. Fueron hermanos trillizos (Dionisia, Martín y Nicolás) los que en un solo parto aumentaron la lista de otros cuatro hijos de Juan Bautista Ormaetxea y de Mª Ignacia Pellejero, «Mañazi». El niño Nicolás fue llevado al caserío «Errekalde» de Huici (Navarra) y puesto bajo el cuidado de su nodriza, Rosa Ariztimuño. Aquí pasó su infancia y adolescencia hasta los 17 años. En 1905 ingresó en el colegio jesuítico de Javier (Navarra). Estudió Humanidades, Filosofía y varios cursos de Teología con los jesuitas en los colegios de Javier (1905-1907, 1919-1920, y 1922-1923), Loyola (1907-1909), Colegio «La Merced» de Burgos (1909-1911), Oña (Burgos) (1911-1914), Comillas (Santander) (1914-1917), Carrión de los Condes (Palencia) (1917-1918), Tudela (Navarra) (1918-1919) y Oña (1920-1922).

En los primeros 35 años de su azarosa vida resaltan la ausencia del cariño materno (1988-1905), la larga estancia de 18 años transcurridos en la Compañía de Jesús y su expulsión de ella, tras los siete años «negros» sufridos en los distintos colegios y conventos jesuíticos (1914-1920).

En 1924 «Orixe» se traslada a Bilbao para colaborar con Resurrección Mª de Azkue (1864-1951) en las tareas de Euskaltzaindia (Real Academia de la Lengua Vasca) permaneciendo en la capital vizcaína hasta 1931. En 1929, tras el fallecimiento del escritor de Mañaria (Vizcaya), Evaristo Bustintza, «Kirikiño» (1866-1929), «Orixe» se hace cargo de la página vasca «Euzkel Atala» del diario Euzkadi. Esta estancia le fue muy útil e interesante por el dominio adquirido en el dialecto vizcaíno; por la traducción al euskera de El Lazarillo de Tormes, Tormes’ko Itsu-mutilla (1929); por la traducción vasca de la obra Mireio (1930) del escritor provenzal Frédéric Mistral (1830-1914), Premio Nobel de Literatura en 1904; por la publicación de su libro Santa Kruz Apaiza (El cura Santa Cruz, 1929); y por los doce artículos publicados bajo el título «Euskal Literaturaren Atze edo Edesti Laburra» (Breve historia de la Literatura Vasca) en la revista Euskal Esnalea (1927).

En 1931, a instancias de sus amigos José Mª Aguirre, «Xabier de Lizardi» (1896-1933), Antonio Mª Labayen (1898-1993) y de varios miembros de la sociedad Euskaltzaleak como José de Ariztimuño, «Aitzol» (1896-1936), «Orixe» pasó a vivir a su pueblo natal donde pasó «los cinco años más deliciosos de mi vida» (1931-1936) escribiendo Euskaldunak (1950) y Barne Muinetan (En las médulas del interior).

El 18 de julio de 1936 estalla la Guerra Civil española (1936-1939) y «Orixe» es detenido y conducido a la prisión de San Cristóbal de Pamplona donde permaneció seis meses. Tras su liberación en 1937 se aloja durante ese año en casa de una de sus hermanas en Tolosa, mudándose al año siguiente a Oreja. Al ser requerido nuevamente por las autoridades franquistas huye a Huici donde vive oculto temporalmente en una casa y en el bosque. Finalmente decide cruzar la frontera y se exilia en Francia (1938-1950). Se establece en San Juan de Luz (1938-1939) y en 1939 estalla la II Guerra Mundial (1939-1945). En 1940 es detenido por los nazis y por miembros del gobierno del mariscal Ph. Pétain (1856-1951) siendo conducido al campo de concentración de Gurs, cerca de Oloron, donde permanece cuatro meses. Una vez liberado vive en varias localidades de Iparralde y Francia: Saubion (1940-1943), Betharram (1943-1945), Bidarrai (1945-1946) y de nuevo en San Juan de Luz (1947-1950).

En la madurez de su vida, «Orixe» decide surcar el Océano Atlántico e irse a América. Gracias a los ingresos económicos (40.000 pts) que le reportó la traducción al euskera del misal de Lefèvre, Urte guziko Meza-Bezperak (1949), embarca en el puerto de Burdeos y tras hacer escala en Dakar, llega a Río de Janeiro, Bahía Blanca y Buenos Aires. En el pueblo argentino de Berraondo escribe dos de sus mejores poesías religiosas: «Berraondo’ko Meza» y «J.S. Bach’i Eleizan». Tras tres meses de descanso en tierras argentinas emprende un largo viaje rumbo a Guatemala donde le espera su amigo J. Zaitegi. Atraviesa el altiplano boliviano, conoce el lago Titicaca, La Paz, Arequipa (Perú) y viaja en avión a Guayaquil y Quito (Ecuador) donde visita a su hermana religiosa, Dionisia. Finalmente llega a Guatemala donde colabora durante seis meses con J. Zaitegi en la publicación de la nueva revista Euzko Gogoa (1950-1954 en Guatemala; 1956-1959 en Biarritz). Pero «Orixe» no era un hombre que había nacido para los menesteres burocráticos y administrativos ni para corregir pruebas y galeradas ajenas, por lo que contando una vez más con la ayuda de J. Zaitegi, se trasladó a Zaragoza (El Salvador) instalándose en la «Villa Miramar». Con sosiego y sin apremios económicos pudo gozar finalmente de una atmósfera idónea para su creación literaria y de un clima saludable para sus achaques físicos. En el largo período de casi cuatro años pudo escribir Quito-n arrebarekin (1987), Agustin gurenaren aitorkizunak (1956), Salmutegia (1967), Jesucristo Gure Jaunaren Berri Ona (1967) y unos treinta poemas religiosos.

Cumplidos los 66 años, «Orixe» decide volver a su tierra natal en noviembre de 1954, habiendo visitado por última vez en Guatemala a sus buenos amigos J. Zaitegi y Andima Ibinagabeitia (1906-1967). Llega enfermo y deambula en busca de un hogar donde establecerse: el monasterio benedictino de Lazkano (1955), la casa de una de sus hermanas en Tolosa (1956) y el pueblo de Oreja (1956-1958), hasta que su sobrino, recién ordenado sacerdote (1958), José Mª Aranalde se hace cargo de él llevándoselo a Arama (Guipúzcoa) y más tarde a Añorga (1959-1961). Falleció en este pueblo el 9 de agosto de 1961 tras una larga y penosa enfermedad. Fue enterrado primeramente en el cementerio donostiarra de Polloe y sus restos más tarde fueron inhumados en su pueblo natal.

El 22 de noviembre de 1959 ingresó como académico de número en Euskaltzaindia (Real Academia de la Lengua Vasca) en el pueblo navarro de Leiza, teniendo como padrino del acto al insigne lingüista Luis Michelena quien afirmó en euskera: «La Academia de la Lengua Vasca no honra a «Orixe» al nombrarle académico, sino que es él quien honra a esta institución con su ingreso en ella». En el ocaso de su vida logró ¡por fin! en 1960 el primer premio de poesía, «Olerti», en Amorebieta, y el premio «Lizardi» en Tolosa, después de fallecer.

El mencionado profesor de Rentería (profundo conocedor de la obra de «Orixe» y probablemente su mejor apologista pero también el crítico más objetivo) le describió como hombre auténtico en lucha consigo mismo en busca de Dios, verdadero vasco y vascófilo, fiel hijo del País Vasco, no sólo de palabra y con gritos estentóreos sino con su arduo trabajo cotidiano.

Entre sus notas más destacables se puede afirmar que fue un escritor polifacético en el campo de la cultura vasca en la que aparece como literato, traductor y pensador en diversos campos: religión, literatura, lexicografía, folclore, lingüística y filosofía. De esta forma, «Orixe» emergió como un buque escuela para muchos escritores vascos de su generación, como epicentro literario vasco, y como referencia ineludible antes y después de la Guerra Civil española. Como escritor aparece siempre como profundo conocedor de la literatura clásica, especialmente la latina, como fino poeta sobre todo en temas religiosos y renombrado prosista por la musicalidad que supo imprimir a la lengua vasca. Con respecto a ésta destaca el conocimiento que poseía de los diferentes dialectos de su lengua materna.

En el aspecto personal fue un hombre muy peculiar, bastante extraño para la convivencia por su carácter propenso a la polémica. El temperamento un tanto extraño y la formación religiosa que recibió pudieron influir en su talante conservador, tradicionalista e integrista.

OBRA

Nicolás Ormaetxea «Orixe». Tormes’ko itsu-mutilla. Bilbo. Verdes-Atxirika. 1929.

Nicolás Ormaetxea «Orixe».Santa Kruz Apaiza. San Sebastián. Loyola’tar I. 1929.

Nicolás Ormaetxea «Orixe». Mireio. Bilbo. Verdes-Atxirika. 1930.

Nicolás Ormaetxea «Orixe».Barne-Muinetan. Zarauz. Itxaropena. 1934.

Nicolás Ormaetxea «Orixe». «De mi vida externa» (1943), en (P. Iztueta) Orixe eta bere garaia IV. Donostia. Etor. 1991:175-183.

Nicolás Ormaetxea «Orixe». Leoikumea. Paris. Keller. 1948.

Nicolás Ormaetxea «Orixe». Urte guziko Meza-Bezperak. Tours. Garikoitz’tar Laguntzailleak. 1949.

Nicolás Ormaetxea «Orixe». Euskaldunak. Bilbo. La Gran Enciplopedia Vasca. 1950.

Nicolás Ormaetxea «Orixe». Agustiñ Gurenaren Aitorkizunak. Zarauz. Itxaropena. 1956.

Nicolás Ormaetxea «Orixe».Mamutxak. Bayonne. Ed. Euskal Herria. 1962.

Nicolás Ormaetxea «Orixe». Salmutegia. Donostia. Lazkao’ko Beneditarrak. 1967.

«Orixe» (J. Kerexeta y A. Zugasti). Itun Berria. Lazkao. Eliz Atarian. 1967.

Nicolás Ormaetxea «Orixe». Jainkoaren billa. Bilbo. El Mensajero. 1971.

Nicolás Ormaetxea «Orixe». Euskaldunak poema eta olerki guziak. Donostia. Auñamendi. 1972.

Nicolás Ormaetxea «Orixe». «Benito Santuaren erregela», en (P. Iztueta) Itzulpenak, vol. II. Donostia. Etor. 1980: 755-889.

Nicolás Ormaetxea «Orixe». Quito-n arrebarekin. Zarautz. Euskal Edit. Elkartea. 1987.

Nicolás Ormaetxea «Orixe». Idazlan Guztiak (4 tomos). Donostia. Etor, 1991.

«Orixe» y Martín Oyarzabal. El Lenguaje Vasco. San Sebastián. Graf. Izarra. 1963.

BIBLIOGRAFÍA

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Aulestia, Gorka. «Orixe, escritor enamorado del euskera», en La cultura del exilio vasco, vol. I, Donostia, Ed. J.A. Ascunce, Donostia, 1994: 158-167.

Aulestia, Gorka. » ‘Orixe’: escritor controvertido», en Sancho El Sabio, nº 3, 1993: 93-114.

Aulestia, Gorka. «Un siglo de literatura vasca II», en Sancho El Sabio, nº 6, 1996: 24-29.

Azurmendi, José. Zer dugu Orixeren kontra? . Arantzazu. Jakin. 1976.

Azurmendi, José. Zer dugu Orixeren alde? . Arantzazu. Jakin. 1977.

Etxeberria, Guillermo. Orixe hautatua. Donostia. Hiria. 2002.

Iztueta, Paulo. «Quito-n arrebarekin» irakurriz. Donostia. Etor. 1988.

Kortazar, Jon. Literatura vasca. Siglo XX. Donostia. Etor. 1990: 85-94.

Labayen, Antonio M. Nikolas Ormaetxea «Orixe»’ren kondaira laburra. Bilbo. Sabino Arana Kultur Elkargoa. 1990.

Lekuona, Juan Mari. «Orixeren liturgi olerkiak», en Memoriae L. Mitxelena Magistri Sacrum. Donostia. «Julio de Urkixo» Euskal Filologi Mintegia. 1991: 1201-1215.

Michelena, Luis. Historia de la Literatura Vasca. Madrid. Minotauro. 1960: 148-151.

Mujika, Luis Mari. Historia de la Literatura Euskerika. San Sebastián. Ed. Haranburu. 1979: 379-390.

Mujika, Luis Mari. Orixeren aportazio literarioak. San Sebastián. EHU-UPV. 1990.

Villasante, Luis. Historia de la Literatura Vasca. Bilbao. Sendo. 1961: 417-422. AA.VV. Orixe. Omenaldi. Donostia. Graf. Izarra. 1965.

Otaola, Simón de

Fotografía de Simón de Otaola

OTAOLA, Simón de (1907-1980)

Escritor, nació en San Sebastián, en el 1 de mayo de 1907 y murió en la ciudad de México el 16 d   e abril de 1980. En San Sebastián vivió hasta los diez años cuando su familia se trasladó a Madrid, ciudad en la que cursó toda su educación, bachillerato y universidad. Su primer trabajo lo desempeñó en la Compañía Arrendataria de Monopolios de Petróleos S.A (CAMPSA), en la que fue dirigente sindical. Asimismo, se convirtió en un habitual de las tertulias literarias de la época, en las que era conocido simplemente como Otaola. Durante la guerra civil participó en la defensa del frente de Madrid y fue nombrado comisario político en la 123 Brigada de la 27 División en los frentes de Lérida y Aragón. Llegó a México en el barco Mexique el 27 de julio de 1939 y vivió en Guanajuato, Veracruz y México D.F. Se dedicó a muy diversos trabajos, entre ellos el de publicista de Películas Nacionales, y colaboró en revistas como Las Españas y Umbral. Fue uno de los fundadores de la “Tertulia Aquelarre”, a cuya sombra nació la aventura de la Editorial Aquelarre, que llegó a publicar cerca de cincuenta títulos, entre cuyos autores se encontraban, además del propio Otaola, José Ramón Arana, los Pina, Ramón de Belausteguigoitia, Manuel Andújar, etc. Fue un hombre vocacionalmente entregado a una literatura que se movía entre la nostalgia del pasado y el testimonio del presente. En sus obras se encuentran unidos las aspiraciones y la vida del propio autor con la existencia y los ensueños de los exiliados españoles, sin olvidar las gentes y las circunstancias sociales e históricas del México de la época. Por eso, su narrativa es una mezcla de testimonio y de evocación. Las novelas y los libros de Simón de Otaola muestran la vida del exilio republicano en México. A su primer libro, Unos hombres. Retratos (1950), una reunión de semblanzas, siguió su obra más celebrada, La librería de Arana (1952), una obra cronística que cuenta, con un tono festivo y humorístico, los avatares de los exiliados españoles en la ciudad de México y que se presentaba como el primer volumen de una trilogía con el título genérico de Historia y fantasía, al que debían de seguir los anunciados El buzón peregrino y Andanzas y confidencias de Hipólito Escamilla, que nunca se publicaron. Sus siguientes novelas, Los tordos en el pirul (1953), El lugar ése… (1957) y El cortejo (1963) mezclan de forma sistemática la vida cotidiana de México con la existencia diaria de los exiliados, ejes claves de todos sus escritos y centro modulador de sus sentimientos, que se mantienen en su último libro de memorias, Tiempo de recordar (1978). En el año 2000 se estrenó la película mexicana de Raúl Busteros, Otaola o la República del Exilio, inspirada en El cortejo, Los tordos en el pirul y Tiempo de recordar.

