Juan Goyanarte Resusta » Biografías
Hamaika Bide parte en sus trabajos de unos planteamientos al margen de partidos políticos o de encasillamientos ideológicos. De esta manera aborda el estudio de exiliados y exiliadas de cualquier condición o posicionamiento político entendiendo que todos ellos han realizado una aportación valiosa a la cultura del pueblo vasco. Por lo tanto en esta sección se irán intergrando biografías de personalidades vascas sin más nexo entre sí que el haber compartido un destino común: el exilio.
Goyanarte Resusta, Juan
Escritor, periodista, aventurero, editor, empresario, hacendado, la figura del guipuzcoano Juan Goyanarte es, sin duda, una de las más polifacéticas del exilio vasco. Nacido en Arrasate-Mondragón, el 10 de enero de 1900, fue el quinto hijo de un matrimonio muy desigual ya que el padre del futuro escritor llevaba a su esposa veinticuatro años; este dato explica en parte las desavenencias de Juan con respecto a su familia y explica muchas de las incognitas que encierra la biografía de Goyanarte. A los siete años fue ingresado en el College Superieur de Salies de Bearn, en Francia, donde permaneció ocho años. En 1916 le encontramos en la Academia Militar de Vitoria donde, según sus palabras, se incorporó “con bastante desgano”. En 1918, a los diecisiete años, marchó a Argentina donde desarrolló diferentes trabajos en el comercio del interior del país. Aprovechando su estancia en el estado latinoamericano realizó sus primeros viajes por Brasil y Paraguay. En 1920 retornó a la PenÃnsula con objeto de cumplir el servicio militar, probablemente para no perder la nacionalidad, siendo destinado a Marruecos en cuya guerra tomó parte durante un año. En ese tiempo se produjó un hecho decisivo en su biografía: quedó huérfano y, como resultado de ello, recibió una importante herencia. Goyanarte abandonó entonces el ejército, volcándose en su vocación viajera y recorriendo el norte de Africa y Europa. En 1925 retornó a Argentina donde compró una hacienda en la localidad de Goyena. Poco a poco fue aumentando sus terrenos, amasando así una fortuna que luego le permitiría abordar el mundo empresarial. A finales de los años treinta Goyanarte recorrió de nuevo Europa y trabajó, al parecer, como corresponsal primero en la Guerra Civil española y, más tarde, en el frente ruso. Tras viajar por Asia, volvió a América donde recorrió la Patagonia y los Andes, escenarios de sus primeras novelas y cuentos.
Su primera novela fue La semilla que trae el viento (1940). Se trata de una obra caracterizada por su naturalismo, “un objetivismo extremo como estilo narrativo”, en palabras de José Ángel Ascunce, fuertemente influenciada por las gentes y los paisajes conocidos a lo largo de sus numerosos viajes. Le seguirán La semilla en la tierra (1942), La quemazón (1943), Campos de hierros (1951). En 1955 apareció Lago argentino, seguramente la más conocida de todas ellas y que fue traducida al francés, alemán e italiano. En total se conocen doce novelas de Juan Goyanarte, algunas de las cuales gozaron de numerosas ediciones. Esta labor fue ampliamente reconocida lo que posibilitó su integración en PEN Club y en la Asociación El Libro de Argentina.
En 1951 se incorporó al proyecto de Victoria Ocampo en la editorial Sur. La participación de Goyanarte en el mismo fue fundamentalmente como socio capitalista. No obstante, la experiencia tuvo su importancia ya que le animó a lanzar en 1956 su propio proyecto cultural: la Editorial Goyanarte. Características fundamentales de la nueva editorial fueron su talante abiertamente liberal, su interés sobre todo por la prosa y la preocupación en dar a conocer al público argentino las nuevas corrientes culturales y literarias internacionales. La editorial desarrolló su labor en dos facetas: la edición de un ambicioso catálogo de libros de actualidad en el que se aunaban las traducciones de obras de todo el mundo con libros hispanoamericanos, y la revista cultural Ficción que se publicó bajo la dirección del mondragonés desde 1956 a 1961.