 

CREACIÓN

Unos hombres. Retratos. México D.F., Corzo (Aquelarre),            1950, 206 pp.             Prólogo de Juan Renau. [E].

La librería de Arana. Historia y fantasía. México D.F. Aquelarre, 1952, 466 pp. Ilustraciones de Renau, José de la Colina, López Cortés, Ras, Esplandín y del autor. Otra edición: Madrid, Imán, 1999, 370 pp. Prólogo de José de la Colina; nota previa de Juan Antonio Díaz. [N].

Los tordos en el pirul. México D.F., Aquelarre, 1953,350 pp. Otra edición: Andorra la Vella / Barcelona, Andorra (Biblioteca Valira, 8), 1970, 231 pp. Prólogo de José Ramón Marra-López. [N]

El lugar ése…México D.F., Los Presentes (Los Presentes, 60), 1957, 202 pp. [N].

El cortejo. México D.F., Joaquín Mortiz (Novelistas Contemporáneos), 1963, 368 pp. [N].

Tiempo de recordar. México D.F., Grijalbo (Best sellers), 1978, 378 pp. [N].

PRÓLOGOS

Albornoz y Salas, Álvaro: Los niños, las niñas y mi perra. México DF: Aquelarre, 1951, 309 pp.  [N].

Granados, Mariano, Nuevo retablo. México D.F., Intercontinental (Aquelarre), 1952, 94 pp. [E].

 

ESTUDIOS

Díaz Gutiérrez, Juan Antonio, “Otaola: feliz el río que pasando queda”, en AA.VV., Sesenta años después. Euskal Herbestearen Kultura. San Sebastián, Saturraran, 2000, pp. 467-488.

Díaz Gutiérrez, Juan Antonio, “Otaola: el hombre que vino de un silencio” en José Ángel Ascunce y María Luisa San Miguel (eds.), Los Hijos del Exilio Vasco: Arraigo o Desarraigo.. Donostia, Saturraran, 2004, pp. 491-509.

Garambellla, José Ramón, “Otaola: cronista de la emigración republicana”, en Memorias de España. México D.F., Comunidad CONACYT, 1980, pp. 112-113.

Godoy Gallardo, Eduardo, “La novela española del exilio republicano: el caso de El Cortejo de Simón Otaola”, en Luis Martínez Cuitiño y Elida Lois (eds.), Actas del III Congreso Argentino de Hispanistas “España en América y América en España”: Buenos Aires, Argentina, 19, 20, 21, 22 y 23 de mayo de 1992.  Buenos Aires, Universidad de Buenos Aires, Instituto de Filología y Literaturas Hispánicas Dr. Amado Alonso, 1993, vol. 2, pp. 578-586.

Rodríguez Plaza, Joaquina, “Simón de Otaola”, en La novela del exilio español. México D. F., Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco, 1986, pp. 128-132.

 

[JAA / JRLG]

Pelay Orozco, Miguel

Fotografía de Miguel Pelay Orozco

(Donostia, 1916 – 1998)

Estudios: Contabilidad
Profesión preferente: Periodista.
Actividades culturales: Escritor, conferenciante.
Pseudónimos: Olarso
Exilio: Caracas (Venezuela)
Lugares y fechas del exilio:
1.- Caracas (Venezuela) 1941-1951.

Escritor, nació en San Sebastián el 6 de febrero de 1916 y murió en esa misma ciudad el 13 de febrero de 1998. En ocasiones utilizó el seudónimo de Olarso. Como hijo de comerciantes, su vida estaba destinada a continuar con el negocio paterno y se preparó para dicho fin al estudiar preferentemente contabilidad. Sin embargo, su vida se vio truncada por la guerra civil. Su hermano murió en la guerra (febrero de 1938) y, como consecuencia de esta muerte, su padre falleció al mes siguiente. Acabada la guerra, se exilió a Venezuela, donde vivía una de sus hermanas. Venezuela le ofreció una nueva tierra y una nueva vida, pero el sentimiento de ruptura y de lejanía le obligaba a pensar y a soñar en su país de origen. Lector empedernido desde sus años juveniles, tomó conciencia de que la lectura no le era suficiente para calmar sus necesidades espirituales, sintiendo necesidad de dar forma escrita a todo su mundo interior. Nacía un nuevo escritor. De esta manera, el exilio marcó la vida y la vocación de Miguel Pelay Orozco. En Caracas escribió sus primeras novelas, sus libros de cuentos y sus ensayos. De la temática de estos escritos se descubren las dos obsesiones del escritor: un profundo amor hacia su país de origen y una admiración amorosa hacia su país de residencia. Con un grupo de amigos del exilio, fundó el grupo Ekin. Todos ellos se sentían preocupados por los graves problemas que la cultura y la lengua vascas estaban teniendo en Euzkadi. Se entregaron, en la lejanía y en la medida de sus posibilidades, a una labor utópica de revitalizar lo más esencial de su patria: su cultura y el eusquera. Colaborador habitual de las revistas del exilio vasco, firmaba sus entregas, e incluso sus primeros libros, con el seudónimo de Olarso. La nostalgia marca de tal manera el espíritu del escritor que optó por el regreso. En 1951 regresaba a su Donosti natal, en donde tuvo que enfrentarse a una situación opresiva, que le obligó a sufrir un dramático “exilio interior” en medio de un silencio completo. En 1962, de la mano de Pío Baroja, su autor predilecto, volvió a la palestra del ensayo y de la escritura. A partir de su estudio crítico, La ruta de Baroja, los títulos se sucedieron y creció su importante bibliografía.

 

CREACIÓN

A la sombra del Aitzgorri. Buenos Aires, Editorial Ekin (Biblioteca de cultura vasca), 1941; 1951, 156 pp. [E].

Preludio sangriento. La Plata, Colomino, 1943, 223 pp. Otra edición: San Sebastián, Auñamendi (Auñamendi, 136), 1982, 239 pp. [N].

La atracción del crepúsculo. La Plata, Colomino, 1946, 166 pp. [N].

Retablo Vasco: cuentos y ensayos. La Plata, Colomino, 1948, 188 pp. [C / E].

El ritmo de la época. La Plata, Colomino, 1948, 215 pp. Prólogo de Justo Garate. [N].

La ruta de Baroja. Bilbao, Sendoa (Larrun, 2), 1962, 256 pp. [E].

Diálogos del camino. Sobre el carácter vasco y otros ensayos. San Sebastián, Auñamendi (Auñamendi, 20), 1962, 199 pp. [E].

El escritor y su brújula. Zarauz, Icharopena, 1964, 175 pp. [E].

Pórtico euskariano. Signo, comportamiento y estilo de nuestros héroes. San Sebastián, Auñamendi (Auñamendi, 47), 1966, 206 pp. [E].

Los pelotaris: novela. Zarauz, Icharopena, 1967. Otra edición: Los pelotaris: trilogía. Bilbao, La Gran Enciclopedia Vasca (Novela vasca), 1980, 139 pp., 122 pp., 120 pp. Contiene: Kapero y los dos, Jai-Alai en América y El último pelotazo. [N].

Kapero y los dos. Zarauz, Icharopena (Los Pelotaris, 1), 1967, 140 pp. [N].

El último pelotazo. Zarauz, Icharopena (Los Pelotaris, 3), 1968, 120 pp. [N].

Cuadernos de un solitario. Digresiones y fantasías. San Sebastián, Sociedad Guipuzcoana de Ediciones y Publicaciones (Ensayos, 2), 1968, 204 pp. [E].

Jai-alai en América: los pelotaris. Zarauz, Icharopena, 1968, 123 pp. [N].

Gran país, difícil país: problemática vasca. San Sebastián, Sociedad Guipuzcoana de Ediciones y Publicaciones (Ensayo, 6), 1970, 217 pp. [E].

Las intuiciones de Sotero Bidarte. Zarauz, Icharopena, 1970, 225 pp. [N].

La encrucijada: ideas en torno al problema cultural vasco. Bilbao, La Gran Enciclopedia Vasca (Ayer, Hoy y Mañana del Pueblo y País Vascos), 1971, 151 pp. [E].

 Choperena el contrabandista. Bilbao, La Gran Enciclopedia Vasca, 1973, 282 pp. [E].

Baroja y el País Vasco. Bilbao, La Gran Enciclopedia Vasca, 1974, 149 pp. Prólogo de Julio Caro Baroja. [E].

Palabras, palabras. Temas vascos. Bilbao, La gran Enciclopedia Vasca, 1975, pp. 253-432. Edición separada del volumen de La Gran Enciclopedia Vasca. Bilbao, La Gran Enciclopedia Vasca, 1974. [E].

Oteiza. Su vida, su obra, su pensamiento, su palabra. Bilbao, La Gran Enciclopedia Vasca, 1978, 605 pp. [E].

Todos los caminos son válidos: tiempo de reflexión. Bilbao, La Gran Enciclopedia Vasca, 1978, 115 pp. [E].

Música sembrada: orfeón donostiarra. Su historia: bere kondaira (1897-1978). San Sebastián, Sociedad Guipuzcoana de Ediciones y Publicaciones (Izurun, 4), 1980, 417 pp. Prólogo de J. Ignacio Tellechea Idígoras. Texto en castellano y vasco. [E].

Pelota, pelotari, frontón. Madrid, Poniente, 1983, 131 pp. Prólogo de Jorge de Oteiza.

Juan Ajuriaguerra. Bilbao, Idatz Ekintza, 1987, 329 pp.

Ayer y hoy de un escritor. San Sebastián, J.A. Ascunce (La cultura del exilio vasco, 9), 1992, 270 pp. [E].

Un “contencioso” Donostia-Bilbao (o viceversa). Bilbao, Comisión de Bizkaia de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País (Lanak, 17), 1996, 49 pp. [E].

 

PRÓLOGOS

Marrodán, Mario Ángel, Lienzos de Euzkadi. Bilbao, La Gran Enciclopedia Vasca, 1981, 330 pp. Presentación de Javier de Bengoechea.

 

TRADUCCIONES

Zavala, Antonio, Indalecio Bizcarrondo, 1831-1876: bizitza eta bertsoak (vida y poesías). San Sebastián, Caja de Ahorros Municipal de San Sebastián, 1978, 434 pp.

 

ESTUDIOS

Aizarna, Santiago, “Miguel Pelay Orozco”, en AA.VV., Sesenta años después. Euskal Erbestearen Kultura. Irurogei urte geroago, edición de Xabier Apaolaza, José Ángel Ascunce e Iratxe Momoitio. San Sebastián, Saturraran, 2000, vol. 2, pp. 427-434.

Llosa Sanz, Álvaro, “Los paisajes prohibidos. Poética de la nostalgia en la literatura vasca del exilio a través de algunas estampas tempranas: los casos de José Olivares Larrondo ‘Tellagorri’ y Miguel Pelay Orozco ‘Olarso’”, en AA.VV., Sesenta años después. Euskal Erbestearen Kultura. Irurogei urte geroago, edición de Xabier Apaolaza, José Ángel Ascunce e Iratxe Momoitio. San Sebastián, Saturraran, 2000, vol. 2, pp. 453-466.

 

Autor: José Ángel Ascunce

Placer Martínez de Lecea, Eloy

Fotografía de Eloy Placer Martínez de Lecea
(Ozaeta, Alava, 1914 – Reno, EEUU, 1974)

Estudios: Literatura Española.

Profesión preferente: profesor universitario.

Actividades culturales: investigación, enseñanza universitaria.

Exilio: 1940-1974.

Lugares y fechas del exilio: Estados Unidos.

 

Eloy Placer Martínez de Lecea nació en Ozaeta, pueblecito de la llanada alavesa, en una familia numerosa de quince hermanos. Su padre Gerardo Placer (1870-1944) nació en Zaragoza, y su madre Feliciana Martínez de Lecea (1879-1963), en Ozaeta. Una somera descripción de la familia Placer-Martínez de Lecea nos ayudará a la mejor comprensión de la personalidad de nuestro biografiado, tan poco conocida en el País Vasco e incluso en su provincia alavesa.

Su padre, Gerardo, nació en Zaragoza pero en la II Guerra Carlista (1874) se mudó con su familia a San Sebastián donde pudo aprender la lengua vasca desde su infancia. Tras acabar la carrera de medicina en la Universidad de Zaragoza comenzó a ejercer su profesión en Ozaeta, casándose con Feliciana Martínez de Lecea con quien formará una familia numerosa. Trece de los quince hijos nacerán en Ozaeta, y dos de ellos, Elvira (1901-1998) y Mª Nieves (1903-1905) nacieron en Busturia, pueblecito vizcaíno al que fue destinado el Dr. Gerardo Placer. Aquí pudo conocer al fundador del PNV, Sabino de Arana y Goiri, cuya doctrina condicionará más tarde la vida de sus hijos. Vuelto de nuevo como médico a Ozaeta con su esposa y cinco hijos, la familia se verá aumentada con otros diez vástagos, siendo Eloy el undécimo de esta larga lista.

La familia de los Placer Martínez de Lecea es conocida por su religiosidad, profesionalidad y entrega a su patria y a la sociedad vasca, destacando algunos de sus miembros en la Guerra Civil por su valentía y responsabilidad. Así, por ejemplo, el mayor de ellos, José (1896-1937), fue nombrado comandante de artillería por el Gobierno Vasco, hecho prisionero el 29 de abril de 1937, tras el bombardeo de Gernika; vivió sus dos últimos meses en el convento-prisión de los PP. Carmelitas de Vitoria, junto con el poeta vasco “Lauaxeta” y fue fusilado el 5 de julio de 1937, diez días más tarde que el escritor de Laukiniz (Vizcaya). El tercer hijo, Félix (1901-1936) estudiaba la carrera de la Marina en Bermeo (Vizcaya) cuando estalló la Guerra Civil. Prestó servicios como capitán del “Torpedero nº 3″ distinguiéndose en la defensa de Donostia. Alistado más tarde en artillería, se le confió la difícil misión de avanzar hacia Burgos desde la Sierra de los Tornos (Santander) donde murió abatido por una bala. Mostró en todo momento su bravura participando en los frentes de mayor peligro. En campos muy diferentes, conviene resaltar también la labor del Dr. Luis Placer (1906-1980), fundador de la Sociedad Aragonesa de Cardiología, y afamado médico, según el Heraldo de Aragón por su “vocación profesional, humanismo, comprensión, entrega, amistad y generosidad”. Se licenció en Medicina en Zaragoza prosiguiendo los estudios en París y Roma. Fue director del Sanatorio Antituberculoso de Vitoria y miembro fundador de la Sociedad Española de Broncología y Reumatología. Muy conocida en la sociedad vitoriana es la figura de su hermana Araceli Placer (1915-1997), misionera secular que trabajó durante muchos años en las misiones diocesanas de Los Ríos (Ecuador). En su juventud estuvo afiliada y fue militante de la “Emakume Abertzale Batza” del PNV.

El undécimo hijo de esta larga saga, Eloy, nació el 19 de abril de 1914 en Ozaeta. Pasó seis años en Francia, en el Instituto Pillet-Will (Tarbes) cursando los primeros años del bachillerato francés; acabó los estudios secundarios en el Instituto de Vitoria. Con 19 años marcha a Valladolid en cuya universidad cursa la carrera de Filosofía y Letras. En 1936 se ve obligado a interrumpir los estudios por el estallido de la Guerra Civil. Al enterarse de que su quinta había sido llamada por los militares sublevados de Franco, huye de Vitoria a pie y atravesando la Sierra de Elguea marcha a Bilbao donde se alista en el “Gudaroste” o ejército vasco. Poco después es nombrado teniente y en abril de 1937 lucha en la defensa de Gernika bajo las órdenes de su hermano, el comandante Pepe Placer. Tras el bombardeo de la Villa Foral, es hecho prisionero el 29 de abril de 1937, y encarcelado en un campo de concentración en Castro Urdiales (Santander), pasando poco después al Penal del Dueso de Santoña (Santander). Varios meses después es liberado y vuelve a Ozaeta a pasar las fiestas navideñas, pero es denunciado por el cura párroco de su pueblo. El 6 de enero de 1938 es detenido por la guardia Civil de Salvatierra y conducido al convento-cárcel de los PP. Carmelitas de Vitoria donde fue condenado a muerte, permaneciendo hasta 1940. Eloy aprovecha esta larga estancia para aprender la lengua de sus antepasados, el euskera, con la ayuda de un compañero guipuzcoano que apenas hablaba castellano. Aunque no lo habló con fluidez, Eloy llegó a un conocimiento profundo de la lengua vasca como se pudo comprobar más tarde en el “Basque Studies Program” de la Universidad de Nevada en Reno. En 1940, ante la insistencia de los ruegos de su madre, el sacerdote denunciante se retracta y retira los cargos y las falsas acusaciones. Finalmente recobra la libertad, librándose además de los fusilamientos en los que perecieron tantos jóvenes nacionalistas vascos, entre ellos, su hermano mayor.

Los testimonios de sus compañeros de prisión describen a Eloy, joven de 25 años, como años más tarde lo harán sus colegas de la Universidad de Nevada en Reno. Uno de los que convivió con él durante ocho meses afirma que tenía por entonces 25 años. “[…] Pese a su edad era un hombre maduro, y para sus compañeros de prisión, fuesen del matiz político que fueren, la panacea de todos los males […] hombre en toda palabra, no mitificado ni endiosado. Sencillo y servicial, sin ensalzamiento propio […]. Estos son los verdaderos hombres que hacen un pueblo, los que trabajan, los que se desviven por los demás, los que construyen con su esfuerzo, los que se queman al servicio de unos ideales, los que dan ejemplo” (Deia 10-IV-1980:2).

A pesar de ser liberado en 1940, Eloy Placer era consciente de la fragilidad de su seguridad en la capital alavesa dominada por las fuerzas franquistas (falangistas y carlistas), por lo que decidió marchar a Valencia en cuya universidad acabó la carrera de Filosofía y Letras. En la capital del Turia se dedica a la enseñanza durante los años 1940-1949 en el Colegio San José de los PP. Jesuitas. Contrae matrimonio con la valenciana Amparo Perogordo, (familiarmente conocida por Pelén), pero ni el nuevo estado familiar calmaba el espíritu luchador y rebelde de aquel vasco acosado durante la década más dura de la dictadura de Franco (1939-1949). Incapaz de soportar por más tiempo el ambiente asfixiante de aquel régimen, el joven matrimonio optó por marchar en 1949 a San Antonio (Texas) donde E. Placer halló un puesto de trabajo en Saint Mary’s University.

Comienza así su largo periplo americano como profesor ayudante de lengua española, que durará cuatro años (1949-1953). Durante el curso 1953-1954 se hace cargo también del programa de adultos del Alamo High School, enseñando también español en las bases de las fuerzas aéreas en Kelly y Lackland. En 1954 es nombrado profesor de español en el centro universitario Sacred Heart en Grand Coteay (Louisiana), mientras finaliza los cursos de su doctorado en la Universidad Estatal de Louisiana. En 1956 es designado profesor titular de español en la Universidad de Siracusa (N. York), y en 1958 defiende su tesis doctoral en la Universidad Estatal de Louisiana (LSU). En 1962 se le designa profesor agregado de español en la Univesidad de Kentucky y al año siguiente en la Universidad Southwestern de Louisiana en Lafayette. Tras 26 años de singladura en varios centros universitarios estadounidenses recala en 1969 en la Universidad de Nevada en Reno (último puerto de su periplo universitario (1969-1974)) en la que enseña literatura española en el Departamento de Lenguas Extranjeras, a la vez que colabora en el “Basque Studies Program”. Esta colaboración se intensifica especialmente cuando el coordinador del Programa Vasco, W.A. Douglass, se ausenta en 1972-1973, y E. Placer edita los números 7, 8 y 9 de la revista Newsletter, órgano de esa institución. Además, participó en dos veranos como profesor de literatura vasca (junto a K. Mitxelena, R. de Rijk, W.A,. Douglass, R. Laxalt, J. Bilbao, etc) en las jornadas o cursos de verano celebrados en la zona norte y sur del País Vasco.

Eloy Placer fue un vasco universal, un educador humanista, querido por sus alumnos y muy apreciado por sus colegas, por sus cualidades: integridad, dignidad, amistad, caballerosidad y laboriosidad. Uno de sus amigos, el escritor americano Robert Laxalt que le conoció de cerca, le describe así: “Eloy fue uno de esos hombres que se encuentran en raras ocasiones en la vida […] Amaba todo lo que tuviera relación con lo vasco. Incapaz de vivir bajo una dictadura, se exilió voluntariamente de su querida patria y vino a los Estados Unidos. Tuvieron que pasar veinte años para que se animara a visitar su país natal (en realidad fueron 32 años, 1940-1972) […]. Un hombre al que no se le podía destruir con castigos por algo en lo que él creía, un hombre que tuvo el valor de dejar su país natal en busca de libertad, un hombre que vino a compartir con nosotros un sueño. Echaremos en falta su mente brillante, su ingenio, su incansable energía, su orgullo y su humildad, su devoción a sus alumnos”. (Newsletter, 1974, nº 10:5).

Un infarto acabó con su vida cuando preparaba en Reno otro curso de verano con estudiantes americanos en Euskal Herria. Fue inhumado con honores militares en el cementerio de Lafayette (Louisiana); su ataúd, a petición de sus familiares, fue cubierto con la ikurrina. Goian bego, gudari¡ i

OBRA

Placer, Eloy. Lo vasco en Pío Baroja. Buenos Aires. Ekin, 1968.

Placer, Eloy. “Baroja, Flaubert y el estilo”, Symposium, 1960, XIV:1: 49-52.

Placer, Eloy. “Beginning Basque after Umandi’s Method”, 1961, Syracuse University: Centro de Estudios Hispánicos (no publicado, 210 pg.).

Placer, Eloy. “La influencia del euskera en el estilo de Baroja”, Hispania, 1962, XLV:2:218-223.

Placer, Eloy. “So, you speak real Castillian!”, Hispania, 1963, XLV:4:779-780.

Placer, Eloy. “Suárez-Llanos: Galaico y barojiano”, Hispania, 1966, XLIX:2:258-262.

Placer, Eloy. “En la ‘Newberry Library’ de Chicago”, BAIEV, 1966, XVII:67:185-187.

Placer, Eloy. “Unamuno y el vascuence. Contra-ensayo de Martín Ugalde”, en Boletín del Instituto Americano de Estudios Vascos, 1967, XVIII:68:21-24.

Placer, Eloy. “Los cuatro ejemplares del Gero en la Newberry de Chicago”, en Boletín del Instituto Americano de Estudios Vascos, 1968, XIX:72: 23-27.

Placer, Eloy. “Lope de Aguirre, protagonista literario”, en Boletín del Instituto Americano de Estudios Vascos, 1968, XIX:75: 158-165.

Placer, Eloy. “The Basque language lives on”, en Boletín del Instituto Americano de Estudios Vascos, 1969, XX:76: 11-12.

Placer, Eloy. “Introduction to Basque Literature”, Basque Studies Program Newsletter, 1970, nº3: 4.

Placer, Eloy. Reseña de Ramón Gómez de la Serna. Nuevas páginas de mi vida, Hispania, LIV:4: 971. FALTA EL AÑO

Placer, Eloy. “Muere un vasco en el oeste americano”, en Boletín del Instituto Americano de Estudios Vascos, 1972, XXIII:89: 77-78.

Placer, Eloy. An Introduction to Basque Literature. University of Nevada, Reno (hojas ciclostiladas, 54. pg).

Placer, Eloy. “El incidente Lhande-Baroja”, en Boletín del Instituto Americano de Estudios Vascos, 1973, XXIV:92: 19-24.

BIBLIOGRAFÍA

Aulestia, G. “Eloy L. Placer: un alavés excepcional”, El Diario Vasco, 26-III-1991.

Aulestia, G. “Euskaldunak Ameriketako Unibertsitateetan”, en Sesenta Años después: Euskal Erbestearen Kultura, tomo I, Donostia, Ed. Saturrarán, 200: 255-280.

Martínez Salazar, A. 100 Alaveses. Gasteiz, Ayuntamiento de Vitoria, 1999: 107-108.

Osés, J.M. “Eloy Placer, un políglota alavés universal”, Deia, 3-X-1982: 6.

Ruiz de Aguirre, J. “En homenaje a un alavés”, Deia, 10-IV-1980: 2.

Raull, Regina

Fotografía de Regina Raull

Raull Martín, Regina
Estudios: Bellas Artes, Pintura.
Profesión preferente: Pintora.
Actividades culturales: Periodista.
Exilio: 1939-
Lugares y fechas:
1.- República Dominica: 1939-1941
2.- México: Desde 1941.
BIOGRAFÍA
Regina Margarita Raull Martín nació el 12 de febrero de 1931 en Bilbao. Pertenece a la denominada segunda generación del exilio o generación hispanomexicana, compuesta por aquellos que siendo niños acompañaron a sus padres al exilio. La familia Raull Martín cruzó la frontera por los Pirineos en 1939. En Francia permanecerán hasta conseguir embarcar hacia América, en concreto, hacia la República Dominicana, donde llegan el 19 de diciembre de 1939, a bordo del transatlántico De la Salle. Su estancia en la República Dominicana se prolongará durante dos años, pero motivado por el escaso crecimiento económico que ofrecía el país, José Raull Bellido, padre de la futura pintora, decide marcharse a México; pero antes de llegar a su destino definitivo, tendrán que pasar un mes en Cuba. Según la ficha conservada en el Archivo General de la Nación de México, José Raull llegó al puerto de Veracruz el 17 de noviembre de 1941, en el buque Monterrey.
En México, sus primeros años se desarrollan en los círculos formados por republicanos, en concreto alrededor de la Calle de López, que desde enero de 2010, se denomina también Vía del Exilio Español. Regina, junto a sus dos hermanos, José y Hada, estudió en los Colegios fundados por los propios exiliados, como el Colegio Madrid o el Instituto Luis Vives. La formación recibida en estas instituciones les abriría las puertas de la Universidad. Regina Raull inicia sus estudios en la Escuela Nacional de Artes Plásticas, entrando en contacto, de una manera más directa, con la realidad mexicana y sus pintores.
Con la Revolución Mexicana de 1910, el muralismo resurge con gran vigor como el gran exponente cultural de la mexicanidad, llegando a convertirse en la Escuela Mexicana de Pintura, representada por los tres grandes nombres: Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco. Frente a la manera de entender la pintura de la escuela realista, con su gran componente político social, surge la propuesta de Rufino Tamayo, que él mismo definió como “realismo mágico”, que pretendía integrar la herencia indígena, la experimentación y las nuevas tendencias pictóricas europeas de las primeras décadas del siglo XX. En esta última tendencia habría que situar la obra de Regina Raull. Aunque con el tiempo, esta tendencia desembocó en el abstractismo y si bien, la pintora vizcaína realizó alguna obra abstracta, ya en 1966, calificó esta pintura como “hueca y fría”.
El muralismo ha estado representado por grandes figuras masculinas, pero no han faltado a lo largo del siglo XX mujeres muralistas. La mayoría de los murales diseñados y creados por pintoras se encuentran en el Museo Nacional de Antropología de la capital mexicana. Cuando éste se estableció en su actual emplazamiento, en el bosque de Chapultepec, en 1964, se encargaron una serie de murales a ocho pintoras destacadas, y entre ellas a Regina Raull. Su mural, “La educación del niño en la época mexica”, es un óleo sobre plancha forrada de tela, de 2,53 x 18,20 m., situado en la sala Servicios Educativos, y que elaboró durante unos veinte meses de trabajo. En él, Raull recrea con trazos finos un día en la vida de los aztecas. Realizó otros murales en el Hospital Psiquiátrico Infantil, en Tlalpan (1967) y en el Hospital de Salubridad y Asistencia. Aunque su obra es en gran parte, pintura de caballete.
Todos los cuadros de Regina Raull nos transportan a una inocencia natural, pero donde la figura humana, casi siempre niños y mujeres, es el centro del cuadro y donde los colores adquieren una importancia crucial.
Durante las décadas de los sesenta y setenta del siglo pasado, diseñó una serie de carteles para la compañía Mexicana de Aviación.
Entre las otras actividades culturales que promovió o realizó la pintora bilbaína nos encontramos con que fue la que propuso una “Olimpiada cultural” paralela a la deportiva, aunque posteriormente no se le reconoció ese mérito; asimismo, fue la primera pintora en diseñar la iluminación de la capital mexicana en la Navidad de 1971.
Por último, habría que destacar su labor como periodista cultural. La mayoría de sus artículos se publicaron en el periódico La Extra.
En el Museo de Arte Contemporáneo Hispano-Mexicano de Alagón (Zaragoza) podemos contemplar una obra suya.

Regina falleció en Ciudad de México, el 19 de noviembre de 2019.