Con formato de libro y bajo el lema de “libro-revista trimestral” (si bien la periodicidad variaría a lo largo de los años) el primero número de Ficción vio la luz en Buenos Aires con fecha de mayo-junio de 1956. Bajo la dirección del escritor vasco Juan Goyanarte la publicación apareció durante siete años. Ideológicamente, la revista se definía abiertamente como liberal, en opinión de diversos críticos como más abierta y plural que Sur, revista que en cierto modo tomó como primer modelo Goyanarte. Dentro de este esquema, la revista mostró siempre un gran interés en denunciar la barbarie nazi, los campos de concentración, la represión de las ideas, la lucha de la resistencia. La estética de la publicación se mantuvo con muy escasas variaciones a lo largo de su existencia, un diseño caracterizado por la austeridad y la escasez de ilustraciones. A lo largo de todos sus números Ficción se organizó en torno a tres bloques. En el primero se recogían anuncios de distintas editoriales con sus novedades más destacas; editoriales como Losada, Fondo de Cultura Económica, Emecé o Sur utilizaron de manera habitual las páginas de la revista para dar a conocer las novedades de sus respectivos catálogos. En un segundo bloque se recogían artículos de diverso contenido, narraciones breves, comentarios críticos y, en ocasiones, entrevistas con escritores colaboradores de Ficción. En un tercer bloque figuraba una relación de las novedades recibidas en la redacción y breves comentarios críticos sobre todo de libros pero también de discos y exposiciones de arte. Respecto a la tirada de la revista, ésta debía de rondar en sus comienzos los tres mil ejemplares que llegaron a ser cinco mil una vez que la misma se hubo asentado. Respecto a su distribución, la misma se dirigía de manera preferente a bibliotecas, centros universitarios y asociaciones culturales.
En lo que se refiere a sus colaboradores, estos componían una extensa nómina de escritores, mayoritaramente argentinos y, en menor medida, latinoamericanos. A modo de ejemplo podemos destacar nombres como Ernesto Sábato, Jorge Luis Borges, Mario Benedetti, Ezequiel Martínez Estrada, Carmen Gándara, Augusto Roa Bastos, Mirta Arlt, Manuel Mújica Lainez, Clarice Lispector, Adela Grandona, Aristóbulo Echegaray, Juan Carlos Ghiano, Gloria Alcorta, Enrique Anderson Imbert, Pablo Rojas Paz, Beatriz Guido. También colaboraron en Ficción algunos escritores españoles; entre los exiliados merece destacarse la presencia de Guillermo de Torre que fue constante en los primeros años de la revista. Otras figuras del exilio que escribieron en Ficción fueron María Teresa León y Francisco Ayala; también eran de origen español autores como Guillermo Orce-Remis, Guillermo de Castro, Ricardo Gullón. Respecto a la línea editorial, la revista se centraba de manera preferente en promocionar el cuento latinoamericano, género al que dedicó incluso varios números monográficos. Sin duda la cumbre de esta reivindicación la supuso el número 24-24 de 1960 cuyo título es de por sí explícito: “Panorama del cuento argentino contemporáneo: 30 cuentos”. Otros números monográficos se centraron en las Letras de Uruguay (nº5 de 1957 y nº11 de 1958) y “Letras de Brasil” (nº39 de 1962). El otro gran género desarrollado en la revista fue el ensayo en todas sus variedades: testimonios, crítica literaria, reflexiones filosóficas, apuntes literarios. En toda su historia Ficción mostró también un gran interés en mostrar la actualidad de las letras en diversos lugares del mundo.
Con el paso de los años estas características aquí esbozadas no sufrieron grandes cambios. El más profundo se produjo como resultado del retiro de Goyanarte de las tareas de dirección de la revista, pasando ésta a manos del escritor Víctor Sáiz y del filósofo Rodolfo Seijas. La transformación se produjo con el número 43 de mayo-junio de 1963; en ese número la revista adopta el subtítulo de Revista de las Artes y las Letras, adapta a los tiempos su diseño, introduciendo la fotografía desde la misma portada, pero perdió mucho de su pluralismo, convirtiéndose sobre todo en un medio de promoción de sus nuevos redactores. El resultado es que Ficción apenas subsistió unos pocos números, cuatro, hasta febrero de 1964. Cabe señalar que en la actualidad el acceso a la colección completa de la revista en las bibliotecas peninsulares no es fácil si bien su venta en librerias de libro viejo es relativamente frecuente.
En lo que se refiere a la Editorial Goyanarte, ésta destacó por su interés hacia la realidad contemporánea internacional, hacia las nuevas tendencias literarias y el conocimiento de la situación política y social en distintos lugares del mundo. Se puede asegurar asimismo que en la base ideológica de la editorial existía una clara intencionalidad pedagógica reflejada en la organización de sus interesantes catálogos publicitarios y en sus propuestas de lectura que llevó a la publicación de un listado de una lectura ordenada de las obras de la editorial, “Orden correlativo que se recomienda en la lectura de las obras para dominar las corrientes novelísticas universales de último momento”. En el periodo dirigido por Goyanarte se publicaron alrededor de ciento veinte libros; posteriormente la editorial siguió trabajando hasta prácticamente finales de los años sesenta. Respecto a los libros editados podemos destacar obras como Misión para mi país de Reza Pahlavi, Se oyen las musas de Truman Capote, Los desnudos y los muertos de Norman Mailer, Week-end en Guatemala de Miguel Ángel Asturias, Judas de Lanza de Vasto, Se le soltaron los leones de Nicole, casi todas las novelas del escritor francés Guy de Cars, Luz de agosto de William Faulkner, El libro de mi madre de Albert Cohen, El hermoso verano y Allá en tu aldea de Cesare Pavese. Desde el punto de vista del exilio español hay que destacar el libro de María Teresa León Juego limpio, novela que narra sucesos de la guerra civil desde el punto de vista de una compañía de teatro y de un sacerdote que ha colgado los hábitos a resultas del conflicto.