BIBLIOGRAFÍA
“Regina Raull, pintora exiliada. Congreso Arte y Exilio” (1ª Parte). Entrevista realizada a la pintora vizcaína el 3 de junio de 2013 en su domicilio. http://www.youtube.com/watch?v=c8RVFMQEsmM.
“Regina Raull, pintora exiliada. Congreso Arte y Exilio” (2ª Parte). http://www.youtube.com/watch?v=dw7DvNqsaeg.
Bueno Martínez, María: “Dulce como los ojos de los niños: la pintura de Regina Raull”, en Exilio y Arte. En prensa.
Bueno Martínez, María: “La segunda generación pictórica del exilio republicano español: el caso de Regina Raull”, en Experiencias compartidas. América: cultura visual y relaciones artísticas. En prensa.

Autora: María BUENO

Ruiz de Azua Zabalbeaskoa, Antonio

Fotografía de Antonio Ruiz de Azua Zabalbeaskoa

(Elantxobe, 1904 – Mexico DF, 1974)

Estudios:
Profesión preferente: Periodista, tipógrafo.
Actividades culturales: Escritor.
Pseudónimos: Elantxobetar bat, Ogoñope
Exilio: 1938-1974.
Lugares y fechas del exilio:
1.- Cataluña: 1937-1938.
2.- México DF: 1938-1974.

BIOGRAFÍA
El periodista, impresor y escritor nacionalista había nacido en Elantxobe (Bizkaia), en 1904. Se inició muy tempranamente en el mundo de las letras, colaborando en numerosas publicaciones de ideología abertzale, sobre todo en euskara pero también en castellano. Así, escribió en Ekin, Aberri, Eguna… A lo largo de su carrera utilizó diferentes pseudónimos, práctica habitual en la prensa de aquellos años, siendo los más conocidos “Elantxobetar bat” (uno de Elantxobe) y “Ogoñope”, que hace referencia al cabo de Ogoño, situado en su municipio natal; en castellano se podría traducir como “debajo de Ogoño”. Militante del PNV, durante la guerra civil colaboró en el diario Eguna, íntegramente escrito en lengua vasca. Tras la caída de Bizkaia se refugió en Barcelona, hasta 1938, año en el que se exilió en México DF. En la capital mexicana desarrolló una labor incansable por difundir la realidad y problemática vasca. Así, fue presidente de la Casa Vasca e impulsor de Euzko-Deya, medio en el que ocupó diferentes cargos, siendo en buena medida su principal responsable; hay que destacar que en su labor periodística mostró una actitud abierta, por encima de partidismos, acogiendo en las páginas de Euzko Deya a intelectuales alejados de la ideología del PNV, como es el caso de Cecilia García de Guilarte. En el campo de la creación, escribió diversos cuentos que recopiló en el libro Ipuiñak eta izkirimirak (Cuentos y sucedidos) y la obra de teatro Euzkadiko herri baten (En un pueblo de Euzkadi). También impulsó otra revista, Ekin (Acometer), escrita en euskara y de la que sólo se conoce un número de abril de 1950. Su aportación periodística no ha sido recopilada hasta la fecha. Hay que mencionar asimismo que colaboró en varios programas radiofónicos. Falleció en DF, en 1974.

OBRA
Cuentos:
* Ipuiñak eta izkirimirak

Teatro:
* Euzkadiko herri baten. México: revista Ekin, 1950.

Salegi Ostolaza, Mario de

Fotografía de Mario de Salegi Ostolaza
(Donostia, 1918 – New York, 2005)

Estudios: Contabilidad, delineación. Empezó Filosofía y Letras.

Profesión preferente: periodista
Actividades culturales: editor, escritor, activista, traductor
Pseudónimos:
Exilio: 1938-1977
Lugares y fechas de exilio:
1º.- New York: 1941
2º.- París: 1946
3º.- California: 1947-1952
4º.- México: 1952-1959
5º.- New York: 1960-2005

BIOGRAFÍA

La de Mario de Salegi es una de esas biografías aventureras y complejas que ha generado el exilio vasco de 1936. Intelectual entregado a la causa vasca y, en general, a la defensa de las ideas progresistas, resulta un personaje de difícil clasificación ideológica. En general, se puede decir que lo rocambolesco de su biografía ha ocultado muchas veces sus realizaciones intelectuales y literarias.

Mario de Salegi nació en Donostia, el 17 de abril de 1918, era hijo de un militante nacionalista. Sin embargo, desde muy temprana edad, Salegi se posicionó en defensa de las ideas revolucionarias, afiliándose a las Juventudes del PCE. La infancia del incipiente periodista no fue fácil ya que era hijo de madre soltera y hasta tarde no conoció la identidad de su padre quien, no obstante, trató de ayudarle económicamente en sus estudios. La militancia comunista de Salegi no se prolongó demasiado tiempo: en el verano de 1935 se celebró en París una gran conferencia antifascista a la que acudió; a su regreso a Donostia abandonó el PCE para incorporarse al movimiento Jagi-Jagi, fundado por Eli Gallastegi. Iniciada la guerra, Salegi participa activamente en los movimientos para impedir que en un primer momento la ciudad sea controlada por los golpistas. Posteriormente se incorporó como voluntario al batallón de ANV Euzko Indarra. Herido en Urkiola, siguió al Gobierno Vasco hasta Trucios. De allí, en dirección a Santander fue hecho preso en Santoña, en agosto de 1937. Fue condenado a treinta años de cárcel por los franquistas e incorporado al batallón de trabajadores número 12. Puesto en libertad en 1940, se incorporó a los grupos de resistencia del PNV. Tras la caída del grupo huyó a Cádiz de donde se exilió a Estados Unidos en 1941. De allí se dirigió a Gran Bretaña con objeto de incorporarse a la lucha contra el nazismo. Detenido por los servicios de inteligencia ingleses, hubo de regresar a Estados Unidos donde realizó el servicio militar en la marina de guerra, combatiendo en el Pacífico con la VII Flota. Licenciado en 1945 y ya con la nacionalidad americana, en 1946 regresó a París a fin de incorporarse a la Brigada Vasca y colaborar con el Gobierno Vasco. Decepcionado, marcho a Italia y tras diversos avatares, retornó a los Estados Unidos, ejerciendo el periodismo tanto en Los Ángeles como en México. Así, colaboró en Novedades, Daily News. Fue corresponsal de La Opinión en Brasil, Guatemala, Costa Rica y Panama. También colaboró con las editoriales mexicanas Patria y Cesarman.

Pese a ser muy crítico con el PNV, siguió colaborando con la Delegación Vasca en New York. Fue declarado “riesgo a la seguridad” y perseguido por el marcartismo a partir de 1952. En ese mismo año contrajo matrimonio con Miriam Nurnberg. Ambos, junto con Julio álvarez del Vayo, crearon el Comité for Democratic Spain, organismo del cual fue secretario y que funcionaba en los locales de su librería American Books. A fines de 1959 trabajó en Library Journal de New York, fundando además su propia editorial. Tras la muerte de Franco apenas regresó en alguna ocasión al País Vasco. En 1977 quedó finalista en el Premio Planeta con Morir en Irún. Fue nombrado “Vasco Universal” por el Gobierno Vasco. Falleció el ocho de abril de 2005, en Nueva York, tras permanecer dos meses en la UVI del Hospital Mount Sinai. Sus cenizas fueron aventadas en la Sierra de Aralar.

DATOS BIBLIOGRÁFICOS
Esta bibliografía no es más que una primera aproximación a la obra de Mario de Salegi ya que la mayor parte de sus trabajos realizados en América están todavía por estudiar.

Obra de Mario de Salegi
* Libros:
Morir en Irún. Donostia: Elkar, 1980. [N]
Operación carlomagno. Novela de la resistencia vasca, 1940. Colección Nueva narrativa Española. Madrid: Ediciones Libertarias, 1988 (463 pp). [N]
Verano del 36. memorias de un gudari. Tafalla: Txalaparta, 2005 (pp). [M]

* Libros en colaboración:
Con EGAñA, Iñaki: Expediente vasco. CIA y FBI en Euskal Herria. Tafalla: Txalaparta, 2003.

* Entrevistas:
– SALA, Teresa: “Mario Salegi: “Hezkuntza eta kultura, Euskal herria berreraikitzeko oinarri””. Euskonews & Media, nº87, 2002.

Bibliografía sobre Mario Salegi:
– EGAñA, Iñaki:  Mario Salegi. La pasión del siglo XX. Tafalla: Txalaparta, 1999.
– EGAñA, Iñaki: “Mario Salegi, gutako bat”. Berria, 2005-IV-23 (14).
– ETXENIKE, Luisa: “Mario de Salegi, escritor, editor y militante antifranquista”. El País, edición País Vasco, 17-V-2005.
– MENDI, L: “El escrior Mario Salegi deja tras su muerte el recuerdo de su militancia democrática”. Deia, 24-IV-2005.
– MURUA URIA, Imanol: “Mario Salegi hil da, euskaldunon ´enbaxadorea´ New Yorken”. Berria, 2005-IV-23 (14).

Autor: José Ramón ZABALA

Sasiain Brau, Fernando

Fotografía de Fernando Sasiain Brau

(Donostia, 18 de junio de 1894 – Palencia, 15 de noviembre de 1957)

Estudios: Derecho (Universidad de Valladolid)
Actividad profesional prioritaria: Abogado. Líder republicano. Político.
Actividad cultural desarrollada: Impulso de la cultura desde su labor de alcalde de Donostia/San Sebastián de 1931 a 1936.
Fechas y lugares de exilio:
– 1939-1950, Lapurdi: Ziburu (Ciboure) y Donibane Lohitzun (Saint Jean-de-Luz / San Juan de Luz).

BIOGRAFÍA
Fernando Sasiain Brau nació en Donostia en 1894, en el seno de una familia republicana. Tras cursar estudios en su ciudad natal se trasladó a Valladolid donde se licenció en Derecho en 1918, actividad profesional que desarrolló en algunos momentos de su vida, ya que su verdadera vocación fue la política. En 1920 se presentó con la minoría republicana a las elecciones municipales y obtuvo su primer acta como concejal. En 1922 fue teniente de alcalde, cargo que desempeñó hasta el 13 de septiembre de 1923, fecha en la que el golpe militar de Primo de Rivera cambió todo el ordenamiento, siendo expulsado del ayuntamiento junto con el resto de concejales electos, siendo sustituidos por una corporación designada a dedo por los militares. Desde 1923 hasta 1930 se dedicó laboralmente a la abogacía y trabajó activamente en las filas republicanas, siendo detenido alguna vez en un intento por evitar los actos de protesta previstos contra el dictador Primo de Rivera.

En marzo de 1930 fue elegido presidente de la Unión Republicana donostiarra, motivo que le llevó a ser el anfitrión del Pacto de San Sebastián, firmado el 17 de agosto de 1930. Fue, junto con Indalecio Prieto, la única persona que representaba la realidad vasca en aquella importante reunión. Su participación en el Pacto fue decisiva en su devenir político porque le consagró, por un lado, como uno de los prohombres del republicanismo y, por otro, dio a conocer su talante y su capacidad negociadora, que tan importante iba a ser en el futuro.
Finalmente, se vio cumplido su sueño: la monarquía cayó , dando paso a la II República. A nivel personal, su labor y su valía le llevaron a ocupar la alcaldía de San Sebastián en las elecciones del 12 de abril de 1931, al ser el candidato más votado. Desde entonces inició una labor de trabajo incansable por su ciudad como alcalde progresista que fue, que había llegado a la política –según sus propias palabras– “preocupado seriamente por la cuestión social. A mí me arrastra a la política la irritante desigualdad de clases”. Durante su mandato se hicieron multitud de obras que aún se pueden ver en la ciudad: puso en servicio el edificio de bomberos de la calle Easo, inauguró la actual avenida de Navarra, instaló el primer semáforo de la ciudad, promovió el ensanche de Amara, inauguró la Plaza de Zaragoza y el Instituto Médico-Quirúrgico (que posteriormente fue el Instituto Oncológico), entre otras obras. Aunque sus dos intervenciones más emblemáticas fueron la inauguración del Museo de San Telmo y la recuperación para la ciudad del Palacio de Miramar. Políticamente tuvo una actividad destacada también en la consecución del Estatuto de Autonomía del País Vasco, ya que presidió la Comisión de los 18, un comité que tenía que poner en marcha el texto conjunto de Estatuto. El 21 de diciembre de 1933 se celebró el acto de entrega del Estatuto vasco al Parlamento español. Sasiain fue el encargado de entregar un ejemplar al Presidente de la República. El alacalde donostiarra también estuvo en la Comisión que llevó adelante el plante de los Ayuntamientos Vascos en la denominada “Guerra del Vino” de 1934.

Cuando en 1936 estalló la guerra siguió ejerciendo de alcalde, pero ya en un papel secundario ante las necesidades de la guerra, que dio el protagonismo a los grupos armados frente a los políticos. Se fue retirando a medida que las tropas rebeldes iban ocupando el territorio vasco, y, en 1937, pasó a Barcelona con el Gobierno Vasco; posteriormente, con la caída de Barcelona se exilió en Lapurdi (Iparralde) durante casi 11 años.
Si bien durante los primeros años de exilio siguió activo políticamente (firmó por ejemplo el Pacto de Baiona de marzo de 1945, fue vocal del Consejo Consultivo del Gobierno Vasco, etc.), lo cierto es que todo su exilio fue un periodo de gran penuria económica y de graves problemas de salud, problemas que no solo le afectaron a él, sino a toda su familia: sus hermanas y su padre estuvieron exiliados hasta 1939 y 1940 respectivamente, su hermano Eduardo estuvo encarcelado casi tres años, y su hermano Emilio se exilio con él y permaneció fuera del País Vasco peninsular hasta 1954. Fernando Sasiain había sido expoliado de todos sus bienes por el vengativo régimen franquista ya que el Tribunal de Responsabilidades Políticas le condenó (el 21 de octubre de 1941, en rebeldía) a “pérdida total de sus bienes y 15 años de extrañamiento” por “ser alcalde de San Sebastián, promotor del movimiento rebelde de los ayuntamientos vascos y del Pacto de San Sebastián”. Como no les pareció suficiente, por dos veces pidieron a sus aliados nazis que le detuvieran en Iparralde y le extraditaran. Los ocupantes nazis cumplieron parcialmente la petición y le encarcelaron en abril de 1941, en la cárcel de Baiona, a la espera de tramitar la extradición. Pero, por una cuestión de intereses políticos de aquel momento concreto, Fernando Sasiain fue sorprendentemente liberado por los propios nazis a los dos meses, para enfado de los franquistas, los cuales volvieron a pedir su extradición en 1943, momento en que fue salvado por la intervención de un suboficial alemán, que filtró a la Resistencia el listado de personas a detener. En esos años sufrió, probablemente por todas las penurias personales, familiares y económicas, fuertes depresiones que le llevaron a un intento de suicidio y a su ingreso durante algún tiempo en un centro especializado.