En 1963 Juan Goyanarte decide retirarse. Tanto la revista como la editorial seguirán algún tiempo activas, en especial esta última, pero el escritor parece distanciarse de dichas actividades para centrarse en su finca de Goyena y en su pasión viajera. Sin embargo, no pudo disfrutar en exceso de todo ello ya que, apenas cuatro años más tarde, el 20 de enero de 1967, fallecía en Goyena donde reposan sus restos en la actualidad y donde una plaza lleva su nombre.
La figura de Juan Goyanarte destaca por sus intereses renovadores desde una óptica liberal y progresista. Centrado por completo en la realidad argentina, el escritor desarrolló una intensa actividad literaria y cultural cuyo objetivo final era dar a conocer en Argentina y Sudamérica las nuevas tendencias y corrientes literarias del momento así como abrir estos paises a otras realidades. Su novelística despertó un gran interés en aquellos años, interés que ha decaido con el paso de los años pero que sin embargo ha permitido a su autor ingresar de pleno derecho en la historia de las letras argentinas.
CREACIÓN
Narraciones:
-La semilla que trae el viento. Buenos Aires: Club del Libro, 1940.
-La semilla en la tierra. Buenos Aires: Club del Libro, 1942.
-La quemazón. Buenos Aires: Sur, 1943.
-Campos de hierros. Buenos Aires: Losada, 1951.
-Lunes de carnaval. Buenos Aires: Sur, 1952.
-Fin de semana. Buenos Aires: Goyanarte, 1953.
-Lago argentino. Buenos Aires: Emecé Editores, 1955. Quinta edición en Editorial Goyanarte, 1961. Traducción al francés: Les Hommes du Lac. Paris: Fasquele Éditeurs. Traducción al italiano: Lago Argentino. Roma: Gherardo Casini Editore. Traducción al alemán: Lago Argentino. Frankfurt-Main: Heinrich Scheffler Verlag.
-El ventisquero. Buenos Aires: Emecé Editores, 1956. En francés, Le Glacier. Paris: Revue de Deus Mondes.
-Tres mujeres. Publicada en tres partes en la revista Ficción. Buenos Aires: Editorial Goyanarte, 1956.
-Kilómetro 25. Buenos Aires: Goyanarte, 1959.
-Farsa. Buenos Aires: Goyanarte, 1961.
-Gestación. Buenos Aires: Goyanarte, 1967.
COLABORACIONES EN LA PRENSA ESCRITA
-”El corral de hielo”. Cuadernos Americanos, nº1, 1946: 265-290.
Es autor de numerosos trabajos y narraciones publicados en distintos medios de comunicación latinoamericanos, fundamentalmente en La Nación bonaerense. Estos trabajos no han sido recopilados hasta el momento.
ESTUDIOS SOBRE EL AUTOR
ANÓNIMO: “Juan Goyanarte”. El Libro, nº 213-215. Año XVII, enero-marzo de 1967: 6.
-ASCUNCE, José Ángel: “Pensamiento, creación literaria”. La cultura del exilio vasco I. Donostia: J.A. Ascunce editor, 1994 (230-234).
-HERMES VILLORDO, Oscar: “Kilómetro 25 por Juan Goyanarte”. Ficción, nº 24-25. junio-marzo de 1960.
-LA NACIÓN. “Juan Goyanarte”. La Nación, 21-I-1967.
-MATAMORO, Blas: “Ficción”. Ricardo Gullón (Director): Diccionario de la literatura española e hispanoamericana. A-M. Primer tomo. Madrid: Alianza Diccionarios, 1993: 546.
-PINTO, Juan: “Realismo y realidad en la obra de Juan Goyanarte”. Ficción, números 35-36-37. 1962.
-RODRÍGUEZ GANUZA, Javier. “Juan Goyanarte Editor”. http://bibliotraducciones.com/editoriales/argentinas/juan-goynarte-editor.php.
-ZABALA, José Ramón: “Ekin: una luz en el túnel (Las editoriales del exilio)”. La cultura del exilio vasco II. Donostia: J.A. Ascunce editor, 1994 (137-138).
.- “Juan Goyanarte, bide berriak kultura latinoamerikarrean”. El exilio: un debate para la historia y la cultura. Colección Actas. Donostia: Editorial Saturraran (2008).
.-”Juan Goyanarte (1900-1967). Un editor vasco-argentino”. Laprida (Argentina): Guregandik. revista del centro de estudios Arturo Campión, nº7, año 2011. Pp.13-28.
.-”Juan Goyanarte (1900-1967), idazle eta argaitaratzaile ahaztua”. Donostia: Jakin, nº 189, marzo-abril de 2012. Pp. 67-84.
Autor: José Ramón Zabala