En diciembre de 1949, en vista de su estado de declive personal, decidió acogerse a uno de los decretos de Amnistía. Su estado físico-mental era tal que al llegar el 27 de diciembre de 1949 a la frontera le permitieron ir a casa de sus hermanas, en vez de ejecutar la orden de “búsqueda y captura” y encarcelarle. A los pocos días ingresó en el sanatorio psiquiátrico de la ciudad, donde estuvo casi un año, perseguido no obstante por el Juzgado Militar, el cual pedía informes periódicos sobre su estado de salud, al principio quincenalmente. En diciembre de aquel año recibió el alta, lo cual desencadenó una citación inmediata para acudir al Juzgado Militar. Allí declaró y quedó a la espera de ser citado, pero su estado de salud se deterioró definitivamente y desde la Diputación Provincial se gestionó desde la Junta de Beneficencia, al carecer tanto él como la familia de recursos económicos, una plaza en el Centro Psiquiátrico de San Juan de Dios de Palencia, donde ingresó el 30 de abril de 1951. Palencia fue su última residencia, ya que su estado de salud se fue deteriorando progresivamente. El 15 de noviembre de 1957 falleció en la ciudad castellana a consecuencia de un ulcus gástrico, lejos de aquel San Sebastián por el que tanto había luchado. Allí reposan sus restos.

Autor: Xabier Urmeneta

BIBLIOGRAFÍA
-MARKEZ, I. y URMENETA, X.: “Fernando Sasiain Brau: de alcalde republicano de San Sebastián al exilio, expolio y encierro psiquiátrico”. Bilbao: Revista NORTE de Salud Mental. 2012 Vol. X, nº 42, pp. 79-86. Consultable en: http://revistanorte.es/index.php/revista/article/view/96
-URMENETA, X. y MARKEZ, I.: Fernando Sasiain Brau, Donostiako alkate errepublikanoa: historiaren ahanztura / Fernando Sasiain Brau, alcalde republicano de San Sebastián: el olvido histórico. Bilbao: Ekimen 2013. Consultable en: http://www.donostia.org/app/FSasiain/index.html
-ZABALETA, M.: “Fernando Sasiain: un alcalde republicano para San Sebastián”. Guadalajara: Cuadernos Republicanos, 1995, nº 24, pp. 65-82.

Scheifler Amezaga, Francisco Xabier

Fotografía de Francisco Xabier Scheifler Amezaga
(Bilbao., 1915 – Tijuana, 1996)

Estudios: Humanidades, Filosofí­a, Teología, Economí­a.

Profesión preferente: Jesuita y profesor universitario.

Actividades culturales: Escritor y profesor universitario.

Exilio: 1937-1996.

Lugares y fechas del exilio:

1.- Francia: 1937.

2.- Bélgica: 1937-1940.

3.- México: 1940-1996.

El apellido Scheifler nos obliga a precisar desde el principio las raí­ces del árbol genealógico de este jesuita bilbaíno, nacido en una familia religiosa (cuatro de los seis hijos varones entraron en la Compañía de Jesús) y nacionalista (su padre fue uno de los fundadores de la revista Euzkadi). Su abuelo, Gustavo Scheifler, nació en 1847 en Bloteendorf (en la Bohemia del Imperio Austro-Húngaro actualmente en la República Checa). Siendo aún joven se estableció en Bilbao, donde abrió una ferreterí­a llamada “Los Alemanes”, en la Parte Vieja, junto a la Catedral. De su matrimonio con la bilbaína Vicenta Urrutia (1852 – 1931) nacieron nueve hijos, siendo Gustavo (1885 – 1974) el cuarto. Finalmente, del matrimonio de éste con Cleta Amezaga (1887 – 1983), natural de Deusto, nacieron también nueve hermanos, seis chicos y tres chicas.

Xabier Scheifler nació en Bilbao, el 3 de diciembre de 1915, festividad del misionero navarro San Francisco Javier, y fue bautizado con este nombre en la Parroquia de San Vicente Mártir, de Abando. Entre sus recuerdos de niñez conserva en su memoria la palabra “dictadura” con una connotación muy peyorativa por haberla sufrido entre los años 1923 y 1930 bajo el mandato del general M. Primo de Rivera. Hizo sus estudios primarios en el Colegio de Santiago Apóstol, obteniendo más tarde los diplomas de perito y profesor mercantil.

En 1935 comenzó la carrera de Ciencias Económicas en la Universidad de Deusto en la que conoció al estudiante mexicano Julio Ansoleaga que tanto le ayudarí­a más adelante en México. El 18 de julio de 1936 estalla la Guerra Civil en España y Xabier se ve obligado, con 21 años, a interrumpir sus estudios en segundo curso para prestar servicios auxiliares en el Departamento de Marina al servicio del Gobierno Vasco. El 21 de junio de 1937 las tropas de Franco ocupan Bilbao pero dos días antes Xabier había podido huir con otros veinte jóvenes vascos en el destructor Ciscar: “me parecía absurdo e intolerable matar gente que yo no conocía y que en nada me habían ofendido; de modo que decidí­ desertar […]. Alcancé a subirme a un barco de bandera francesa y durante horas estuvimos frente a las costas de Francia esperando la decisión: que nos devolvieran a España para fusilarnos por desertores o internarnos en un campo de prisioneros”. Xabier es detenido temporalmente y liberado por el prefecto francés: “con pantalones y chamarra de soldado, sin un centavo y sin documentación y con un pañuelo en el bolsillo […] pero con la alegría de estar en tierra francesa, vivo y libre”. Xabier puede reencontrarse con su familia exiliada desde comienzos de mayo de 1937 en Saint Seurint de Prats (sur la Dordogne), cerca de Burdeos. Varios meses después de la caída de Bilbao, en octubre de ese mismo año, la familia logra regresar a Bilbao sin el padre, que se verá obligado a permanecer en San Juan de Luz, padeciendo en soledad el duro destierro durante tres años. Xabier decide entonces marchar a Bélgica y prosigue allá la carrera de Ciencias Económicas en la Universidad de Lovaina, tras haber obtenido un crédito estudiantil. Estando cursando el último año de carrera estalla la II Guerra Mundial (1939-1945).

En mayo de 1940, un mes antes de que Xabier concluyera su carrera en Lovaina, el ejército del III Reich penetra en Bélgica. El joven estudiante que siempre confesó su pacifismo total y, en consecuencia “odiaba la guerra” consigue embarcarse en Amberes en el último barco que partía para el mundo libre, consciente de que ponía en peligro su vida pues poco antes dos buques habían sido destruidos por las minas magnéticas en el rí­o Escalda, cerca de Flessingua, antes de salir al Mar del Norte.

Tras cuarenta días de navegación y habiendo hecho escala en varios puertos, llega finalmente a Veracruz (México) donde le espera su buen amigo J. Ansoleaga quien, además de solucionar los trámites de su viaje, le ofrece el puesto de director de finanzas de la empresa familiar dedicada a la producción de jabón. En 1943, después de abandonar su puesto de trabajo bien remunerado, Xabier decide entrar en la Compañí­a de Jesús. En su juventud habí­a sentido “el gusanillo” de la vocación religiosa pero no se decidió a dar el paso definitivo hasta los 28 años: “una tarde, después de visitar la Basílica de Guadalupe y admirar la fe de los mexicanos, decidí hacerme mexicano, quedarme en mi patria de elección y hacerme jesuita”. El 1 de julio de 1943, a los 28 años de edad, ingresa en la Provincia Mexicana de la Compañí­a de Jesús donde estudia Humanidades. Durante el noviciado se siente un tanto contrariado pero contento: “todo estaba regulado y tenía que hacerse así­. Era ingrato y había muchas cosas objetivamente estúpidas, como por ejemplo ponerme a aprender el Catecismo. Yo me sabía el Astete de memoria, y en México se usaba el Catecismo Ripalda”. En 1947 logra la nacionalidad mexicana que la conservará hasta su muerte, en 1996. En 1950 hace una maestrí­a en Filosofía en la Universidad de Loyola, en Los Ángeles (California), y en 1955 obtiene la licenciatura en Teologí­a en la facultad St. Albert de Lovaina. El 30 de julio de 1954 fue ordenado sacerdote en Oña (Burgos). En 1959 logra la licenciatura en Economía en la Universidad de Lovaina, realizando además estudios de posgrado en la Escuela de Estudios Superiores de París (1958-1959).

A los 44 años de edad el Padre Scheifler, vasco por nacimiento y mexicano por elección, regresa a México a la docencia universitaria (“lo que más amaba en la vida”) a la que dedicará 35 años de su vida. Durante doce años (1960-1972) ocupa varios puestos en la administración e imparte clases de Economí­a en la Universidad Iberoamericana (UIA) de la capital mexicana: director de la Escuela de Relaciones Industriales (1961-1965); decano de la facultad de Ciencias Económicas y Administrativas (1966-1969); director del Departamento de Economí­a (1971-1972) y miembro del primer senado universitario (1971-1972). Sus dos libros más importantes, utilizados como textos son Historia del Pensamiento Económico I y II (1968) y Teoría Económica: Microeconomí­a (1971). Imparte, además, seminarios sobre marxismo, moneda, crédito y banca, etc.

Entre los años 1965 y 1970 se debatía con interés y no exento de pasión ideológica el tema del tipo de educación que se debí­a impartir en la Universidad Iberoamericana. El Padre Scheifler inculca a sus estudiantes (entre los que se hallaba Vicente Fox, futuro presidente de México) una educación que velaba por el compromiso y la justicia social. En su proyecto de universidad integral con aspecto humanista no le bastaba enseñar cómo influí­an las leyes económicas, la elasticidad de la oferta y la demanda en la formación del precio, etc. La economía debí­a estar al servicio del ser humano y no éste subordinado al proceso económico. X. Scheifler fue profesor numerario de la “Ibero” durante doce años y en 1989, tras 17 años de ausencia, esta universidad le otorgó el Doctorado “Honoris Causa” por su ejemplar trayectoria como maestro universitario.

En 1972 fue nombrado Rector de la Universidad ITESO (Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores) de Guadalajara hasta su jubilación (1994). Pero más que un rector que mandaba era un maestro que disfrutaba enseñando, siguiendo la máxima horaciana “enseñar agradando”. Los primeros años de su rectorado no le fueron fáciles a pesar del buen clima de Guadalajara: la débil situación económica de la institución, la pobre solidez institucional, los ataques contra el equipo rectoral por la defensa de la legalidad con ocasión del golpe militar de A. Pinochet en Chile (1973), etc, no minaron la voluntad de aquel vasco tenaz, consciente y valiente que fue siempre este jesuita bilbaíno. Su bondad, sencillez, transparencia, y finura en el trato con la gente no excluían la expresión vigorosa y hasta apasionada en defensa de objetivos importantes para él: la excelencia académica, el fortalecimiento de los organos de gobierno, la renovación de la biblioteca, etc. Como entretenimiento personal se dedicaba al embellecimiento del campus plantando árboles y cuidando los jardines. Después de 22 años de estancia, cuando en 1995 le llegó la hora de partir a Tijuana, el “viejo P. Scheifler” confesó con alma franciscana: “tengo cariños extraordinarios. Antes de irme voy a despedirme de los árboles del campus”. Fue profesor de Teorí­a Económica, Antropología Filosófica y Experiencia Religiosa.

En otro orden de cosas, ayudó también como consultor a varios PP. Provinciales de su orden en México y como delegado de su provincia en la XXXII Congregación Jesuí­tica en Roma. Fue miembro de la Comisión que redactó el importante decreto 4º “Nuestra misión hoy: servicio de la fe y promoción de la justicia” que tanta implicación ha tenido en la Compañ­a de Jesús y fuera de ella. Como conferenciante, fue invitado por el Banco Interamericano a impartir una serie de seminarios en Washigton (EE UU) sobre el tema “la persona humana”, logrando así establecer un diálogo interuniversitario. En 1990 publicó el libro En busca del sentido de la vida. Es indudablemente su libro más í­ntimo; está escrito con hondura pero con mucha sencillez y gran amor, y va dirigido tanto a los profesores y alumnos, como a los conserjes del centro y a las amas de casa. El autor busca el sentido del trabajo, del amor y del sufrimiento desde la óptica cristiana. Las numerosas citas bí­blicas, teológicas, filosóficas, artí­sticas (pintura, cine) y, sobre todo, literarias (León Felipe, Aantonio Machado, Pedro Salinas, Rafael Alberti, Antoine Saint-Exupéry, San Juan de la Cruz, Antoine Lamartine, Pablo Neruda, Hermna Hesse, etc.) hacen que la lectura sea más interesante y amena. El P. Scheifler fue profesor numerario y al jubilarse fue también nombrado profesor emérito de la ITESO.

En 1995, el octogenario y enfermo P. Scheifler fue destinado por el P. Provincial a Tijuana. Aunque sus amigos y compañeros consideraron este destino como castigo, él lo tomó como un paso más en su desarrollo personal, recordando una frase que el P. Castiello le repetí­a a menudo en el noviciado: “un jesuita es un hombre que se va”. Este destino, aceptado con obediencia y con dolor, aceleró indudablemente su muerte, aunque sacando fuerzas de su flaqueza escribió: “me cuesta salir, pero me voy con entusiasmo a ver si todavía, a mis 80 años, puedo ser útil en Tijuana”. Llegó a esta ciudad bañada por el mar el 31 de julio de 1995, festividad de San Ignacio de Loyola. La brisa suave del mar le recordó la costa de su tierra lejana, Algorta, Bakio, Lekeitio, y también los versos de uno de sus poetas preferidos: “el mar, siempre volver a empezar” (León Felipe). Compartió con alegrí­a con sus nuevos compañeros las charlas de las sobremesas, que tanto le agradaban. Pero meses más tarde “con el corazón destrozado” y la piel atravesada de tubos en la sala de cuidados intensivos del hospital de Tijuana sucumbió al esfuerzo de una nueva aventura. Murió hacia el mediodía del 8 de febrero de 1996. Sus restos descansan en la parroquia “Estrella del Mar” (Playas, Tijuana). Desaparecía así­ un vasco cercano al ser humano, que ofreció su vida al servicio de los más pobres en México.

OBRA

Historia del Pensamiento Económico I. México D.F., Ed. Trillas, 1968.

Teoría Económica: Microeconomía. México D.F., Ed. Trillas, 1971.

En busca del sentido de la vida. México D.F., Ed. Trillas, 1990.

Historia del Pensamiento Económico II. México D.F., Apuntes, Ed. Universidad Iberoamericana, 1968.

Moneda, crédito y banca. México D.F., Ed. Universidad Iberoamericana, 1964.

BIBLIOGRAF͍A

Caldero, Santa Fe, Ciudad de México. Universidad Iberoamericana. Primavera 1996. Número especial. Homenaje al Padre Francisco Xabier Scheifler Amézaga, S.J.

Autor: Gorka Aulestia

Trabudua, Polixene

Fotografía de Polixene Trabudua
(Sondika, 1919 – Zeberio, 2003)

Nació en Sondika, Bizkaia, en 1912. Fue miembro de Emakume Abertzale Batza (Comisión de Mujeres Patriotas) y de profesión andereño (profesora en lengua vasca). Vivió el exilio en Francia e Iparralde. De familia carlista, sus padres eran vascoparlantes, religiosos y tradicionales, y veían con cierto recelo el carácter, para ellos revolucionario, de la causa abertzale. Con dieciséis años conoció al futbolista José de Mandaluniz, su esposo, y con él entró en el Batzoki de Bilbao. Una representación de la obra Pedro Mari, de Arturo Kanpion le hizo tomar definitivamente conciencia de su identidad. Es entonces cuando decidió ingresar en EAB. En Iruña se estrenó como oradora en los mítines del PNV, hablando mitad en euskara, mitad en castellano, siempre exaltando el valor del euskara y de la cultura vasca. En 1933 fue detenida y encarcelada en Larrinaga durante quince días, junto con Haydée Agirre, acusada de haber reivindicado la independencia en un mitin. Otro mitin de Polixene hizo que su padre se sumase, ya sin reparo, a la causa vasca. Vicente de Amezaga firmó su título de maestra, convirtiéndose así en una de las primeras andereños. La guerra civil le sorprendió en Bilbao, ya con hijos y embarazada de uno más. Escapó por mar con sus hijos, primero a Santander y luego a Burdeos. El exilio en Francia le supuso un gran desgarro emocional. Instalada en Donibane Garazi (St. Jean de Pie-de-Port), trabajó hasta el final de la guerra en la colonia de niños que el Gobierno Vasco había organizado en esta ciudad navarra. En lo material, los problemas fueron menores por la profesión de su marido, fichado por un equipo de Rouen a donde se trasladó la familia, para posteriormente dirigirse a París donde se encontraba una importante colonia de exiliados vascos. En 1950 regresó a Bilbao pero la presión era muy fuerte lo que obligó a la familia Mandaluniz a exiliarse de nuevo en Francia y, en 1954, en Venezuela, su segunda patria. En el país americano se instalaron primero en Caracas y, luego, en Maracaibo. Polixene volvió a la enseñanza en distintos centros escolares e, incluso, en la cárcel, y también a la literatura, escribiendo numerosos artículos en el diario Panoramas de Maracaibo. Más tarde, durante la transición, escribió también en el diario Deia. Estos trabajos han sido recopilados en dos volúmenes: Artículos de Amama (1991) y Crónicas de Amama (1997) (amama significa abuela). Falleció en Zeberio (Bizkaia) en el 2003.

CREACIÓN

-. Artículos de Amama. Primera edición, Universidad de Zulia, 1985. Segunda edición, Bilbo: Sabino Arana Kultur Elkargoa, 1991[E].
-. Crónicas de Amama. Bilbo: Sabino Arana Kultur Elkargoa, 1997. [M].

BIBLIOGRAFÍA
-. GARMENDIA, Elixabete. Polixene Trabudua. Colección Bidegileak. Gobierno Vasco, Gasteiz, 2001.
-. «Polixene eta Balendiñe» en José Ramón Zabala (coord.): Non zeuden emakumeak? La mujer vasca en el exilio de 1936. Editorial Saturrarán, Donostia, 2007.
-. UGALDE, Mercedes. Mujeres y nacionalismo vasco. Génesis y desarrollo de Emakume Abertzale Batza (1906-1936). Bilbo: Euskal Herriko Unibertsitateko Argitalpen Zerbitzua, 1993.

Ugarte Pagés, Eduardo

Fotografía de Eduardo Ugarte Pagés
(Hondarribia, Gipuzko, 1900 – México DF, 1955)

Estudios : Licenciado en Derecho.
Profesión preferente : Guionista de cine, dramaturgo.
Actividades culturales : Codirector del grupo de teatro La Barraca.
Exilio: 1939 – 1955
Lugares y fechas de exilio :
-París (Francia): 1937-1939
-México: 1939 – 1955

BIOGRAFÍA

Eduardo Ugarte Pagés nace en Hondarribia, Gipuzkoa en 1900, en una familia de clase media alta. Nieto del general carlista Pagés e hijo del escritor y político catalán Javier Ugarte, cursa el Bachillerato en Madrid, ciudad en la que también se licencia en Derecho. Una profesión que nunca ejercerá. En 1928 contrae matrimonio con Pilar Arniches, hija del dramaturgo Carlos Arniches, y se convierte así en cuñado de otro dramaturgo destacado, José Bergamín. Son testigos de la boda Federico García Lorca, Ignacio Sánchez Mejías y Pierre Emmanuel. Ese mismo año, Ugarte gana el premio para autores noveles convocado por el periódico ABC. La obra galardonada, escrita en colaboración con José López Rubio, con quien ha compartido estudios y tertulias, lleva por título De la noche a la mañana. Su estreno tiene lugar un año más tarde, en el teatro Reina Victoria de Madrid, por la compañía Díaz-Artigas. A pesar de no tratarse de una comedia comercial al uso, la obra es acogida muy bien por los espectadores, pues los autores saben combinar la elegancia, el humor, la fantasía y el oficio de escribir, con un dominio de la técnica dramatúrgica que sorprende, dada la juventud de sus creadores, a los críticos.

Poco tiempo después, Ugarte y López Rubio vuelven a unir su talento para escribir La casa de naipes, comedia “vulgar” que se estrena en el teatro Español de Madrid, bajo la dirección de Cipriano de Rivas Cherif, cuñado de Manuel Azaña y el principal renovador de la escena profesional durante los años de la II República. Un tercer proyecto, de nuevo en colaboración con López Rubio, es la obra Mitad y mitad, que no llega a estrenarse por considerarse muy atrevida para las compañías de entonces. A estas empresas, hay que sumar el encargo, sin concluir, de la actriz Irene López Heredia, con un drama sobre la quiebra de un banco, con el título de Crac.

En 1930, probablemente por intervención de Edgard Neville, los dos dramaturgos parten hacia América, contratados por la Metro Goldwyn Mayer, para ejercer como traductores al castellano de películas dirigidas al público latinoamericano. En los seis meses de estancia en Hollywood, entre agosto de 1930 y enero de 1931, Ugarte realiza las adaptaciones de los diálogos de Su última noche, La mujer X y El proceso de Mary Dugan, los dos últimos títulos con López Rubio. En este tiempo, el dramaturgo vasco se familiariza con los recursos del guionista de cine, la producción y las técnicas cinematográficas. Además, en California, donde llega a compartir apartamento con su amigo Luis Buñuel, sigue manteniendo contacto con los humoristas de la Generación del 27, la “otra” Generación, la de Mihura, Jardiel Poncela, Tono, Neville… de la que Ugarte se distanciará poco tiempo después, por motivos ideológicos.

Cuando vuelve a Madrid, Eduardo regresa al teatro para trabajar en la Institución Pedagógica de Extensión Universitaria en los Medios Rurales, organizada en 1931, y en la Escuela Dramática para Estudiantes de Teatro. En ese mismo año se embarca junto a García Lorca en la codirección de la compañía de teatro universitario La Barraca, una de las aportaciones más interesantes, como experiencia pedagógica, política y vanguardista, para la necesaria renovación de la escena estatal. La labor que realiza Ugarte en La Barraca, compartiendo responsabilidades con Lorca desde su creación, es fundamental en el desarrollo del proyecto. Sin cargo específico y asumiendo las funciones de director literario, ayudante de dirección, administrador y responsable de la compañía, Ugarte cuenta con la total y absoluta confianza de García Lorca, con quien le une una estrecha amistad y comunes objetivos artísticos, sociales y políticos. De hecho, Ugarte, que forma parte del círculo de amistades más cercanas al poeta como Buñuel, Ignacio Sánchez Mejías, Pura Maortua, Santiago Ontañón, Alberti o María Teresa León, es el director de La Barraca durante las numerosas ausencias de Federico, hasta el asesinato del escritor granadino en 1936, y participa en todas las giras del grupo por distintos pueblos y ciudades de la Península. Animados por el firme propósito de llevar la cultura a las clases más populares, Ugarte y García Lorca revitalizan el teatro clásico, con unas propuestas escénicas actuales y vanguardistas, y lo aproximan al público contemporáneo, con espectáculos realizados sobre textos de Calderón, Cervantes, Tirso de Molina, Lope de Rueda, Juan del Encina…

Otra experiencia artística importante para Ugarte en esa época es su participación como “director de diálogos” de la productora cinematográfica Filmófono, fundada por Luis Buñuel y Ricardo María Urgoiti, y donde Ugarte escribe los guiones de Don Quintín el amargao, La hija de Juan Simón, ¿Quién me quiere a mí? y ¡Centinela, alerta!.

Cuando estalla la Guerra Civil, Eduardo Ugarte entra a formar parte de la Alianza de Intelectuales Antifascistas, que preside su cuñado José Bergamín. Con un pensamiento marxista, cercano al Partido Comunista, participa también en los servicios de prensa del 5º regimiento y ejerce de redactor en el Mono Azul y Mundo Obrero. Además, colabora con Rafael Alberti y María Teresa León en las representaciones teatrales impulsadas por la Alianza y en los grupos que dieron lugar a las Guerrillas del Teatro. En 1937 se traslada a París como Agregado Cultural de la Embajada española; allí, entre otras actividades culturales y políticas, trabaja en el X Congreso Internacional de Teatro.

Al mes siguiente de finalizar la Guerra Civil, Ugarte y su familia se embarcan desde Francia en el buque holandés Veendam rumbo a México. A su llegada, toma parte junto a José Bergamín en la gestación de la Editorial Séneca y, como medio de vida, regresa al cine como guionista y adaptador de películas como El secreto de una monja, El insurgente, Amor chicano, La casa del rencor, Las cinco noches de Adán, Yo bailé con don Porfirio, Resurrección, Internado para señoritas, Imprudencia, La monja alférez, El globo de Cantolla, Así son ellas… Casi todas realizadas por el director Gilberto Martínez Solares. Desde 1943, dirige el Departamento Literario de la productora y distribuidora CLASA Films Mundiales, debutando como director cinematográfico en 1944, sin demasiada fortuna, con la comedia musical Bésame mucho, a la que sigue el melodrama Por culpa de una mujer. Luego continuará con su labor de guionista y adaptador con El pasajero diez mil y Calabacitas tiernas.

En 1950 comienza a trabajar en la empresa del poeta Manuel Altolaguirre, Producciones Isla y, también con Altolaguirre, colabora en la redacción del guión de Yo quiero ser tonta. Segidamente, esta vez en solitario, escribe el guión y los diálogos de Clarines, retomando un año después la dirección cinematográfica con El puerto de los siete vicios y Cautiva del pasado. En 1954 coopera de nuevo con Martínez Solares en el argumento y adaptación de El sultán descalzo. Su último trabajo para el cine está fechado en 1955, año de su muerte. En este caso, vuelve a colaborar con Luis Buñuel en la adaptación y en el guión de Ensayo de un crimen.

La vida en el exilio de la familia Ugarte estuvo condicionada por la larga enfermedad cardiaca que padecía el autor vasco, la inestabilidad laboral y los problemas económicos. El cine fue una forma digna de subsistencia, pero Ugarte, como tantos otros, debió supeditar su talento a los gustos comerciales de la época. Quizás fue más satisfactoria personalmente la labor docente que desempeñó en la Universidad Autónoma de México, donde, según parece, fue profesor de historia y teoría teatral. Fruto de estas clases son los apuntes recopilados en los manuales Rutas del teatro (1954) y Alrededor del teatro, este último es un manuscrito ilocalizable y sin publicar.

DATOS BIBLIOGRÁFICOS
Obra de Eduardo Ugarte:
* Obras de teatro:
-UGARTE PAGÉS, Eduardo y LÓPEZ RUBIO, José, De la noche a la mañana, Madrid, Gráfica Literaria, 1929. Primera edición.
-La casa de naipes, Madrid, Alfil, 1958.
– Mitad y mitad, sf.

* Ensayos sobre teatro:
-UGARTE Y PAGÉS, Eduardo, Rutas del teatro, México DF, Patria, 1954.
Alrededor del teatro, inédito.

* Guiones y adaptaciones para el cine:
Su última noche (1931)
La mujer X (1931), con José López Rubio)
El proceso de Mary Dugan (1931, con José López Rubio)
Don Quintín el amargao (1935)
La hija de Juan Simón (1935)
¿Quién me quiere a mí? (1936)
¡Centinela alerta! (1936, con Carlos Arniches)
El secreto de una monja (1939)
El insurgente (1940, con Julio Saénz)
Amor chicano (1941, con Julio Saénz)
La casa del rencor (1941, con Gilberto Martínez Solares)
-em>Las cinco noches de Adán
(1942, con Fernando Cortés)
Yo bailé con don Porfirio (1942)
Resurrección (1943, con Gilberto Martínez Solares)
Internado para señoritas (1943)
Imprudencia (1944)
La monja alférez (1944, con Max Aub)
El globo de Cantolla (1943, con Max Aub)
Así son ellas (1943)
El pasajero diez mil (1946)
Calabacitas tiernas (1948)
Yo quiero ser tonta (1950, con Manuel Altolaguirre)
Clarines (1950, con Egon Eis)
El sultán descalzo (1954, con Gilberto Martínez Solares)
Ensayo de un crimen (1955, con Luis Buñuel)

* Películas (como director):
Bésame mucho (1944)
Por culpa de una mujer (1945)
El puerto de los siete vicios (1951)
Cautiva del pasado (1951).

*Bibliografía sobre Eduardo Ugarte :
-CELA, Julia, La empresa cinematográfica española Filmófono (1929-1936), Madrid, 1995.
-GIBSON, Ian, Federico García Lorca, Vol. II, Barcelona, Grijalbo, 1987.
-GUBERN, R., Proyector de luna. La Generación del 27 y el cine, Madrid, 1999.
-LÓPEZ RUBIO, José, Historias de Hollywood, Madrid, 1945.
-RÍOS CARRATALÁ, Juan A., A la sombra de Lorca y Buñuel: Eduardo Ugarte, Universidad de Alicante, 1995.
– “Un amigo ‘raro’ de Max Aub: Eduardo Ugarte”, en Max Aub y el laberinto español, Valencia, 1996.
-SÁENZ DE LA CALZADA, Luis, La Barraca: Teatro Universitario, Madrid, Revista de Occidente, 1976.
-SAMPELAYO, Carlos, “Los españoles en América. Ugarte. Precedentes del cine. Los hijos, la mujer, la vida”, en Los que no volvieron, Barcelona, Asenet, 1975, pp.265-269.

Autora: Mari Karmen Gil Fombellida

Unzueta, Sorne

Fotografía de Sorne Unzueta
(Bilbao, 1900 – Urduliz, 2004)

Estudios: Magisterio.
Profesión preferente: Profesora.
Actividades culturales: Escritora.
Pseudónimos: Utarsus
Exilio: 1937-1953
Lugares y fechas de exilio:
1 .- Francia: 1937-1953

BIOGRAFÍA

Nacióen Bilbao, en la localidad de Abando, el 27 de noviembre de 1900. Bajo el pseudónimo de Utarsus, fue escritora, poeta, articulista, pintora, euskaltzale, andereño y militante del PNV. Vivió el exilio en Francia desde 1937. Regresó a Euskal Herria, a Algorta, en 1953. Sorne, “Concha” en el ámbito familiar, ingresó a los catorce años en la Escuela Normal Superior de Maestras, con su hermana Basilisa. Aprendió euskara con dieciséis años. Impartió clases en Isuskitza y Lemoa, donde vivió después de casarse con Gregorio Errazti, en 1925. Su esposo trabajaba en la Caja de Ahorros de Bilbao. En Lemoa tuvo Sorne a sus tres hijos, Andone, Jon Ander e Iñaki que nació muerto. Después fue maestra en Bedia y en Berango, en la Escuela Santa Ana, hasta comenzar la guerra, desde 1934 a 1937. En ese tiempo vivió en Algorta, donde nacieron sus hijas, Gotzontze y Sorne. En el campo cultural y político de Euskal Herria, Sorne fue un miembro destacado de Emakume Abertzale Batza próxima al PNV (Comisión de Mujeres Patrióticas). Como escritora destacó su vertiente poética, publicando en revistas culturales como Euzkerea, Zer; como narradora escribió una novela en castellano, Me voy contigo, y como articulista publicó textos de contenido político en distintas revistas: Bizkaitarra, Euzkerea, Aberri-Eguna, Jagi-Jagi. Como mujer política y abertzale, Sorne participó en mítines antes y durante la guerra civil, siempre en euskara, resaltando en general la labor de la mujer en la construcción de Euskal Herria. Al estallar la guerra civil, Sorne partió hacia el exilio en el barco “Goizeko Izarra” junto con sus hijos y su hermana Asun. Su marido continuó en Bilbao y luego pasó a Barcelona. Cuando la familia volvió a reunirse en Francia de nuevo, la vida no fue nada fácil. Allí nació, en plena II Guerra Mundial, en 1942, su hijo Xabier. Sorne y su marido colaboraron con la Resistencia contra el ejército de ocupación alemán y se trasladaron a París, donde, a petición de José Antonio de Aguirre, el marido de Sorne se hizo cargo de Euzko Deya*, órgano de prensa del Gobierno Vasco. Permanecieron en París hasta 1953, año en que regresaron a Euskal Herria, después de dieciséis años de exilio. En plena dictadura franquista, y sin ningún derecho a desarrollarse como mujer política y abertzale, Sorne encontró un modo de salir adelante enseñando francés. Falleció en Urduliz en el año 2004.

Desde un punto literario, la obra de Sorne Unzueta es un ejemplo claro de la ruptura cultural que supuso la guerra civil. La incipiente escritora hubo de abandonar las letras para volcarse en la mera supervivencia y en la labor política. Es probable que muchos de sus trabajos permanezcan todavía inéditos, como es el caso de la novela en castellano Me voy contigo. Sorne Unzueta muestra, al igual que otras escritoras como Balendiñe Albizu, la progresiva integración de la mujer al ámbito de la literatura en lengua vasca; de ahí su importancia.

DATOS BIBLIOGRÁFICOS
*Libros:
Idazlan guztiak (obras completas). Edición de Igone Etxebarria. Labayru Ikastegia-Ayuntamiento de Bilbao, Bilbao, 1997.

*Bibliografía sobre Sorne Unzueta:
-ETXEBARRIA, Igone: Sorne Unzueta Utarsus. Colección Bidegileak. Gobierno Vasco, Gasteiz, 2000.
-ETXEBARRIA, Igone: “Sorne Unzueta Utarsus. Todos los exilios” en José Ramón Zabala (coord.): Non zeuden emakumeak? La mujer vasca en el exilio de 1936. Editorial Saturrarán, Donostia, 2007.
-KORTAZAR, Jon: Euzkerea eta Yakintza aldizkarietako olerkigintza. Bilbao: Labaiyru. 1995.
-ONAINDIA, Santiago (Ed.): Mila euskal olerki eder. Tomo II. Bilbao: La Gran Enciclopedia Vasca. 1976, pp. 701-702.

Autor:José Ramón Zabala

Zaitegi Plazaola, Jokin

Fotografía de Jokin Zaitegi Plazaola
(Arrasate – Mondragon, 1906 – Donostia, 1979)

Estudios: Filosofía y Teología.
Profesión preferente: Profesor.
Actividades culturales: Editor, escritor, traductor.
Pseudónimos: Udalaizpe
Exilio: 1937-1977
Lugares y fechas de exilio:
1 .- Panama: 1937
2 .- El Salvador: 1937-1944
3 .- Guatemala: 1944-1955
4 .- Biarritz: 1956-1962
5 .- Guatemala: 1962-1972

BIOGRAFÍA
El escritor, editor y traductor Jokin Zaitegi nace en Arrasate (Mondragón) en 1906. Una vez terminados los estudios de primera enseñanza, se traslada al colegio de los jesuitas en Durango donde se inicia como bertsolari (recitador e improvisador popular). Terminados estos estudios cursa Filosofía y Teología en la Universidad Pontificia de Comillas, Loiola y Oña. En esos años va conociendo a los que serán con el tiempo destacados intelectuales y escritores de su generación; en compañía de algunos de ellos (Lauaxeta, Andima Ibiñagabeitia y Plácido Múgica entre otros) crea un grupo unido por la defensa de la lengua vasca. La iniciativa no gustó en la orden de los jesuitas y decidieron dispersarlo, enviando a sus componentes a diferentes destinos. Así, en 1929 Zaitegi es enviado a Venezuela, mientras que otros miembros del colectivo son destinados a Colombia, El Salvador y Guatemala. Zaitegi permanece tres años como profesor en Mérida (Venezuela) y regresa a Europa en 1932 para proseguir sus estudios en Bélgica. En todo este tiempo continúa trabajando el euskara y en 1934 consigue el primer premio en el V Día de la Poesía Vasca (V Olerti Eguna) celebrado en Zarautz. En 1935 es ordenado sacerdote en Marneffe (Bélgica) y en 1937 es enviado a Panamá, donde estudia inglés, y El Salvador, en cuya capital se afinca durante siete años, dando clases de filosofía y teología en el seminario de los jesuitas. En esos años prepara la traducción al euskara de los Hechos de los Apostoles.

El estallido de la guerra civil en la Península acentuó las diferencias de Zaitegi con sus superiores, algunos de ellos declaradamente franquistas. Las ideas nacionalistas le impulsaban a tratar de ayudar al recién creado Gobierno Vasco del exilio y en esta línea acarició la idea de trasladarse a Nueva York, ciudad en la que se había refugiado José Antonio Aguirre, lehendakari en el exilio. Sin embargo, la orden le envía al otro extremo de Estados Unidos, a Idaho. Cansado de esta situación Zaitegi decide abandonar la Compañía, en 1944, a fin de seguir trabajando como sacerdote secular. En 1944 se autoexilia a Guatemala donde entra con pasaporte del Gobierno de Euskadi, negándose a tramitar un pasaporte español. Ello crea un conflicto político que estuvo a punto de decidir su expulsión del país centroamericano. Finalmente, la intervención del dictador Jorge Ubico solucionó el problema, legalizando la permanencia de Zaitegi en el país. En Guatemala continúa su labor docente en la Universidad de San Carlos, primero, y en el Instituto América después. Al mismo tiempo prosigue sus trabajos en euskara. En 1945 publica en Guatemala la traducción del libro Evangeline de Henry Wadswoth y, un año más tarde, en la editorial Pizkundea (Renacimiento) de México, Goldaketan (Arando), su primer libro de poesía en el cual se entremezclan con poemas propios y traducciones al euskara de Horacio, Maragall, Verdaguer y Baudelaire entre otros. También en México, en 1945, publica la traducción de cuatro de las tragedias de Sófocles, empresa en la cual demuestra sus magníficas dotes de traductor y sus conocimientos de griego. Pero todo esto no es suficiente para Zaitegi que entendía era preciso crear una publicación que sirviese de nexo entre todos los vascoparlantes de la diáspora y que, además, permitiese elevar el idioma a la categoría de lengua de cultura.

En 1949 difundió un escrito entre los intelectuales y escritores vascos bajo el título de “Asmoa” (Intención) en el cual les invitaba a ponerse a trabajar en un proyecto común, por encima de sus diferencias ideológicas. Pese a que la respuesta no fue en exceso entusiasta, Zaitegi se entregó con pasión al empeño de sacar adelante un proyecto que, a partir de 1950, se llamaría Euzko Gogoa (Pensamiento Vasco), sin lugar a dudas, una cabecera emblemática en la historia de la prensa escrita en euskara y un símbolo de su resurgir en la posguerra franquista; la misma se publicará, con distintos altibajos, hasta 1960. La ayuda económica para sacar adelante esta publicación le vino de la mano de otro proyecto propio, el colegio Liceo Landibar y la residencia para alumnos Santa Mónica, fundados por Zaitegi en 1951, en pleno centro de la capital guatemalteca. Más adelante en este Liceo se ubicaría el Centro Vasco de Guatemala. Hay que señalar que también en 1950 fue designado como Académico correspondiente de Euskaltzaindia, Real Academia de la Lengua Vasca.

En 1955 Jokin Zaitegi tomó la decisión de trasladarse a Euskal Herria. Las razones para ello tenían, por una parte, carácter personal, ya que su madre vivía sola en Arrasate (Mondragón) pero también le arrastraba el deseo de encontrar unas mejores condiciones sociales para llevar a cabo sus proyectos literarios, aprovechando para ello la tímida apertura iniciada por el franquismo. Ese mismo año se editó en Zarautz los ya mencionados Hechos de los Apóstoles, bajo el título de Bidalien Egiñak, con prólogo de Orixe. Un año más tarde participó en París en el I Congreso Mundial Vasco, iniciativa del Gobierno Vasco en el exilio que trataba de dar un nuevo impulso a las reivindicaciones nacionalistas y a las preocupaciones que en torno al idioma y a la cultura vasca volvían a florecer tanto en el interior como en el exilio. Uno de los frutos del mismo fue la creación de la Comisión “Euskal Kulturaren Alde” (En favor de la cultura vasca) la cual fue presidida por Zaitegi. Asimismo, una vez fracasados sus intentos de que Euzko Gogoa se pudiese editar en el País Vasco peninsular, relanzó la revista en Baiona, en el verano de 1956, mientras él se autoexiliaba de nuevo, esta vez en Biarritz. Dos años más tarde apareció en Baiona el segundo volumen de tragedias de Sófocles. En 1960, asfixiado económicamente, se vio obligado a cerrar definitivamente la revista. Sin embargo, sus trabajos de traducción y creación se van a suceder. Así, en 1962 publicó en Guatemala Berriz ere goldaketan (Arando de nuevo), nueva colección de poemas, y en Donostia Platon-eneko atarian (Introducción a Platón), profundo ensayo sobre este filósofo que incluye la traducción de algunos de sus famosos Diálogos.

Respecto a su periplo vital, en 1962 volvió a Guatemala, desengañado por la acogida que había tenido en su país y decidido a abandonar toda tarea literaria. En Centroamérica dedicaría todo su esfuerzo a trabajar con los indígenas; no obstante, todavía en 1963 se publicó la traducción de Medea de Eurípides en la revista Egan. En 1972 volvió a Arrasate donde a los pocos meses fallece su madre. En esa fecha y a pesar de contar con sesenta y seis años de edad, pesaba sobre él una prohibición de entrada en el Estado español que no fue anulada hasta 1973. Se iniciaba aquí un período de pobreza, enfermedad y soledad en la que, sin embargo, recuperaría su pasión por la literatura, iniciando la traducción de la obra completa de Platón, trabajo que quedará inconcluso tras publicar cinco tomos y dejar otros tantos escritos pero inéditos. Ante la necesidad de atención médica se vio obligado a renunciar a la nacionalidad guatemalteca con el fin de que sus gastos fuesen cubiertos por la Seguridad Social. Más tarde era internado en la Residencia de Ancianos de Oñate. En 1976 fue homenajeado en su pueblo y nombrado hijo predilecto de Arrasate. Un año más tarde era nombrado Académico de Honor de Euskaltzaindia. Finalmente, Zaitegi falleció en Donostia, en 1979. En la actualidad el premio más importante de traducción al euskara lleva su nombre.

A la hora de realizar una valoración de la obra de Jokin Zaitegi, escrita en su mayor parte fuera del País Vasco, hay que destacar el impulso que supo dar el escritor guipuzcoano a la lengua vasca. Con unos planteamientos abiertos y plurales desde el punto de vista ideológico, Zaitegi centró la mayor parte de su trabajo en demostrar que el euskara podía ser una lengua de cultura; de ahí su preocupación en traducir los grandes textos clásicos. Sin embargo, el exceso de pretensiones cultas le llevaron a utilizar un lenguaje excesivamente complejo y de difícil acceso para los escasos lectores potenciales de sus trabajos. Hay que tener en cuenta que en los años de su producción no existía una universidad vasca, uno de los sueños de Zaitegi y principal acicate de toda su obra, y era impensable el que se pudiesen realizar estudios de este nivel en lengua vasca. Como consecuencia de ello su obra constituye un ingente esfuerzo, insuficientemente conocido y valorado todavía en nuestros días.

DATOS BIBLIOGRÁFICOS
Obra de Jokin Zaitegi
* Libros:
Goldaketan. México, Pizkunde Argitaletxea, 1946, 221 p. [P].
Platon-eneko atarian. Donostia, Gráficas Izarra, 1961, 309 p. [E].
Berriz ere Goldaketan. Guatemala, Imprenta Hispania, 1962, 103 p. [P].
Adizki berenkoiak Olabideren Itun Berrian.Baiona, Separata de Euzko Gogoa. Imprimerie Darracq, 1959, 285 p. [E].

* Colaboraciones en prensa:
Estos son algunos del centenar de trabajos publicados en la revista Euzko Gogoa. Para una relación completa consúltese la página: http://www.armiarma.com/andima/eugo“>http://www.armiarma.com/andima/eugo.
– “Aitzolen gizaldia”, nº 1, enero de 1950, p.5-7 [E].
– “Lizardi tar Xavier” nº 1, enero de 1950, p.9-11 [E].
– “Barrensoro” nº 1, enero de 1950, p.5-7 [E].
– “Loramendi” nº1, enero de 1950, p.17-22 [E].
– “Saul en onbideratzea” nº1, enero de 1950, p.27-30 y n 2, febrero de 1950, p.27-30 [E].
– “Paul deuna Atenai n” nº3-4, marzo-abril de 1950, p.43-47 [E].
– “Tori nire edontzia” nº 5-6, Guatemala, mayo-junio de 1950, p.3-4 [P].
– “Platon eta Socrate” nº1, Guatemala, enero-febrero de 1956, p.30-53 [E].
– “Sinisten dut askatasunean” nº 5-6, Baiona, noviembre-diciembre de 1956, p.28-42 [E].
– “Neguan lore” nº1-2, Baiona, enero-febrero de 1958, p.3 [P].
– “Idazti baten 100garren urtean” nº 3-4, Baiona, mayo-agosto de 1958, p.387-419 [E].

* Correspondencia:
– IBIÑAGABEITIA, Andima: Erbestetik barne-minez. Gutunak 1935-1967. Edición de Patri Urkizu. Iruñea: Susa liburuak, 2000. 331 pp.
– IZTUETA, Paulo DIAZ, Jon (recopiladores): Jokin Zaitegi gutunak (1923-1973). Donostia: Utriusque Vasconiae, 2007.
Jokin Zaitegi gutunak (1932-1955). Donostia: Utriusque Vasconiae, 2007.
Jokin Zaitegi gutunak (1956-1975). Donostia: Utriusque Vasconiae, 2007.

*Traducciones:
-WADSWORTH LONGFELLOUW, H.: Ebangeline. Guatemala, Gráficas Hispania, 1945, 75 p. [P].
-SÓFOCLES: Sopokel´en antzerkiak I (Obras teatrales de Sófocles). México, Pizkunde Argitaletxea, 1946, 198 p. [T].
-BAROJA, Pío: “Angelus”, Euzko Gogoa, Nº 3-4, Guatemala, marzo-abril de 1952, p. 54-55 [N].
-Baroja, Pío: “Mari Beltxa”, Euzko Gogoa, Nº 9-10, Guatemala, septiembre-octubre de 1952, p. 6-7 [N].
-ANÓNIMO: Bidalien egiñak (Hechos de los Apóstoles). Zarautz, Itxaropena Argitaletxea, 1955, 336 p. [T].
-SÓFOCLES: Sopokel´en antzerkiak II, Darracq, Baiona, 1958, 159 p. [T].
-EURíPIDES: Medea. Donostia, Egan, Donostia, 1963 [T].
-PLATÓN I: Oturuntza, Protagora, Menon. Donostia, Gráficas Izarra, 1975, 248 p. [E].
-PLATÓN II: Gorgia. Donostia, Gráficas Izarra, 1977, 136 p. [E].
-PLATÓN III: Eutifron. Sokraten apologia. Donostia, Gráficas Izarra, 1978, 76 p. [E].
-PLATÓN IV: Kriton. Faidon. Donostia, Gráficas Izarra, 1978, 144 p. [E].
-PLATÓN V: Ipia Txikia. Alkibiada. Donostia, Gráficas Izarra, 1979, 110 p. [E].

BIBLIOGRAFÍA SOBRE JOKIN ZAITEGI:
-AULESTIA, Gorka: “Cinco defensores del euskara en el exilio”. Donostia, La cultura del exilio vasco I. Pensamiento y creación literaria, Edición de José Angel Ascunce y Maria Luisa San Miguel, 1994, p.168-174.
-DIAZ EGURBIDE, Jon: “Jokin Zaitegi Guatemalako San Carlos Unibertsitatean” en Exilio y universidad (1936-1955). José Angel Ascunce, María Luisa San Miguel y Mónica Jato coordinadores. Tomo I. Donostia: Saturraran, 2008, pp. 125-134.
-INTXAUSTI, Joseba: “Euzko Gogoaren lankideak”, Donostia, Jakin, nº 12, octubre-diciembre de 1979, p.121-138.
-INTXAUSTI, Joseba: “Zaitegi eta Euzko Gogoa. Hamar urteko lana (1950-1959)”, Donostia, Jakin, nº 13, enero-marzo de 1980, p.96-119.
-VELEZ DE MENDIZABAL, Josemari: Iokin Zaitegi. Usurbil, Imprenta Izarra, 1981, 225 p.
-VELEZ DE MENDIZABAL, Josemari: “Iokin Zaitegi, bi belaunaldien arteko zubia” en Herri bat bidegurutzean. Xabier Apaolaza coordinador. Donostia: Saturraran, 2003, pp.75-88.
-ZABALA AGIRRE, José Ramón: “Erbesteko euskal editoreak” en Herri bat bidegurutzean. Xabier Apaolaza coordinador. Donostia: Saturraran, 2003, pp.199-223.

Autores: José Ángel Ascunce – José Ramón Zabala

Zubiaurre, Pilar de

Fotografía de Pilar de Zubiaurre
(Garay – Bizkaia, 1884 – México D.F., 1970)

Estudios: Estudios musicales y lenguas modernas.
Profesión y actividades culturales: Escritora y marchante de arte-pintura.
Lugares y fechas de exilio:
1º: Francia: 1938
2º: México: 1938-1970

BIOGRAFÍA
Pilar de Zubiaurre nació en Garay (Bizkaia) el 24 de julio de 1884 en el seno de una familia acomodada, compuesta por sus padres Paz Aguirrezábal y Valentín María de Zubiaurre, quien fue maestro compositor de la Real Capilla de Madrid, y por sus hermanos mayores, los pintores Valentín y Ramón de Zubiaurre. La relevancia artística que sus dos hermanos alcanzaron ha provocado que la figura de Pilar de Zubiaurre haya pasado desapercibida para la crítica hasta fechas recientes. Asimismo, permaneció en un segundo plano al casarse con Ricardo Gutiérrez Abascal, más conocido por su pseudónimo “Juan de la Encina” quien fue un famoso crítico de arte y director del Museo de Arte Moderno de Madrid. Otro motivo que explica la falta de estudios sobre Zubiaurre es el hecho de que apenas publicó escritos, y los pocos artículos que redactó los dio a la luz bajo pseudónimos. Sin embargo, Pilar de Zubiaurre jugó un papel muy relevante en las culturas vasca y española de los años veinte y treinta, y durante los más de treinta años que pasó exiliada en México colaboró activamente en el mantenimiento de lazos de unión entre los españoles exiliados por medio de la organización de reuniones y de la correspondencia que mantuvo con muchos de ellos.

La educación formal que recibió Pilar de Zubiaurre consistió principalmente en estudios musicales y de declamación, con los que llegó a convertirse en una experta pianista, así como en el aprendizaje del francés y del inglés, idiomas que logró dominar tanto en la expresión escrita como en la oral y que practicó en sus viajes a otros países y con sus amigos extranjeros. En su juventud, visitó Francia e Inglaterra acompañando a sus hermanos y allí conoció a artistas de diferentes nacionalidades. A lo largo de su vida, Zubiaurre trabajó mucho por la carrera de sus hermanos, quienes al ser sordos se apoyaron en ella para todo lo relacionado con la organización de sus exposiciones y la venta de sus cuadros. De hecho, gran parte del éxito de los pintores Zubiaurre se debió sin duda a la labor emprendida por su hermana, que no sólo actuó como su representante, sino que también parecía desempeñar con ellos una función tutelar o maternal. La propia Pilar tenía dotes naturales para la pintura, pero sus padres le disuadieron de que se dedicara a las artes. La oposición paterna a sus ansias creativas provocó en Zubiaurre sentimientos de frustración, reflejados en algunos fragmentos de su diario, donde muestra sus inalcanzables deseos de triunfar en el mundo del arte y de recorrer el mundo. Sin embargo, por medio de la asistencia a sus hermanos, Zubiaurre logró imbuirse en el ambiente cultural español del primer tercio del siglo XX y conocer a las figuras más destacadas del momento. Así, ella era la encargada de organizar las tertulias que se llevaban a cabo en el estudio que sus hermanos poseían en Madrid. A estas reuniones, conocidas como “los sábados de los Zubiaurre”, acudía la élite intelectual de la época, desde José Ortega y Gasset hasta Pedro Salinas, Juan Ramón Jiménez, Diego Rivera y Manuel de Falla, entre otros. Pilar de Zubiaurre también intimó con otras personalidades relevantes de la cultura como Benito Pérez Galdós, Federico García Lorca, quien le dedicó la serie de poemas “Tres ciudades”, o la familia Baroja.

Ahora bien, fue el Lyceum Club Femenino, la primera asociación cultural de mujeres en España, dirigida por María de Maeztu, el espacio en el que Zubiaurre logró desarrollar de manera más libre y activa sus anhelos de participar en el ambiente cultural de la época. Zubiaurre fue una de las cofundadoras del club y se encargó del área de literatura desde 1928 hasta finales de 1932. El Lyceum Club posibilitó que las mujeres con preocupaciones intelectuales pudieran compartir y dar a conocer sus creaciones literarias. Allí Zubiaurre intimó con escritoras como Ernestina de Champourcin, Alfonsina Storni, María de Maeztu, Zenobia Camprubí o Concha Méndez. Además, se realizaban numerosas conferencias, exposiciones y actos culturales en los que participaban tanto intelectuales españoles como extranjeros. Una de las conferencias que causó mayor polémica fue la ofrecida por Rafael Alberti el 10 de noviembre de 1929, titulada “Palomita y galápago (No más artríticos!)”, en la que en tono de burla criticaba a algunos escritores famosos, algunos de ellos esposos de mujeres del Lyceum. Zubiaurre, al igual que Champourcin, adoptó una actitud positiva ante la charla y la consideró como propia de las experimentaciones vanguardistas del momento, mientras que muchas socias, especialmente las de mayor edad, abandonaron la sala porque se sintieron afrentadas.

Zubiaurre también participó en el proyecto de la Escuela Plurilingüe, llamada después Escuela Internacional Española, que fue creada por José Castillejos y consistía en un colegio en el que se enseñaban dos idiomas extranjeros a los niños. Precisamente, su único hijo, Leopoldo Gutierrez de Zubiaurre, atendió esa escuela, que seguía los postulados liberales de la Institución Libre de Enseñanza. Zubiaurre siempre se preocupó de la situación de la infancia, como lo demuestra el hecho de que a principios de la guerra civil dirigiera un orfanato ocupado por las milicias republicanas en el que estaban alojadas más de trescientas niñas. Ya en el exilio también colaboró en el mantenimiento de una escuela en la zona desfavorecida de México D.F.

Durante la guerra civil española, el gobierno republicano nombró al marido de Zubiaurre vocal de la Junta de Incautación y Protección del Tesoro Artístico, lo que hizo que la familia abandonara Madrid y se dirigiera a Valencia junto con otros intelectuales republicanos. En 1937 se trasladaron a Barcelona, donde Zubiaurre organizaba algunas tertulias en casa de la familia Farreras. En 1938, el presidente de la Segunda República, Juan Negrín, acordó la salida del país de varios intelectuales que habían sido invitados por el gobierno mexicano para formar parte de La Casa de España, posteriormente denominada El Colegio de México. Entre ellos se encontraba Juan de la Encina. Fue entonces cuando comenzó el largo exilio para Zubiaurre y su familia, quienes desde Francia partieron a Nueva York, donde permanecieron nueve días durante los cuales visitaron a Juan Ramón Jiménez y Zenobia Camprubí. Esta última fue amiga íntima de Zubiaurre y mantuvieron correspondencia durante muchos años. Desde Nueva York, Zubiaurre y los suyos llegaron en tren a la ciudad de México el 20 de octubre de 1938. Zubiaurre sufrió de una salud delicada toda su vida, pero especialmente la guerra mermó sus fuerzas, por lo que los primeros cuatro años en México los pasó aquejada de una severa debilidad física.

Durante su exilio, Zubiaurre continuó inmersa en el ambiente intelectual por medio de las diversas reuniones a las que acudía junto a su marido, especialmente la del industrial asturiano Carlos Prieto y su esposa, a la que asistían personalidades como Pedro Salinas, Pablo Casals y Carlos Bousoño. Asimismo, Zubiaurre y De la Encina organizaban una tertulia en su casa los domingos, con la presencia de varios m édicos mexicanos y de exiliados como Juan Jos é Domenchina y Ernestina de Champourcin. En México, Zubiaurre también siguió encargándose de organizar las exposiciones de su hermano Valentín.

Zubiaurre experimentó el exilio con una gran nostalgia por su tierra vasca. En los artículos que escribió en México se aprecia el recuerdo constante del paisaje de Euskadi en sus múltiples dimensiones: la aldea, los arroyos, la neblina, el hogar, el mar Cantábrico, la costa, los faros, la ermita o la siega. La autora parte al comienzo del artículo de la realidad mexicana, que le lleva a rememorar aquella otra realidad que dejó atrás debido al exilio. En algunos artículos, Zubiaurre realiza retratos de personajes específicos, cuya identidad sólo se revela en las últimas líneas, como es el caso del pintor Antonio de Lecuona, Valentín María de Zubiaurre o Pío Baroja. En otros, se despide de amigos que acaban de fallecer, tales como Gabriela Mistral, Juan Ramón Jiménez y Zenobia Camprubí.

La añoranza de su tierra hizo que Zubiaurre visitara España y el País Vasco en diversas ocasiones. El primer viaje de regreso lo realizó en 1951 para solventar diversas cuestiones personales surgidas a partir del fallecimiento de su madre. Permaneció en España ocho meses, durante los cuales retomó numerosas de sus amistades. Posteriormente, tras convencer a su marido para que le acompañara, regresó a España en 1955, realizando varias excursiones a distintas regiones. Un año más tarde volvía para estar presente en la entrega de la Medalla de Honor a su hermano Valentín en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid. A partir de la muerte de Juan de la Encina en 1963, Zubiaurre retornaba a España todos los años, hasta que finalmente falleció en México, el 24 de junio de 1970. En la actualidad sus restos descansan en el cementerio de Garay.

Pilar de Zubiaurre permaneció en la sombra de sus hermanos y esposo, quienes fueron los que recibían la atención del público. Seguramente por este motivo decidió servirse de pseudónimos para firmar los escasos artículos que publicó. A pesar de que su producción literaria es reducida, sus escritos nos revelan a una mujer culta, con una gran capacidad creativa en la que la Naturaleza y el paisaje vascos constituyen un eje fundamental. Gracias a su carácter abierto y sociable, Zubiaurre fue ante todo una figura cultural del momento, amiga de numerosos intelectuales españoles y extranjeros, tanto durante la Segunda República como en el exilio mexicano.

DATOS BIBLIOGRÁFICOS
-Pilar de Zubiaurre: Evocaciones. Artículos y diario (1909-1958). Edición e introducción de Iker González-Allende. Donostia: Editorial Saturraran, 2009. 331 pp. ISBN: 978-84-934455-7-7.

Autor: Iker González-Allende
University of Nebraska-Lincoln

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